viernes, 26 de noviembre de 2021

Manuel Rivera. Caleidoscopio. Telas, Tiritañas y Estorzuelos


“RECUERDO 1” 1993 Técnica mixta (tela metálica y alambre) sobre bastidor de aluminio) 65 x 50 cm Procedencia: Legado Manuel Rivera. Bibliografía: Manuel Rivera, Catálogo Razonado de pintura. A. de la Torre. Fundación Azcona. Diputación de Granada. Madrid 2009. Cat. (987) P-93-40, ill pg 552.

La galería Leandro Navarro ha presentado esta exposición dedicada a la obra de Manuel Rivera (Granada, 1927-1995, Madrid), artista fundador del grupo El Paso, con sus telas metálicas, ha triunfado universalmente. La muestra por la que estamos paseando, continúa la trayectoria de exposiciones del artista. Dicha trayectoria se inició en 2004 con la realizada con motivo del décimo aniversario de su muerte y continuó en 2011 con Confluencias, (la primera exposición de ese ciclo es ésta, en la que se ponen por primera vez en mutua relación pinturas, diseños y esculturas de Manuel Rivera y del argentino León Ferrari (Buenos Aires, 1920- 2013, Buenos Aires), creadores de unos corpus de obra muy distinta, pero que desde finales de los cincuenta, coincidieron en cuestiones importantes sobre el nuevo concepto de “lo moderno”, sobre la manera de incorporar materiales industriales en sus prácticas escultóricas) y en 2017 con una última enfocada a su obra en papel.

“AUTORRETRATO” 1973 Técnica mixta (Tela metálica, alambre y metal) fotografía y óleo sobre madera 28 x 34 cm Procedencia: Legado Manuel Rivera. Exposiciones: Madrid, Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas, 1956-1981, Manuel Rivera, Marzo-Abril 1981; Madrid, Galería Almirante, Manolo Rivera , enero-febrero 2000, cat num 23.; Viena, Museo Harrach, Manuel Rivera. Mayo-Junio 2002, ill.pg 33 Bibliografía: Manuel Rivera, Catálogo Razonado de pintura. A. de la Torre. Fundación Azcona. Diputación de Granada. Madrid 2009. Cat. (548) P-73-2, ill pg 331

Caleidoscopio, la muestra actual por la que estamos paseando nos ofrece obras inéditas y gira en torno al políptico homónimo que abre la exposición.

Esta es una obra que se erige como ejemplo del llamativo uso de la malla metálica como vehículo de expresión por parte del artista. Estamos entre quienes entienden las telas metálicas de Rivera como obra escultórica, inequívocamente tridimensional. La necesidad de obtener un volumen real en un espacio real ha guiado y guía todo proceso de Rivera, que nunca ha aceptado la bidimensionalidad del plano. Esta necesidad volumétrica y especial lo llevó a efectuar perforaciones sobre la superficie del lienzo, y, una vez descubiertas las facultades ópticas de la combinatoria de las mallas de metal, a la construcción de objetos tridimensionales no solo realizados con planos superpuestos, sino con estructuras y garfios metálicos que han dramatizado progresivamente los trabajos de Rivera.

“CALEIDOSCOPIO” 1981 Técnica mixta (Tela metálica, alambre y metal) y óleo sobre madera 200 X 162 cm. Políptico: Cuatro obras de 100 x 81 cm. Procedencia: Legado Manuel Rivera. Exposiciones: Madrid, Ministerio de Cultura, Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas, 1956-1981, Manuel Rivera, Marzo-Abril 1981 ill.pg 187; Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, Manuel Rivera, abril-junio 1997 ill.pg 93; Roma, Academia di Spagna, Manuel Rivera, (1924-19995) Mayo-Junio 1999 cat num 14; Viena, Museo Harrach, Manuel Rivera. Mayo-Junio 2002 cat pg 65; Silos, Abadía de Santo Domingo, marzo-mayo 2025, ill programa de mano y ill p 67, cat p 87.Bibliografía: (entre otras): Miguel Logroño, “Abrazar el vértigo”, Madrid, 1981; Daniel Giralt Miracle, “Las epifanías de Manuel Rivera” En Silos 2005. Manuel Rivera, Catálogo Razonado de pintura. A. de la Torre. Fundación Azcona. Diputación de Granada. Madrid 2009. Cat. (705) p-81-1, ill.pg 410. 

