Niké alada con las ropas
agitadas por el viento. Estatua de mármol, c. 100. a. C. Halicarnaso. © The
Trustees of the British Museum
Niké,
la diosa de la victoria que conecta el mundo de los mortales con el mundo de
los dioses, da la bienvenida a la exposición, que invita a descubrir la idea de
competición que dominaba todos los aspectos de la vida de la antigua Grecia:
desde la guerra, el deporte y los juegos infantiles hasta la creación
artística, pasando por la vida cotidiana y el momento de la muerte. Los griegos
aspiraban a alcanzar la excelencia mediante el equilibrio entre el cuerpo y el
espíritu, por un lado, mediante el deporte y, por el otro, a través de la
filosofía, las artes y las ciencias.
En Agón!
La competición en la antigua Grecia se exponen por primera vez un gran
número de obras maestras de la colección del British Museum, que con más de 100.000 objetos tienen uno de los
fondos de antigüedades más grandes y completas del mundo clásico.
El comisario de la
muestra Peter Higgs, especialista en
escultura y arquitectura de la antigua Grecia en el British Museum,
nos presenta una amplia selección, formada por 172 piezas antiguas del museo
británico, comprende desde una decena de estatuas de grandes dimensiones hasta
pequeñas figuras, sellos exquisitamente grabados hasta monedas. Todas unidas
por primera vez. Es la primera vez que muchas de estas obras salen del British Museum para su exhibición en la
muestra, un numeroso grupo de las cuales lo hacen directamente desde las salas
de exposición del museo británico.
Es
el caso de la parte final de la exposición, que ahonda en el tema de la muerte
a través de las esculturas del Mausoleo
de Halicarnaso, la tumba del rey Mausolo,
una de las siete maravillas del mundo antiguo. El British Museum nunca antes había cedido en préstamo estas célebres
y emblemáticas esculturas, que además han sido restauradas para la ocasión.
Bloque de un friso con una
batalla entre griegos y amazones. Relieve de mármol. c. 350 a. C. Hallado en
Mausoleo de Halicarnaso, actual Turquía © The Trustees of the British Museum
La exposición se divide en siete ámbitos
que recorren los aspectos de la vida de los griegos donde la competición es
fundamental:
Niké, la diosa de la victoria. […] Niké solía relacionarse con Atenea, la diosa de la guerra y la
sabiduría, y con Zeus, el patriarca de la familia olímpica. Siendo la
personificación de la victoria, se sienta como jueza junto a Zeus para
determinar quiénes son los vencedores, tanto en la batalla como en los
deportes. Fue una de las divinidades griegas más atareadas, puesto que
entregaba coronas, diademas, palmas o trofeos directamente a los ganadores.
Atletas célebres entrenando
Ánfora de cerámica de figuras rojas c. 520-500 a. C. Realizada en Atenas. De
Vulci, Italia © The Trustees of the British Museum
El juego en la infancia […]
En las palabras de Platón se expresa el convencimiento de que, si bien es
necesario estimular el juego en los niños, también lo es inculcarles una
estructura rigurosa. Desde temprana edad, los ciudadanos aprendían
a seguir las normas y los criterios marcados por el poder establecido
[…]
En la mayoría de las ciudades estado griegas,
las niñas y las mujeres recibían
educación en sus casas, en general por parte de sus maridos, hermanos o
padres. Fuera del hogar solo recibían clases de música y danza. En cambio, en
Esparta, las mujeres tenían acceso a una educación pública.
Competiciones deportivas […] Los Juegos Panhelénicos celebrados en
Olimpia, Delfos, Istmia y Nemea estaban abiertos a los atletas de todo el mundo
griego. La competición deportiva más famosa
era la celebrada cada cuatro años en Olimpia. Su primera edición fue en
el año 776 a.C. y se continuó celebrando durante más de mil años. Todas estas
contiendas deportivas en honor de los dioses, de quienes se esperaba recibir la
excelencia atlética.
Los ganadores de los principales juegos se
convertían en auténticos héroes, y los atletas profesionales podían vivir de lo
que ganaban en las numerosas competiciones de menor importancia. En Olimpia, en
cambio, el premio era una simple corona de ramas de olivo, pero esa victoria
proporcionaba fama de por vida. La tradición de los Juegos Olímpicos fue
retomada en la era moderna en 1896.
Lanzador de disco Estatua de
mármol . Versión romana (c. 120-140 d. C.) de un original griego perdido (c.
425-400 a. C.) . Supuestamente procedente de la Villa Adriana de Tívoli © The
Trustees of the British Museum
Las competiciones teatrales y musicales. Las competiciones en las artes escénicas
eran parte integrante de los festivales religiosos celebrados en honor de
Dionisio, el dios del teatro y del vino. Patrocinadas por benefactores,
constituían una fuente de diversión para
las masas. En todas las festividades panhelénicas, no solo en las de Olimpia,
se organizaban certámenes abiertos a ciudadanos varones de todo el mundo griego
[…]
El teatro y la poesía ofrecían un resquicio para ahondar en
importantes temas sociales y religioso, y para criticar abiertamente la
política y a los políticos. Muchos de los dramaturgos griegos más famosos
participaron y ganaron estas competiciones, Esquilo, Eurípides, Sófocles y
Aristófanes. Tan perdurables son sus grandes obras que siguen interpretándose
en nuestros días.
