jueves, 15 de diciembre de 2011

El Hermitage en el Prado


Son las doce de la mañana, acabo de llegar al Museo de Prado, siempre que accedo al Prado recuerdo cuando estudiaba y nos traían  a visitar algún artista o cuadro especial, tengo fotos de mi juventud con mis compañeros en la estatua de Velázquez, de Goya, o de Murillo, cualquier día os pongo una, ¡claro! son en blanco y negro, soy una venerable.
Después de estos recuerdos,  entro a ver esta gran exposición  El Hermitage en el Prado. Todo fluye tranquilo dentro del espacio expositivo, se nota que los visitantes son o somos muy civilizados y  nos vamos cediendo  la contemplación de las obras en un orden exquisito.

La celebración del Año Dual España-Rusia 2.011, trae al Museo del Prado una colección  de más de 170 obras de la gran colección  enciclopédica  del Hermitage, el mayor  tesoro artístico de Rusia: desde valiosas piezas de arqueología como el oro de Siberia, hasta artes decorativas de Europa, como las joyas de la casa Fabergé. Dentro de este programa se celebró en el museo ruso la muestra El Prado en el Hermitage, que incluyó 66 obras maestras de las escuelas española, italiana, y flamenca, de la pinacoteca madrileña de 1450 a 1820. Esta fue la primera vez en la historia que el Prado prestaba un grupo de obras  tan significativas para una exposición fuera de España. Su objetivo era mostrar al público ruso obras de una gran calidad estética y representatividad e importancia histórica, que coinciden con los hitos de la pintura europea.
La historia de la creación del departamento de arte de Europa Occidental en el Museo del Hermitage repite en muchos aspectos  la de San Petersburgo-Leningrado. Tal como la nueva capital rusa, fundada en el delta desértico y pantanoso  del rio  Neva, un cuarto de siglo más tarde pasmaba a los visitantes con su opulencia y lujo que en nada cedía al de las más grandes urbes del mundo, así la colección  de obras de arte de los países europeos, cuya constitución remonta al año 1764  -fecha que tradicionalmente marca  la fundación  del Hermitage- podía rivalizar, pasado también  no más de un cuarto de siglo, con las más célebres colecciones europeas.

Desde luego, piezas sueltas de las artes de Europa Occidental afluían a Rusia mucho antes, particularmente durante el reinado de Pedro El Grande, pero su reunión metódica y ordenada  no se inicia en la segunda mitad del siglo VXIII. Las primeras adquisiciones de Catalina II estaban destinadas a embellecer las salas del nuevo y enorme Palacio de Invierno. Pero en breve la colección palaciega se convirtió –habida cuenta de su importancia- en verdadero museo adjunto al palacio, el futuro Hermitage […]

Uno de los aspectos  que hacen del Hermitage un museo único es su colección de piezas antiguas de oro obtenidas en excavaciones arqueológicas a partir del siglo XVIII, y expuestas en esta exposición en un ámbito  especial. El conjunto está formado por las armas y adornos de oro de los nómadas escitas de Eurasia (s. V a. C. al s. III a. C), de la colección  Siberiana de Pedro I y por joyas escitas realizadas por orfebres griegos que fueron halladas en cámaras funerarias de la costa del mar Negro.

La exposición muestra además  una importante selección de pinturas, dibujos y esculturas de los siglos XVI al XX que ilustran la riqueza, el origen, y la evolución de la colección del Hermitage. Este Museo cuenta con el mejor conjunto de pintura holandesa y flamenca del siglo XVII (Tiziano, Rembrandt, Hals, y Rubens, todos representados en esta muestra) fuera de los Países Bajos, creada gracias a la pasión de Pedro el Grande por el arte de los holandeses. Sus sucesores, especialmente Catalina la Grande y Alejandro I, además de realizar encargos concretos a artistas, como Chardin y Thorvaldsen, compraron importantes colecciones de arte como la del comerciante berlinés Gotzkowski o la de Josefina Bonaparte [...]

San Sebastián. Tiziano. C. 1575

En un ámbito en la sala C del Prado, se puede disfrutar la colección  de arte del siglo XIX y de las vanguardias europeas que ingresó en la colección del Hermitage ya en el siglo XX. Tras la Revolución  de 1917, cuando se nacionalizaron las grandes colecciones de arte  imperiales y privadas de Rusia, el Hermitage, como museo estatal, seleccionó cuidadosamente obras de artistas como Friedrich, Ingres, y Rodin. La carencia  de obras impresionistas de Monet o Renoir y de las vanguardias europeas –Picasso, Matisse o Van Dongen- se subsanó en 1948, tras la disolución del Museo Estatal de Arte Occidental de Moscú, formado principalmente a partir de las colecciones de arte de dos moscovitas, Sergei Schukin e Iván Morózov. Desde entonces el Hermitage ha continuado adquiriendo obras de arte contemporáneo como el Cuadrado Negro de Malévich, que ingresó en la colección en 2002.

No he citado la colección  de nuestros artistas españoles, Velázquez,  El Greco, y Ribera, y otro no español; Caravaggio, todos esplendidos.

