martes, 2 de diciembre de 2025

PICASSO Y KLEE, en la colección de HEINZ BERGGRUEN

 

PICASSO - KLEE  © Francis Tsang MUSEO THYSSEN 2025

Con motivo de la remodelación de su edificio, el Museo Berggruen de Berlín organiza una serie de exposiciones internacionales en Japón, China, Australia y en Europa para mostrar lo más destacado en su colección. En el caso del MUSEO NACIONLTHYSSEN-BORNEMISZA, se propone un diálogo visual e internacional entre estos dos artistas, los favoritos del coleccionista: Pablo Picasso y Paul Klee.

Paul Klee. Dama con lacre, 1930. (Sealed Lady)
Pluma y acuarela sobre papel sobre cartón, 49 × 35 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Comisariada por Paloma Alarcón, jefe de Pintura Moderna del Museo Thyssen, y Gabriel Montua, director del Museo Berggruen, la exposición rinde homenaje al legado de Heinz Berggruen, uno de los marchantes y coleccionistas más relevantes del siglo XX, a través de más de 60 obras, la mayoría de ellas pertenecientes al museo alemán. Cuenta, además. Con la colaboración de la Comunidad de Madrid.

PICASSO - KLEE  © Francis Tsang MUSEO THYSSEN 2025

Comenzamos a caminar entre las obras de PICASSO y KLEE:

Picasso, más terrenal, excesivo, meridional y sensual, y Klee, más introspectivo, nórdico, espiritual e intelectual, poseían personalidades muy opuestas. A pesar de ello, mostraron interés el uno por el otro y tanto sus procesos creativos como sus obras guardan semejanzas en muchos aspectos. Les une el espíritu de la experimentación, la facilidad para el dibujo, el interés por los mismos géneros y temas, la inclinación por la sátira y el sarcasmo como medio de transgresión y la deformación de las formas y el cuerpo humano. A través de un lenguaje plástico cargado de radicalidad, contribuyeron a transformar la manera de mirar y acercarse al mundo, dejando una profunda impronta en el desarrollo del arte contemporáneo.

Pablo Picasso. Arlequín sentado, 1905. (Seated Harlequin)
Acuarela y tinta sobre cartón, 57,2 × 41,2 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Estas similitudes se reflejan en la exposición a lo largo de cuatro secciones dedicadas a temas y géneros que compartieron:

Retratos y máscaras

Los estudios de Desnudo con paños de Picasso, junto a Cabeza de mujer (1906-1907) y Desnudo femenino (Estudio para Las señoritas de Aviñón, 1907), muestra la influencia de las máscaras de culturas no occidentales ejercieron sobre este artista malagueño, quien no las concebía solo como un recurso formal, sino que reconocía en ellas una dimensión mágica y transformadora. Asimismo, su habilidad para la caricatura queda reflejada en sus retratos cubistas como Hombre con clarinete (1911-1912), y en los que realizó de Dora Maar, para los que recurre a la deformación y al desmembramiento del cuerpo humano.

Pablo Picasso. Dora Maar con uñas verdes, 1936. (Dora Maar with Green Fingernails)
Óleo sobre lienzo, 65 × 54 cm. Museum Berggruen, Neue
Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Klee también experimentó con recursos de reducción y distorsión y con el ocultamiento de las máscaras, influido por la fascinación que le provocaban las piezas del museo etnográfico de Múnich y las caretas de los teatros de marionetas. Esto se aprecia en obras como La señora R. viajando por el sur (1924) donde la figura adquiere un aire fantasmal, y en Dama con lacre (1930), la retratada destaca por la palidez de su piel y unos labios rojos.

Paul Klee. La señora R. viajando por el sur, 1924. (Mrs. R. Travelling in the South)
Pluma y acuarela sobre papel sobre cartón, 38,1 × 26,7 cm.
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Lugares

El paisaje fue un tema fundamental en los comienzos de Picasso y Klee. Para el artista español, fue clave en el desarrollo de numerosas experimentaciones, especialmente en la gestión del cubismo. Sus panorámicas de Horta de Ebro, con sus múltiples puntos de vista y sus superficies fragmentadas, fueron consideradas por Gertrude Stein como sus primeras obras de este estilo. En la exposición queda reflejado en Naturaleza muerta delante de una ventana, Saint-Raphaël (1919)

Pablo Picasso. Naturaleza muerta delante de una ventana, Saint-Raphaël, 1919. (Still Life before a Window, SaintRaphaël)
Gouache y lápiz sobre papel, 35,5 × 25 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Sin embargo, no lo cultivó con la misma intensidad que Klee, quien concedió a este género un lugar central en su trayectoria. Su viaje a Túnez en 1914 repercutió en su estilo, comenzando a alejarse de la mimesis y a dialogar con la naturaleza. Cuando Klee descubre algunas pinturas de Picasso en la primera exposición de El Jinete Azul en Múnich el lenguaje cubista influiría de forma notable en su trabajo, como puede comprobarse en obra como Ciudad de ensueño y Casa giratoria, amabas de 1921.

