martes, 2 de diciembre de 2025

PICASSO Y KLEE, en la colección de HEINZ BERGGRUEN

 

PICASSO - KLEE  © Francis Tsang MUSEO THYSSEN 2025

Con motivo de la remodelación de su edificio, el Museo Berggruen de Berlín organiza una serie de exposiciones internacionales en Japón, China, Australia y en Europa para mostrar lo más destacado en su colección. En el caso del MUSEO NACIONLTHYSSEN-BORNEMISZA, se propone un diálogo visual e internacional entre estos dos artistas, los favoritos del coleccionista: Pablo Picasso y Paul Klee.

Paul Klee. Dama con lacre, 1930. (Sealed Lady)
Pluma y acuarela sobre papel sobre cartón, 49 × 35 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Comisariada por Paloma Alarcón, jefe de Pintura Moderna del Museo Thyssen, y Gabriel Montua, director del Museo Berggruen, la exposición rinde homenaje al legado de Heinz Berggruen, uno de los marchantes y coleccionistas más relevantes del siglo XX, a través de más de 60 obras, la mayoría de ellas pertenecientes al museo alemán. Cuenta, además. Con la colaboración de la Comunidad de Madrid.

PICASSO - KLEE  © Francis Tsang MUSEO THYSSEN 2025

Comenzamos a caminar entre las obras de PICASSO y KLEE:

Picasso, más terrenal, excesivo, meridional y sensual, y Klee, más introspectivo, nórdico, espiritual e intelectual, poseían personalidades muy opuestas. A pesar de ello, mostraron interés el uno por el otro y tanto sus procesos creativos como sus obras guardan semejanzas en muchos aspectos. Les une el espíritu de la experimentación, la facilidad para el dibujo, el interés por los mismos géneros y temas, la inclinación por la sátira y el sarcasmo como medio de transgresión y la deformación de las formas y el cuerpo humano. A través de un lenguaje plástico cargado de radicalidad, contribuyeron a transformar la manera de mirar y acercarse al mundo, dejando una profunda impronta en el desarrollo del arte contemporáneo.

Pablo Picasso. Arlequín sentado, 1905. (Seated Harlequin)
Acuarela y tinta sobre cartón, 57,2 × 41,2 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Estas similitudes se reflejan en la exposición a lo largo de cuatro secciones dedicadas a temas y géneros que compartieron:

Retratos y máscaras

Los estudios de Desnudo con paños de Picasso, junto a Cabeza de mujer (1906-1907) y Desnudo femenino (Estudio para Las señoritas de Aviñón, 1907), muestra la influencia de las máscaras de culturas no occidentales ejercieron sobre este artista malagueño, quien no las concebía solo como un recurso formal, sino que reconocía en ellas una dimensión mágica y transformadora. Asimismo, su habilidad para la caricatura queda reflejada en sus retratos cubistas como Hombre con clarinete (1911-1912), y en los que realizó de Dora Maar, para los que recurre a la deformación y al desmembramiento del cuerpo humano.

Pablo Picasso. Dora Maar con uñas verdes, 1936. (Dora Maar with Green Fingernails)
Óleo sobre lienzo, 65 × 54 cm. Museum Berggruen, Neue
Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Klee también experimentó con recursos de reducción y distorsión y con el ocultamiento de las máscaras, influido por la fascinación que le provocaban las piezas del museo etnográfico de Múnich y las caretas de los teatros de marionetas. Esto se aprecia en obras como La señora R. viajando por el sur (1924) donde la figura adquiere un aire fantasmal, y en Dama con lacre (1930), la retratada destaca por la palidez de su piel y unos labios rojos.

Paul Klee. La señora R. viajando por el sur, 1924. (Mrs. R. Travelling in the South)
Pluma y acuarela sobre papel sobre cartón, 38,1 × 26,7 cm.
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Lugares

El paisaje fue un tema fundamental en los comienzos de Picasso y Klee. Para el artista español, fue clave en el desarrollo de numerosas experimentaciones, especialmente en la gestión del cubismo. Sus panorámicas de Horta de Ebro, con sus múltiples puntos de vista y sus superficies fragmentadas, fueron consideradas por Gertrude Stein como sus primeras obras de este estilo. En la exposición queda reflejado en Naturaleza muerta delante de una ventana, Saint-Raphaël (1919)

Pablo Picasso. Naturaleza muerta delante de una ventana, Saint-Raphaël, 1919. (Still Life before a Window, SaintRaphaël)
Gouache y lápiz sobre papel, 35,5 × 25 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Sin embargo, no lo cultivó con la misma intensidad que Klee, quien concedió a este género un lugar central en su trayectoria. Su viaje a Túnez en 1914 repercutió en su estilo, comenzando a alejarse de la mimesis y a dialogar con la naturaleza. Cuando Klee descubre algunas pinturas de Picasso en la primera exposición de El Jinete Azul en Múnich el lenguaje cubista influiría de forma notable en su trabajo, como puede comprobarse en obra como Ciudad de ensueño y Casa giratoria, amabas de 1921.