Pero he de confesar que el final de la exposición la cierra una belleza de obra: Cuadrado negro de Malévich, una obra… Diría que es pequeña pero que es exquisita; se come a un gran Kandinsky. ¡Así evoluciona nuestro mundo del arte! Me gustan las evoluciones.
Cuadrado Negro. Malévich. 1923-29

Composición VI. Kandinsky. 1913
No dejéis de ver esta muestra. También podéis hacer un viaje a Leningrado, yo tengo el catálogo, hace años lo conocí.
Museo del Prado del 8 de Noviembre de 2011 al 25 de Marzo de 2012.

Comisario: Mikhail Piotrovsky, director del Museo del Hermitage
    
© Mariví Otero 2011


Bibliografía: Manual de mano El Hermitage en el Prado. Museo del Prado.  Madrid, España. Biblioteca personal: Catálogo. VV.AA. El Ermitage. Editorial Artes Aurora, Leningrado 1984.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Ginés Parra: El espíritu de la materia. 1896-1960.




Mujer con frutas

Decía Parra: “No soy de los que desprecian la técnica académica.  Hay que pasar por ella y el que logre salir adelante, siempre llega a ser algo de verdad. Basta recordar el caso de un pintor tan personal como Pierre Matisse, fruto como otros muchos de L`Ecole de Beaux Arts de París”. Posiblemente recordó el empeño que pusieron sus maestros –Simón y Louis Roger- en que él fuera lo más Ginés Parra  posible, es decir que respetaron y animaron la autonomía  de su talento, la originalidad de su inspiración. Pues bien, él ha hecho honor a esa confianza, manteniéndose al servicio de su fe en una manera de pintar, en evolución constante. Vio de cerca el movimiento cubista y todos los “ismos”, del arte pictórico, musical y literario, sin embargo, no se sintió  necesitado de afiliarse a ninguna orientación determinada.

Bodegón

Lo primero que descubrimos en Parra es una original economía de medios. Requiere para expresarse esos suficientes elementos a través de los cuales el arte se comunica, sin demora, como por un cristal. Un paisaje enfrenta la realidad en la que se inspira de una manera exclusivamente pictórica. Su objetivo no es la naturaleza, le interesa algo más importante que la visión de ella: La obtención de una unidad en la que  dos o tres tonos principales por su combinación creen una realidad, concreta por su existencia, abstracta por su esencia. Grises y blancos dentro de los cuales vibra toda una gama diluida, incorporada en su multiplicidad al conjunto, poseen una gravedad, que sin embargo expende, con brillos cálidos, con luces frías, con variadas sensaciones. Se trata de materia transformada en movimiento. En cuanto al método  de Parra, en la pintura de todo artista auténtico, no es por cierto limitación, las telas se hallan unificadas por la personalidad que el pintor emana, no  por el uso y abuso de una técnica inviolable. Una mirada al conjunto de sus creaciones, nos lo presenta en todas las direcciones, atacando con seguridad varias especies de enigmas, y resolviéndolos a fuerza de reconocerlos, colores vivos –dulces o agrios, ásperos o suaves, fuertes o livianos- junto a blancos y negros generosos, se apoyan en formas sintéticas  y  equilibradas.

Casa y Árboles en el Río

No es fácil  relacionarlo con el resto de sus compatriotas incluidos en la Escuela de París. Se ha distinguido por un modo de hacer muy personal evitando seguir las corrientes de su época, creando una abundante obra animada por su voluntad. Se le ha calificado a menudo como  expresionista. Moreno Galván lo definía: “Es un creador de paisajes hondos, de línea vertebral, de sobria  raíz expresionista”,  pero contrariamente a Nolde o Max Pechstein, apenas da cabida al exotismo y se diferencia de Munch o de Kokoschka  porque  construye una realidad “desnaturalizada”. Su línea plástica  es una reacción  natural contra un arte anquilosado, contra un academicismo superado, pero no tiene contenido social. No obstante, aparecen  analogías  en la comparación en la que se ha intentado  establecer entre él y los representantes del Expresionismo germano-nórdico: necesidad de independencia, de libertad, de soledad, una marcada inclinación por el individualismo, un sentido innato por el arte; muchos de estos artistas alemanes eran autodidactas. Todos estos creadores con los que  de una manera lejana, se relaciona a Parra, mostraban un gran eclecticismo en la elección de sus temas, la intensidad de los colores. En cuanto  a  su similitud con Rouault, enfrentando la obra de ambos es como se ve la diferencia, en apariencia puede  que lo recuerde por algunos temas puntuales.
No me sorprende lo que escribe René Jean […] "Su línea, decidida, franca, conducida con firmeza, modela los volúmenes, sin que, pese su austeridad, se reduzca a un  accesorio ornamental ni,  por su importancia, sea protagonista o independiente  del paisaje, en el que al contario, está armónicamente integrada y supeditada al conjunto. A menudo, esta  línea parece próxima a la  concepción de  Ingres: es el caso de ciertos desnudos yacentes de sensual belleza o el Picnic, que subraya en esta época la preocupación del artista de Zurgena por las dulces armonías del modelo" […]
Anteriormente en los años veinte y treinta encontramos “Leda y el cisne” obra que fue tan admirada y reconocida en el Salón de los Independientes de París. Este cuadro fue comprado posteriormente por una galería de Boston. Hay otras obras que aparecen en la prensa francesa, difícilmente se pueden reproducir debido al mal estado del papel, pero sí estudiar. Como es sabido pocos eran  los cuadros que se reproducían en los dípticos u hojas de las exposiciones que se hacían en la época.