Paul Klee. Ciudad de ensueño, 1921 (Dream City)
Acuarela sobre papel sobre cartón, 47,5 × 31 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Cosas

En el siglo XX, la atención se desplazó hacía la exploración formal, poniendo al objeto en el centro de la creación artística. Picasso y Klee compartieron el deseo de comprender la esencia de las cosas y hallaron en este género un terreno en el que jugar, descomponiendo y reconstruyendo la realidad. Picasso experimentó con la naturaleza muestra de forma constante a lo largo de su carrera. A partir de 1912, dio otro paso más introduciendo objetos como periódicos, serrín o naipes como en Naturaleza muerta con racimo de uvas (1914).

Pablo Picasso. Naturaleza muerta con racimo de uvas, 1914 (Still Life with a Bunch of Grapes)
Óleo, carboncillo y serrín sobre cartón, 26,7 × 25 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

La aproximación de Klee al cubismo se evidencia en el abandono de la perspectiva. Sin embargo, en el lugar de construir los cuerpos, crea arquitecturas oníricas a través de la unión de elementos más pequeños y dejando flotar las formas en un espacio indefinido. En su ensayo Wege des Naturstudiums Caminos de estudio de la naturaleza). Lo que le llevo a investigar la estructura interna de seres vivos e inanimados con el fin de incluir en sus obras formas dinámicas que evolucionaran como las de la naturaleza, como en Porcelana china (1923) y Flor y Fruta (1927).

Paul Klee Porcelana china, 1923 (Chinese Porcelain)
Acuarela, gouache y pluma sobre yeso, 28,6 × 36,8 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Arlequines y desnudos

En esta sección se evidencia este interés en dos líneas temáticas: el desnudo, que puede verse en Dos bañistas (1921), Bañista reclinado (1920) y Silenos con danzantes (1933), y el mundo circense como Arlequín sentado (1905), circo (1968-1969) o Arlequín con espejo (1923) obra que en el pasado perteneció a Heinz Berggruen y que actualmente forma parte de la colección permanente del Museo Thyssen.

Pablo Picasso. Silenos con danzantes, 1933 (Silenus in the Company of Dancers)
Gouache y tinta sobre papel, 34 x 45 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Klee también se inspiró en el circo y lo pintó en diversas ocasiones, aunque abordó el cuerpo de forma diferente a Picasso, concibiéndolo como una extensión de la arquitectura en la que se ubica. Esta idea se manifiesta en Arlequín en el puente (1920), donde tanto la estructura del puente como la figura comparten patrones geométricos y una paleta cromática que lo funde en un único conjunto.

Paul Klee. Arlequín en el puente, 1920 (Harlequin on the Bridge)
Dibujo transferido con aceite y acuarela sobre papel, 26,2 × 15 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

PICASSO - KLEE  © Mariví Otero. MUSEO THYSSEN 2025

Fuente: Picasso y Klee en la colección Heinz Berggruen. Obras del Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie de Berlín. Museo Nacional Thyssen Bornemisza. Se puede visitar hasta el 1 de febrero 2026. Documentación y fotografía: Oficina de Prensa del Museo Thyssen-Bornemisza.

The Weight of Great Britain

 

Esculturas de Anthony Caro. Galería Álvaro Alcázar.

En la Galería Álvaro Alcázar visitamos la exposición "The Weight of Great Britain" reúne tres grandes artistas de la escultura británica contemporánea: Antony Caro (Surrey, 1924- Londres, 2013), Nigel Hall, (1943), David Nash (1945). Tres artistas con lenguajes distintos, pero unidos por una preocupación común.

la materia, el espacio y el equilibrio. -conceptos que han definido la identidad escultórica del Reino Unido en la segunda mitad del siglo XX.