Paul Klee. Ciudad de ensueño, 1921 (Dream City)
Acuarela sobre papel sobre cartón, 47,5 × 31 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Cosas

En el siglo XX, la atención se desplazó hacía la exploración formal, poniendo al objeto en el centro de la creación artística. Picasso y Klee compartieron el deseo de comprender la esencia de las cosas y hallaron en este género un terreno en el que jugar, descomponiendo y reconstruyendo la realidad. Picasso experimentó con la naturaleza muestra de forma constante a lo largo de su carrera. A partir de 1912, dio otro paso más introduciendo objetos como periódicos, serrín o naipes como en Naturaleza muerta con racimo de uvas (1914).

Pablo Picasso. Naturaleza muerta con racimo de uvas, 1914 (Still Life with a Bunch of Grapes)
Óleo, carboncillo y serrín sobre cartón, 26,7 × 25 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

La aproximación de Klee al cubismo se evidencia en el abandono de la perspectiva. Sin embargo, en el lugar de construir los cuerpos, crea arquitecturas oníricas a través de la unión de elementos más pequeños y dejando flotar las formas en un espacio indefinido. En su ensayo Wege des Naturstudiums Caminos de estudio de la naturaleza). Lo que le llevo a investigar la estructura interna de seres vivos e inanimados con el fin de incluir en sus obras formas dinámicas que evolucionaran como las de la naturaleza, como en Porcelana china (1923) y Flor y Fruta (1927).

Paul Klee Porcelana china, 1923 (Chinese Porcelain)
Acuarela, gouache y pluma sobre yeso, 28,6 × 36,8 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Arlequines y desnudos

En esta sección se evidencia este interés en dos líneas temáticas: el desnudo, que puede verse en Dos bañistas (1921), Bañista reclinado (1920) y Silenos con danzantes (1933), y el mundo circense como Arlequín sentado (1905), circo (1968-1969) o Arlequín con espejo (1923) obra que en el pasado perteneció a Heinz Berggruen y que actualmente forma parte de la colección permanente del Museo Thyssen.

Pablo Picasso. Silenos con danzantes, 1933 (Silenus in the Company of Dancers)
Gouache y tinta sobre papel, 34 x 45 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Klee también se inspiró en el circo y lo pintó en diversas ocasiones, aunque abordó el cuerpo de forma diferente a Picasso, concibiéndolo como una extensión de la arquitectura en la que se ubica. Esta idea se manifiesta en Arlequín en el puente (1920), donde tanto la estructura del puente como la figura comparten patrones geométricos y una paleta cromática que lo funde en un único conjunto.

Paul Klee. Arlequín en el puente, 1920 (Harlequin on the Bridge)
Dibujo transferido con aceite y acuarela sobre papel, 26,2 × 15 cm
Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie, Stiftung Preußischer Kulturbesitz, Berlín

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

PICASSO - KLEE  © Mariví Otero. MUSEO THYSSEN 2025

Fuente: Picasso y Klee en la colección Heinz Berggruen. Obras del Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie de Berlín. Museo Nacional Thyssen Bornemisza. Se puede visitar hasta el 1 de febrero 2026. Documentación y fotografía: Oficina de Prensa del Museo Thyssen-Bornemisza.

The Weight of Great Britain

 

Esculturas de Anthony Caro. Galería Álvaro Alcázar.

En la Galería Álvaro Alcázar visitamos la exposición "The Weight of Great Britain" reúne tres grandes artistas de la escultura británica contemporánea: Antony Caro (Surrey, 1924- Londres, 2013), Nigel Hall, (1943), David Nash (1945). Tres artistas con lenguajes distintos, pero unidos por una preocupación común.

la materia, el espacio y el equilibrio. -conceptos que han definido la identidad escultórica del Reino Unido en la segunda mitad del siglo XX.

NIGEL HALL. SOUTHERN SHADE IV. 2018. 
Ed. 3/3. Bronce negro. 70 x 64 x 11 cm.. GAA27-35

La muestra incluye alrededor de una docena de obras. que abarcan desde los años 80 hasta la actualidad. La mayoría son piezas de gran presencia física, en madera, bronce o acero corten que van del tamaño pequeño al monumental.

La escultura británica de la segunda mitad del siglo XX se caracteriza por su atención al material, al espacio y a la construcción formal. Más que representar, busca que la materia -acero, madera o bronce- exprese ideas a través de su estructura y su intersección con el entorno. Existe una tradición de claridad constructiva y equilibrio y control que a menudo se combina con una dimensión orgánica o sensorial.

DAVID NASH. Black Maple Column.
Ed. 1 / 6. 2019. Bronce y pátina negra. 88 x 31 x 32 cm. GAA17-82

La podemos visitar hasta el 10 de enero 2026. Documentación y fotografía: Prensa de la Galería

© Mariví Otero 2025

Manuel Otero Rodríguez