Estamos
en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, volvemos una vez más a visitar
una muestra especial del artista NAUFUS RAMIREZ-FIGUEROA (Ciudad de Guatemala,
1978) "Espectros luminosos" una exposición a media carrera que
pretende sumergir al espectador en la compleja narrativa de Ramírez-Figueroa,
poblada de sueños, memoria. historia e infancia. La muestra más completa del
artista hasta la fecha.
Comisariada
por la historiadora Soledad Liaño y organizada por el Museo Nacional Reina
Sofía con la colaboración de la Fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art
Contemporany.
Incluye
15 proyectos nos encontramos instalaciones escultóricas, performance, vídeos,
dibujos e instalaciones escenográficas como "Lugar de Consuelo",
presentada por el MoMA, o el ambicioso proyecto "Cuna y arrullo
(2025)" realizado para esta muestra.
La
exposición ocupa cinco salas de la cuarta planta del Edificio Sabatini por las
que hemos caminado:
Sueños
de infancia. El espectro de autoritarismo. Reptiles y flamencos. Conspiraciones
y malentendidos. Espectros coloniales y Cuna y arrullo: La memoria del exilio,
en la última sala se exhibe el nuevo proyecto, "Cuna y arrollo
(2025)" una escenografía que conjuga recuerdos y sueño, donde el artista deconstruye
el concepto cuna y lo puebla de seres de pesadilla como arañas y abejas o
murciélagos. Esta obra realizada específicamente para esta exposición en virtud
del protocolo firmado entre el Museo Reina Sofía y la Fundación TBA21
Thyssen-Bornemisza Art Contemporany, remite a la etapa en la que el artista
vivió en hogares de niños refugiados, en México, antes de ser acogido en
Vancouver junto con su familia. Las criaturas que vemos en esta obra hacen
también referencia al Diccionario Ch'olti, un exhaustivo estudio de la
desaparecida lengua maya realizado por el fraile evangelizador Francisco Morán
en el siglo XVII, que da testimonio de la lucha del pueblo Ch'olti. En
"Cuna y arrullo" resuenan algunos de los términos de los diccionarios
de Morán hilvanando memoria historia y sueño. Espléndida obra.
Documentación
y fotografía: Gabinete de Prensa Museo Reina Sofía. Se puede visitar hasta el
20 de octubre 2025.
Fotografía de Sala. TERRAFILIA. Museo Thyssen-Bornemisza
En el
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, visitamos la exposición
"TERRAFILIA". En colaboración con la Fundación TBA21
Thyssen-Bornemisza Art Contemporary. TERRAFILIA. Más allá de lo humano en las
colecciones Thyssen-Bornemisza, exposición comisariada por Daniela Zyman. Abre
un nuevo capítulo en la historia del museo, la muestra nos invita a repensar la
relación de la humanidad con la Tierra a través de miradas artísticas,
filosóficas y ecológicas.
Con
casi un centenar de obras pertenecientes a la colección de Museo Nacional
Thyssen-Bornemisza, la colección Carmen Thyssen y la colección de arte
contemporáneo TBA21 de Francesca Thyssen.
Fotografía de Sala. TERRAFILIA. Museo Thyssen-Bornemisza
El
diseño expositivo lo ha realizado la arquitecta Marina Otero Verzier, es más
que una exposición: es una invitación a imaginar una nueva cosmopolitita, donde
seres humanos, animales, plantas, elementos y fuerzas espirituales coexisten en
una comunidad planetaria compartida, basada en la equidad, la empatía y el
cuidado.
Francesca
Thyssen-Bornemisza, fundadora de TBA21, comenta:
"Esta
exposición es una invitación a relacionarse con el arte no solo como placer o
patrimonio, sino como una fuerza pedagógica y activa en la construcción de
nuestro futuro colectivo. Nos ayuda a cuestionar cómo existimos dentro de la
naturaleza, cómo nos vemos reflejados en ella y cómo podríamos reparar lo que
se ha roto. El arte sigue siendo esencial, no como una forma pasiva de evasión,
sino como un catalizador de transformación."
Caminamos
por la muestra lo hacemos a través de un recorrido temático que integra un
preludio y seis capítulos interrelacionados, concebidos como escenarios para
explorar diferentes formas de habitar el planeta.