Rivera manifiesta en su creación intereses mucho más profundos, que podemos resumir en su deseo de interpretación personal de sensaciones (obras sobre estaques y paisajes granadinos), de encontrar los signos de un misterio entrevisto (sus series de espejos y tabernáculos), y su decisión de expresarse sobre el sentido del hombre en el universo (sus referencias sexuales evidentes).

“ESPEJO EN ÉXTASIS” 1967 Técnica mixta (Tela metálica, alambre y metal) y óleo sobre madera 100 x 81 cm Etiqueta al dorso de la Galería Juana Mordó Procedencia: Estudio Manuel Rivera, Galería Juana Mordó, Madrid; Galería Guereta, Madrid, Col. Carmen de Icaza, Madrid; Galería Leandro Navarro, Madrid. Bibliografía: Manuel Rivera 1943-1994, Catálogo Razonado de Pinturas. A. de la Torre. Fundación Azcona. Diputación de Granada. Madrid 2009. Cat num. 416, P-67-4 ill. Pg.266.

Otras de las obras que podemos ver en la exposición, como las Tiritañas, con la superposición de mallas sujetas de bastidores de aluminio entre las que se crean espacios vibraciones y cambios de luz que otorgan un papel protagonista a la visión del espectador.

“TIRITAÑA X” 1975 Técnica mixta (Tela metálica y alambre) y óleo sobre bastidor de aluminio 65 x 81 cm Procedencia: Legado Manuel Rivera.
 Exposiciones: Madrid, Galería Juana Mordó, Manuel Rivera. Obras 1956-1975. Madrid diciembre 1975-enero 1976. Cat num 77; Paris, Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, Oeuvres 1956-1976, Febrero-marzo 1976. Bibliografía: Ministerio de Cultura. Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotécas 1956-1981. Manuel rivera, Madrid Marzo-Abril 1981, cit pg.122; Manuel Rivera, Catálogo Razonado de pintura. A. de la Torre. Fundación Azcona. Diputación de Granada. Madrid 2009. Cat. (620) P-75 -19, ill.pg.367.

Y nos paramos en los Estorzuelos (Tomás Paredes, lo explica muy bien en el catálogo dedicado a la exposición): palabra que inventa Rivera para identificar creaciones de 1993-94. Sugerencias relacionadas con alas, vuelos, sueños, con la llama oscura entre trigales. Collages sujetos al bastidor, pero también vistas de interiores, recuerdos, soleás, cantes por tangos en garganta del Agujetas. Rivera vivía el flamenco y eso se percibe aquí y en toda su obra. Los estorzuelos tienen relación con las Metamorfosis, con las Transparencias, con la serie Recuerdo: son testimonio de coherencia, de estilización, de magia compositiva y conceptual; 39 maneras de bailar por seguiriyas.

“ESTORZUELO 24” 1993 Técnica mixta (tela metálica, alambre, metal y tejidos) y metacrilato y óleo en bastidor de aluminio. 37,5 x 50 cm Procedencia: Legado Manuel Rivera; Galería Rayuela, Madrid. Exposiciones: Galería Rayuela, Telas metálicas, Estorzuelos, Collages. Abril-junio 2007. Bibliografía: Manuel Rivera, Catálogo Razonado de pintura. A. de la Torre. Fundación Azcona. Diputación de Granada. Madrid 2009. Cat. (971) P-93-24 ill pag 544.

ESTORZUELO 26” 1993 Técnica mixta (tela metálica, alambre, metal y tejidos) y metacrilato y óleo en bastidor de aluminio 60 x 50 cm 
Procedencia: Legado Rivera Exposiciones: Madrid, ARCO 1999, Stand de la Galería Thessa Herold; Madrid, Galería Rayuela, Manuel Rivera, Telas metálicas, Estorzuelos, Collages, abril—junio 2007 Bibliografía: A. de la Torre, Manuel Rivera 1943-1994, Catálogo Razonado de Pinturas. Fundación Azcona – Diputación de Granada cat. Nº (973) P-93-26, P.545.

