El deber de cada cual tiene de hacer de su
propia vida una obra de arte.*
Manuel B. Cossío en el nogal del jardín de la Institución Libre de Enseñanza, hacia 1910. Fundación Francisco Giner de los Ríos,
Madrid.
La
exposición gira en torno al papel desempeñado por el pedagogo e historiador del
arte Manuel Bartolomé Cossío (1857-
1935) –uno de los más destacados
de la Europa de su tiempo- ocupa un significativo lugar en el proyecto
modernizador de la Institución Libre de
Enseñanza (ILE).
Fue
el principal y más cercano discípulo de Francisco Giner de los Ríos, cuya labor
al frente de la ILE continuó tras la muerte de éste en 1915. En 1916 puso en marcha la Fundación que lleva
el nombre del maestro, con el fin
de velar por el patrimonio material e intelectual de la ILE y darle
continuidad.
Cuando se cumplen cien
años de aquella iniciativa de Manuel B. Cossío. La Fundación
Francisco Giner de los Ríos y Acción Cultural Española (AC/E) han querido
organizar esta exposición a él dedicada para
dar a conocer su legado intelectual y rendirle homenaje. Con este motivo se han
logrado reunir un conjunto excepcional de documentos, fotografías, filmaciones
de época, cartas, trajes, libros, revistas, manuscritos y otros objetos, que se
exhiben en cada apartado de la exposición
junto a una selección de pinturas
y esculturas, procedentes de instituciones como el Museo del Prado, Museo
Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo Sorolla, Biblioteca Nacional de
España, el Museu Nacional d’Art de Catalunya, el Museo Nacional del
Romanticismo, la Residencia de Estudiantes, entre otras, con obras de, el
Greco, Aureliano de Beruete, Ramón Casas, Joaquín Sorolla, Ignacio de Zuloaga,
Federico García Lorca, Joaquín Torres García, Benjamín Palencia, Luis Buñuel o
Salvador Dalí, todos ellos relacionados de un modo u otro con la labor de la
Institución Libre de Enseñanza.

Joaquín Torres-García, Retrato de Josep Pijoan, hacia 1900. Óleo sobre lienzo, 50 x 43 cm. MNAC . Museu Nacional d´Art de
Catalunya, Barcelona.
Cossío:
El arte de saber ver.
La
escuela es toda espíritu. El espíritu sin libertad no florece.
Si
la escuela no se coloca en medio de la vida y abre sus ventanas de par en par a
la naturaleza, está muerta.
La trayectoria de Manuel
B. Cossío no puede desligarse de la Institución Libre de Enseñanza, el
marco de referencia desde el que hay que abordar su biografía y sus intereses
pedagógicos y artísticos. Allí puso en práctica su singular empeño de cultivar
la sensibilidad artística para despertar las diversas potencialidades de los
alumnos, amparado en la feliz expresión
del arte de saber ver, formulada por Cossío en un influyente
artículo en el Boletín de la Institución
Libre de Enseñanza en la temprana fecha de 1879. Una particular manera de enseñar que hundía
sus raíces en el racionalismo armónico del filósofo alemán Karl Christian
Friedrich Krause –cuyo tratado de estética fue anotado y traducido al
Castellano por Francisco Giner de los Ríos- , así como en la aportación de
algunas figuras del mundo anglosajón, como William Morris o John Ruskin, de quienes era deudora la manera
de Cossío de acercarse al medio artístico. […]

Ignacio Zuloaga, Paisaje claro de Toledo, 1932. Óleo sobre lienzo, 88 x 101 cm. Museo Ignacio Zuloaga, Castillo de Pedraza.
La
Institución Libre de Enseñanza y la Historia del Arte
De
la “casa de Riaño” vino a la Institución el amor al cultivo de la Historia del
Arte: tal vez la nota más característica de su programa escolar.
El
verdadero sujeto de la historia es el pueblo entero, cuyo trabajo de conjunto
produce la civilización.
