jueves, 9 de mayo de 2024

“El pequeño museo más bello del mundo”

 

Fotografía del grupo de artistas y amigos asistente a la apertura del Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca. De izquierda a derecha y de abajo arriba: José María Yturralde, Jordi Teixidor, Salvador Victoria, Eusebio Sempere, Fernando Zóbel y Jaime Burguillos (primera fila); Gustavo Torner, Lucio Muñoz, Julio López Hernández, Carmen Laffón, Rinaldo Paluzzi, Amalia Avia, Juana Mordó y José Guerrero (segunda fila); José Abad, Nicolás Mateo Sahuquillo, Manolo Millares, Gerardo Rueda y Martín Chirino (tercera fila); una mujer sin identificar, Juan Manuel Ruiz de la Prada, una mujer sin identificar, Roxane W. Pollock (esposa de José Guerrero), Elvireta Escobio (esposa de Manolo Millares), Margarita Argenta (esposa de Martín Chirino), Alberto Portera y Manuel Rivera (última fila). 
Archivo Fernando Zóbel, Biblioteca y Centro de Apoyo a la Investigación, Fundación Juan March, Madrid. Foto: Fernando Nuño
 © Fernando Nuño

La Fundación Juan March celebra el centenario del nacimiento de Fernando Zóbel (Manila, 1924- Roma, 1984), con la exposición “El pequeño museo más bello del mundo”. Exposición sobre la creación del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, creado por Fernando Zóbel en 1966. Situado en las Casas Colgadas de Cuenca, fue el primer museo de arte contemporáneo de España, creado con total independencia al margen de la política cultural oficial del régimen franquista.  

Alfred H. Barr Jr., fundador y primer director del MoMA de Nueva York, lo describió al visitarlo en 1967 “el pequeño museo más bello del mundo”, cita que da nombre a esta exposición.

Fotografía publicada en el artículo «Museums: A New View on the Cliff», en
Time, vol. 88, n.º 5, julio de 1966.
Foto: Eric Schaal / Cortesía Eric Schaal Estate
© Eric Schaal/ Weidle Verlag

Caminamos por la muestra, entre obras de algunos de los principales exponentes de la Abstracción española entre los años 50 y 80 como Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Jorge Oteiza, Palazuelo, Antonio Saura, José Guerrero, Fernando Zóbel, Gustavo Torner, Eusebio Sempere, Salvador Victoria, Elena Asins, Eva Lootz, Soledad Sevilla o Moguel Ángel Campano. Todas las obras fueron coleccionadas por Fernando Zóbel.

Antonio Saura (1930-1998). Brigitte Bardot, 1959. Óleo sobre lienzo. 250 × 200 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
       © Succession Antonio Saura /www.antoniosaura.org/ VEGAP, Madrid, 2024
Foto: Santiago Torralba

Además de una amplia selección de pintura, escultura, dibujo, gráfica y libros de artistas de la colección de Fernando Zóbel, la exposición cuenta con material fotográfico y documental sobre la historia del Museo de Arte Abstracto Español.

Eduardo Chillida (1924-2002). Abesti gogorra IV [Canto rudo IV], 1959-1964 . Madera de chopo ensamblada. 98 × 135 × 119 cm.
Colección Fundación Juan March,  Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
     © Zabalaga Leku, VEGAP, Madrid, 2024
Foto: Santiago Torralba

Un museo de artistas

“El pequeño museo más bello del mundo” nos recuerda un momento complejo y fascinante de la historia cultural de nuestro país: La creación del Museo de Arte Abstracto Español en las Casas Colgadas del siglo XV en Cuenca.

La fe pionera de Fernando Zóbel en los artistas abstractos se materializó en un espacio insólito, que pronto tuvo un enorme eco nacional e internacional. El joven museo, nacido de la iniciativa personal de un artista, creó un espacio de libertad independiente del régimen político.

Fernando Zóbel (1924–1984). El río IV, 1976. Óleo sobre lienzo. 190 × 240 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
© Fernando Zóbel / Cortesía herederos del artista                
Foto: Santiago Torralba

El proyecto de Zóbel reafirmó a toda una generación de pintores y escultores, preparó a las siguientes y produjo todo un público nuevo. España no contaría con museos de arte contemporáneo hasta después de su transición democrática, más de veinte años después de aquella aventura única y original.