La galería Leandro Navarro ejerce la labor de representación del Legado de Manuel Rivera, habiendo demostrado un fuerte compromiso con su obra a lo largo de los años no solo a través de la organización de exposiciones sino también con la habitual inclusión de su obra de ferias como ARCO Madrid, ARCO Lisboa, Art Basel Miami Beach y Frieze Masters en Londres. Por ello, en la organización de esta muestra también han prestado su inestimable colaboración Elena y Marisa, hijas del artista.


Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo físico y digital, que incluye textos de Tomás Paredes y Guillermo Busutil.

© Mariví Otero. 2021
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Manuel Rivera. Caleidoscopio. Galería Leandro Navarro. Del 10 noviembre 2021 al 7 de enero 2022. Documentación y fotografías de la Galería. Marín-Medina,J.: La Escultura Española Contemporánea (1800-1978). EDARCON. Depósito Legal: M-14142-1978.

viernes, 19 de noviembre de 2021

Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar.

El artista filipino Kidlat Tahimik ha creado este proyecto especialmente para el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid. Museo Reina Sofía. Que revisa el pasado del edificio, la historia del colonialismo en Filipinas y la influencia del imperialismo cultural en la actualidad. Nacido en la ciudad filipina de Baguió, Eric Oteyza de Guía (1942) cambió su nombre por el de Kidlat Tahimik “relámpago silencioso” en tagalo lengua oriunda del centro y sur de la isla de Luzón. A lo largo de su trayectoria ha trabajado como cineasta, performance, escritor y artista, elaborando mitos y fábulas contemporáneas de crítica al colonialismo, el capitalismo, la globalización y el imperialismo cultural.

La muestra se articula a través de un gran escenario épico compuesto de tres conjuntos escultóricos que remiten a otros tantos momentos clave en la historia del colonialismo en Filipinas: en 1521, la llegada de la expedición de Magallanes y la muerte de éste a manos de los nativos. En 1887, la creación del Palacio de Cristal para la exposición General y el contexto revolucionario del Héroe nacional filipino José Rizal; y por último el choque cultural actual entre el colonialismo americano y la resistencia indígena a la importación de modelos culturales extranjeros como Spiderman, Mickey Mouse o Marilyn Monroe.

Tahimik define el termino tagalo Kapwa como la esencia y el fundamento de la cultura filipina. La Kapwa es la comunidad, el trabajo colectivo y el respeto al prójimo como forma de entender la estructura social. Este proyecto de Tahimik para el Palacio de Cristal bebe de esta filosofía y es el resultado de un trabajo comunitario a cargo de un equipo de colaboradores de su entorno y artesanos locales ajenos al mundo del arte.

Kidlak Tahimik. Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar.
Foto: Mariví Otero.

Caminamos por el Palacio de Cristal, entre tres conjuntos escultóricos, tres batallas culturales.

El primer conjunto escultórica, situado en la zona derecha del palacio, toma como punto de partida la expedición de Magallanes (1480-1521) y la muerte de éste en los enfrentamientos con los indígenas de la isla filipina de Mactán. Lapulapu, el datu o jefe tribal de la isla. se opuso a la colaboración con los conquistadores y es visto como un símbolo de resistencia celebratoria del triunfo de la cultura oriunda sobre el invasor, una cuestión que vertebra toda la trayectoria de Tahimik. En la instalación podemos ver a Magallanes cayendo al suelo rodeado de las figuras de Lapulapu y su esposa, la reina Bulakna que atesta el golpe de gracia al explorador portugués. Según el propio artista: “La batalla entre Magallanes y Lapulapu es también una batalla cultural”.