NIGEL HALL. SOUTHERN SHADE IV. 2018. 
Ed. 3/3. Bronce negro. 70 x 64 x 11 cm.. GAA27-35

La muestra incluye alrededor de una docena de obras. que abarcan desde los años 80 hasta la actualidad. La mayoría son piezas de gran presencia física, en madera, bronce o acero corten que van del tamaño pequeño al monumental.

La escultura británica de la segunda mitad del siglo XX se caracteriza por su atención al material, al espacio y a la construcción formal. Más que representar, busca que la materia -acero, madera o bronce- exprese ideas a través de su estructura y su intersección con el entorno. Existe una tradición de claridad constructiva y equilibrio y control que a menudo se combina con una dimensión orgánica o sensorial.

DAVID NASH. Black Maple Column.
Ed. 1 / 6. 2019. Bronce y pátina negra. 88 x 31 x 32 cm. GAA17-82

La podemos visitar hasta el 10 de enero 2026. Documentación y fotografía: Prensa de la Galería

© Mariví Otero 2025

Manuel Otero Rodríguez

lunes, 24 de noviembre de 2025

El Museo del Prado recrea la Capilla Herrera

 

Instalación permanente de la Capilla Herrera

El Museo del Prado recrea la Capilla Herrera, punto clave del primer barroco en Roma. Hemos visitado la -reconstrucción- de la Capilla Herrera hemos contemplado los frescos Carracci y su taller tal como fueron concebidos e instalados en altura. La capilla original, actualmente desaparecida, se encontraba en la iglesia de Santiago de los Españoles en Roma, símbolo del poder de la monarquía hispánica en aquella ciudad.

Instalación permanente de la Capilla Herrera

Estas obras, que narran episodios de la vida de San Diego de Alcalá, Fueron restauradas hace tiempo, fueron ya objeto de una gran exposición en 2022.

Instalación permanente de la Capilla Herrera

La instalación pone en valor un conjunto excepcional del barroco italiano, rescatado tras el desmantelamiento de la capilla en 1833 y conservado desde entonces entre Barcelona y Madrid.

Los frescos, realizados entre 1602 y 1605, reflejan la maestría de Carracci y sus colaboradores, quienes trabajaron con un lenguaje pictórico unificado.

Instalación permanente de la Capilla Herrera

La instalación permanente ha sido posible gracias a la colaboración OHLA. Nos permite a los visitantes redescubrir un capítulo esencial del arte mural europeo, en un montaje arquitectónico que respeta la escala y el espíritu del conjunto original.

Documentación y fotografía: Museo del Prado: Área de comunicación y Asuntos Corporativos.

© Mariví Otero 2025
Manuel Otero Rodríguez.

lunes, 17 de noviembre de 2025

JOHN AKOMFRAH. ESCUCHANDO TODA LA NOCHE LA LLUVIA

 

John AKOMFRAH  © Francis Tsang MUSEO THYSSEN 2025.

En el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary visitamos el trabajo más ambicioso y experimental del artista británico JOHN AKOMFRAH. Escuchando toda la noche la lluvia reformula en las salas del museo una obra que originariamente encargó el British Council para el Pabellón Británico de la Bienal de Venecia en 2024.

Comisariada por Tarin Malik, la exposición Escuchando toda la noche la lluvia toma su título del “Poema 83” del escrito chino Su Dongpo (1037-1101) “Soy como un barquito que intuye una extensión de agua infinita que bajo arboledas cara a cara en el dormitorio escuchando toda la noche la lluvia”. A través de una serie de instalaciones inmersivas de cine multicanal. Akomfrah explora el poscolonialismo, la ecología y la estética, con un enfoque particular en lo sonoro.

La metáfora clave, el símbolo visual fundamental, es la inundación. Habla del cambio climático, pero también de repensar lo que ha sido nuestro pasado. Escuchar tu pasado es un buen ejercicio”, explica Akomfrah.

John AKOMFRAH  © Francis Tsang MUSEO THYSSEN 2025.

La exposición se estructura en Cantos, unas piezas que toman su nombre de la dimensión sonora que vertebra el proyecto. Inspirado en la noción de Epistemología acústica -un término acuñado por el etnomusicólogo Steven Feld para referirse al modelo en que la experiencia sonora refleja y moldea nuestras realidades culturales-, las bandas sonoras de cada Canto entrelazan material de archivo con grabaciones de campo, discursos, música popular y devocional, con las que Akomfrah crea una especie de manifiesto que sitúa la escucha como una norma de activismo.