Fotografía de Sala. TERRAFILIA. Museo Thyssen-Bornemisza
A
través de estas líneas temáticas, los visitantes podemos sumergirnos en
diversas formas de entender y habitar la Tierra, desde relatos mitológicos y
científicos hasta prácticas espirituales y ecológicas.
La
muestra también aborda las historias de la expansión colonial, la explotación
de recursos y la violencia ecológica que han dado forma a la crisis planetaria
actual.
Asunción Molino Gordos. Autoinducción, 2023. Colección TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary.
Exposición
que se puede visitar hasta el 24 de septiembre 2025. Documentación y
fotografía: Departamento Prensa del Museo.
En el
Centro Botín, visitamos "Punto y contrapunto: maestros del siglo XX en la
Colección de Jaime Botín".
Vista de sala de la exposición «Punto y contrapunto: maestros del siglo XX en la colección de Jaime Botín”.
Una
exposición que presenta una selección de 17 obras de la colección personal de
Jaime Botín, que sus herederos han confiado generosamente al Centro Botín para
su exhibición permanente.
La
muestra reúne a 14 importantes artistas del S. XX con "obras de muy
diferentes estilos que, aunque muestran grandes diferencias entre sí,
establecen su unidad en un espléndido dialogo visual, donde los contrastes de
tonos, texturas y estilos transmiten emociones profundas, lo que, a pesar de
sus diferentes estéticas y conceptuales. logra una unidad que conecta con el
espectador", afirma María José Salazar, comisaria de la muestra.
Vista de sala de la exposición «Punto y contrapunto: maestros del siglo XX en la colección de Jaime Botín”.
Iniciamos
el recorrido por orden alfabético con la figura de uno de los grandes pintores
del siglo XX, Francis Bacon (Dublín, 1909-Madrid, 1992). María Blanchard
(Santander, 1881-París, 1932) es la única mujer entre este elenco de grandes
creadores. Pancho Cossío (San Diego de los Baños, Cuba, 1894-Alicante, 1970).
José Gutiérrez Solana (Madrid, 1886-1945). Henri Matisse (Le Cateau-Cambrésis,
1869- Niza, 1954). Manolo Millares (Las Palmas de Gran Canaria, 1926-Madrid,
1972). Joan Miró (Barcelona, 1893- Palma de Mallorca, 1983). Isidro Nonell
(Barcelona, 1872- 1911). Pablo Palazuelo (Madrid, 1915-2007). Mark Rothko
(Letonia, 1903- Nueva York, 1970). Joaquín Sorolla (Valencia, 1863-Cercedilla,
Madrid, 1923). Antonio Tàpies (Barcelona, 1928-2012). Cierra el conjunto Daniel
Vázquez Díaz (Nerva, 1882- Madrid, 1969).
Vista de sala de la exposición «Punto y contrapunto: maestros del siglo XX en la colección de Jaime Botín”.
Todos
los artistas representados han logrado innovar, personalizar y desarrollar un
lenguaje identificativo, cada uno con voz propia, existiendo en cada obra una
fuerte personalidad estética, armonía y cohesión, lo que evidencia la
participación de los artistas, de forma individual, en un proceso colectivo y
evolutivo de la historia del arte.
Vista de sala de la exposición «Punto y contrapunto: maestros del siglo XX en la colección de Jaime Botín”.
Documentación
y fotografía: Prensa Fundación Botín (María Cagigas).
En la
Fundación Canal (Sala Mateo Inurria, 2), exposición de DUANE MICHALS
(Mckeesport, Pensilvania, 1932) el fotógrafo que hace visible lo invisible. Una
retrospectiva única, incluida en la sección oficial de PhotoEspaña 2025.
La
muestra comisariada por Eric Viganò y creada en estrecha colaboración con el
propio artista, reúne 51 obras compuestas por 150 fotografías que recorren seis
décadas de trabajo ininterrumpido, desde 1964 hasta sus creaciones más
recientes, incluyendo una secuencia de este mismo año.
Duane
Michals, figura clave en la renovación de la fotografía contemporánea, es
considerado el precursor de la fotografía conceptual y filosófica.Autodidacta y ajeno a las normas del medio,
introdujo narrativas visuales a través de secuencias que cuentan una historia,
y textos manuscritos que acompañan sus imágenes, desafiando en canon documental
y desplazando el foco hacia lo emocional, metafísico y lo poético.