El segundo conjunto escultórico, situado al fondo del palacio, hace alusión al contexto concreto de la Exposición General de las Islas Filipinas de 1887, para la que fue construido el Palacio de Cristal. La iniciativa, liderada por el Ministerio de Ultramar, tenía por objeto exhibir la vida y cultura del archipiélago filipino, dependiente de España en aquel momento. En el marco del evento, donde se mostraban la flora, fauna y poblaciones del archipiélago, se programaron una serie de actuaciones de los indígenas Igorrotes grupo étnico al que pertenece Tahimik, exhibidos como una especie exótica. Este hecho fue denunciado y calificado como zoo humano por José Rizal, el precursor de la Independencia filipina, que se encontraba entonces en Madrid. Dentro de la instalación, Tahimik presenta a Rizal como el joven estudiante de medicina que era entonces, tomando nota en su cuaderno del abusivo trato que de sus compatriotas estaban recibiendo. Sin embargo, al contrario que las tradicionales representaciones del héroe nacional, Tahimik decide vestirlo con un taparrabos, simbolizando así su unión con su cultura de origen.

Kidlak Tahimik. Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar.
Foto: Mariví Otero.

El tercer conjunto describe los choques culturales contemporáneos en forma de batalla entre la resistencia indígena filipina e iconos americanos como Marilyn o Mickey Mouse, conocidos mundialmente a través de la pantalla. El artista ya había abordado el tema de este “Caballo de Troya de Hollywood” en la instalación presentada en la 14 Bienal de Sharjah (2019), donde el enfrentamiento se libraba entre Inhabian (diosa del viento de la tribu Igorrote) y Marilyn Monroe (representada igualmente como diosa del viento, en este caso de Hollywood). Tahimik explica así el concepto de la instalación: Es una guerra cultural que continua aun hoy en día, en la que Hollywood domina todas nuestras historias. Esta era una forma de decirle a Hollywood que se fuera, que tenemos nuestras propias narrativas, que estamos hartos de sus historias de sexo y violencia, y que tenemos nuestra propia mitología.

En la parte izquierda del palacio encontramos personajes muy presentes en las imágenes del Hollywood actual, como Spiderman, Capitán América o Mujer Maravilla. Estos superhéroes siguen colonizándonos, son como un virus cultural. resume Tahimik. Los ha representado subidos sobre cohetes de la armada americana, con los que se baten contra numerosas deidades protectoras locales.

Kidlak Tahimik. Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar.
Foto: Mariví Otero.

Suspendido en la parte central del palacio, un anillo celestial de deidades indígenas contempla estas tres luchas culturales. Esta estructura circular realizada con materiales de cestería remite al dapay, lugar circular de transmisión oral, donde los ancianos de la aldea pasan el testigo a las siguientes generaciones. Estas deidades miran hacia abajo sabiendo que la guerra cultural no morirá, y que resistiremos. nuestra cultura es fuerte, concluye Tahimik.

Kidlak Tahimik. Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar.
Foto: Mariví Otero.

Kidlat Tahimik ha sido galardonado con numerosos premios en festivales cinematográficos internacionales, entre ellos el premio de la crítica internacional de la Berlinale (1977) o, más recientemente, el The Prince Claus Laureate Award (2018). En la Bienal de Sharjah de 2019 presentó su instalación Ang Ma-bagyong Sabungan ng 2 Bathala ng Hangin, A Stormy Clash Between 2 Goddesses of the Winds (ww III – the Protracted Kultur War), que obtuvo amplio reconocimiento.


© Mariví Otero. 2021.
Manuel Otero Rodríguez.

Fuente: Kidlat Tahimik, Magallanes, Marilyn, Mickey y fray Dámaso. 500 años de conquistadores RockStar. Museo Reina Sofía. Palacio de Cristal, Parque del Retiro de Madrid. 28 de octubre 2021- 6 de marzo de 2022. Gabinete de prensa del Museo: Documentación y fotografías. Taller: Kidlat Kahimik y Sally Gutiérrez, los pasados días 2,3,5 y 6 noviembre, 2021. (posiblemente se hayan hecho videos de estas actividades).

viernes, 12 de noviembre de 2021

El Hijo pródigo de MURILLO y el arte de narrar en el Barroco andaluz

El hijo pródigo expulsado por las cortesanas Bartolomé Esteban Murillo Óleo sobre lienzo, 104,5 x 134,5 cm h .1660-65 Dublín, National Gallery of Ireland

El Museo Nacional del Prado expone tres importantes series narrativas creadas en Andalucía en las décadas centrales del siglo XVII destinadas a clientes particulares: la que describe la parábola del Hijo pródigo Murillo; La que narra la historia de José, realizada por Antonio del Castillo, ambas completas y conservadas en la National Gallery de Dublín y el Prado, respectivamente; y la dedicada a la vida de san Ambrosio, de Valdés Leal. 