Antoni Tàpies (1923–2012). Marró i ocre [Marrón y ocre], 1959. Polvo de mármol y pigmentos aglutinados con pva sobre lienzo. 170 x 195 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
© Comissió Tàpies, VEGAP, Madrid, 2024
Foto: Santiago Torralba 

Durante las décadas de los años 50 y 60, Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Manolo Millares o Antonio Tàpies cosechan elogios en las Bienales de Sao Paulo (1957) o Venecia (1958). Esos éxitos y los esfuerzos de la diplomacia cultural del régimen culminaron en exposiciones sobre arte español celebradas en Londres (en la Tate Gallery) y en Nueva York (en el MoMA y el Guggenheim Museum).

Eusebio Sempere (1923-1985). Latido, 1966 . Varillas de hierro soldadas y pintadas. 148 × 149 × 3 cm.
Colección Fundación Juan March,  Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
 © Eusebio Sempere, VEGAP, Madrid, 2024
Foto: Juan de Sande

Ante el aislamiento cultural de la España franquista y la ausencia de infraestructuras para el arte contemporáneo, Fernando Zóbel comenzó a coleccionar la obra de los artistas abstractos de su generación. Así, acabó creando “un museo de artistas en un país de artistas sin museos”, como señala Fontán del Junco en el catálogo que acompaña la muestra.

Fernando Zóbel en el estudio de Gustavo Torner en Cuenca, 1967   
Foto: Jaume Blassi
© Jaume Blassi

En una visita a Cuenca, ciudad natal del pintor Gustavo Torner, Zóbel conoció las Casas colgadas, vacías y aún sin destino claro. Logró que el Ayuntamiento de la ciudad se las cediera a cambio de un alquiler simbólico, para crear en ellas un museo con su colección.

Las Casas Colgadas, 1967.
Foto: Jaume Blassi
© Jaume Blassi

En 1966, el museo se inauguró con una museografía austera e innovadora. Algunos elementos arquitectónicos originales se conservaron, como todavía hoy se conservan: artesonados, las yeserías y las pinturas murales góticas, que cohabitan con la abstracción gestual y geométrica del siglo XX.

Mi primera visita al “El pequeño museo más bello del mundo”, fue en el año 1973, tengo ese primer catálogo publicado el 30 de junio de 1966, edición bilingüe.

En la introducción escribe Fernando Zóbel, como director: (…) Esta colección, aunque modesta en comparación a la de cualquier museo con historia, sobrepasa con mucho las posibilidades de exhibición en las Casas Colgadas de Cuenca. Por eso, desde el primer momento, hemos preferido enseñar pocas cosas y enseñarlas bien, rodeando a cada una de la iluminación adecuada y del espacio necesario para que pueda ser vista y disfrutada sin distracción. La fórmula del museo será, pues, la de rotación lenta de obra (…). Ya había comenzado mis años de formación y trabajo. Lo visite con frecuencia, tenía coche, con amigos que alquilaron casas en Cuenca, siempre había un lugar para visitarlo en fin de semana. Qué grandes recuerdos.

José Guerrero (1914-1991). Rojo sombrío, 1964. Óleo sobre lienzo, 126 × 114 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
   © José Guerrero, VEGAP, Madrid, 2024
Foto: Santiago Torralba

El Equipo curatorial de esta exposición está formado por los comisarios Manuel Fontán del Junco, director de Museos y Exposiciones de la Fundación, Celina Quintas, responsable del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca y la historiadora del arte norteamericana Anna Wieck.

En 1981, Fernando Zóbel -cuyo centenario de su nacimiento se celebra este año- donó el museo, su colección de arte, su biblioteca y sus archivos a la Fundación Juan March. Desde entonces la Fundación es la titular del Museo de Arte Abstracto Español, de su colección y de sus programas de actividades.


Entrada al Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, 1967
Foto: Jaume Blassi  
© Jaume Blassi

© Mariví Otero 2024

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: “El pequeño museo más bello del mundo”. Fundación Juan March. Del 26 de abril al 30 de junio 2024. Documentación y fotografías: Ana Ramírez García-Mina/ Comunicación y Experiencia/ Fundación Juan March.