En Madrid, la muestra reúne cinco de estos Cantos e incorpora una selección de seis obras de las colecciones del Museo Thyssen-Bornemisza, de artistas como Joan Miró, Lucio Fontana, Ives Klein, Oskar Schlemmer, Stuart Davis y Romare Bearden.

Este nuevo contenido sitúa la instalación de John Akomfrah dentro de una conversación artística más amplia sobre la memoria, la identidad y la ruptura.

Joan Miró. Campesino catalán con guitarra, 1924. © Succesió Miró, 2025.

La exposición se articula en torno a una secuencia de cinco Cantos y cada uno es, a la vez, un capítulo de una historia global y una reflexión sobre cómo la memoria, el sonido y el agua configuran nuestra comprensión de la historia. El conjunto de las piezas nos invita a los espectadores a pararnos y escuchar: voces del pasado y del presente, historias de desplazamiento y resiliencia, y las formas en que el sonido y el agua transmiten la memoria a lo largo de generaciones. En Madrid se presentan cinco de los ocho Cantos originales expuestos en Venecia.

BEARDEN, Romare. Domingo después del sermón. (1978).

El recorrido lo comenzamos en el jardín del Museo, Canto I abre la exposición con imágenes y voces del Sur Global, que visibilizan el impacto del colonialismo, el cambio climático y la migración forzada. El agua, en forma de niebla, lluvia y mar, fluye como recordatorio de las travesías de las comunidades desplazadas y como símbolo del paso del tiempo.

Continuamos en las salas de exposiciones planta -1 en Canto IV nos sitúa en una orilla llena de objetos cotidianos y extraños: verduras, mariposas, patitos de goma e incluso viejos dispositivos de música. Bajo el agua, bancos de peces nadan al ritmo de canciones marineras, evocando historias de exploración y trabajo. Una joven inuit y un estibador aparecen junto a imágenes de archivo, difundiendo pasado y presente.

John Akomfrah, Canto IV, Listening All Night To The Rain, British Pavilion 2024. Image by Jack Hems.

Canto VI revisita los movimientos independentistas de África y Asia a mediados del siglo XX: desde la rebelión Mau Mau, en Kenia, hasta la partición de la India y el asesinato del líder congoleño Patrice Lumumba. La obra conecta estas luchas con la memoria de las comunidades diaspóricas en Gran Bretaña.

John Akomfrah, Canto VI, Listening All Night To The Rain, British Pavilion 2024. Image by Jack Hems.


John Akomfrah, Canto VI, Listening All Night To The Rain, British Pavilion 2024. Image by Jack Hems.

La posguerra británica y la generación Windrush, llegada desde el Caribe para reconstruir el país en 1948, centra Canto VII. Escenas de la vida cotidiana contrastan con él y las dificultades sufridas por los migrantes, mientras los paisajes de Yorkshire y Escocia se convierten en patrias imaginadas. Varios fragmentos de discursos de Martin Luther King Jr., Malcolm X y Angela Davis enlazan estas historias con los movimientos globales por la justicia.

John Akomfrah, Canto VII, Listening All Night To The Rain, British Pavilion 2024. Image by Jack Hems.

El último, Canto VIII cierra el ciclo con una mirada sobre los costes ambientales de la guerra, desde Corea hasta Vietnam, mostrando cómo los conflictos devastan no solo a las personas, sino también paisajes. Imágenes oníricas de cuerpos objetos destacan la fragilidad de la vida y la urgencia de escuchar las advertencias medioambientales.

John Akomfrah, Canto VIII, Listening All Night To The Rain, British Pavilion 2024. Image by Jack Hems.

Esta es la segunda muestra dedicada a John Akomfrah (1957) en el museo, tras la presentación en 2018 de Purple, de esta exposición escribimos en el Blog, un artículo del 2 de marzo de 2018. Espléndido artista.

Mariví Otero
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: John Akomfrah. Escuchando toda la noche la lluvia. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Del 4 de noviembre de 2025 al 8 de febrero de 2026. Documentación y fotografía: Oficina de Prensa del Museo Thyssen-Bornemisza.