La exposición incluye otras obras que pertenecieron a series de este tipo, que con el paso del tiempo han sido desmembradas y dispersadas. Con todo ello se puede percibir tanto la importancia que tuvieron estas obras seriadas en la pintura andaluza del momento, como el papel que jugaron los coleccionistas y patronos particulares para el desarrollo de la misma.

San Ambrosio niega al emperador Teodosio la entrada al templo Juan de Valdés Leal Óleo sobre lienzo, 166 x 110,5 cm h. 1673 Madrid, Museo Nacional del Prado.

Durante las décadas centrales del siglo XVII se produjo en Andalucía un tipo de cuadros que son muy representativos tanto del alto nivel creativo alcanzando por los principales pintores, como de las expectativas y el gusto de una de las partes más activas de su clientela. Se trata de obras organizadas en serie, en general de mediano tamaño y encargadas por particulares para interiores domésticos u oratorios privados. Varias de ellas describen el desarrollo de una “historia”, bien sea la biografía más o menos completa de un personaje, o las etapas de un acontecimiento biográfico concreto.

Cristo y la samaritana Alonso Cano Óleo sobre lienzo, 166 x 205 cm h. 1635-37 Madrid, Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Eso hace que tengan un extraordinario interés para entender los recursos compositivos empleados por sus autores, y su capacidad como narradores de episodios seriados. Entre los artistas que cultivaron este tipo de series se encuentran Bartolomé E, Murillo (1617-1682), Antonio del Castillo (1616-1668), Juan Valdés Leal (1622-1690) o Alonso Cano (1601-1667), es decir, cuatro de los protagonistas principales del Barroco pictórico andaluz.

La castidad de José Antonio del Castillo Óleo sobre lienzo, 109 x 145 cm h. 1650 Madrid, Museo Nacional del Prado

Para acercarnos a esta peculiar producción artística se ha organizado esta exposición, que tiene como puntos de referencia tres de esos ciclos: el que describe la parábola del hijo pródigo, por Murillo; el que cuenta las peripecias de José en Egipto. por Antonio del Castillo, y el que narra la biografía de san Ambrosio, por Valdés Leal. 

José ordena la prisión de Simeón Antonio del Castillo Óleo sobre lienzo, 109 x 143 cm h. 1650 Madrid, Museo Nacional del Prado

Una cuarta sección reúne obras pertenecientes a otras series, en las que se muestra cómo las mismas fueron instrumentos importantes para la representación del paisaje, de los “afectos” o de la vida cotidiana.

Estas obras exigen una lectura atenta, pausada y secuenciada, y que tienen una naturaleza excepcionalmente narrativa, invita al espectador a ensayar un acercamiento a la pintura antigua distinto al que es actualmente más habitual, pero que resulta más cercano a aquel que existía en la época entre el público para el que se pintaron estos cuadros.

El hijo pródigo abandonado (El hijo pródigo apacienta a los cerdos) Bartolomé Esteban Murillo Óleo sobre lienzo, 104,5 x 134,5 cm h. 1660-65 Dublín, National Gallery of Ireland El hijo pródigo apacienta los cerdos Jacques Callot Estampa 6 de La Vie de L’enfant Prodigue faite Par noble J.Callot, et mise en lumière Par Israel son amy, Dediée A Monseigneur Armand de Maillé Marquis de Brezé, Maistre de Camp d’un Regiment [París], Cum privilege Reg. Israel [Israël Henriet] [ex]cudit, 1635 Madrid, Colección particular.

Comisariada por Javier Portús, Jefe de Conservación de la Pintura Española (hasta 1800) del Museo del Prado. 33 piezas del Museo Nacional del Prado, la National Gallery de Irlanda, en Dublín, e instituciones como la Real Academia de Bellas de San Fernando, el Museo de Bellas Artes de Asturias, El Museo de Bellas Artes de Sevilla y la Biblioteca Nacional de España documentan el alto nivel de la calidad que se alcanzó en el cultivo de esta tipología.

