miércoles, 11 de marzo de 2020

JOAN JONAS. Moving Off the Land II


JOAN JONES (Nueva York, 1936) es una de las artistas más relevantes de su generación. Desde la década de 1960, ha destacado por los experimentos realizados en campos como la performance, el videoarte conceptual, que continúan siendo clave en el desarrollo de muchos géneros artísticos contemporáneos. En un momento en el que el arte comenzaba a traspasar los límites del espacio de la galería, Jonas creó un tipo que confluía con la danza, la música y el teatro. Pronto comenzó, además, a interesarse por la relación del ser humano con el medio ambiente, convirtiendo la defensa de los océanos en un tema recurrente en su producción.


El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary (TBA21) presenta Joan Jones. Moving Off the Land II, una exposición con la que la artista neoyorquina culmina tres años de investigación en acuarios de todo el mundo y en aguas de Jamaica por encargo de TBA21-Academy. La muestra, instalada por primera vez en Ocean Space de Venecia en marzo de 2019, aborda el papel que el océano ha desempeñado en las culturas a lo largo de la historia como referente totémico, espiritual y ecológico, e incorporara esculturas, dibujos, sonido y nuevas producciones de vídeo.


La proyección de imágenes subacuáticas se intercala en la performance con voz en off que recita extractos de Moby Dick, de Hermann Melville (1819-1891), de El alma de un pulpo, de la naturalista Sy Montgomeny (Fráncfort, 1958) y del ensayo Undersea (1937), de la bióloga marina Rachel Carson (1907-1964) invitando al espectador a realizar un viaje submarino, entre dibujos realizados en directo por Jones y elementos de atrezo que hacen surgir criaturas acuáticas.


En el montaje del Museum Thyssen-Bornemisza, estos videos se insertan las cinco nuevas versiones de la instalación My New Theater, creadas para el Ocean Space de Venecia, ubicado en la monumental iglesia de San Lorenzo, unas construcciones concebidas como dispositivos de visualización de imágenes en movimiento que Jonas realiza desde 1997, en distintas dimensiones y formas. Se exhiben dos pequeñas estructuras de madera con un monitor en el interior y tres grandes instalaciones accesibles con vídeos proyectados, cada una de ellas dedicada a un tema diferente, como las sirenas, los espejos, los pulpos, las ballenas o los pescadores jamaicanos. El material fílmico de las performances se intercala con imágenes nuevas, que incluyen filmaciones en acuarios y aguas de Jamaica, tomas de criaturas biofosforescentes grabadas por el biólogo marino y experto en arrecifes coralinos y fotosíntesis David Gruber y secuencias de palabra hablada y movimientos, registradas en el estudio de Joan Jonas de Nueva York. El resultado es un homenaje a los océanos y a sus criaturas, a la biodiversidad y a la ecología, a la vez que una llamada de atención sobre los efectos del cambio climático y la extinción de especies.


Se presenta, además, una selección de dibujos que la artista ha realizado en su estudio, basado en sus investigaciones en acuarios de todo el mundo. Procedente también de una de sus acciones artísticas, se muestran un gran dibujo original de una ballena realizado en mayo de 2019 en el Ocean Space de Venecia, un nuevo centro creado para promover la investigación y defensa de los océanos a través de las artes- Esta Ballena recibe a los visitantes en la entrada de la exposición, junto a una instalación sonora con sonidos emitidos por cachalotes, procedentes de grabaciones proporcionadas por David Gruber.

Se expone la escultura Aquarium, una caja de vidrio que representa un montañoso paisaje submarino y que, como un antiguo gabinete de curiosidades, que se presentaba tanto el estudio científico como al entretenimiento, presenta a los visitantes varias especies marinas. Esta fue realizada en Venecia por artesanos locales, a partir de un diseño de Jonas inspirado, a su vez, en una postal del siglo XIX.