La Institución Libre de
Enseñanza estuvo muy relacionada con el nacimiento de la Historia del Arte como
disciplina científica en España, proceso en el hay que subrayar la labor
desarrollada por Francisco Giner de los Ríos, por Aureliano de Beruete –en su
doble faceta de artista y de estudioso, autor de una destacada monografía sobre
Velázquez- y de forma significativa, por Juan Facundo Riaño, a quien debemos la
formación de los primeros catálogos monumentales.
El propio Manuel B. Cossío dejó testimonio de ello en más de una ocasión.
Por ejemplo, en su libro sobre el Greco, donde escribe: de la “casa Riaño” y mediante
aquella juventud que allí formárase, vino a la Institución el amor al cultivo
de la Historia del Arte; tal vez la nota más característica de su programa
escolar, y aun de su influjo educativo en la cultura patria. […]
Aureliano de Beruete y Moret, Puente de Alcántara, Toledo, 1906. Óleo sobre lienzo, 54 x 47 cm. Dedicado a Francisco Acebal.
Colección Gerstenmaier.
Cossío
y el Greco
La primera gran
monografía sobre el pintor de Toledo fue la publicada por Manuel B. Cossío en 1908.
Se trata de una obra fundamental, sin la cual no puede entenderse el largo
proceso a través del cual el Greco ha llegado a ser una figura imprescindible,
tanto en el arte europeo de su tiempo como en el canon de la pintura
occidental.
Frontispicio y portada del primer volumen de El Greco, de Manuel B. Cossío, Madrid, Victoriano Suárez, 1908. Residencia de
Estudiantes, Madrid.
En
este libro, Cossío ofrece un recorrido cronológico por los acontecimientos
más significativos de la vida del pintor, hace una propuesta de clasificación
de su obra atendiendo a sus diferentes estilos, emite un juicio crítico sobre
el valor de su trabajo como artista, recopila e interpreta todo lo publicado
hasta entonces, traza un primer esquema de la evolución estilística del pintor
y realiza el primer catálogo razonado de sus obras, que incluye casi
quinientas. Además, aporta datos nuevos procedentes de consultas de archivo
sobre un importante número de cuadros y conjuntos de obras del pintor, de lo
que es un buen ejemplo el óleo Orden de
la Camáldula, referenciado por primera vez en su monografía.
Gracias al significativo
trabajo realizado por Cossío, El Greco fue durante
décadas, y a través de sus numerosas reediciones, la principal obra de
referencia sobre el pintor de Toledo.
Doménico Theotocópulos, el Greco, La estigmatización de san Francisco, hacia 1580. Óleo sobre lienzo, 108 x 83 cm. Colección
Abelló.
El
Toledo de Cossío y la Institución Libre de Enseñanza
Toledo
es la ciudad que ofrece el conjunto más acabado y característico de todo lo que
han sido la tierra y la civilización genuinamente españolas. Por esto, el
viajero que disponga de un solo día en España, debe gastarlo sin vacilar en ver
Toledo.
Ver
Toledo, y en Toledo, al Greco.
Manuel
B. Cossío afirmó que fueron Juan Facundo
Riaño y José Fernández Jiménez, ambos amigos de Giner desde sus años
universitarios en Granada, quienes le enseñaron a ver Toledo, y en Toledo, al
Greco.
Al
mismo tiempo, Toledo y su paisaje estuvieron muy presentes en el quehacer
artístico de pintores como Carlos de Haes, Aureliano de Beruete, Joaquín
Sorolla, Cecilio Pizarro –nacido en Toledo o Ricardo Arredondo, afincado en la
ciudad. De hecho, Toledo es motivo frecuente en la pintura realizada entre los
dos siglos, cuando el redescubrimiento del Greco atrajo allí a los más
destacados artistas tanto españoles como extranjeros […]
Manuel B. Cossío (a la izquierda), durante la excursión en la que acompañó a Albert y Elsa Einstein a Toledo con José Ortega y
Gasset, los hermanos Kocherthaler (primos de Elsa) y sus mujeres, 6 de marzo de 1923. Fundación José Ortega y Gasset-Gregorio
Marañón, Madrid.
