jueves, 7 de noviembre de 2019

LA PINTURA. Un reto permanente / COLECCIÓN “LA CAIXA”

JESSICA STOCKHOLDER Air-Padded Table Haunches, 2005. Lámparas suspendidas, luces, fluorescentes, banco de madera, alfombras, tejas de linóleo, dos mesas, cinco mesitas de café, seis lámparas de suelo con pantallas, pintura acrílica e instalación de plastidip. Dimensiones variables. Colección "la Caixa" de Arte Contemporáneo © Jessica Stockholder, 2019.

La nueva exposición, La pintura, un reto permanente, revisa la evolución de la pintura contemporánea en las tres últimas décadas a través de 32 obras de 30 artistas, en su mayor parte de la Colección “la Caixa” Comisariada por Nimfa Bisbe, jefa de las colecciones de arte de “la Caixa”, la exposición confronta obras antiguas de la Colección con piezas más recientes, algunas de ellas nuevas adquisiciones y otras nunca antes expuestas.

La muestra está estructurada en seis ámbitos, se puede ver que la pintura, pese a que a menudo se ha anunciado su desaparición, muerte o decadencia, siempre está ahí y acaba renaciendo. A lo largo del siglo XX se declaró la muerte de la pintura en varias ocasiones, desde la máxima abstracción de Malévich hasta los años ochenta, pasando por el momento del apogeo de lo conceptual en los años setenta.

Pero la pintura siempre acaba reapareciendo, como el ave fénix. A lo largo de los últimos treinta años, la pintura se ha reciclado a menudo en formatos renovados, hibridada en otras disciplinas, pero también en formas más puras y próximas a las más tradicionales. El paseo que propone la exposición pretende a portar una nueva mirada acorde con los nuevos tiempos, más abiertos a la pluralidad y a la transversalidad en las prácticas contemporáneas.

De esta forma, parte de las obras expuestas traspasan la superficie pictórica y se alían con otras técnicas para desbordar la propia materia pictórica. Así, en la muestra, además de pinturas sobre tela, pueden verse creaciones que incluyen instalaciones, fotografías, collages e hibridaciones con la escultura.


Panorámica renovada de la pintura en la Colección “La Caixa”
  
El itinerario de la muestra presenta obras de artistas más clásicos –que renovaron la pintura en los años sesenta y setenta-, como Gerhard Richter, Robert Ryman, Sigmar Polke o Robert Mangold, en contraste con otros artistas más contemporáneos, como Ángela  de la Cruz, Carlos Bunga, Kerstin Brätsch, Lui Shtini o Guillermo Mora.

Igualmente, está representada una generación de artistas consagrados que han sido cruciales en la evolución de la pintura en los últimos años, también en nuestro país, como Georg Baselitz, Victoria Civera, Sean Scully, Joan Hernández Pijuan, Antonio Llena o Juan Uslé.

Todas las obras expuestas pertenecen  a la Colección “la Caixa”, excepto una en préstamo del artista Guillermo Mora.

ANTONI LLENA Carbassa, blanc i blanc transparent [Naranja, blanco y blanco transparente].
1988. Papel de colores manipulado 133,5 x 124 cm. Colección "la Caixa" de Arte Contemporáneo © Antoni Llena, VEGAP, 2019.

De la monocromía a la instalación 

La exposición se inicia con una reflexión sobre el propio estatus de la pintura como disciplina que ha mantenido su aura. En la actual era digital, la pintura no ha perdido su condición de objeto auténtico y original. Muchos artistas reflejan esta condición de singularidad y rinden homenaje a la gran tradición pictórica, especialmente desde el Renacimiento. Robert Mangold actualiza una especie de luneta renacentista, mientras que Joan Hernández Pijuan, renueva el género del paisaje a través de la abstracción. En la primera sala, se expone una pintura abstracta de Gerhard Richter, uno de los pintores actuales más influyentes y que más han contribuido a reflexionar sobre el propio lenguaje de la pintura.

Gerhard Ritcher. Schein [Apariencia], 1994. Óleo sobre tabla.

La pintura monocroma, que a lo largo del siglo XX llegó a simbolizar la abstracción absoluta, también ha sufrido en los últimos años una importante renovación. En la muestra se exponen distintas versiones de la monocromía pictórica con las obras de Robert Ryman, Michel Parmentier, Ettore Spalletti, Joaquin Chancho o Carlos Bunga, este último ocupando el espacio tridimensional. La geometría es también uno de los lenguajes tradicionales de la abstracción, que también está presente en la exposición con las obras de Sean Scully, Günther Förg y Juan Uslé, que unen racionalidad con expresión.