© Mariví Otero. 2021.
Manuel Otero Rodríguez.

Fuente: “El Hijo pródigo de Murillo y el arte de narrar en el Barroco andaluz”. Museo Nacional del Prado. Hasta el 23 de enero 2022. Área de Comunicación del Museo: Documentación y fotografías.

miércoles, 3 de noviembre de 2021

JUDITH JOY ROSS

Judith Joy RossCelia, 1980. 7,62 × 9,84 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

En la Fundación Mapfre Sala Recoletos, Madrid se ha presentado la mayor retrospectiva de la fotógrafa Judith Joy Ross (Hazleton, Pensilvania, 1946) realizada hasta la fecha. En ella se explora el archivo fotográfico que la artista ha ido desarrollando durante los últimos cuarenta años. Una carrera que la artista ha concentrado principalmente en el género del retrato con la intención de descubrir a los individuos que fotografía tal como son y no como podrían ser.

Judith Joy RossMona Park, Allentown, Pensilvania, 1996. Mona Park, Allentown, Pennsylvania. 24,45 × 19,37 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

El recorrido expositivo, compuesto por 200 fotografías y distinto material documental, se despliega a través de nueve secciones que, en sentido cronológico, muestran un amplio panorama de los principales proyectos de la artista. También incluye un número considerable de imágenes hasta ahora desconocidas y realizadas sin ningún proyecto concreto en mente. Todas las obras proceden de la propia Judith Joy Ross, que las ha prestado de forma altruista para la ocasión. 

Judith Joy RossSin título, Easton, Pensilvania, 1988. Untitled, Easton, Pennsylvania. 19,37 × 24,45 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Joshua Chuang comisario de la muestra escribe en el catálogo de la exposición de Fundación Mapfre Madrid, 2021 “Revelaciones” en Judith Joy Ross.

“Las fotografías de Judith Joy Ross demuestran la capacidad de un retrato para atisbas el presente. el pasado e incluso el futuro de un sujeto (…). Con penetrante delicadeza, Ross refleja el rostro, la disposición y el porte de los individuos que se presentan ante su objetivo, empeñada en captar la complejidad de su verdadero más que una proyección de quienes podrían ser.

Retratista por categoría, no por oficio ni formación, Judith Joy Ross es ante todo una artista de rara intuición. A diferencia de Nadar, August Sander o la mayoría de los grandes retratistas que la precedieron, Ross nunca ha tenido un estudio ni ha desarrollado una actividad comercial, y solo ocasionalmente ha trabajado por encargo. Ella hace fotografías para entender el mundo con sus propias reglas, un conjunto de condiciones que suele comenzar con una idea concreta pero que a menudo conduce a algo más”.

Selección de algunas de las obras

 Allentown, Pensilvania, 1981. La imagen, en la que un hombre mayor sostiene con ternura a un niño sobre sus hombros quizá su nieto, fue una de las primeras imágenes conocidas de Ross. Cuando preguntaron a la artista sobre du significado, señaló: “Todo lo que necesitas saber de ellos está ahí”.

Judith Joy RossMadame Magassouba, Porte de Clignancourt, París, 2003. Madame Magassouba, Porte de Clignancourt, Paris. 24,45 × 19,37 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Robert C.Byrd, portavoz de la oposición, senador demócrata, virginia Occidental, 1987.Con la intención de retratar a los individuos que guían el futuro del país, Ross emprende un proyecto para fotografiar a los miembros del Congreso de Estados Unidos. Hace retratos de republicanos y demócratas tratando de mantener un punto de vista neutral, al margen de sus propias ideas. El resultado es un proyecto de más de 100 retratos. financiados gracias a una beca Guggenheim, donde estos políticos que a primera vista podrían parecer distantes se muestran, por el contrario, en toda su humanidad.

