jueves, 17 de junio de 2021

BILL BRANDT. ¿Documentalismo o escenificación?

Bill Brandt. Halifax; «Hail Hell y Halifax», 1937. Halifax; ‘Hail Hell and Halifax’.
23,50 x 20,32 cm. Bill Brandt Archive. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Fundación MAPFRE ha presentado la primera retrospectiva que se realiza en España sobre BILL BRANDT (Hamburgo, 1904-1983, Londres) considerado uno de los fotógrafos británicos más influyente del siglo XX.

La muestra reúne 186 fotografías positivadas por el propio Bill Brandt, que a lo largo de casi cinco décadas abordó los principales géneros de la disciplina fotográfica: reportaje social, retrato y paisaje, tal como señala Paul Delany en Bill Brandt. A Life (2004).

Bill Brandt. Tarde en Kew Gardens, 1932. Evening in Kew Gardens. 25,24 x 20,48 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Comenzamos el recorrido a través de seis secciones, trata de mostrar cómo todos estos aspectos -en los que la identidad y el concepto de lo siniestro se convierten en protagonistas- confluyen en la obra de este ecléctico artista que fue considerado, ante todo, un flâneur, un paseante en términos similares a los que lo fue su admirado Eugène Atget (Francia, 1857-1927, Francia) a quien siempre consideró uno de sus maestros. Las fotografías se complementan con escritos, algunas cámaras de fotos y distinta documentación, entre la que destaca una entrevista que ofreció al final de su vida al canal de televisión británico BBC, en 1983, así como publicaciones ilustradas de la época. Todo ello gracias a la cortesía del Bill Brandt Archive de Londres y la Edwynn Gallery de Nueva York.

Bill BrandtSirvienta y sirvienta segunda preparadas para servir la cena, 1936. Parlourmaid and Under-parlourmaid ready to serve dinner. 23,81 x 20,32 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Primeras fotografías

Bill Brandt marchó a París para entrar como ayudante, durante un corto período de tiempo, en el estudio de Man Ray, lo que le impulsó a mezclarse con el ambiente surrealista de la capital francesa, que impregnará toda su obra a partir de entonces. Algunas de las imágenes, como Globo sobrevolando las afueras del norte de París (1929), se relacionan con las teorías psicoanalistas de Freud, para quien este objeto resultaba, en los sueños, un símbolo de lo masculino. Pero las fotografías de estos años se relacionan también con las de sus admirado Eugène Atget, y Brandt, igual que su antecesor, retrata escenas callejeras y las noches parisina – que proceden a su obra posterior y por las que es más conocido-.

Junto con su pareja y futura esposa Eva Boros -estudiante de Man Ray y anteriormente discípula de André Kertész-, realizó viajes a la estepa húngara, a su Hamburgo natal y a España, donde visitaron Madrid y Barcelona, entre otras ciudades, con intención de pasar las vacaciones en Mallorca antes de trasladarse a Londres en 1934.

Bill BrandtJoven del East End bailando «The Lambeth Walk», marzo de 1939. East End girl dancing the ‘Lambeth Walk’. 22,86 x 19,68 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Arriba y abajo

Así da comienzo la biografía de Bill Brandt escrita por Paul Delany, quien afirma que Brandt no solo quiso vivir en Inglaterra. sino volverse inglés, algo comprensible debido a la creciente antipatía que la Alemania nazi despertaba entre los británicos y a los acontecimientos que seguirían al ascenso de Adolf Hitler al poder y al inicio de la Segunda Guerra Mundial. Era habitual, en el ámbito artístico londinense, que los emigrantes que llegaban desde Alemania cambiaran de nombre, Entre quienes lo hicieron destaca Stefan Lorant, un húngaro que había sido editor de la Münchner Illustrierte Presse, junto con dos de sus fotógrafos, Hans Baumann y Kurt Hübschmann, que anglicanizaron sus nombres a Felix Man y Kurt Hutton, de igual manera que Brandt hizo con du nombre: Bill.

Con el inicio de la Segunda Guerra Mundial, Brandt empezó a trabajar para el Ministerio de Información y realizo dos de sus series más celebre: por un lado, la formada por las fotografías de centenares de londinenses durmiendo en estaciones de metro convertidas en improvisados refugios; por otro, la superficie de la ciudad, un Londres fantasmal sin otra iluminación que la luz de la luna como medida de protección contra los bombardeos.