Veamos lo que apuntó F. Delanglade […] Por otro lado, el perfil español de la sierra se inscribe en sus obras con tanta firmeza como en el período cubista de Picasso, con la diferencia de que la materia habla  en Parra el lenguaje del grafismo con inflexiones de una mayor  humanidad […]. Es un buen análisis, realmente Picasso marcó  mucho a toda su generación, pero a la larga fueron muy independientes.

Bodegón

De las similitudes expuestas anteriormente, en esta exposición  hay: desnudos, paisajes con arquitecturas, paisajes, bodegones, figuras, y temas religiosos. Naturalmente tales análisis pueden resultar ásperos y parecen oponerse a la luminosidad e inmediatez de esta pintura, tiernamente ofrecida tanto  a la mente como a los sentidos, de modo que parece violada al hablar sobre ella  de manera tan compleja. Él  sintió la inquietud de su época y persiguió todo lo nuevo, como los artistas del Renacimiento, todo lo que es cerebración le interesó. Concebir, crear, resolver, prolongarse en la obra, todas las vías son buenas, lo esencial es descubrir, encontrar no importa qué.
Después de leer artículos de prensa  y entrevistas desde los años veinte hasta los años cincuenta, sorprende ver que en un determinado momento -Montparnasse- es Parra tiene una cautivadora originalidad y él también. Rescato un texto  que escribió para el periódico “Nueva Gaceta” Buenos Aires, 6 de Octubre de 1949, ilustrado con una pintura titulada “Figura” (óleo): “Una parte del público alimenta su espíritu con el vivo recuerdo del pasado; otra fija el horizonte, medita sobre la futura realización de un sueño ilusorio. Es artista el que en su obra consigue el acento  del eternal presente: es una inquebrantable piedra de las  que forman el mundo de la belleza. La vida en arte es dueña y señora cuya presencia clausura las dudas de una belleza eternal. Nunca decimos  vida por bello ni muerte por feo”. Este texto me lleva  a las teorías de Kandinsky: “Bello es lo que brota de la necesidad anímica interior. Bello es lo que es  interiormente bello”. Quizás Parra,  también pensaba, que bajo el concepto de belleza no comprendemos naturalmente  la moral externa o incluso interna admitida en general, sino todo aquello que refina y enriquece el alma, también de forma intangible. Por eso, en la pintura todo color  es bello, y que cada color provoca una vibración anímica y toda vibración enriquece el alma. Por eso también  todo lo que sea exteriormente -feo- puede ser interiormente bello, tanto en el arte como en la vida. Nada es –feo- en su resultado interior, es decir en su efecto sobre el alma de los demás [...]



Ginés Parra. C. 1917

Bibliografía: Otero Vila, Mariví. Parte  de la introducción a la exposición antológica. "Ginés Parra: El espíritu de la materia, 1896-1960". ISBN 84- 690-2322-5. Catálogo de 254 páginas.  A las personas interesadas en Ginés Parra,  o que estén realizando el catálogo razonado o tesis, la investigación que realicé, al día de hoy la considero completa. La publicación y exposición la organizó UNICAJA Fundación, en Almería y Málaga 2006-2007.

© Mariví Otero 2020

Alighiero Boetti. Estrategia de juego

Alighiero Frabrizio Boetti, conocido como Alighiero e Boetti, nace en Turin (Italia) el 16 de Diciembre de 1940, muere el 24 de Febrero de 1994 en Roma.

Vinculado en sus inicios al arte povera, movimiento del que se desmarcaría muy pronto, Boetti fue un artista prolífico e incansable que trató de alejarse de cualquier forma de ensimismamiento autoral,  explorando a lo largo de su carrera diferentes modos y grados de actividad  colaborativa. Su obra puede enmarcarse dentro  de otra relacional y en ella desempeñan un papel clave nociones como multiplicidad, dualidad o desdoblamiento (no en vano, a partir de 1972 decide firmar sus proyectos como Alighiero e Boetti) y se busca  un equilibrio entre lo intelectual y lo sensible, entre orden y desorden, entre individualidad y colectividad. Fundiendo rigor conceptual, vocación experimental y sentido lúdico, Boetti deja siempre que el azar y la casualidad  interfieran en su trabajo. Un trabajo con una fuerte carga poética e icónica en el que se recurre a gran variedad de técnicas y herramientas –desde el dibujo ola pintura al mail art o la producción de objetos artesanales- y donde se concibe al espectador como cómplice, como un compañero de juego.


En los últimos años se ha suscitado una creciente admiración por el trabajo artístico de Alighiero Boetti y, de modo simultáneo, la atención crítica sobre su obra se ha desplazado desde la esculturas  povera, que le habían valido un reconocimiento generalizado a finales de los años sesenta, hasta los bordados que se convirtieron en sello distintivo al final de su carrera. Los mapas del mundo, cuya producción inició poco después de su primera visita a Kabul, en 1971, han alcanzado, por encima de todo, una categoría icónica. Esa serie de suntuosos objetos, formada por más de un centenar y medio de obras creadas a lo largo de más de dos décadas, registra acontecimientos históricos entre países y pueblos  de todo el planeta y también  refleja disputas cartográficas  de carácter más filosófico.