El
recorrido de la exposición se estructura en seis secciones temáticas que
responden a conceptos clave en la obra de Michals: Imaginación, Visualización,
Sensación, Intuición, Indignación y Revelación. A través de ellas, en el
recorrido descubrimos un universo en el que los límites entre lo real y lo
soñado se diluyen, y donde la fotografía se convierte en un espacio de
introspección, juego e interrogación filosófica.
Acabado
el recorrido redescubrimos la obra, de un artista que sigue creando a sus 93
años con la misma lucidez crítica que lo convirtió en una de las voces más
singulares del siglo XX.
Se
puede visitar hasta el 24 de agosto 2025.
Documentación
y fotografía: Prensa Fundación Canal, Sara López Farhan.
Nuestro
último paseo por el Museo Nacional del Prado, visitamos la última muestra
"Tan lejos, tan cerca. Guadalupe de México en España" una exposición
especial.
Comisariada
por los doctores Jaime Cuadriello (UNAM) y Paula Mues Orts (INAH).
El
recorrido comienza con una cartografía visual (vídeo) que documenta la
sorprendente densidad de imágenes guadalupanas distribuidas por toda la
geografía española. Esta dispersión responde a factores, sociales y políticos
como el comercio con las Indias, la minoría y el trasiego de funcionarios
virreinales. Las obras reflejan tanto la devoción como los intereses de
comunidades, artistas, comerciantes, nobleza y clero, que hicieron de Guadalupe
una devoción compartida.
Imagen y apariciones de Nuestra Señora de Guadalupe José Juárez (1617-1661) Óleo sobre lienzo 1656 Ágreda (Soria), monasterio de sor Maria Jesús de Ágreda.
Particular
interés despiertan las secciones dedicadas a las "vera effigies",
copias exactas o variantes tocadas a la original, que era reproducidas con
técnicas artísticas especializadas. Asimismo, destaca la presencia de
materiales exóticos -nácar, marfil, latón- Llegados a través del Galeón de
Manila, que evidencian la proyección global del culto guadalupano y su
inserción en redes transoceánicas de intercambio cultural.
Virgen de Guadalupe Taller hispanofilipino Marfil policromado y latón Siglo XVIII Madrid, Museo Arqueológico Nacional.
La
exposición incluye obras de artistas novohispanos y peninsulares como: José
Juárez, Juan Correa, Manuel de Arellano, Miguel Cabrera, Velázquez, Zurbarán o
Francisco Antonio Vallejo, entre otros. Un conjunto que traza un mapa artístico
y simbólico de la devoción guadalupana vigente desde el siglo XVII hasta
principios del XIX.
La
muestra cuenta con la colaboración de la Comisión Virreinal de la Fundación
Amigos del Museo del Prado y el patrocinio de Rassini. Reúna unas 70 obras procedentes,
en su mayoría, del patrimonio Español y ha contado con destacadas piezas
novohispanas para narrar la importancia de la imagen de la virgen de Guadalupe
y su consagración como icono trasatlántico, devocional y político.
Vista tomada en los Pirineos navarros. Muñoz Degrain, Antonio. Óleo sobre lienzo, 108 x 137 cm. 1862. Madrid, Museo Nacional del Prado. Adquirido en 1863
Caminamos
por el Museo Nacional del Prado, llegamos a la sala 60 donde vamos a visitar,
una selección de obras de Antonio Muñoz Degrain (Valencia, 1840-1924, Málaga)
una de las figuras más originales del arte español del siglo XIX.
Estamos
ya en la exposición, compuesta por una decena de pinturas -cinco de ellas
restauradas recientemente-, vemos la variedad temática, el dominio técnico y la
visión estética del pintor valenciano.
Junto
a ellas, en una vitrina, se exponen su discurso de ingreso en la Academia de
San Fernando (1899), dedicado a "La sinceridad en el arte", un dibujo
incorporado por donación a las colecciones y la fotografía de su retrato por el
escultor Miguel Blay.
Paisaje del Pardo al disiparse la niebla. Muñoz Degrain, Antonio. 1866. Óleo sobre lienzo, 200 x 300 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado. Adquirido en 1867.
La
exposición también recupera su faceta de pintor de historia y temas literarios.