FIDEL SCLAVO: OBRA RECIENTE

 

Fidel Sclavo, Sin título, técnica mixta sobre tela, 100 x 70 cm, 2020

De la Galería Jorge Mara / La Rucha. Buenos Aires (Argentina) recibo documentación de la exposición del artista: FIDEL SCLAVO: Obra reciente.

El recorrido lo hacemos a través del texto, de Matías Serra Bradford: "La forma -parece susurrar Fidel Sclavo- se aprende, alternada y sucesivamente. Es un pliego de condiciones. Es el cuento de la forma, ilustrado, pero libre de texto. Ofrece, entre otras cosas, un tema: el poder de la forma simple, su honestidad. Sclavo, por caso, recurre a un rectángulo para exponer un negro, para delatarlo, para delatarlo. O propone un negro a la vez escoltado y desafiado por blancos y grises. O bien debajo de uno de los cuadros de mayor superficie oscura. deja presentir algo no borrado sino cubierto, desaprobado por su autor a medias. La mano de un pintor se aprecia en la grata irregularidad de un color.

Fidel Sclavo, acrílico sobre tela, 150 x 102 cm, 2021

Circulos blancos, deliberada y delicadamente imperfectos sobre un amarillo que irrumpe (es su función en la paleta). Sclavo no desconoce que, bien llevado, el amarillo lo puede todo. Mientras tanto, el riesgo simula no serlo.

Fidel Sclavo, collage y tinta sobre papel, 46 x 65 cm, 2016

A nadie sorprenderá, entonces que Fidel Sclavo sea un dibujante tímido. Y los tímidos suelen ser formales; y los colores explotan su retraimiento. Estos cuadros tienen un claro sentido de la tenuidad, pero no son evanescentes. (lo tenue puede engañar-por lo escaso por lo sutil- así como lo profuso puede hacerlo por el motivo contario. Veremos -estas no son descripciones; son promesas- una carta de renglones bellamente dispares, dirigida a una Sarah que se puede supones es la pintora Sarah Grilo (gran artista, que conocí en los setenta en Madrid). Pero la carta de un tímido, lógicamente, no se firma. En otra pieza repite el nombre de Sarah en autógrafos propios, por así decirlo, es un degradé que viaja de lo casi invisible hasta un grafito prácticamente convencido. Otra declaración. Un breve mantra caligráfico. No muy lejos, una aproximación a lo rosáceo vuelve a procurar un cuadro que está y no está".

Fidel Sclavo, acrílico sobre tela, 100 x 100 cm, 2011

La muestra se inauguró el pasado 18 de abril y se puede visitar hasta el 31 de mayo 2024.

© Mariví Otero 2024

Manuel Otero Rodríguez

Las verbenas desiertas. Apariciones y desapariciones en el arte contemporáneo

 

Las Verbenas Desiertas_Clara Montoya_TU_2021

En el Centro Cultural Condeduque visitamos en la Sala de las Bóvedas la exposición colectiva, comisariada por Manuela Pedrón Nicolau y Jaime González Cela, "Las verbenas desiertas. Apariciones y desapariciones en el arte contemporáneo", que amplía la visión de lo fantasmagórico a través de sus piezas, que dan forma a diferentes presencias de nuestro entorno a través de sus piezas que dan forma a diferentes presencias de nuestro entorno a través de la luz, el sonido y la materia.

Los artistas: Ana Laura Aláez, Paco Chanivet, Pere Llobera, Carlos Monleón, Clara Montoya, Clara Moreno Cela, Elsa Paricio, Fernando Sánchez Castillo y los dibujos del arquitecto, ya desaparecido, Luis Moya.

Las Verbenas Desiertas_Ana Laura Alaez_Acaricia y golpea (una de nosotras)2023

Algunas de estas manifestaciones espectrales proceden de episodios olvidados de la historia reciente, otras son proyecciones de un futuro no cumplido. Hay duelos y tentativas de diálogo con los espíritus de las formas de vida no humanas. Llegan así los ecos de siglos atrás guardados en las piedras e incluso imágenes de otras dimensiones.

Al descender las escaleras de la Sala de Bóvedas comienza el recorrido de la exposición. Una muestra muy especial.

Las Verbenas Desiertas_Carlos Monleon_La inevitabilidad de la boca, 2019-2024 (1)

Se puede visitar hasta el 21 de julio de 2024.

Documentación y fotografías: Prensa Condeduque.

© Mariví Otero 2024

Manuel Otero Rodríguez