Dado que en el diseño de la bandera de cada país se superpone a su territorio, la comparación entre mapas contribuye a poner de manifiesto importantes cambios en los regímenes políticos: compárense, por ejemplo,  los diferentes modos  de representar Afganistán en los mapas de 1971-1973 y las formas utilizadas en los bordados creados a principio de los ochenta,  tras la invasión soviética. Otras reveladoras influencias  se derivan de la elección de la proyección cartográfica (el sistema empleado para trasladar bidimensionalmente las relaciones entre los puntos de la superficie curva del planeta). Aunque los cartógrafos disponen hoy de varios  centenares de proyecciones, la de Mercator quizá  siga siendo la más. Boetti proporcionó unas instrucciones precisas a las bordadoras de sus mapas, y, sin embargo, al permitirles elegir los colores para representar los océanos, introdujo cierto grado de afortunada casualidad. Cuando desenvolvía en su estudio de Roma los paquetes que contenían los mapas, siempre se  extasiaba con las sorprendentes y al mismo tiempo maravillosas armonías, por ejemplo, un amarillo intenso, un plateado o un rosa brillante para esas zonas […]

Entre las obras se encuentran los trabajos con bolígrafo (los “lavori biro”), donde los gestos repetitivos con bolígrafo forman letra a letra nociones tan paradigmáticas  como I sei sensi  (Los seis sentidos) y Mettere al mondo il mondo (Traer al mundo el mundo). Al igual que buena parte de su producción, esas obras basadas en rudimentarios modelos pedagógicos de escritura fueron ejecutados por otros: en cada uno de esos sensuales dibujos dos personas (un hombre y una mujer, ambos desconocidos para el artista) asumieron la laboriosa tarea de definir la frase en negativo. (Aclaro: Las indicaciones y las gestiones para la ejecución de cada una de esas piezas se llevaron a cabo por medio de un agente, un intermediario, como todo lo encargado por Boetti a artesanos afganos).


En la muestra, que reúne más de un centenar de piezas de distintos momentos de su trayectoria artística ¡muy conceptual!
La he visto en tres ocasiones en visitas guiadas y como voluntaria con un grupo de niños de 9 años, de la Real Asociación Amigos del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Es un placer ver  el resultado del taller que, después, realizaron los niños, como interpretaron a Alighiero Boetti. ¡Como jugaron con las letras, un trabajo mágico!, felicitaciones, Cristina, uno de los talleres más creativos de todos estos años.

Espléndida exposición, una vez más felicito al director del Reina,  Manuel Borja-Villel.

© Mariví Otero 2011

Comisariado: Lynne Cooke, Mark Godfrey y Christian Rattemeyer.
Organización: Museo Reina Sofía de Madrid, Tate Modern de Londres y Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York.
Bibliografía: Alighiero Boetti.Triptico de mano. Museo Reina Sofía. Madrid.

Poética de la Melancolía. Todos los colores del Negro

Estoy repasando un libro, que está en mi biblioteca hace tiempo, de Michel Pastoureau, él es historiador francés, especializado en historia medieval, y conocido por sus estudios del color y múltiples publicaciones. Este ¡mi libro! es Historia  de un Color, Negro.

Elijo el capitulo que me crea curiosidad. Como bien dice Pastoureau “La curiosidad renovada por las colonias y los africanos es limitada, y no basta para devolver al color negro el prestigio que había perdido unas cuantas generaciones atrás. Para ello tendrá que esperar todavía unos años, hasta que la ola romántica empiece a arrastrar a la Europa artística y literaria hasta sus oscuras  quimeras y devuelva poco a poco  al negro el lugar que le había correspondido anteriormente: el primero. Semejante cambio no se produce de un día para otro, sino en varias etapas.
La primera generación romántica no se siente tan atraída por la noche y lo macabro como  por la naturaleza y el sueño. Asimismo, en materia  de colores las preferencias van del verde al azul para luego quedarse solo con el negro. En la segunda mitad del siglo XVIII, por primera en Occidente, la idea de la naturaleza no se asociará ya por sistema con los cuatro elementos (aire, agua, tierra y fuego), como se había hecho casi siempre desde Aristóteles, sino con la vegetación. A partir de entonces, la naturaleza estará constituida por prados y bosques, árboles y foresta, hojas y ramas. Se convierte en un lugar de descanso y meditación e incluso adquiere un valor metafísico: en el campo el creador parece más presente que en la ciudad, y se manifiesta de otras formas,  más directas y apacibles. Si bien estas ideas no son realmente nuevas, entre 1760 y 1790 adquieren tal importancia que contribuyen a cambiar las sensibilidades. En particular, en cuestión de colores: el verde, hasta la fecha no muy apreciado e incluso denostado por los poetas, se convierte en el color  favorito de los amantes de la naturaleza, de los “paseantes solitarios”…

Sin embargo, otro color acechaba en la sombra  esperando su hora. A principios del siglo XIX casi se ha puesto fin a la moda del verde y azul románticos, y el negro empieza a invadirlo todo…
Esta aquí, un resumen de este capítulo, de la mano de este historiador francés, Michel Pastoureau. Un gran libro de arte, que os recomiendo.



 © Mariví Otero 2011

Bibliografía: Michel Pastoureau. Noir: Histoire d`une coleur. Éditions du Seuil, 2008. En español, Negro: Historia de un color. 451 Editores, 2009 Madrid, España.


martes, 25 de octubre de 2011

LOUISE BOURGEOIS Y ANTONI TÁPIES

Galería Soledad Lorenzo; es la segunda exposición de esta temporada. ¡Dos grandes artistas! entre  los siglos XX y XXI: Louise Borurgeois y Antoni Tàpies.