El estudio preparatorio a lápiz para su obra de mayor fama, "Los amantes
de Teruel", expuesta en la sala 75, permite acercarse a su proceso
creativo. En "Antes de la boda", la representación de Isabel Segura,
protagonista de aquella pintura, revela la influencia veneciana en el vibrante
colorido y la pincelada suelta.
Antes de la boda. Muñoz Degrain, Antonio. Óleo sobre lienzo, 120 x 95 cm. 1882. Madrid, Museo Nacional del Prado. Adquirido en 1884.
Con
esta presentación, el Prado continúa la línea iniciada en 2009 de mostrar al
público conjuntos de interés de la vasta colección del siglo XIX del Museo
Nacional del Prado a través de pequeñas exposiciones monográficas, que ya han
sido protagonizadas por artistas como Aureliano de Beruete, Rogelio de
Egusquiza, Gerardo Pérez Villaamil, Federico de Madrazo, Antonio María
Esquivel, Francisco Pradilla, Joaquín Sorolla, Eduardo Rosalesy José de Madrazo (dibujos; técnicas, como la
acuarela en la época de Fortuny y sus seguidores; temas, como la pintura
religiosa a mediados del siglo y los retratos infantiles en el Renacimiento; y
donaciones, como la de un gran amigo Hans Rudolf Gerstenmaier.
Jesús en el Tiberíades. Muñoz Degrain, Antonio. Óleo sobre lienzo, 73 x 198 cm. 1909. Madrid, Museo Nacional del Prado. Adquirido en 1910.
A
ellas se han agregado el escultor Miguel Blay y los grabados japoneses del
siglo XX.
Se
puede visitar hasta el 11 de enero 2026. Documentación y fotografía: Área de
comunicación y Asuntos Corporativos.
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Un toque de Transversalidad. José María Baez.
En la
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Córdova. Os invitamos a pasear por la muestra
"Un toque de transversalidad" de JOSE MARÍA BAEZ, artista jerezano
residente en Córdoba desde 1960.
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Un toque de Transversalidad. José María Baez.
Con
una trayectoria coherente en la que encontramos ejercicios continuos ahondando
en la profundidad y el misterio del color, la obra de José María Baez encaja
plenamente en lo que se puede definir como tradición pictórica moderna.
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Un toque de Transversalidad. José María Baez.
La
exposición reúne cincuenta y tres obras realizadas mayormente en óleo sobre
papel recortado y pegado, aunque intercaladas por algunos trabajos
tridimensionales y papeles de épocas anteriores.
Está
dividida en tres secciones, que tratan de desarrollarse escenográficamente con
un cierto sentido de macro-instalación.
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Un toque de Transversalidad. José María Baez.
La
primera sección se titula: -La idea de orden, Geometrical Dominator-, porque la
esencia de las cosas bascula sobre una razón geométrica. En ella encontramos
obras (realizadas entre 2018 y 2024) donde abundan rectángulos y cuadrados.
Pero siempre formados desde la idea de dispersión de caos mediante el
abigarrado entrecruzamiento de tiras rectas y curvas de diferente grosor, y la
superposición de colores.
Segunda
sección: -Lo confuso y traumático-. El extrañamiento. Está compuesta por obras
(realizadas entre 1995 y 2024) donde lo deshilachado, lo organicista y lo
curvilíneo, formas también muy presentes en la naturaleza.
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Un toque de Transversalidad. José María Baez.
Tercera
sección: -Paradojas. Goodbye to all that-, abarca piezas, (realizadas entre
1981 y 2024), que no reprimen un inequívoco recurso a la ironía y otras
complicidades personales, como ciertos guiños cinéfilos.
Sala de Exposiciones VIMCORSA. Un toque de Transversalidad. José María Baez.
Como
siempre espléndido trabajo de José María Baez. Se puede visitar hasta el 21 de
septiembre 2025. Documentación y fotografía recibidas de Sala de Exposiciones
VIMCORSA.
En el
Museo Nacional Reina Sofía, visitamos una vez más la gran exposición antológica
de MARISA GONZÁLEZ (Bilbao, 1943) considerada una de las pioneras en
España en combinar la creación artística y las tecnologías de comunicación y
producción de imágenes. Siempre dentro de las artes visuales, trabaja con las
fotocopiadoras, la fotografía, el vídeo y el ordenador. Premio Velázquez de
las Artes de 2023.