JUAN JOSÉ AQUERRETA. Naturalezas silentes

 

NATURALEZA MUERTA CON JARRA BLANCA. 2012. Óleo sobre tela. 46 x 55 cm

En la Galería Leandro Navarro, visitamos la exposición del artista JUAN JOSÉ AQUERRETA (Pamplona, 1946), hace tiempo no disfrutaba de su obra, pero la Galería Leandro Navarro comienza a representar la obra de Aquerreta y presenta su primera exposición en esta galería con una selección de veintiocho obras fechadas entre 1995 y 2018, agrupadas en dos grupos: paisajes y naturalezas muertas, un autorretrato y tres esculturas.

"Naturalezas Silentes" Juan José Aquerreta 2025. Galería Leandro Navarro.

Buscar ideales ha sido durante mucho tiempo tareas a la que han dedicado sus fuerzas gran número de artistas. Por eso hay que reconocer que, por encima de las sensaciones, está la respuesta a los estímulos ofrecidos por la naturaleza y por la realidad como rigen de ese proceso emotivo al que confluyen su imaginación y su sensibilidad. En esto tiene mucho que ver la cercanía y la costumbre, en definitiva, el amor que aparece cuando se está cerca de algo y ese algo se mete dentro de nosotros.

"Naturalezas Silentes" Juan José Aquerreta 2025. Galería Leandro Navarro.

Seguimos el recorrido, con el texto que Mikel Orandia ha escrito para el catálogo, que se puede ver en PDF.

[…] “La obra de Aquerreta es un modo de decir en silencio. Mediante su lenguaje austero, de esencialismo callado, se aproxima al misterio inherente de la obra del artística. La suya es una pintura que demanda al espectador una resistencia a la distracción, al continuo devenir, al presente que se escapa, que exige poner la mirada más allá de lo acostumbrado, una observación pausada, prolongada en el tiempo, la contemplación sosegada de una convivencia en la calma diaria. Una pintura atemporal, en la que permanecer, que posibilita un diálogo con lo que -es- y facilita el estar y el reposo.

CAMINO DEL MONTE SAN MARCOS. 2010. Óleo sobre tela sobre tabla. 52 x 73 cm.

La iluminación uniforme y apena sombreada, leve y difusa, otorga entidad a los objetos -luz como sustancia de la forma- y facilita una sensación atmosférica. La materia, sea densa, sea ligera, es modelada por la luz, por el color -con un uso luminoso del mismo, entre los que imperan los tonos claros: Blancos calizos, rosas pálidos, grises y pardos, azulados. Ocres y anaranjados, si bien igualmente inserta amarillos.

PASEO NOCTURNO POR EL ARRABAL. 2005. Óleo sobre papel. 25 x 32.5 cm

La presente muestra acoge dos piezas de pequeño y medio tamaño de configuración redondeada, en bronce y yeso, en las que figuras que invocan el camino del ser doliente comparten con su trabajo pictórico una religiosidad y un silencio reverente. Por su parte, “El príncipe del sueño” (1995), una cabeza en yeso que bebe de la estatuaria arcaica […]

PRINCIPE DEL SUEÑO. 1995. Yeso. Edición de 6 ejemplares. Ejemplar 1 de 6.. 22.5 x 18 x 17.5 cm

En pintura no hay modelos capaces de sobrevivir sin la adecuada interpretación del artista, Juan José Aquerreta, hace tiempo asumió esta premisa con un acento ciertamente “moderno”. Un gustoso encuentro.

Traseras de la casa de la misericordia. 2012. Óleo sobre tela. 46 x 55 cm

Mariví Otero
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Juan José Aquerreta. Naturalezas Silentes. Texto catálogo: Mikel Onandia. Galería Leandro Navarro, Madrid. Catálogo en PDF.
Documentación y fotografía: Prensa de la Galería: Esther Rodríguez Cámara.

LAS OLAS PERDIDAS. Centro Botín

 

Cooking Sections, Waves Lost at Sea (Las olas perdidas), 2025.

En el CENTRO BOTÍN, visitamos "Las olas perdidas", la primera instalación en España del Colectivo Cooking Sections. Nominados en 2021 al prestigioso Premio Turner británico por inspirar el cambio social a través del arte. Su trabajo se expone por primera vez en España.

Cooking Sections, Waves Lost at Sea (Las olas perdidas), 2025.

Comisariada por Bárbara Rodríguez Muñoz, directora de exposiciones y de la colección del Centro Botín, esta instalación es el fiel reflejo del apoyo constante de la Fundación Botín a la creación artística, habiendo sido concebida y producida íntegramente para el espacio expositivo del centro de arte de la Fundación Botín en Santander.