Louise Bourgeois y Antoni Tàpies, a modo de diálogo, muestran una selección de sus obras más recientes en la galería Soledad Lorenzo. Bajo el título  “Rencontré” la exposición propone un encuentro entre dos de los artistas más reconocidos a nivel internacional. No es la primera exposición conjunta; en este mismo año, la galería Lelong, París, realizo otra.

Louise Bourgeois (París, Francia, 25 de Diciembre de 1911-Nueva York, Estados Unidos 31 de mayo de 2010) fue una reconocida escultora y artista francesa naturalizada estadounidense en 1955. Su mundo es territorio físico y corporal. Un territorio que ha podido darse a conocer gracias a su larga trayectoria y su extensa obra.

En 1937 conoce a Robert Goldwater, historiador de arte estadounidense, que se casará con ella y con quien se trasladará a Nueva York al año siguiente. Allí prosiguió el camino que había iniciado en París y llevó a cabo sus primeras exposiciones impregnando sus obras, en especial esculturas, de esa vena psíquica, procedente de sus traumas personales. Los padres de Louise Josphine Bourgeois eran restauradores de tapices, lo que, según ella, no fue determinante en su carrera artística. Sin embargo, desde los diez años empezó a ayudar  a sus pares con los dibujos de los tapices  y a complementarlos. Tras obtener el bachillerato en 1932, estudió matemáticas  superiores en la Sorbona, y geometría, esperando encontrar así un orden y una lógica en su vida. Desde niña, era turbulenta y se dio cuenta de que su niñera era amante de su padre.
“Una artista  es capaz de mostrar cosas que a otras personas  les aterraría expresar” Louise Bourgeois.

Entre las obras de Louise Bourgeois que figuran en la exposición  “Rencontre” figuran: Una celda de acero con una cabeza negra en su interior: Cell XVI (Portrait)  2000; dos vitrinas, Hand, 2001 que presenta una mano de tela roja y Oedipus, 2003, ésta contiene una serie de pequeñas figuras rosas también de tela; The fragile, 2007. Asimismo una serie  de 36 dibujos en pequeño formato sobre tela presentan estudios de su reconocible iconografía sobre la araña y la figura materna, como símbolo de protección e inteligencia (bellísimos…)  Y por último una escultura compuesta por acero, telas, vestidos, neumáticos y esculturas de trapo con forma humana, Untitled, 1996.




También la obra de Antoni Tàpies (Barcelona, 1923) presenta un  importante componente físico y corporal, pero en su caso dirige la reflexión en otro sentido. Su búsqueda se centra en la exploración del espacio y su relación  con la materia (ya sabéis la materia es mi debilidad y Tàpies lo es).  El existencialismo se plasma en su pintura a través de simbología recurrente con referencias a temas capitales en su obra como la vida y muerte, el amor y el dolor.


“Pienso que una obra de arte debería dejar perplejo al espectador, hacerle meditar  sobre el sentido de la vida” Antoni Tàpies.


Todo ello compone una iconografía propia que se plasma en sus iconos como cruces y asteriscos entre otros símbolos. Tàpies continua la tradición pictórica expandiendo el terreno de la pintura al incluir en su obra materiales, objetos y texturas, tal como se comprueba en sus  pinturas matéricas como: Armari amb collage, 2010 y Samarreta i mitjó,  2007. En su pintura de mayor formato Esfinx , 1989, está presente el carácter propio de su obra en la que recrea a través de la materia muros o paredes, a los que añade distintos elementos. De la documentación que tengo sobre Tàpies, escojo el catálogo  de una gran exposición antológica en el MEAC Madrid Mayo-Julio 1980. Texto de: José Mª Valverde. Retomo un texto de Antoni Tàpies, de juventud, con el que se abre el catálogo:

¿Cómo hacer para mirar limpiamente, sin querer encontrar en las cosas lo que nos han dicho que debe haber, sino simplemente lo que hay?

Cuando miráis, no debéis pensar nunca lo que la pintura –o cualquier otra cosa de este mundo- “ha de ser”, o lo que muchos quieren que se limite a ser. La pintura puede serlo todo. Puede ser una claridad solar en medio de un soplo de viento. Puede ser una nube de tormenta. Puede ser la huella del pie de un hombre en el camino de la vida, o un pie que ha golpeado el suelo -¿por qué no?- para decir “¡basta!”. Puede ser un aire dulce de alborada, llena de esperanzas, o un aliento agrio que despide una cárcel. Puede ser las manchas de sangre de una herida, o el canto en pleno cielo azul, o amarillo, de todo pueblo. Puede ser lo que somos, el hoy, el ahora y el siempre.
Antoni Tàpies: En el seminario juvenil Cavall Fort, nº 82, 1967 (Traducción del catalán)

Esta exposición, creo que a toda mi generación nos enseñó lo VELAZQUEÑO  de Tàpies.


Vuelvo a “Rencuentro”, Ambos artistas mantuvieron una relación personal aunque sus lugares  de residencia les separasen. Estados Unidos y Francia han sido respectivamente sus lugares de residencia durante la mayor parte de sus trayectorias, como demuestra el hecho de que la primera exposición que se hizo en España de Louise Bourgeois fuera en la fundación Tàpies en 1991.