La
gran antológica por la que vamos a pasear, ha sido comisariada por la
historiadora del arte e investigadora, Violeta Janeiro Alfageme, recoge
cinco décadas de producción de la artista y muestra cerca de una veintena de
sus grandes series y proyectos.
Desde
muy temprano, Marisa González ha sido una persona comprometida y
asociacionista, en 1970 participó en la creación de la primera asociación
profesional de artistas de Madrid y en 2009, de la Asociación de Mujeres de las
Artes Visuales (MAV), de la que ha sido vicepresidenta. Hoy en día continúa muy
vinculada al feminismo, a través de iniciativas con el grupo de editoras Cuarto
Propio de Wikipedia, en el que es autora o coautora de cientos de entradas a
mujeres del arte contemporáneo.
Nuestra
visita a través de 10 salas por esta gran antológica:
Sala
1. Introducción a la muestra. La primera sala incluye,
además de varias obras procedentes de sus series Autorretratos y Siluetas
realizados a través de Sistemas Generativos, una instalación con rollos de
colores del papel matriz que se utilizaba en las fotocopiadoras suspendido del
techo.
Sala
2. Obras de Sistemas Generativos. En 1971 Marisa González se
traslada a Estados Unidos para estudiar el máster Sistemas Generativos: Arte,
Ciencia y Tecnología de la Escuela del Art Institute de Chicago, impartido por
Sonia Sheridan, que marca definitivamente su trayectoria.
Un
motivo recurrente de esta etapa fueron las siluetas, huella simbólica de todos
aquellos que, en una sociedad cada vez más competitiva, quedaban relegados al
anonimato, o sus series de Autorretratos con los que González da cuenta
en su producción artística de una identidad y agencia femenina.
En
esta sala, la exposición recupera una entrevista televisiva de 1989, que da
cuenta de cómo la artista emplea la máquina fotocopiadora en su producción
artística. La entrevista acompaña a la propia obra que resultó de aquel trabajo
en directo.
Sala
3. Sobre los feminismos. En 1975 inicia la serie Violencia
mujer, de carácter colaborativo y performativo. Dentro de esta serie,
realiza La descarga (1975-77), una de sus obras más emblemáticas, que se
encuentra en la Colección de este Museo, donde fotografía la performance de
compañeras artistas reaccionando con sus gestos tras conocer por una noticia de
prensa las torturas y violaciones que sufren miles de mujeres encarceladas por
el régimen de Augusto Pinochet en Chile (1974). En la Obra Lizz Williams y
sus máscaras, (1974). Marisa González fotografía a su compañera de
estudios, quien se sirve de su propio cuerpo como medio de representación para
reflejar la discriminación social, de género y de raza que sufre una mujer que no
es negra ni blanca.
Sala
4. Grafías Musicales. Partiendo de la pintura realizada en soportes
tradicionales, añade fotocopias de partituras tratadas para su integración en
un solo plano y procesadas con Sistemas Generativos. Esta técnica mixta, la
desarrolló extensamente en las series Grafías Musicales (1989-90) que
constan de diferentes series de fotocopias color y ByN generadas a partir de
partituras de compositores contemporáneos como Javier Darias y Llorenç Barber.
A
finales de los años 70, la pintura eclipsa los lenguajes conceptuales o
tecnológicos en el mundo artístico español. En este contexto, González,
afincada en Madrid, se reinventa de nuevo e incorpora a su trabajo su formación
en pintura y en música, ya que había realizado la carrera de Piano en el
Conservatorio de Bilbao.
Sala
5. Obras realizadas con guatas. En 1977, durante su estancia
en Washington D.C. Marisa González descubre por casualidad un material que la cautiva:
la pelusa que se acumula en el filtro de la secadora, y que ella llama lint
o “guata”. Le llama la atención por su ligereza, color y por lo fácil que
es darle forma.
Sala
6. El sistema Lumena y la serie de Transgénicos. Las
obras que se muestran en esta sala, realizadas entre 1986 y 2000, reflejan
distintas formas en las que Marisa González trabaja entre lo único y lo
múltiple. También muestran cómo en esa etapa, su arte se centró, en el
contraste entre lo vivo y lo inerte. Además, repasan el recorrido que hizo con
una de sus herramientas más importantes: el sistema gráfico informático Lumena.