Para Cooking Sections, "Interpretar la desaparición de las olas es rastrear las fuerzas que remodelan nuestras costas, como el dragado, la extracción y la crisis climática, y reconocer que cada ola desaparecida deja una huella: una cicatriz en el lecho marino, una historia pérdida. Esperamos que esta instalación anime a la gente a proteger los hábitos y ecosistemas costeros".

Daniel Fernández Pascual & Alon Schwabe (Cooking Sections).

El trabajo de investigación que Daniel Fernández Pascual y Alon Schwabe han desarrollado para esta instalación ha contado con la colaboración del Grupo de Ingeniería Geométrica y Oceanográfica del Departamento de Ciencias y Técnicas del Agua y del Medio Ambiente de la Universidad de Cantabria. Así, Cooking Sections a podido identificar e "interpretar" once olas concretas -cada una con su propio nombre, forma única e historia de vida. Esta exposición continúa haciendo visible la implicación y colaboración de artistas de prestigio internacional que exponen en el Centro Botín con la comunidad local, algo que también se ha generado con el artista japones Shimabuku o con el portugués Nuno de luz.

Cooking Sections, Waves Lost at Sea (Las olas perdidas), 2025.

Espectacular el marco de ubicación del Centro Botín, esta muestra se puede visitar hasta el 31 de marzo de 2026.

Fuente: Las olas perdidas -Cooking Sections-. Centro Botín, Santander. 18.10.25 al 1.3.2026. Documentación y fotografía: Prensa de la Fundación Botín, María Cagigas.

© Mariví Otero 2025
Manuel Otero Rodríguez.

LUCIA C. PINO. Tú, que tienes ademanes de ensueño

 

Lucía C. Pino, PORTE 4 (Codo, autorretrato), 2025.

En el Museo Centro de Arte Dos de Mayo, visitamos la exposición de la artista C. Pino (Valencia, 1977; vive y trabaja en Barcelona), primera muestra realizada en una institución madrileña. Titulada "Tú, que tienes ademanes de ensueño". Comisario Aimar Arriola.

La exposición resalta el interés de la artista por acudir a la heterogeneidad de los formatos -esculturas, fotografías o instalaciones, entre otros-, las asociaciones contrapuestas y críticas

entre los materiales y las diversas disciplinas, así como conceptos que atraviesan toda su obra.

Reúne varias líneas de investigación la muestra. Una de ellas gira en torno a esculturas construidas con materiales metálicos recuperados -verjas, rejas, barras...- que evocan ideas de visibilidad, ocultación y encuadre. En estas piezas, la atención recae tanto en la forma y apariencia del objeto escultórico como en las relaciones que crean entre ellas y con nosotros y el espacio.

La segunda línea destaca el uso del material textil, particularmente de la tela de vaquero o denim -ya presente en exposiciones recientes de C. Pino- como material escultórico. Las esculturas textiles se presentan sobre soportes diseñados para la ocasión con acabados muy fino, que contrastan con el acabado deliberadamente manual, de cosido amateur, de las primeras.

Lucía C. Pino, PORTE 3, 2025.

La fotografía también juega un papel importante, incorporando imágenes de tela vaquera, persianas y cuerpos en la intimidad, en ocasiones inspirados en archivo -queer-

En su conjunto, la exposición genera una atmósfera ambigua y densa, reflejo del aire enrarecido de nuestro tiempo y de los afectos colectivos que lo atraviesan.

Lucía C. Pino PORTE 7. SERIE 3 IMAGENES. (pompon). LACP CA2M 2025.

Exposición para visitar y recorrer, hasta el 8 de marzo de 2026.

Documentación y fotografía: Prensa Museo CA2A Vanessa Pollán Palomo.

© Mariví Otero 2025
Manuel Otero Rodríguez

martes, 4 de noviembre de 2025

MARUJA MALLO: Máscara y compás

 

Caminamos por el Museo Reina Sofía, al encuentro de la mayor retrospectiva realizada hasta la fecha de una de las artistas más innovadoras de la vanguardia española e internacional: MARUJA MALLO (Vivero, Lugo 1902-Madrid, 1995), figura destacada de la Generación del 27 que promovió por primera vez, una cosmovisión femenina desde un punto de vista novedoso, el de la mujer moderna, libre e independiente.