Con motivo de la celebración de su 25 Aniversario, durante la temporada 2011-2012, la galería Soledad Lorenzo programa una serie de exposiciones que conmemoran estos 25 años en el mundo del arte desde su inauguración  el 6 de noviembre de 1986.

Espléndidos artistas e impecable exposición.

© Mariví Otero 2011


Bibliografía: Nota de prensa Galería Soledad Lorenzo. Madrid. Enciclopedia Wikipedia 
Biblioteca personal. Fotos M. Otero

EUGÈNE DELACROIX (1798-1863) materia, luz, y color

Esta  gran retrospectiva dedicada al pintor francés Eugène Delacroix(1798-1863), propone una visión completa de la obra de este artista y de su evolución pictórica, recorriendo las diferentes etapas de su producción, desde las primeras obras, que buscan la inspiración en el museo, hasta la etapa de madurez, en la que el artista repite los temas que trabajó anteriormente, con otra perspectiva, poniendo especial énfasis en sus obras de historia, así como en la de inspiración oriental.


Reúne más de 130 obras que enseñan las múltiples facetas del genio. CaixaForum Madrid acoge algunos de sus óleos más conocidos como Grecia expirando sobre las ruinas de Missolonghi, uno de los bocetos de La muerte de Sardanápolo o Mujeres de Argel en sus habitaciones, excepcionalmente prestada para esta exposición. La incidencia que tuvo Delacroix en el gran maestro español del siglo XX: Pablo Picasso, quien le honró con una serie inspirada en las Mujeres de Argel en sus habitaciones. Y la influencia que tuvo  la figura de Goya, en la obra de E. Delacroix.


Además de las obras procedentes del Museo del Louvre, la exposición cuenta con numerosos préstamos de instituciones  de todo el mundo: Galería de los Uffizi (Florencia), The National Gallery (Londres), The Metropolitan Museum of Art (Nueva York), Musée d’Orsay (París), The Institute of Chicago, The British Museum (Londres) o el Musée des Beaux-Arts (Burdeos), así como de colecciones privadas.

Dentro de la exposición, tuve una guía fantástica que es la amplísima nota de prensa que me envió Juan Antonio García Fermosel, Área de Comunicación, Obra Social/ Fundación “la Caixa”, es un equipo estupendo ¡gracias!
Placer visual y seriedad intelectual han guiado la selección de las obras expuestas, que pretenden dar a conocer una nueva interpretación  del “romanticismo” de este pintor. Después de la nueva edición del Diario de Delacroix en 2009, esta retrospectiva propone una nueva visión de la producción del artista, basada en los últimos descubrimientos y publicaciones científicas.

Junto a los óleos de gran formato, se muestran  bocetos, dibujos, acuarelas, y grabados.

En series y variaciones,  hay escrita en la pared una frase que le dice Delacroix a Baudelaire.
“Me tratas como se trata a los grandes muertos”.




Cuidada y espléndida exposición. Comisariada por el conservador jefe del Departamento de Pintura del Museo del Louvre, Sébastien Allard, se podrá ver en CaixaForum Madrid. Del 19 de Octubre de 2011 al 15 de Enero de 2012.

© Mariví Otero 2011

Bibliografía: Nota de prensa, Área de Comunicación, Obra Social/ Fundación “la Caixa” Madrid.

lunes, 3 de octubre de 2011

Un mundo feliz o tal vez no

Este es el título de la exposición que esta mañana he ido a ver a la Galería Esquina Arte Contemporáneo, de mi barrio de las Letras.

Bien, empezaré por deciros que se trata como siempre de una estupenda exposición del artista Pedro Castrortega.

Hago un recorrido por la exposición acompañada por mi amigo Adrian Piera Sol, propietario de esta galería.

La exposición se abre con una escultura de pared, donde este mágico artista nos introduce en su mundo feliz, completa la exposición una colección de obras sobre papel con técnicas que él utiliza con gran habilidad, grafito, acrílico y pastel.

Castrortega con Seducción y Querido Tiempo

Miguel Cereceda, escribe un texto que analiza de forma muy completa la obra de Pedro, os transcribo parte de este texto que define muy bien esta exposición “…La identidad es, en principio, la propia identidad ¿quién soy yo?, pero es en segundo lugar la identidad común ¿Quiénes somos nosotros? Y es, en tercer lugar, el problema de la identidad de la propia obra ¿qué es el arte, qué es un artista? Con estos elementos Castrortega  ha trazado lo que podríamos denominar una obra filosófica: Una obra que trata de elaborar pictóricamente muchos interrogantes.

Danza Copular

 En esta exposición, titulada Un mundo feliz o tal vez no, el artista se ocupa del problema de nuestra inserción en la comunidad. Después de haber explorado reiteradamente el sentido de la propia identidad y el sentido de la propia obra, pasa ahora a ocuparse del problema de ser juntos. Del hecho de que, en realidad, nuestra propia identidad depende de nuestra comunidad. Así, de la convicción de que no estamos solos se pasa a la certeza del reconocimiento en el otro. De hecho, toda la serie de los grandes dibujos de esta exposición se puede casi leer como una historia…”.


Querido tiempo, dibujo que me lleva a recuerdos de mi infancia junto a mi padre  cuando me llevaba a cazar al monte, ¡mis ancestros, mi memoria! . Gracias Castrortega por tan bella exposición.

