lunes, 10 de septiembre de 2012

La divina proporción de Carlos Evangelista

Una vez más Observando el Arte viaja virtualmente. A Panamá, a la galería de arte Arteconsult. Expone mi amigo y gran artista constructivo Carlos Evangelista, ¡años que nos conocemos, también a Toya, su mujer, a su hijo, un gran fotógrafo! ¡Ah! no quiero olvidarmede su galerista y  amigo Juan Kreisler.

Carlos Evangelista, como buen constructivista, trabaja grandes mosaicos y bellísimas esculturas.

Al entrar a la exposición, el espectador se encontrará con una muestra cuidadosamente montada, con dos ejes temáticos, en los que las ideas  que encierra cada uno quedan expresadas a partir de soportes distintos. De esta forma, en la pintura, las líneas rectas se interceptan en ángulos perpendiculares, dividiendo matemáticamente el plano y creando relaciones puras y armoniosas. En ellas se hace patente, casi de un  solo impacto, la influencia De Stijil en el que inscribe la obra de Piet Mondrian  e, incluso en ciertas creaciones de Carlos Evangelista, se observan trazas del suprematista ruso Kazimir Malévich, con todo su componente ideológico de la geometría.[…]
Para el espectador, “Derivaciones concretas” resultará en un descubrimiento: es una muestra de múltiples ecos que enlazan lo mítico, lo antiguo y lo moderno, que se conjugan en las obras de Carlos Evangelista.

© Mariví Otero 2012

Bibliografía: Michelle Montenegro, Plan Domingo. Mosaico. La divina proporción de Evagelista. Prensa com. Panamá, miércoles 18 de Julio de 2012. Galería Arteconsult. Panamá.

Edward Hopper 1882-1967


Es un pintor que siempre me emociona. Me acompaña  en esta visita una gran amiga, también a ella le gusta. Nos vamos al Museo Thyssen-Bornemisza. ¡Tan cerca de mi casa! A un paso del Prado, al que iré más tarde,

Entramos, me entregan un pendrive como prensa, mi amiga se siente emocionada y yo también. Hablamos bajito, las dos nos contamos que tenemos un gran libro del Maestro Hopper.
Después de ver esta esplendida exposición  que recomiendo, regreso a mi casa, busco desesperadamente mi libro que con  tanto cariño guardo de Edward Hopper. ¡Ah! lo encuentro, “Transformación de lo real” ¡Soy feliz!

Edward Hopper nació en Nyack y vivió durante toda su vida en Nueva York, aunque pasó veraneos largos junto al mar en su estudio de Cape Cod. Hijo de un matrimonio de clase media modesta, manifestó su vocación  por la pintura desde muy joven. Tras estudiar ilustración comercial durante un año, se matriculó en el curso de pintura de la New York School of Art, cuyo director era William Merritt Chase.
Para la mayoría de los europeos, Edward Hopper es un pintor que confirma la imagen que tiene de América. La exposiciones  mediante la que se dio a conocer a un numeroso público europeo, a finales  de los años setenta, muestran que la razón  de ello no ha de buscarse  en una determinada manera de pintar, representativa de una escuela específicamente americana. Esenciales son más bien los temas mismos de los cuadros y el hecho de que las –escenas-  representadas  en los cuadros de Hopper muestran una codificación  doble. La representación de un ambiente americano que aparece como característico  está sujeto, lo mismo que la exactitud realista de los detalles, a una ley de extrañamiento que, en la plasmación  de la vida  moderna, hace que se destaquen sobre todo sus grietas […]

Sin embargo, los rasgos realistas en los cuadros de Hopper están a veces tan acentuados que dan entrada a imágenes no claramente plasmadas o confieren a lo real un efecto fantástico. La visión pictórica de paisajes indica también  imágenes arquetípicas: La experiencia de la –frontera-, el encuentro del hombre y la naturaleza en el límite de la civilización, tratando desde el siglo XIX no sólo en textos de Nathaniel Hawthorne, Herman Melville y Edgar Allan Poe, sino también en cuadros de un Thomas Cole o de los paisajistas de la Escuela del Rio Hudson. Y así como mito del impulso sin barreras en el espacio natural se convierte e los textos de Poe y Melville en regidez y pérdida de la orientación, se transfigura también con frecuencia la representación de la naturaleza en los cuadros de Hopper. O está atravesada por los signos de la civilización –para ello figuran las vistas maníacamente repetidas de carreteras, pasos a nivel y faros-, los signos de la civilización se muestran perdidos y amenazados en una naturaleza intacta; esta es la impresión  que despiertan la mayoría de los cuadros de casas de Hopper […]

Hopper es un artista –figurativo- no realista. El tiene otra visión de la realidad, me parece tan fresco y nuevo para estar entre los Siglos XIX y XX.  Admiro a Edward Hopper, me gustan sus personajes  ¡están OUT!.