A finales de los años noventa, González comienza a trabajar con el tema de lo
transgénico.
La
instalación principal de la sala seis recrea el montaje de una de las
exposiciones con las que se inauguró en 1986 el Centro Nacional de Arte Reina
Sofía, Procesos: cultura y nuevas tecnologías, en la que Marisa González es
comisaria e invita a Sonia Sheridan. Juntas instalan la primara estación del
ordenador Lumena en España, que se puede ver en esta sala.
Sala
7. Estación Fax/Fax Station. El fax es la primera
herramienta que permite transmitir datos e imágenes en tiempo real y
antecedente de Internet. En 1992, Marisa González imparte en el Círculo de
Bellas Artes de Madrid, uno de los Talleres de Arte Actual, titulado La
poética de la tecnología, y dentro de este taller, en 1993, crean la Estación
Fax/Fax Station, instalación de la exposición colectiva Esto no es una
crisis. La iniciativa, abierta a quien quisiese participar, convocó y
recibió imágenes y textos de todo el mundo a través de un fax que colgaba del
techo de la cúpula. Los contenidos caían directamente al suelo formado una
pirámide. En la sala esta reproducida esta instalación.
Sala
8. Proyecto Ellas, Filipinas. Marisa González realiza una
serie de vídeos documentales y fotografías en Hong Kong. Su proyecto Ellas,
Filipinas (2010-2013) muestra situaciones de desigualdad explotación y
desprotección que sufren miles de empleadas domésticas filipinas emigrada allí.
Sala
9. Proyecto Nuclear Lemoniz. Marisa González logró
documentar el desmantelamiento de sus equipos a principios de la década de
2000. En una intrépida incursión al corazón de las instalaciones, recogió
planos archivo y todo tipo de útiles que iban a ser descartados. Los empleó en
instalaciones como Encapsulados (2003-2004), compuesta por los repuestos
de piezas de maquinaria y equipamiento informático de la central, que la
artista había encontrado diligentemente ordenados.
Sala
10. Instalación Luminarias. La instalación que aquí se presenta, Luminarias,
nos invita a recordar la historia de La Fábrica (1999-2000) que aborda el
declive de una panificadora emblemática de Bilbao. Las lámparas que la artista
recoge del edificio abandonado cobran una nueva vida: sirven para “iluminar”
fragmentos del pasado, sacando a la luz documentos guardados durante años desde
la II Guerra Mundial hasta finales de la década de los sesenta en los archivos
del Consejo de administración. La obra también incluye imágenes de los libros
de familia de los trabajadores, y sus contenidos se escuchan en voz alta en la
sala.
Espléndida
exposición antológica de una gran artista, Marisa González.
Organizada
por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en colaboración con Azkuna
Zentroa- Alhóndiga Bilbao. Posteriormente, el 29 de octubre, la muestra
itinerará al Azkuna Zentroa – Alhóndiga Bilbao.
Mariví
Otero
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente:
Marisa González. Un modo de hacer generativo. Museo Nacional Reina Sofía. 21 de
mayo al 22 de septiembre de 2025. Documentación y fotografía: Gabinete de
Prensa del Museo.
En el
Museo Nacional del Prado visitamos, la primera gran exposición monográfica
dedicada en España a Paolo Veronese, uno de los maestros más brillantes y
admirados del Renacimiento Veneciano.
Comisariada
por Miguel Falomir, director del Museo del Prado, y Enrico Maria dal Pozzolo,
profesor de la Università degli Studi di Verona.
Como
todos los grandes artistas, Veronese transcendió su tiempo. La belleza y
elegancia de sus composiciones sedujo durante siglos a coleccionistas y
artistas, de Felipe IV y Luis XIV a Rubens, Velázquez, Delacroix o Cézanne.
Estos y otros temas se plasman en la exposición a través de más de un centenar
de obras procedentes de prestigiosas instituciones internacionales como el
Louvre, Metropolitan Museum, National Gallery de Londres, la Galleria degli
Uffizi o el Kunsthistorisches Museum de Viena, que dialogan con piezas
fundamentales del Prado.
Caminamos
por la exposición PAOLO VERONESE (1528-1588) a través de seis secciones
cronológicas y temáticas.