Sin Título

Espero que no dejéis de ir a verla. Galería Esquina Arte Contemporáneo.

© Mariví Otero 2011

Bibliografía: Cereceda, Miguel. Danza copular. Dossier del artista. Pedro Castrortega Madrid.
    



Barrio de Las Letras. El pasado fin de semana 29 y 30 de Septiembre mi barrio fue una preciosa fiesta.

La Asociación de Comerciantes Barrio De Las Letras, Nuevo Estilo, y Decor Acción, convirtieron el barrio en montajes especiales en más de 50 comercios, cafés, hoteles y galerías de arte. Un mercadillo de Antigüedades en las calles Cervantes y Quevedo donde 45 anticuarios de Madrid expusieron y vendieron piezas seleccionas para el evento, ¡de todas las épocas!

Estaba Mi amiga Toñi con su cuarta generación de anticuarias que son sus hijas “Rolle Sánchez” de la calle del Prado.




También la restauradora, ¡gran restauradora!, Mª Gracia del Peral, tiene su tienda, Barbarenia  http://barbarenia.blogspot.com/.

Os pongo un reportaje seleccionado, ¡hay nuevas tiendas en el barrio!
Y un poco de historia siempre viene bien, a la hora de tomarse una copa o comprarse un trapito, zapatos o una antigüedad.

Un poco de historia, adentrarse en el Barrio de las letras es sumergirse en la historia viva del Siglo de Oro Español. El trazado del Barrio nos sugiere a cada paso los versos y las prosas de Calderón, de Lope de Vega, de Quevedo, de tantos hombres y mujeres que con la palabra vivida y escrita hicieron grande y eterno este trazado histórico. El Barrio de las letras alberga algunas de las más importantes instituciones de la ciudad, como son la Real Academia de la Historia, el Ateneo de Madrid, el Teatro Español, la Casa Museo Lope de Vega, el Convento de las Trinitarias, lugar donde está enterrado nuestro universal Cervantes… Y así se pueden descubrir muchos otros espacios, a través de las decenas de placas conmemorativas que señalan edificios importantes, vecinos de un pasado ilustre o hechos relevantes, no quiero olvidar El Palacio de Saldaña (1576), construcción del siglo XVI, sufrió una reforma poco después de 1730 por Pedro de Ribera, autor del puente de Toledo, de la ermita de la Virgen del Puerto y del Cuartel de Conde Duque.
El político y banquero Francisco de Goyeneche encargó a este prestigioso arquitecto madrileño la transformación del Palacio y entre los cambios proyectados por Ribera destaca la Puerta principal, en la calle del Príncipe, la otra entrada está en la calle Huertas.  En 1933 fue adquirido por la Cámara Oficial de Comercio e Industria de Madrid, sede central de esta institución, hasta el pasado año.




Hasta el próximo evento.

© Mariví Otero 2011



El Pecado original



Mi visita a esta exposición en Freijo Fine Art, Galería de Arte y Proyectos, ha sido muy agradable. Después de algunos años me encuentro con la galerista,  Tony Durán, años que no nos veíamos, pero todo empezó ¡y decíamos ayer!, Manuel González Freijo director de la galería junto a su madre Angustias Freijo, creo que se ha reído un rato con nuestros comienzos en esta profesión, Tony, espero verte más a menudo.

Veo la exposición, El pecado original, para mi es una hermosa miscelánea con obras extraordinarias, pero os trascribo la nota de prensa que explica  muy bien el sentido de esta exposición, con la que inauguran  la nueva temporada.

“Es este paisaje bíblico el que nos ocupa, por tratarse de una iconografía representada en el arte occidental durante muchos siglos.



Fue el cuadro de Antonio López (Tomelloso, Ciudad Real, 1936) “El Manzano”, que forma parte de esta exposición, el que nos inspiró el recuerdo de la fruta prohibida. Este cuadro participó en su día en la exposición del MNCARS y hoy nos abre la puerta de este tema, donde obras como una “Eva” de Paloma Navares (Burgos, 1947) o una fotografía  de Ana Laura Alaez, evocan la mujer desnuda como objeto del deseo. (Dos grandes artistas) Apuntala esta idea un lienzo de Tamara de Lempicka(Varsovia 1898-1980 Cuernavaca, México) que nos ofrece a “Susana en el baño”, así como el cuadro de Fernández Balbuena Madrid 1891-México 1966), titulado “En la ribera” que fue ganador de la medalla del Salón de Otoño de 1925, en Madrid.

José Duarte (Córdoba, España 1935) en el año 1981 o Erich Heckel (Alemania 1883-1970) 1937, también pintaron mujeres desnudas en parques y praderas… en paraísos.
Baltasar Lobo (Zamora 1910-París 1993) esculpe en mármol blanco un esplendido desnudo de mujer, y junto a él, una obra realizada por Marc Chagall (Rusia 1887- Francia 1985) en el año 50, titulada “Amantes bajo la luna”.


En un apartado más picante, reunimos dos obras de Antonio Saura, un demonio de Ismael González de la Serna (Guadix, Granada 1898-1968 París) y un grupo de collages eróticos y divertidos, del único artista joven de esta exposición, Jorge Rodríguez de Rivera.

