Pintor,
escultor y artista gráfico, la obra de Eusebio Sempere (Onil, Alicante,
1923-1985) es el fruto de una continua y rigurosa investigación sobre la geometría y el movimiento, que se
caracteriza, desde la composición y la forma, por una poética basada en el
dominio de la línea, la luz y el color.
En una entrevista que le hacen para un
periódico de Barcelona, Sempere afirmó: “Klee fue mi primer gran descubrimiento;
después me deslumbró Mondrian. Pero pienso que hasta 1953, cuando me sumergí en
la obra de Kandinsky, no descubrí mi verdadero camino”.
Esta
exposición recorre tres décadas del trabajo de Sempere, desde 1949 hasta
1981, con una selección de 164 obras, que incluye acuarelas, gouaches, relieves luminosos, collages, pinturas, móviles,
esculturas y proyectos interdisciplinares y se completa con un apartado
documental (fotografías, libretas y cuadernos, recortes de prensa, catálogos,
almanaques y diversas publicaciones) que ayuda a comprender y contextualizar su
trayectoria artística a las generaciones más jóvenes.
Como escriben las
comisarias de la muestra: Carmen Fernández Aparicio y Belén Díaz de Rábago:
dentro de su programa de revisión de las figuras más significativas del arte
español del siglo XX, el Museo Reina Sofía presenta esta retrospectiva de Eusebio
Sempere, uno de los representantes españoles más destacados de la
abstracción geométrica y de las tendencias ópticas y cinéticas.
París. De la abstracción a la
investigación cinética
La exposición se inicia
con un conjunto de acuarelas abstractas, realizadas entre 1949 y 1951; unas en
la línea del cubismo tardío, a ejemplo de Braque; otras, siguiendo la estela
poética y colorista relacionadas con la obra de Kandinsky y Klee. Estas
tentativas abstractas dan paso a un
trabajo más personal, que se inicia en torno a 1953 en París. Sempere
toma conciencia de que la realidad debe de ser abordada como poliedro y no como
superficie plana mediante la tridimensionalidad,
el juego óptico y el cinetismo. Así,
en las siguientes salas del recorrido se muestran dos tipos de obra que plasman
esta investigación del artista sobre el movimiento y la luz como material
artístico. Por un lado, se presenta un amplio conjunto de dibujos a gouache sobre papel,
y junto a ellos, una selección de Relieves
luminosos de móviles.
Sempere
desarrolla en sus gouaches un
concepto compositivo que deja fuera la perspectiva, todo es primer plano y las
figuras geométricas se multiplican por el papel.
Este conjunto de obras
se pueden agrupar según ciertas particularidades formales: en algunas de las
composiciones, los círculos, cuadrados y otras formas geométricas aparecen
colocados de una forma ordenada; en otras, las figuras geométricas se han
multiplicado llenando todo el espacio pictórico, y parecen vibrar por el efecto
de su estructura a base de finas rayas que alternan con planos de color; en
otros dibujos, las figuras parecen rotar en el espacio provocando una fuerte
sensación dinámica; y en otros, sobresale la sensación de inestabilidad de la
luz, lo que facilita la idea de movimiento.
Los relieves luminosos
móviles son un conjunto único son un conjunto único de obras realizadas mediante
planchas de madera pintada, laminas de plástico, bombillas y pequeños motores
eléctricos. En algunas de estas obras, el primer plano se define por diseños
ovales que aluden al dinamismo de las formas curvas activado por la luz que
parece inspirado en la pintura de Kandinsky; otros se basan en una estructura
más estática y en un tercer grupo, el primer plano aparece perforado por un
entramado de líneas que intensifican las posibilidades de la luz y la sombra y
que siguen también, como los otros ejemplos, esquemas formales similares a
algunos de sus gouaches.
El recorrido de la exposición continúa con obras realizadas a partir de
1960 tras volver a España, en medio de un ambiente pictórico dominado por el
informalismo. Comienza entonces una nueva etapa de su carrera. Sempere
siguió trabajando con gouache, en soportes de mayor tamaño y con una
preparación que aportaba y rugosidad al fondo, e introdujo leves referencias
figurativas por ejemplo, al paisaje.