De
Verona a Venecia. Atiende a la formación en su
Verona natal, ciudad de rico pasado romano donde la tradición local convivía
con aportes venecianos (sobre todo Tiziano) y de artistas centro italianos como
Rafael y Parmigianino. Partiendo de ellos Veronese elaboró pronto un estilo
propio caracterizado por la elegancia formal y compositiva y un colorido
contrastado que le facilitaron su triunfal irrupción en Venecia en 1551.
La Sagrada Familia, conocida como La Perla Rafael Óleo sobre tabla, 147,4 × 116 cm h. 1518 Madrid, Museo Nacional del Prado.
Maestoso
teatro. Arquitectura y escenografía.
Aborda su modo de entender el espacio y narrar historias, aunando la tradición
veneciana y las nociones teatrales y arquitectónicas de Palladio y Daniele
Barbaro, y lo confronta con la visión alternativa encarnada por Tintoretto y
las ideas escenográficas de Serlio. Se presta particular atención a las célebres Cenas, suntuosas manifestaciones del refinamiento y la cultura material
de los patricios venecianos.
La cena en casa de Simón Paolo Veronese Óleo sobre lienzo, 315 × 451 cm h. 1556-60 Turín, Musei Reali di Torino, Galleria Sabauda.
Proceso
creativo. Invención y repetición.
Ahonda en la inteligencia pictórica de Veronese y el modo como dirigió uno de
los obradores más fecundos y de mayor calidad de la época. Ello fue posible
gracias a un férreo control del proceso creativo y a una sabia distribución de
funciones dentro del taller en la que el dibujo resultó fundamental.
La disputa con los doctores en el templo Paolo Veronese Óleo sobre lienzo, 236 x 430 cm Hacia 1560 Madrid, Museo Nacional del Prado.
Alegoría
y mitología. Muestra su excelencia de dos terrenos
particularmente queridos por las elites: La alegoría y la fábula mitológica,
donde se reveló como el único artista capaz de compartir con Tiziano, lo que le
permitió heredar su poderosa clientela, dentro y fuera de Venecia.
Marte y Venus unidos por Amor Paolo Veronese Óleo sobre lienzo, 205,7 × 161 cm década de 1570 Nueva York, The Metropolitan Museum of Art, John Stewart Kennedy Fund, 1910 (10.189).
El
último Veronese. Aborda su década final, cuando asistimos a un
cambio notable en su pintura, con composiciones inestables de colorido más
sombrío y un uso dirigido y a menudo simbólico de la luz, en las que el paisaje
cobra nuevo protagonismo. Esta mutación, que anuncia las grandes conquistas
pictóricas del Barroco, responde a factores diversos; unos estéticos, como el
impacto de la obra coetánea de Tintoretto y Jacopo Bassano; otros
“ambientales”, como el clima religioso tras el Concilio de Tentro.
Venus y Adonis Paolo Veronese Óleo sobre lienzo, 162 x 191 cm Hacia 1580 Madrid, Museo Nacional del Prado.
La exposición concluye con una sección
dedicada a su legado: “Haeredes Pauli” y los admiradores de Veronese. De
un lado tenemos a sus familiares, que durante una década prolongaron de forma
estéril sus modelos bajo la denominación “Heredes Pauli”; del otro, a aquellos
artistas con verdadero ingenio que asumieron y propagaron su legado. La
exposición se centra en los inmediatamente posteriores: El Greco, los Carracci
y Pedro Pablo Rubens, pero su condición de “pintor de pintores” se prolongó
hasta el siglo XX e incluye a artistas tan dispares como Velázquez, Tiépolo,
Delacroix o Cezanne. La exposición finaliza recordando su lugar de privilegio
en el coleccionismo europeo, razón última de su sobresaliente representación en
las colecciones del Museo del Prado.
Con
“Paolo Veronese”. El Prado cierra un ambicioso programa de investigaciones,
restauraciones y exposiciones, iniciado hace más de dos décadas, dedicado a la
pintura veneciana del Renacimiento veneciano, piedra fundamental de la antigua
colección real y del actual Museo del Prado.
Mariví
Otero
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente:
PAOLO VERONESE. Museo Nacional del Prado. Del 27 de mayo al 21 de septiembre
2025. Documentación y fotografía: Área de Comunicación Museo Nacional del
Prado.