Del fotógrafo colombiano Leo Matiz (Aracataca, Colombia 1917-1998) presentamos una obra realizada en México en 1946, que representa al muralista Siqueiros, semidesnudo, colgado de un árbol. Esta iconografía, el propio Siqueiros la plagió en algunas de sus pinturas, y fue objeto de una demanda que le asestó Matiz. La represalia del muralista fue incendiar el estudio del fotógrafo, que huyo de México para jamás volver”…

Pero se han olvidado de una obra bellísima “Lilith”, talla en madera policromada inspirada en los bestiarios medievales, Castilla siglo XVI. Os incluyo fotografías.



Buena colección, obras bien elegidas de grandes artistas. Id a verla, pasareis un buen rato y veréis otro Antonio López.

© Mariví Otero 2011

Aquarium Finesterrae A Coruña y Galerías. Agosto 2011.

Sumergirse en el Atlántico, mirar el océano como el capitán Nemo, enamorarse de la costa gallega.

El Aquarium Finesterrae, concebido como un centro de ciencia y tecnología marina y educación ambiental, dedica sus contenidos a mostrar la diversidad de la costa gallega, al conocimiento del mar y al estudio de su dinámica y aprovechamiento.

No dejéis de visitarlo. Sobre todo llevar a los niños; es un lugar bellísimo. La Torre de Hércules está en el mismo entorno, tan alta y majestuosa. Podéis visitarla, las vistas son inolvidables.

Este verano, después de tres que no visitaba A Coruña,  está ¡en su sitio!,  que mágica está, digo mágica y digo bien; “ella y ellas las preciosas galerías”, recuerdo un libro, O Libro Das Galerías Galegas, de Xosé de Castro Arines. Ediciones do Castro, 1975. Quiero recordar a este gran Crítico de Arte, gran amigo y gallego de Tuy, también a su esposa Mercedes.

“Escribe Castro Arines, en este espléndido libro, como siempre con gran encanto, gran conocedor de todo lo que escribió a lo largo de su vida, sobre todo temas de arquitectura, arte, etc:
[…] Son una delicia estas casas gallegas recubiertas de galerías acristaladas figuras admirables de soleación, criaturas térmicas de mayor rango arquitectónico, que ya solo por ello valdrían en su acierto. En la vieja arquitectura de fábrica, en la que la piedra arma la arquitectura de fábrica, en la que la piedra arma la cubertura de la casa, la galería no extingue la fortaleza de la piedra, ni se nos va de las manos su tremendo potencial de vida, ni siquiera se nos oculta a los ojos, sino que muda su condición y por alterar sus modos decorativos, pasa a señalar la porción más noble de la intimidad de la arquitectura. Y así es curioso que estas arquitecturas afianzadas de siglos por la piedra, se expliquen  de pronto por uno de los más frágiles materiales de la constructiva doméstica: un cuerpo nuevo, frágil como un temblor, pero inmenso de posibilidades expresivas de cara al tiempo.

Invención admirable la de estas galerías, la más esplendida forma de lenguaje doméstico imaginado en el país, que describe con signos cargados de incentivos la capacidad comunicativa de la arquitectura popular. ¿Y por qué no, si la arquitectura es potenciada en su capacidad de comunicación signaría en los órdenes e instrumentaciones que rigen el buen construir, por la estructura, por el muro, por la cubierta, por la galería, por la solana, por la chimenea, por el adorno? Pero no seré yo quien explique tan admirable invención como nacida de gentes que alcanzaron su saber de arquitectura instruidas en la ciencia que va de Vitruvio a Palladio, a Serlio, a Vignola a Alberti, puesto que de tal saber de arquitectura no entiende aquí mi curiosidad. La constructiva de la piedra es obra aquí de gentes que fueron conocidas de antiguo como maestros artífices  del saber de la cantería -“senex mirabilis magister” se llama en las crónicas compostelanas al viejo Bernardo, cantero en la obra de las Platerías- cuya ciencia nació del contacto cotidiano con la piedra, quemándose la vida en esta labor de romanos, todavía hoy aristocrática (y sigue siéndolo, difícil encontrar un cantero). Y con ellos los carpinteros de lo blanco, que estructuran el cuerpo de las galerías y de cuya inventiva se hará de nuevo recordación en estas notas por exigencia de la calidad de su obra y de la maestría con que ella se expuso de siempre. Canteros, carpinteros, alarifes, vidrieros, inventando a una este divertimento arquitectónico con el que la casa se adorna y con el cual la casa se adorna y con el cual se pone al exterior una de sus más señaladas proporciones de su ser entrañable.


La galería es solo criatura urbana. Cuando aparece en otros lugares –las casas marineras y campesinas, donde con tanto atractivo se ofrece- se debe a influencias de la casa urbana popular, pero por ello, cualquiera que sea su lugar, deja de ser abierta a las atenciones e inventivas de la vida “al exterior”. No alcanza para el cristal la intimidad de la celosía, del “musharabí” y, sin embargo, sí permanece en ella protegida de toda pesquisición pública la vida familiar. Y tiene, si se puede decir, como la fuente por ejemplo, un algo femenino…
Gracias José de Castro Arines, por los textos tan bellos que nos has dejado.

 © Mariví Otero 2011

Bibliografia: Despegable de mano “Museos científicos  Coruñeses” A Coruña.
De Castro Arines, Xosé. O Libro Das Galerías Galegas. Ediciones do Castro, texto bilingüe. A Coruña, 1975