En el perímetro de la instalación, espejos de cristal de Murano sirven a la artista para jugar con el reflejo de las piezas y crear una mayor profundidad especial. Elemento recurrente en la obra de Jones, que los ha utilizado en sus performances desde finales de la década de 1960, los espejos difuminan la distancia entre la obra y el espectador, cuestionando la propia visión de la realidad. En el mundo actual, en el que la creatividad del ser humano ha acelerado los efectos del cambio climático, estos reflejos sitúan a los visitantes como parte de un ecosistema, aludiendo a su codependencia de otras especies.

Con motivo de esta exposición, el pasado día 26, en el Auditorio del Museo del Prado, Joan Jones, realizó una performance que se presentó en una única ocasión.

© Mariví Otero 2020
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: JOAN JONAS: Moving off the Land II. Comisaria: Stefanie Hessler. Museo Nacional Thyssen-Bernamisza. Del 25 de febrero al 18 de mayo de 2020.Gabinete de Prensa del Museo: Documentación y fotografía.

jueves, 5 de marzo de 2020

REMBRANDT Y EL RETRATO EN ÁMSTERDAM, 1590-1670

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta esta gran exposición. La ciudad de Ámsterdam en el siglo XVII fue una metrópolis en crecimiento que experimentó un periodo de florecimiento sin precedentes. La muestra arranca con el comienzo de lo que se ha denominado el Siglo de Oro neerlandés, momento en el que se produce un desarrollo político y económico que convirtió a la ciudad en un centro de comercio internacional. Ámsterdam experimentó un gran crecimiento demográfico y una expansión urbana a gran escala donde miles de habitantes llegaban de otros países para asentarse como comerciantes.

La exposición nos permite admirar la faceta como retratista del pintor holandés más importante del siglo XVII. Contemplando el arte de Rembrandt (1606, Leiden - Ámsterdam, 1669) descubrimos que nadie ha tratado como él las emociones humanas de una manera tan directa y profunda. Junto a una veintena de sus pinturas, otras muchas de destacados artistas activos en Ámsterdam durante el mismo periodo dan idea de la gran diversificación que alcanzó este género.

El recorrido de la muestra sigue un orden cronológico a lo largo de varios capítulos.

Una nueva generación
Desde sus inicios en Ámsterdam a principio de la década de 1630, Rembrandt dio a sus modelos una libertad de movimiento poco usual. Como Frans Hals (1582/1583-1666) en Haarlem, Rembrandt abrió en Ámsterdam nuevos caminos, inmortalizando a sus clientes en poses dinámica que sugerían interacción con el espectador e incorporando al género del retrato aspectos que había desarrollado ya en sus escenas mitológicas, religiosas o de historia, como las cualidades narrativas, el uso del claroscuro o la representación de las emociones humanas.

Uno de los géneros más demandados por la sociedad civil holandesa fueron los retratos de grupo de los que a lo largo de la exposición encontramos varios ejemplos. De temática exclusivamente civil, el retrato de grupo tiene una tradición en Holanda que se remonta al siglo XVI. Representa el orgullo de una sociedad que concentra en sus instituciones civiles el emblema de su identidad.

Cada retratado pagaba individualmente al pintor por aparecer en el cuadro, de ahí que los personajes de los retratos corporativos en ocasiones aparezcan como entidades autónomas con poca interacción entre ellos. Artistas como Cornelis van der Voort (1576-1624), Werner van den Valckert (h.1580-1627/1644) seguidos de Nicolaes Eliasz. Pickenoy (1588-1650/ 1656) y Thomas Keyser (1596-1597/ 1667) fueron los primeros en beneficiarse de la creciente demanda de retratos que existió entre 1590 y 1630.

Primeros retratos de Rembrandt
Cuando Rembrandt fue invitado a la ciudad por el pintor y marchante Hendrick Uylenburgh cuyo estudio de pintura dirigió hasta 1636, el joven artista de Leiden se convirtió en un competidor de peso. Bien relacionado, Uylenburgh le introdujo en los círculos sociales de la ciudad, lo que sin duda le permitió entrar en contacto con nuevos contactos y mecenas. Su matrimonio con Saskia Uylenburgh, hermana del marchante, en 1634, supuso igualmente un importante ascenso en la escala social. En mayo de 1635 la pareja dejó el taller de Uylenburgh para ocupar una casa alquilada, donde el artista estableció su propio estudio. Rembrandt seguía experimentando y practicando con varios géneros y mostrando una gran diversidad de estilos. Fueron años de prosperidad económica que le permitieron comprar en 1639 una vivienda definitiva, actualmente sede del museo Rembrandthuis.