He conocido a Maruja Mallo tardíamente, pero era de admirar su agilidad mental, su prodigiosa memoria -sobre todo de los años gloriosos-, su energía, la fluidez de su palabra y la soltura que aún quedaba en su cuerpecillo menudo. Maruja prefería decir que es celta en vez de gallega, pues no quería poner límites a la tierra en que nació (me lo repetía como gallega que soy, y de la provincia de Lugo).

En la familia Mallo no faltaban artistas, Cristino Mallo (Tuy, 1905- Madrid, 1989) su hermano, era un gran escultor, al que conocí antes que a Maruja. Frente al Museo del Prado se encuentra el monumento a Eugenio D’Ors, entre otras obras que tenemos por Madrid. Cristino Mallo era discreto asiduo también al Café Gijón, muy creativos los dos, pero diferentes.

La exposición Maruja Mallo: Máscaras y compás, ha sido organizada por el Museo Reina Sofía y la Fundación Botín, esta comisariada por la historiadora del arte Patricia Molins. Cuenta con un centenar de pinturas, de ellas 13 forman parte de la colección del Museo, unos 70 dibujos, además de otro centenar de fotografías y documentos de la artista, algunos inéditos, muchos de ellos adquiridos recientemente por el Museo Reina Sofía como parte del legado del Archivo Lafuente. Con el título Máscaras y compás se alude a dos elementos característicos de la obra de Mallo, el compás como instrumento rector del trazado geométrico del que parte su pintura, y la máscara como referencia a la tensión que existe en su obra entre lo animada o lo inanimado, entre naturaleza, efímera, y su representación plástica, intemporal.

Maruja Mallo pasó por diversas etapas. Su trabajo se fue plasmando en series que obedecen a diferentes momentos de su vida. En su primera, etapa, Maruja Mallo apuesta por el arte popular a través del realismo mágico que combina vanguardia y tradición. En la primavera de 1928 celebra en la “Revista de Occidente” su primera exposición individual. Los cuadros más importantes allí expuestos constituyen la serie de “Fiestas populares”, más conocidas como las Verbenas de ellas diría García Lorca: “sus cuadros son los que he visto pintados con más imaginación, emoción y sensualidad.” Posteriormente evoluciona hacía el surrealismo, destacando su relación con la Escuela de Vallecas y el Grupo de Arte Constructivo de Torres García. Y finalmente emprende un nuevo camino con los dibujos geométricos de los que trata de conciliar la visión del macrocosmo y el microcosmos.

Comprometida con los valores de progreso y renovación de la Segunda República, se vio obligada a exiliarse al continente americano, donde descubrió una exuberante naturaleza y diversidad cultural y religiosa.

Es en este exilio donde Maruja Mallo inicia un viaje personal hacia la cosmografía y el universo. Ella decía que había pasado de la geografía en España a la cosmografía en Argentina.

La artista gallega trabajaba también con el rostro, la representación y la identidad, convirtiéndolo en uno de los ejes centrales de su obra.

Su interés por el teatro y por lo que denomina “plástica escenográfica”. Se refleja en una serie de fotografías de ella misma en diversos escenarios desde los que propone una revisión transgresora de la identidad de género, clase, artística y política.

Comenzamos nuestro paseo por la exposición a través de 12 salas:

Sala 1. Verbenas

En la primera sala podemos ver reunidas sus cinco verbenas, las obras que la dieron a conocer y por las que aún hoy se la identifica, incluido El Mago/ Pim Pan Pum (1926), del Art Institute of Chicago, y Kermesse (1928), del MNAM Centre Georges Pompidou. La serie Las verbenas (1927-28) se encuadra dentro del realismo mágico y una tradición y arte popular con vanguardia.

Sala 2. Estampas

En ellas, Mallo contrapone la figura de la mujer deportista y vital en la naturaleza con las imágenes cosificadas de los maniquíes o estatuas, sobre el fondo dinámico de la ciudad. Ángeles y gagos con sus redomas para encantamientos sobrevuelan las escenas. Si en las verbenas los elementos se yuxtaponen a modo de escenas teatrales, las estampas se componen mediante superposiciones, un concepto inspirado en el montaje flamenco.

Sala 3. Cloacas y campanarios

En esta serie, poblada de esqueletos, sotanas y trajes vacíos en un paisaje desolado de tierra seca y edificios desiertos. Mallo se acerca al surrealismo para presentar una visión necrológica e inquietante de la naturaleza, con pinturas como Tierra y excrementos (1932), del Museo Reina Sofía, o El espantapájaros (1930), de una colección particular.

