martes, 24 de julio de 2018

LORENZO LOTTO. Retratos. El primer retratista moderno del Cinquecento italiano.

Retrato de hombre joven
Lorenzo Lotto
Óleo sobre tabla, 34,2 x 27,9 cm
h. 1500
Bérgamo, Accademia Carrara - Pinacoteca di Arte Antica

El Museo del Prado y la National Gallery de Londres presentan la primera gran exposición monográfica dedicada a los retratos de Lorenzo Lotto. Comisariada por Enrico Maria da Pozzolo, de la Universidad de Verona y Miguel Falomir director del Museo del Prado.

Lorenzo Lotto (Venecia, 1480- Loreto, 1557) fue uno de los artistas más fascinantes y singulares del Ciquecento italiano y su aprecio entre estudiosos y aficionados no ha dejado de crecer desde que Bernard Berenson le dedicó  por primera vez una monografía en 1895: Lorenzo Lotto; An Essay in Constructive Art Criticism. Lotto fue para Berenson, que escribía en paralelo al nacimiento del psicoanálisis freudiano, el primer retratista preocupado por reflejar los estados de ánimo y, como tal, el primer retratista moderno. Aunque esta revaloración de Lotto ha sido particularmente intensa desde la década de 1980; ninguna exposición o publicación monográfica ha abordado la fecha de sus retratos, lo que otorga un carácter pionero a esta iniciativa. Propone además  una mirada singular a sus realizaciones a través de la presencia en las salas de los objetos incluidos en sus retratos como testigo de la cultura material de la época. Asimismo, indaga en el modo en el que Lotto concebía y ejecutaba sus retratos, para lo que dada la escasez de estudios técnicos, cobran una importancia excepcional los dibujos rara vez expuestos junto a la pintura.

Imagen de la exposición “Lorenzo Lotto. Retratos”. Foto © Museo Nacional del Prado.

La exposición incluye obras procedentes de los lugares donde trabajó este pintor nómada: su Venecia natal, Treviso, Roma y Las Marcas, realizadas durante cincuenta años. Las primeras traen ecos de Antonello da Messina tamizados por Alvise Viviarini, su maestro, y Giovanni Bellini, a los que se agregaron elementos nórdicos (principalmente Durero), de Giorgione, Rafael, Leonardo y, en la década de 1540, de Tiziano. Lotto reelaboró estos aportes hasta dotarse de un lenguaje propio en el que miradas, ademanes y objetos se aúnan para transcender la descripción física y el estatus de los retratados y revelar sus sentimientos más profundos. Son retratos con un formidable potencial narrativo que invitan a imaginar las vidas de los efigiados y dan fe de una Italia en profunda transformación.

Retrato del obispo Bernardo de’ Rossi
Lorenzo Lotto
Óleo sobre tabla, 52 x 40 cm

1505
Nápoles, Museo Nazionale di Capodimonte


Algunas de las secciones de la exposición.

Solo, sin fiel Gobierno y muy inquieto de mente

En enero de 1540, en el lumbral de los sesenta años, Lotto regresó de Venecia, para abandonarla dos años después rumbo a Treviso, allí entre 1542 y 1545, pintó algunos de sus retratos más intensos, en los que plasmó, sin idealización, el irreversible y demoledor efecto del dolor y la vejez. Un velo de tristeza, casi una sombra de muerte, se extiende sobre quienes posaron frente a su caballete y, paradójicamente, sus lujosas indumentarias asumen casi el valor de una vanitas. Son retratos cuya sobriedad ceromática y compositiva reflejan el impacto de Tiziano, más en el terreno formal que en el conceptual, pues Lotto rehuyó la idealización de sus modelos. En 1545 Lotto regresó a Venecia por última vez y el 25 de marzo de 1546 redacto un segundo testamento, que incluye la confesión que titula  esta sección: “Solo, sin fiel gobierno y muy inquieto de mente”

Micer Marsilio Cassotti y su esposa Faustina
Lorenzo Lotto
Óleo sobre lienzo, 71 x 84 cm
1523
Madrid, Museo Nacional del Prado

Dibujos

Los dibujos, ya sean de retratos o de obras religiosas, han estado prácticamente ausentes en las exposiciones dedicadas a Lotto y ello ha dificultado su estudio. En esta hay varios dibujos que se le atribuyen de distinta naturaleza. Unos debieron de concebirse como preparatorios para retratos pintados, y van desde el apunte  apresurado al diseño cuadriculado presto a ser traslado a la tabla o lienzo; otros sin embargo, presentan tal acabado que parecen obras autónomas, posiblemente concebidas para regalos. Por el Libro di espese diverse sabemos de la variedad de materiales de dibujo que adquiría (carboncillo, piedra negra, tizas blancas, yeso de sastre o tinta) que dan fe de su versatilidad como dibujante. Acompaña a los dibujos un fascinante retrato al óleo sobre papel, recientemente atribuido a Lotto, con la frescura del apunte tomado del natural, que ilustra un uso del óleo documentado pero del que apenas quedan ejemplos.

Retrato de mujer como Lucrecia
Lorenzo Lotto
Óleo sobre lienzo, 96,5 x 110,6 cm 
h. 1530 - 1532 
Londres, The National Gallery

Lotto, que conoció tanto el éxito como el fracaso, cayó prácticamente en el olvido tras su muerte y fue a finales del siglo XIX cuando Bernard Berenson (1865-1959) lo rescató como el primer pintor italiano preocupado por representar los estados de ánimo, como el primer retratista moderno. Esta interpretación aún vigente, encontró terreno abonado en una sociedad cada vez  más interesada por los aspectos profundos del individuo, y no parece casual que Berenson fuera coetáneo de Sigmund Freud (1856-1939) y los inicios del psicoanálisis.


 © Mariví Otero 2018
Asistente: Manuel Otero Rodríguez

Fuentes: Lorenzo Lotto. Retratos. Museo Nacional del Prado. Área de Comunicación del Museo del Prado. 19 de junio – 30 de septiembre 2018. Madrid.

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