© Mariví Otero 2012

Bibliografía: Museo Thyssen, catálogo de mano exposición. Madrid 12.6- 16.9. 2012Rolf Günter Renner. Edward Hopper, 1882-1967 “Transformaciones de lo real” .1991 Beneditkt Taschen Verlag GmbH Hohenzollernring 53, D-50672 Köln.

Después del Museo Thyssen-Bornemisza, al Museo Nacional del Prado ¡que gustazo! ¿Alguien siente un poquito de "podía ser yo"?

El último Rafael, propone un recorrido por la actividad de Rafael Sanzio (Urbino. 1483-Roma, 1520) en sus últimos siete años de vida, y por la de sus principales discípulos: Gianfrancesco Penni (h. 1496-1528) y Giulio Romano, (h.1499-1546) entre 1520 y 1528. Durante el pontificado de León X (1513-21), Rafael desplegó  una actividad ingente como pintor de frescos, diseñador de cartones para tapices y también  como arquitecto y arqueólogo. La exposición, organizada en colaboración con el Museo del Louvre, se centra en su pintura de caballete: cuadros de altar, obras devocionales y retratos, e ilustra a través de 6 secciones su constante transformación estilística al contacto con Miguel Ángel, Sebastiano del Piombo, y el anciano Leonardo, así como el funcionamiento de su obrador, delimitando la responsabilidad del maestro y la de sus colaboradores. A fin de de satisfacer una enorme demanda, Rafael, al frente del mayor taller pictórico de la época, enfatizó la importancia de la invención sobre la ejecución y transformó para siempre la forma de pensar y practicar la pintura.


La exposición la componen: Cuadros de altar, Vírgenes y Sagradas familias grandes, Vírgenes y Sagradas familias pequeñas, Giulio Romano, Retratos, y Transfiguración (Sala 49)

Es una exposición para disfrutar y olvidarse de los tópicos. ¡Que poco Rafael hay! El montaje deja entre luces al gran Maestro Rafael.

© Mariví Otero 2012

Biografía: Catálogo de mano guía, Museo  Nacional del Prado, Madrid. 12 Junio al 16 Septiembre 2012.

Continuo en el Museo Nacional del Prado, ahora paso a ver la exposición: Murillo y Justino de Neve, el arte de la amistad.


Sigo muy relajada con esta, también esplendida, exposición. Hace tiempo que no veía una exposición tan singular de la obra de Bartolomé Esteban Murillo (1617-1682) realizada en las dos últimas décadas de su vida. A través de diecisiete  obras, entre las que incluyen retratos, pintura religiosa, de gran formato, alegorías, obras devocionales y la única miniatura conocida de mano del artista, han pretendido arrojar luz sobre la fértil relación y amistad y mecenazgo establecida entre Murillo y don Justino de Neve (1625-1685), culto y dinámico canónigo de la Catedral de Sevilla, además de apasionado coleccionista.
Todas las obras que están aquí reunidas fueron concebidas en y para Sevilla. Sin embargo debido  a la depresión del patrimonio de la ciudad durante los siglos  XVIII  y XIX, tan solo una se conserva en su emplazamiento original. En su momento, estas pinturas formaron parte de la colección privada de Neve, decoraron la Iglesia de Santa María la Blanca y la Catedral o fueron destinadas al Hospital  de los Venerables Sacerdotes (que no quiere decir, que sea esta venerable amiga vuestra, a la que a veces cito). Estos encargos, varios de los cuales fueron parte de alguna de las empresas artísticas más importantes de la época, constituyen  también  las cinco secciones en las que se divide esta exposición que pretende  recuperar uno de los episodios más importantes de la pintura barroca de la ciudad. Aprovechando esta ocasión  única, se han restaurado cinco obras especialmente para esta exposición.


No dejéis de ver estas dos exposiciones. Merece la pena. Son exquisitas, con montajes tan extraordinarios  como solo el Prado  sabe hacerlo con los artistas antiguos. Del  26 de Junio al 30 de Septiembre 2012.
 
© Mariví Otero 2012

Bibliografía: Catálogo de mano. Museo Nacional del Prado. “Murillo $ Justino de Neve. 26 de Junio al 30 de Septiembre de 2012. Madrid. España.