Cossío
y la tradición liberal
Un
fraternal amigo de Manuel B. Cossío, el político socialista Julián Besteiro
–alumno de la Institución Libre de Enseñanza- , estuvo estrechamente vinculado
a Toledo, de cuyo instituto de bachillerato fue catedrático, e incluso llego a
ser concejal de su ayuntamiento. Allí conoció también a Dolores Cebrian,
profesora de la Escuela Nacional de Maestras de Toledo, con quien contraería
matrimonio.
Desde otra perspectiva,
los componentes de la Orden de Toledo, que integró a algunos miembros de la
generación del 27 vinculadas a la Residencia de Estudiantes, recogieron esa
tradición intelectual y la hicieron suya, proyectándola en sus creaciones.
Joaquín Sorolla y Bastida, Toledo desde los cigarrales, 1912. Óleo sobre lienzo, 49,5 x 65 cm. Fundación Museo Sorolla, Madrid.
Cossío
y las Misiones Pedagógicas
Las
misiones añaden hoy algo nuevo, dirigido, como todo lo suyo, a educar la
inteligencia y el goce del pueblo: un Museo de pintura, que irá circulando de
pueblo en pueblo.
Para
Manuel B. Cossío, el proyecto pedagógico más querido de los impulsados por la
Segunda República fue el de las Misiones Pedagógicas, fundadas en 1931 y
dirigidas por el propio Cossío, con la ayuda de Luis Álvarez Santullano. Las
Misiones recorrieron los pueblos de España llevando a la población campesina los medios de cultura a los que no
tenían acceso (un Museo Ambulante de pintura con copias de los cuadros más
significativos de la escuela de pintura española –entre ellos obras del Greco,
Velázquez y Goya- proyecciones de cine, representaciones teatrales, bibliotecas
y música).
En las Misiones están representas
muchas de las claves que alentaron los diferentes proyectos en marcha animados
por el espíritu reformista e innovador de la Institución Libre de Enseñanza, entre cuyos objetivos
figuraba expresamente el fomento de la cultura en todas sus manifestaciones -incluido el conocimiento y deleite del arte-
con el fin de que España fuera un país de ciudadanos libres y responsables.
Sala del Museo del Pueblo en una de las localidades donde tuvieron lugar las Misiones Pedagógicas, en la que se ven las copias de
las obras La resurrección de Cristo, del Greco, El pelele, de Goya, y Las hilanderas, de Velázquez, hacia 1932. Residencia de
Estudiantes, Madrid.
*Todas las citas que se
reproducen al principio de cada apartado son de Manuel B. Cossío.
El
arte de saber ver ha sido comisariada por Salvador Guerrero,
profesor de Historia del Arte y la Arquitectura en la Escuela Técnica Superior
de Arquitectura de Madrid, con la asesoría científica de Javier Portús, Jefe de
Conservación de Pintura Española hasta 1700 del Museo del Prado, y se
desarrolla desde una perspectiva
múltiple, teniendo como eje la figura de Cossío, la pintura del Greco,
la ciudad de Toledo y la tradición intelectual de la Institución Libre de
Enseñanza, así como la importancia que para el institucionismo tuvieron las
artes populares.
La muestra se puede visitar en la Fundación Francisco Giner de los Ríos (Institución
Libre de Enseñanza).
© Mariví Otero 2016
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Bibliografía: El
arte de saber ver. Manuel B. Cossío, la Institución Libre de Enseñanza y el
Greco. Catálogo de la muestra VV.AA. Dossier de prensa, Institución
Libre de Enseñanza: Cristina Ruiz Fernández y Enrique Llamas / Acerca
Comunicación. Exposición del 30 de Noviembre de 2016 al 23 de Abril de
2017. Madrid.