viernes, 23 de junio de 2023

PICASSO, el GRECO y el cubismo analítico

Imagen de la sala de la exposición “Picasso, el Greco y el cubismo analítico” Foto © Museo Nacional del Prado.

Caminamos al Museo Nacional del Prado, al encuentro de la nueva exposición temporal, esta es la seis que se puede visitar en el Museo, una cifra nunca alcanzada hasta la fecha. El Prado luce espléndido.

Entramos en la sala 9B del edificio Villanueva en la exposición Picasso, el Greco y el cubismo analítico, inscrita en la Colaboración Picasso 1973-2023, programa expositivo que conmemora el cincuenta aniversario del fallecimiento del artista.

Comisariada por Carmen Giménez, muestra la correlación más radical entre estos artistas para reflexionar sobre un aspecto fundamental: el ascendente del cretense sobre el malagueño cuando este se adentraba en el cubismo. Al visitante le ofrece la oportunidad de comprender la relación entre ambos artistas, dos sensibilidades originales que hablan de la redefinición del hecho artístico a través del volumen y el color, de la composición y la perspectiva, del espacio y la luz, y del desafío al dogma académico y la tradición clásica.

Imagen de la sala de la exposición “Picasso, el Greco y el cubismo analítico” Foto © Museo Nacional del Prado. 

En el catálogo de la exposición del texto dedicado a la misma por Javier Barón […] En el desarrollo del cubismo de Picasso otros ejemplos manifiestan cómo asimiló el modo, propio del Greco, de dividir el espacio y de construir en grandes planos. Es el caso, en 1908, durante la primera etapa del movimiento, de la obra Desnudo recostado con personajes (París, Musée Picasso), cuyas figuras aún evocan las de La visión de san Juan y donde el espacio aparece en compartimentos, que pueden relacionarse con los alvéolos que subdividen las escenas y cierran a algunos personajes en ciertos cuadros de la última época del cretense. En el verano de 1909, cuando estaba en la localidad tarraconense de Horta de San Juan (Entonces Horta de Ebro) Picasso quiso viajar de nuevo a Toledo para ver las obras del artista; en una carta a los hermanos Gertrude y Leo Stein indicaba: Me gustaría mucho ir allí, hace ya mucho tiempo que quiero ver de nuevo al Greco en Toledo y Madrid. Aunque una enfermedad de Fernanda Olivier impidió el viaje, esa declaración de intenciones indica, sin lugar a duda, hasta qué punto Picasso tenía al Greco presente en unos momentos decisivos para la evolución del cubismo. […]

Hombre con clarinete Pablo Picasso (*) Óleo sobre lienzo, 106 x 69 cm 1911-12 Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023.

San Juan Evangelista El Greco Óleo sobre lienzo, 100,5 x 80,4 cm 1610-14 Toledo, Museo del Greco.

En la abundante literatura artística escrita sobre Picasso, casi todos los autores insisten en la evidencia del nexo entre el Greco y el artista malagueño, pero casi todos coinciden en cifrar esta influencia casi en exclusiva durante la juventud de este, no solo por sus cuadernos del periodo entre Madrid, Barcelona y París, sino considerando que fue crucial para el llamado “periodo azul”. Sin embargo, esta influencia fue mucho más profunda y duradera y fue especialmente crucial para el desarrollo del cubismo y, en particular, para la fase del cubismo analítico, con su aplanamiento de perspectiva y su formato vertical. Un enfrentamiento de las respectivas obras de ambos artistas centrándose en la obra cubista de Picasso y la obra tardía del Greco, en el formato directo que permite una exposición, abre nuevas perspectivas, no solo entre ambos artistas sino también a través de ellos. Para nuevas reflexiones sobre lo que significó esta relación para el desarrollo de las vanguardias del siglo XX.

Acordeonista Pablo Picasso (*) Óleo sobre lienzo, 130 x 89,5 cm Verano 1911 Nueva York, Solomon R. Guggenheim Museum, Solomon R. Guggenheim Founding Collection, by gift 37.537 © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP, Madrid, 2023.

San Bartolomé El Greco Óleo sobre lienzo, 100,4 x 80,4 cm 1610-14 Toledo, Museo del Greco.

Es cierto que el Greco gozó de cierta fama desde que se instaló en España en 1577 y hasta su muerte en 1614, pero desde que esta aconteció fue tejiéndose una leyenda local sobre la alocada distorsión de su estilo pictórico de sus últimos años que acabó por oscurecer posteriormente su reputación crítica. No fue hasta casi finales del siglo XIX cuando empezó a reivindicársele, con las publicaciones de 1908 El Greco (Madrid, Victoriano Suárez) y en 1914 Lo que se sabe de la vida del Greco (Madrid, Jiménez Fraud Editor) y El entierro del conde de Orgaz (Madrid, Jiménez Fraud Editor), con motivo del tercer centenario de la muerte del pintor de Toledo, del historiador Manuel B. Cossío, y a los jóvenes vanguardistas europeos de este periodo. El Greco tardó tres siglos en ser entendido, pero una vez recuperado del olvido, aportó las claves a Picasso para romper definitivamente con el arte del pasado y los pilares de la representación tradicional.