Judith Joy RossRobert C. Byrd, portavoz de la oposición, senador demócrata, Virginia Occidental, 1987. Senator Robert C. Byrd, Minority Leader, Democrat, West Virginia. 24,45 × 19,37 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Soldado de primera clase María I. Leon, Bethlehem, Pensilvania, 1990. Ross se tomó tan en serio este trabajo que llegó a pedir al alcalde de Bethlehem que le escribiera una carta explicando el proyecto para poder mostrársela a los sujetos que fotografiaba y que estos no sintieron desconfianza o temor. Así es como pudo acceder a la Armería de Bethlenm a mediado de 1990 para capturar a los reservistas que, en alerta roja, fueron llamados repentinamente al Golfo Pérsico como parte de la operación Escudo del Desierto, tras la ocupación de Kuwait por parte de Iraq. Además de estos retratos, la fotógrafa también capturó imágenes de las manifestaciones locales que se hicieron para apoyar a las tropas.

Judith Joy RossSoldado de primera clase Maria I. Leon, Bethlehem, Pensilvania, 1990. P.F.C. Maria I. Leon, Bethlehem, Pennsylvania. 24,45 × 19,37 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Lois Adela Americana Merriweather Armstrong, mirando el perfil de Manhattan, Reserva de Eagle Rock, West Orange, Nueva Jersey, 18 de septiembre de 2001. Pocas semanas después de los ataques terroristas del 11 se septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, Ross fue hasta la reserva natural de West Orange, Nueva Jersey, donde fotografió a distintos transeúntes que contemplaban las vistas del bajo Manhattan ahora vacío por el hueco que habían dejado las Torres Gemelas. Este proyecto coincidió con la visita a Nueva York de refugiados y ex niños soldados africanos para testificar en las Naciones Unidas. Sus rostros trasmiten las amargas experiencias vividas y nos empujan a reflexionar sobre cómo los individuos nos sobreponemos al dolor.

Judith Joy RossLois Adele America Merriweather Armstrong mirando el perfil de Manhattan, Reserva de Eagle Rock, West Orange, Nueva Jersey, 18 de septiembre de 2001. 24,45 × 19,37 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Annie Hasz, Easton Circle, Easton, Pennsylvania, 2007. Durante los siguientes meses, Ross exploró ambos temas. Por un lado, individuos en su mayoría jóvenes que asistían a esta exposición itinerante por el este de Pensilvania y, por otro, personas manifestándose con mensajes de protesta tanto por Pensilvania como en Tempe (Arizona) o Washington. Todos estos retratos dieron un fruto en un pequeño libro en cuya cubierta se podía leer: “PROTESTAD CONTRA LA GUERRA”. Cuando estuvo terminado, distribuyó la publicación entre miembros del Congreso, con la ingenua esperanza de poder provocar algún tipo de cambio.

Judith Joy RossAnnie Hasz, Easton Circle, Easton, Pensilvania, 2007. Annie Hasz, Easton Circle, Easton, Pennsylvania. 24,45 × 19,37 cm. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Perséfone, 2015. En los últimos años, Ross ha vuelto a fotografiar en blanco y negro y sus imágenes se han vuelto más esenciales, menos anecdóticas. La joven tocada con una corona de flores en el retrato Perséfone (2015), y que sostiene en la mano un teléfono móvil adornado con una calavera brillante “puede ser la diosa del inframundo que parece, pero Judith Joy Ross la que se asoma sin miedo al misterio de su ser, asimilando todo”, en palabras de Joshua Chuang (el comisario).

Judith Joy RossPerséfone, 2015. Persephone. 24,45 × 19,37 cm. Copia de plata en gelatina. © Judith Joy Ross, courtesy Galerie Thomas Zander, Cologne.

Tras su paso por Madrid, la muestra se podrá ver en LE BAL (París), de febrero a mayo de 2022 y en el Fotomuseum Den Haag (La Haya), desde noviembre de 2022 a marzo 2023.

© Mariví Otero. 2021.
Manuel Otero Rodríguez.

Fuente: JUDITH JOY ROSS. Fundación Mapfre, Sala Recoletos, Madrid. 24 de septiembre 2021 al 9 de enero de 2022. Comunicación Fundación Mapfre: documentación y fotografías. Alejandra Fernández Martínez.