Bill Brandt- La catedral de San Pablo bajo la luz de la luna, 1942- St. Paul’s Cathedral in the moonlight. 25,72 x 20,32 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Retratos

Con el tiempo, los retratos de Bill Brandt fueron evolucionando. algunos de ellos supusieron una ruptura con la tradición, como los que aparecieron en Lilliput en 1941 acompañando el artículo Young Poets of Democracy que incluía algunos de los rostros más representativos de los escritores y poetas de la Generación Auden. Más adelante comenzó a distorsionar el espacio, como se puede observar en el retrato de Francis Bacon en Primrose Hill, Londres (1963), y creó una nueva serie de retratos de ojos de artistas de clara inspiración surrealistas: entre otros, los ojos de Henry Moore, Georges Braque (se pueden ver en la exposición).

Bill Brand. Francis Bacon en Primrose Hill, Londres, 1963. Francis Bacon on Primrose Hill, London. 25,40 x 20,32 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Paisajes descritos

Tras profundizar en el retrato -que nunca dejó de practicar-, Bill Brandt introdujo el paisaje en su repertorio. Completaba así la temática clásica de lo que convencionalmente se considera los géneros armisticitos tradicionales. En ellos buscó introducir una atmósfera -término que para Brandt parece contener toda una serie de referencias estéticas que remiten tanto a la tradición pictórica como literaria- que interpelase al espectador y le suscitara una respuesta emocional ante lo contemplado. En este sentido daría la sensación de que el artista no quiere simplemente representar un lugar sino captar su espíritu en una sola imagen. Tal es el caso Halifax; Hail Hell & Halifax (1937) o el Río Cuckmere (1963). Cuando en estos paisajes comienzan a aparecer arquitecturas de piedra, como tumbas y cruceros, Brandt cree haber conseguido su objetivo: captar la atmósfera.

Bill Brandt. Río Cuckmere, 1963. Cuckmere River. 20 x 24,13 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Desnudos

En la década de 1950 visitó las playas del Canal de la Mancha para hacer una serie de retratos del pintor Georges Braque. La visión de esas playas pedregosas le hizo cambiar de dirección y comenzar a fotografiar piedras y partes del cuerpo femenino como si de esas mismas piedras se tratase. Unió carne y roca, color y frio, dureza y morbidez en un mismo discurso formal. A menudo las distorsiones son tales que los fragmentos de cuerpo han perdido toda referencia y, sin embargo, generan sensaciones más poéticas o profundas. Estos “fragmentos” de cuerpo en comparación o comunión con las formas de la naturaleza parecen encarnar formas primordiales a través de las cuales se puede percibir “la totalidad del mundo” como sucede con las urformen enunciadas por la Escuela de la Gestalt y su teoría de la percepción.

Bill Brandt. Desnudo, Londres, 1952. Nude, London. 22,86 x 19,37 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Elogio de la imperfección

En su introducción a Camera in London, el libro sobre la capital británica publicado en 1948, Bill Brandt señalaba: “Considero esencial que el fotógrafo haga sus propias copias y ampliaciones. El efecto final de la imagen depende en gran medida de esas operaciones, y solo el fotógrafo sabe lo que pretende”. Para el artista resultaba imprescindible el trabajo en el laboratorio, en el que podía pasarse horas para poder tener el control de la imagen final, que en la mayoría de los casos no era sino la etapa previa al proceso de impronta antes de ser publicada en un libro o una revista. Brandt aprendió, en los comienzos de su carrera, toda una gama de técnicas artesanales: del aumento a la ampliación, el uso de pinceles, raspadores u otros utensilios. En muchas de ellas se aprecian con detalle las pinceladas de aguada negra sobre la superficie.

Bill Brandt. Rampa en Halifax, 1937. Snicket in Halifax. 25,40 x 20,50 cm. Private collection, Courtesy Bill Brandt Archive and Edwynn Houk Gallery. © Bill Brandt / Bill Brandt Archive Ltd.

Esta exposición forma parte de la sección oficial del festival PhotoESPAÑA.2021, comisario Ramón Esparza.

© Mariví Otero. 2021.
Manuel Otero Rodríguez.

Fuente: BILL BRANDT. Fundación Mapfre Sala Recoletos, Madrid. 3 de junio al 29 de agosto de 2021. Documentación y fotografías: Alejandra Fernández Martínez, Comunicación Fundación Mapfre.

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