Pentecostés El Greco Óleo sobre lienzo, 275 x 127 cm Madrid, Museo Nacional del Prado.

La muestra ha sido patrocinada por la Fundación Amigos del Museo del Prado.

Documentos incluidos en la exposición:

Página de libro de copistas del Museo del Prado correspondiente a los años 1896 y 1897. Acceso Pablo Ruiz 13 de octubre de 1987 Archivo Museo Nacional del Prado.

Notificación del nombramiento de Picasso como director del Museo del Prado, septiembre de 1936. Archivo Museo Nacional del Prado.
© Mariví Otero 2023
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Picasso, el Greco y el cubismo analítico”. Museo Nacional del Prado. Catálogo de la exposición con textos de Carmen Giménez y Javier Barón. Área de Prensa del Museo: documentación y fotografías. Hasta el 17 de septiembre 2023.

viernes, 9 de junio de 2023

OTEIZA.

Fotografía exposición "OTEIZA". Galería Ansorena, Madrid.

La Galería Ansorena, nos ha sorprendido con una exposición de esculturas de JORGE OTEIZA (Orio,1908- San Sebastián, 2003). Nos ha sorprendido, esa es la palabra, porque uno pensaría siempre que una exposición de OTEIZA tendría que estar precedida de, por lo menos, una cierta expectación. No: la exposición está ahí como es costumbre que lleguen las cosas de Ansorena: por sorpresa así trabaja su directora Cristina Mato.

EZAUGARRI (SEÑAL) (1958) 2002, TZA.
Acero pintado de negro.
119 x 126 x 120 cm.

Tiempo que no visito Alzuza (Navarra) la Fundación Museo Jorge Oteiza, donde se puede disfrutar de más de dos mil obras, bocetos, dibujos y entender su proceso creador, fue su casa taller, que también conocí. Muy recomendable la visita, bellísimo lugar.

ARISTA VACÍA (1958) 2002.
Acero pintado de negro. TZA 2/3
98x 31x 33,5cm.

Jorge Oteiza era tan pródigo que su propia riqueza espiritual, que por todas partes iba desparramando ideas, válidas para su propio uso y para el de todos los demás. Cuando nadie había hablado de eso todavía, él postulaba muy frecuentemente la necesidad de que el arte -sobre todo la escultura- se produjesen en ediciones múltiples con el fin de destruir el carisma de la -pieza única- Pero, en fin, esa idea no estaba sugerida más que con destino a una metodología distributiva. Y lo verdaderamente importante de él eran las ideas esclarecedoras que derramaba sobre cada forma, si en cada una de ellas depositara la fría linfa de su implacable conocimiento. Era implacable, sobre todo, con relación a su propio trabajo. Todo lo que llegaba a sus ojos era una incitación para el análisis. Todo lo que salía de sus manos era una experimentación del análisis mismo que en ese momento le preocupaba. Conocí a Jorge Oteiza y a su mujer Itziar aquí en Madrid en 1973 -extraordinarios-.

Fotografía exposición "OTEIZA". Galería Ansorena, Madrid.

Hacemos el recorrido de la exposición: JORGE OTEIZA, en su colección personal, texto de Pilar Oteiza, que nos ha guiado por esta pequeña muestra según Pilar, para mi gran muestra, hace tiempo que no contemplaba tanta obra del maestro, os felicito Pilar y Cristina por esa planta baja.

Fotografía exposición "OTEIZA". Galería Ansorena, Madrid.

[…] Las obras de esta exposición, como todas las obras de Oteiza, no son obras aisladas. Cada obra pertenece a una serie, a una familia; es la representación material de un conceto que va tomando diferente forma. Una serie de Oteiza es un conjunto de esculturas relacionadas porque representan y expresan un objetivo común. Las obras de sus series experimentales sobre el resultado de una investigación estética que alcanza su máxima intensidad cuando participa en la IV Bienal de São Paulo, de 1957, en la que obtiene el Premio Internacional de Escultura.

Cuatro de las esculturas que se presentan en la exposición pertenecen a la primera fase de la Ley de los Cambios, la fase convexa, acumulativa: Macla generatriz, Poliedro, Ipar Haize y Ezaugarri, mientras que las nueve restantes pertenecen a su fase eliminativa, cóncava, receptiva: Retrato de un gudari armado llamado Odiseo Oposición de dos matrices Málevich divergentes, Arista vacía, Homenaje a Mallarmé, Tiedro, Homenaje a Torres García, Caja abierta, Gurutze, y finalmente, la Unidad mínima, como la escultura más silenciosa de esta muestra y representante máxima de su fase conclusiva […]

POLIEDRO (1958) 2001.
Bronce. TZA 3/5
34,5 x 42,5 x 23 cm.

Hay, a lo largo de toda la exposición, años de la vida experimental de JORGE OTEIZA.

JORGE OTEIZA. PREMIO PRÍNCIPE DE ASTURIAS DE LAS ARTES 1988

© Mariví Otero 2023
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: OTEIZA. Galería Ansorena. Catálogo. Texto: JORGE OTEIZA en su colección personal, de Pilar Oteiza, Madrid, mayo 1923. Exposición del 18 de mayo al 15 de julio 2023.