Sempere
viajó a EE.UU. en 1964 donde conoció a Josef
Albers, y su trabajo toma un nuevo impulso en su obra. Utiliza los mismos
esquemas lineales, pero incorpora dos nuevos materiales: el cartón y el hierro. Durante un periodo corto e intenso Sempere
realizó una serie de collages, un
grupo de obras que requerían un minucioso recortado del cartón.
Esta interacción de
planos sucesivos en profundidad, utilizada en los collages, es también la base de la realización de la serie de móviles en varillas de metal, cromado o
pintado que expuso ese año en Nueva York.
Pero desde 1965 cuando cuelga las pantallas de su parte superior con
alambres, el espectador puede intervenir la obra alterando su configuración
gráfica y el efecto de luz. La gran estructura Móvil de 1968, realizada en varillas de hierro con pan de oro, que
abre una de las salas, se diferencia del resto de los móviles porque el
movimiento se consigue con el desplazamiento de las pantalla, lo que permite
una superposición total o parcial de los paneles.
Sempere realizó una serie de estructuras de bulto redondo construidas a base de tubos de metal cromado que figuraban formas cilíndricas, cúbicas o poliédricas
que, o bien las suspendía del techo, o bien las colocaba sobre una base
giratoria. Una serie que reclama también la participación del espectador para
logar la variación de las formas y su centelleo luminoso. Alguna de estas
piezas Móvil (1972-1973) y las Columnas (1974), Circulo y cuadrado y Torre
de Babel (ambas de 1969) entre otras.
Proyectos interdisciplinares
Sempere
participó, además, variados proyectos en los que buscaba la intersección del
arte plástico con la música, la arquitectura, las nuevas tecnologías, la
cibernética y la ciencia.
Parte de estos trabajos
están en la sala que presenta su trabajo más experimental. La idea de
concordancia de las artes, de poesía concreta, musicalidad y objetivación,
aparecen por ejemplo en su proyecto para la compañía
IBM: una estructura móvil y luminosa sincronizada con la música y la
poesía, concreta, elaborada en 1969 por Eusebio Sempere junto con el músico Cristóbal Halfter y el poeta Justo Campal,
fue uno de tantos proyectos que no llego a realizarse. También esta su
participación en el Proyecto de música electrónica (1967), que realiza con el
grupo ALEA de Luis de Pablos; “Seminarios de Análisis y Generación
Automática de Formas Plásticas” del Centro de Cálculo de la Universidad de
Madrid (actual Complutense), en los años 1969-1972, de los que surgen algunas
obras realizadas con computadora; y en las exposiciones Antes del Arte. Experiencias ópticas perspectivas estructurales,
que organizó Aguilera Cerni en
Valencia y Madrid en 1968.
Las obras expuestas proceden de numerosas colecciones particulares y de
fondos públicos y centros de arte que conservan conjuntos significativos de
obras de Eusebio Sempere, como el Instituto
Valenciano de Arte Moderno, la Fundación Juan March, el Museo de Arte
Contemporáneo de Alicante, la Fundación Caja Mediterráneo y el Propio Reina
Sofía.
UNA TRAS OTRA POR EL ANCHO
ESPACIO, FRANJAS, CONCURRENCIA,
EN EL HORIZONTE NUMEROSO,
LINDERO A SU VEZ,
CAMPO.
Pablo Palazuelo (A
Sempere, 1965)
Mariví
Otero
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuentes:
Eusebio
Sampere. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. Director
del proyecto Manuel Borja-Villel. Del 8 de mayo al 17 de septiembre de 2018.
Gabinete de Prensa Museo Reina Sofía.
Meliá,
J.: Sempere.
Ediciones Polígrafa, S.A. I.S.B.N 84.343-0225. Barcelona 1976.
Tras la clausura en
Madrid, la muestra viajará a la nueva sede del Instituto Valenciano de Arte
Moderno (IVAN) en la ciudad de Alcoy.
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