Rembrandt y sus competidoras
Al mismo tiempo, otros pintores llegaban a Ámsterdam con la ambición de beneficiarse de la insaciable demanda de retratos: Bartholomeus van der Helst desde Haarlem, Jacob Backer desde Frisia, Joachin von Sandrart y Jürgen Ovens desde Alemania. Incluso Frans Hals tenía clientes de Ámsterdam, aunque nunca se trasladó a vivir a la ciudad.


La exposición permite tener una visión global del conjunto de estos artistas que irrumpieron en las décadas sucesivas y reconocer sus contribuciones al género. Comparar sus obras con las del maestro nos ayuda a hacer justicia a su figura, entender las circunstancias de su declive económico, así como la influencia en el arte de su tiempo, la revalorización de su pintura en el siglo XIX y su posterior consideración como un genio intemporal.

De los muchos alumnos y colaboradores de Rembrandt, algunos llegaron a ser también retratistas de éxito, como Ferdinand Bol, Gerbrand van den Eeckhout y Govert Flinck, quien le sucedería en el estudio de Uylemburgh.


Cambios de estilo
Para apreciar el modo en que Rembrandt se mantiene alejado del nuevo estilo de sus contemporáneos, podemos detenernos frente al “Autorretrato con gorra y dos cadenas”, que forma parte de la colección del museo. El artista comenzó a pintar este cuadro aproximadamente el mismo año que finalizó “La ronda de noche”, obra cumbre de su producción artística y de la historia del arte universal. A grandes rasgos las pinturas de Rembrandt en esta época contrastan con las del resto de pintores, que tienen como característica común un mayor colorido y la pincelada más lisa. Rembrandt se aleja conscientemente de estos aspectos distanciándose así del estilo cortesano cada vez más demandado en la Europa occidental.

En 1642 fallece Saskia, dejando a Rembrandt solo a cargo de su hijo Tito, de apenas un año de edad. Fueron momentos difíciles para el pintor, su ritmo de trabajo se ralentiza y empieza a atravesar dificultades financieras. En 1647 ingresa al servicio de la casa Hendrickje Stoffels, que acabó convirtiéndose en su compañera y madre de su hija Cornelia, nacida en 1954.

Las dificultades financieras por las que Rembrandt atravesó en aquellos años le llevaron a la venta de su colección de pinturas a la venta de su colección de pinturas y objetos valiosos en subasta pública, tras declararse insolvente en 1656, tema aún en proceso de estudio por los especialistas. La familia se trasladó a vivir al distrito de Jordaan, un barrio de clase trabajadora y, junto a su hijo Tito y Hendrickje, creó una nueva empresa artística que le permitiría seguir trabajando de manera independiente.

Acaba la exposición con su trabajo como grabador, con una destacada selección de retratos privados y autorretratos.

La muestra ha sido comisariada por Norbert E. Middelkoop y cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el apoyo de JTI. Las obras proceden de museos y colecciones de todo el mundo, con préstamos destacados del Amsterdant Museum, el Rijksmuseum de Ámsterdam, el Metropolitan de Nueva York, la National Gallery de Washington y The National Gallery de Londres, buena parte de ellos nunca vistos en España y, en algún caso, que dejan su museo prácticamente por primera vez, como el retrato de un joven procedente del Nelson Atkins Museum de Kansas. Destaca también el conjunto de grabados procedentes de la Biblioteca Nacional de España.



© Mariví Otero 2020
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Rembrandt y el retrato en Ámsterdam, 1590-1670. Del 18 de febrero al 24 de mayo de 2020. Información e Imágenes, Departamento de Prensa del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.