Sala 4. Arquitecturas

Descubrimos en esta sala las Arquitecturas minerales y vegetales (1933), donde Maruja reduce a líneas o secciones anatómicas las figuras, en un intento de romper la dicotomía entre figura y fondo, y dar protagonismo a ambas.

Sala 5. Teatro

En 1932 Maruja Malo estudio escenografía y teatro en París. Allí conoció a Picasso y a Miró, y comenzó a interesarse por el espacio como soporte tridimensional de la obra en lugar del plano pictórico. Su colaboración teatral más importante fue la escenografía de Clavileño (1936) un ballet de Rodolfo Halffter que no llegó a presentarse en la Residencia de Estudiantes por el inicio de la Guerra Civil.

Sala 6. Fotografías

Desde sus primeras obras, Mallo presenta la figura de la mujer moderna, que surge en esos años, como un ser activo, independiente y profesional. Ella misma fue un modelo de su figura.

Mallo, que concibe sus fotografías como actos performativos y teatrales, eligió este medio para autorretratarse. En 1929 lo hizo utilizando un vagón y una vía de tren abandonada.

Fotografía expuesta en la exposición: MARUJA MALLO: Máscaras y compás.

Sala 7. La religión del trabajo

En la última etapa de la II República se produce un ambiente político e intelectual en España de gran radicalismo. Maruja Mallo se encuentra en ese momento en Galicia de vacaciones y dibuja el entorno pesquero o rural.

Como la propia Mallo expreso, la serie surge de su “fe materialista en el triunfo de los peces en el reino de la espiga” como refleja en la obra “Canto de las espigas” (1939), del Museo Reina Sofía.

Sala 8. Naturalezas vivas

Tras estallar la Guerra Civil, Maruja Mallo huyó a Portugal y luego a Argentina, donde inicia su exilio.  En los años cuarenta desarrolla las series Las Naturalezas vivas (1941-1943), que muestran una sugerencia clara que figuras femeninas, sensuales y coloristas, a través de composiciones con conchas y flores que representan el reino animal y el vegetal, como metáfora del cuerpo humano, y que parecen flotar sobre superficies terrestres y marinas lejanas.

Sala 9 y 10. Cabezas y máscaras

Durante el exilio en Buenos Aires y en sus viajes, a partir de 1937, por el Pacífico, Uruguay y, sobre todo, Brasil, Maruja Mallo queda fascinada por los paisajes y las personas que descubre, por su diversidad física y mezcla de culturas y razas. Desde ese momento Mallo busca crear un método para representar una nueva humanidad. Realiza primero unas cabezas estáticas en las que ensaya la fusión entre razas, como la obra Joven negra (1948) recientemente adquirida por el Museo Reina Sofía.

Sala 11. Moradores de vacío. Viajero del éter

En 1965, tras años de exilio en América Latina, la artista gallega se instala definitivamente en España y cierra su prolífica trayectoria con dos series impactantes: Moradores de vacío (1968-1080) y Viajeros del éter (1982). Con ellas, la pintora entra en su etapa más esotérica, inspirada por lo que ella llamó “experiencias levitarías” vividas al cruzar los Andes y navegar por el Pacífico.

La exposición incluye obras de colecciones como el Propio Museo Reina Sofía; el Art Institute of Chicago; el MNAM Centro Georges Pompidou en París; el Museo Nacional de Artes Visuales de Montevideo, en Uruguay; el Museo Benito Quinquela Martín y el Museo de Arte Latinoamericano, ambos en Buenos Aires; el Museo Provincial de bellas Artes Rosa Galisteo, Santa Fe (Argentina); la Asociación colección Arte Contemporáneo, Museo Patio Herreriano, en Valladolid; el Museo provincial de Lugo así como de otras importantes colecciones particulares -Europeas y americanas- que han permitido un completo análisis de la trayectoria de la artistas.


Portada de la Revista de Occidente, dedicado a Mariví Otero: 
"A mi amiga republicana, Mariví Otero, cordialmente. Maruja Mallo. 20 del Verdugo de 1981"

© Mariví Otero 2025
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Maruja Mallo: Máscara y compás. Museo Reina Sofía. Del 8 de octubre 2025 al 16 de marzo de 2026. Documentación y fotografía: Gabinete de Prensa Museo Reina Sofía.