La gran instalación de Jessica Stockolder ocupa el espacio de toda una sala con elementos coloreados muy variados, de modo que se percibe como una pintura expandida. Otro ejemplo del juego con la tridimensionalidad es la sala dedicada a la fragilidad. Uno de los artistas que mejor defiende este concepto es Antoni Llena, que siempre se define como pintor pero que recurre a unas  herramientas que tienen muy poco que ver con la pintura tradicional.  En este caso el artista barcelonés presenta una delicada obra realizada con papeles de colores, rasgados y doblados. Frágil y delicada es también la obra de Richard Tuttle, compuesta de dos piezas escultóricas que dialogan una con otra y que aluden a ciertas superficies pictóricas, del mismo modo que lo hacen.

Sean Scully. Gabriel, 1993. Óleo sobre tabla.

JUAN USLÉ Asa – Nisi – Masa, 1994-1995. 
Pintura vinílica, dispersión y pigmentos sobre tela 244 x 153 cm. 
Colección "la Caixa" de Arte Contemporáneo © Juan Uslé, VEGAP, 2019.
El aura de la pintura

El aura de la pintura ha condicionado la historia del arte hasta el punto que esta última se ha llegado a identificar con la historia de la pintura. Desde el renacimiento, esta disciplina artística ha sido motivo de debates teóricos que la han dotado de un prestigio intelectual y una posición venerable. En la entrada de la exposición nos recibe una instalación de fotografías de Wolfgang Tillmans, que representan los géneros clásicos, como el paisaje, el bodegón y la pintura de historia, y destacan la abstracción como un cuarto género, sin lugar a dudas, el más celebrado en el siglo XX.

Wolfgang Tillman. 
Fire Island II, 2016. Impresión de chorro de tinta y marco.
Tapestry [Tapiz], 2006. Impresión cromogénica.
Silver 112 [Plata 112], 2013. Impresión cromogénica sobre Dibond, con marco del artista.
Geschlechtsteile [Genitales], 2010. Impresión de chorro de tinta y marco.

El silencio de la monocromía

La monocromía es también objeto de análisis por parte de los artistas que consideran la pintura más allá de sus límites tradicionales. Carlos Bunga, por ejemplo, libera la tela de su bastidor y hace que sus pinturas ocupen el espacio tridimensional.

Carlos Bunga. Planos de color suspendidos #1, 2017-2018. Pintura látex y cola sobre fieltro y algodón.

Geometría expresiva

La geometría  ha sido siempre una gran aliada de la abstracción y, si en un principio sirvió para distanciarse de lo subjetivo y lo emocional, pronto muchos artistas lograron que conviviera con la expresividad del gesto y con estrategias que relajan la rigurosidad del trazado geométrico. Aunque son a todas luces muy distintas, las abstracciones de Sean Scully, Günther Förg y Juan Uslé tratan de unir racionalidad con expresión, y establecer una tensión entre la estructura geométrica y la sensualidad de la pincelada y el color.

La pintura, un reto permanente. Colección ”la Caixa”, se podrá visitar hasta el 1 de marzo de 2020 en CaixaForum Madrid.

Fragilidad enigmática

Las piezas de Victoria Civera se relacionan entre sí como palabras que forman una frase y modulan una voz subjetiva que alude a un mundo privado. Las dos piezas que Richard Tuttle sitúa una frente a la otra plantean un notable juego de equilibrio entre formas fragmentadas que conducen a un intrigante mundo de sugerencias pictóricas.

El lapsus de la figuración

La polarización entre abstracción y figuración, que ha caracterizado la práctica a lo largo del siglo XX, fue transformada por algunos artistas en un fecundo mestizaje que les permitió superar convenciones y abrir la pintura a nuevas posibilidades expresivas.

A Georg Baselitz se le cayó la figura, que quedó medio sepultada por los intensos brochazos de un fondo que el artista estructura y remarca con las huellas de sus pisadas. La pintura de Kerstin Brätsch es otra índole. En esta obra, que juega con los efectos de la técnica del marmoleado, la artista trata el resultado aparentemente abstracto como una especie de figuración.

Georg Baselitz. Motiv Kaputt [Motivo estropeado], 1991. Acrílico sobre tela.

Reflexiones y mutaciones

Aunque la pintura haya doblado o roto el bastidor (Ángela de la Cruz) y quiera salirse de la pared (Guillermo Mora), aunque se desprenda del marco y se extienda en el espacio tridimensional (Jessica Stockholder), adopte objetos (Marepe) y contamine a escultores (José Pedro Croft, Pello Irazu), no por ello ha dejado de ser pintura. Más bien ha diversificado los elementos de producción y presentación, a la vez que se ha integrado o expandiendo hacia otros medios artísticos. Esta ampliación de los márgenes de la pintura que no deja de ser una apertura y una adaptación a un mundo cambiante, la obliga contantemente a redefinirse y a reinventarse.

La pintura, un reto permanente. Colección ”la Caixa”, la nueva exposición de CaixaForum Madrid.

© Mariví Otero. 2019
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: La Pintura. Un reto permanente. Colección “La Caixa”. CaixaForum. Madrid. Dosier de prensa de “la Caixa”. Del 23 de octubre de 2019 al 1 de marzo de 2020.

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