Ifigenia, tragedia premiada
pintada en un vaso Crátera de volutas de cerámica de figuras rojas c. 360-350
a. C. Realizada en Apulia, sur de Italia Hallada en Basilicata, Italia © The
Trustees of the British Museum
La Guerra: el enfrentamiento supremo. El conflicto entre las ciudades estado y
los reinos rivales era una constante
en la antigua Grecia. La
mayoría de las guerras eran litigios por el territorio y los recursos
naturales, o sencillamente reflejaban las ambiciosas políticas de determinados
reyes y gobernantes.
En el siglo VIII a. C. existían ya
cientos de ciudades estado y cada una de ellas estaba rodeada de sus tierras de
cultivo, un bien escaso en la accidentada geografía continental griega y en las
áridas islas. Con el tiempo se fueron gestando profundas rivalidades entre las
distintas comunidades y el recurso a la violencia era habitual en las disputas
por el territorio. Los ejércitos procedían de las clases propietarias, tanto de
las ciudades como de las zonas rurales. Con tan solo siete años, los niños
empezaban la formación militar, mientras que los hombres podían ser llamados a
las armas hasta bien entrados los cincuenta. En este ámbito, los espartanos
eran reconocidos por su estricto régimen de rigurosa instrucción y ejercicio.
En todas las formas de arte aparecen escenas de
guerra, desde la escultura y la cerámica hasta la pintura sobre tabla y la
forja. Y la inspiración procedía tanto de batallas legendarias como reales, muy
especialmente de las guerras de Troya y las médicas.
Guerrero griego listo para
luchar Estatuilla de bronca c. 350-300 a. C. Hallada en Corfú © The Trustees of
the British Museum
Héroes y mitos. A los
antiguos griegos les
encantaba contar historias. Imaginaban su pasado como una época de héroes
legendarios, aventuras épicas y criaturas fantásticas. Los relatos solían girar
en torno a las acciones de los dioses olímpicos y sus aventuras con sus hijos e
hijas semidioses.
En las narraciones aparecían también
héroes míticos que luchaban contra todo tipo de adversidades compitiendo contra
sus rivales. Los dos héroes griegos más célebres fueron Aquiles y Heracles
(Hércules para los romanos), ambos semidioses con un progenitor inmortal y el
otro mortal. Sus vidas estuvieron repletas de crisis personales, luchas contra
otros héroes y agrias rivalidades […]
La guerra de Troya es unos de los hechos
más importantes que recogen los mitos griegos y fue un tema muy popular en el
arte griego y romano. Es un relato elaborado a partir de las historias narradas
por varios autores antiguos, en particular a partir de la Ilíada de Homero. Las
historias que contaba Homero eran antiguas, heredadas de una tradición anterior
de narrativa oral. La Ilíada empieza cuando ya han transcurrido diez años de
cruenta guerra. Se trata, en definitiva de una narración épica que versa sobre
los dioses, que participan en un complejo juego en el que héroes y mortales son
sus peones. Trata también sobre el amor y la codicia de dos familias reales:
los arqueos griegos y los troyanos.
En las excavaciones realizadas en Troya
(actualmente en Turquía), los arqueólogos han localizado los restos de una
importante ciudad amurallada. Al parecer, hacia el año 1180 a.C. se produjo un
ataque real a esta ciudad que causó una gran destrucción y que podría ser el
origen del relato de la guerra de Troya.
Heracles. Primer trabajo: el
león de Nemea Estatuilla de bronce c. 400-350 a. C. Realizada en el sur de
Italia © The Trustees of the British Museum
Rivalidad social en la vida cotidiana y
en la muerte.
[…] Los antiguos griegos prestaban mucha atención a todo lo relacionado con la
muerte. Daban mucha importancia a los preparativos funerarios, los entierros y
la vida en el más allá. Los funerales podían ser la ocasión perfecta para
grandes despliegues de comida y bebida, y su duración y magnitud dependían de
la riqueza y el estatus de la persona fallecida.
Habitualmente, los cementerios estaban situados
en el camino principal que conducía a la ciudad para garantizar máxima
visibilidad y relevancia. En el caso de los miembros de la élite, sus restos
podían depositarse en una cámara de piedra, con un elemento indicativo de la
tumba, o en otro monumento funerario. Los pobres, en cambio, a menudo recibían
sepultura directamente bajo tierra o, a veces, dentro de vasijas de arcilla.
En ocasiones, las
ceremonias y los monumentos funerarios eran tan ostentosos que terminaron
restringiéndose por ley. No obstante, los que estaban por encima de la ley,
como los gobernantes y monarcas, utilizaron sus costosas tumbas como
expresiones conmemorativas.
Cierra
la exposición: La tumba del Rey Mausolo
(r.377-353 a.C.) en Halicarnaso.
La gigantesca tumba construida para el
rey Mausolo de Caria fue el mayor símbolo funerario de estatus. Mausolo era
sátrapa, es decir, gobernador del imperio persa y administraba una importante
provincia cuya capital era Halicarnaso. Fue un poderoso actor político y
económico en el Mediterráneo.
Mausolo era un gran admirador de la
cultura griega. Por todos sus dominios fundó nuevas ciudades basadas en el
trazado de las ciudades griegas, y planificó la construcción de su propia tumba
de modo que dominase Halicarnaso y fuese visible desde la lejanía en el mar.
Tenía una altura de 45 metros y estaba decorada con estatuas muy elaboradas y
frisos tallados. Según cuentas los escritores de la Antigüedad, no reparo en
gastos: los arquitectos y escultores se contaban entre los más famosos
artesanos de Grecia.
La tumba de Mausolo se encuentra en la lista de
las siete maravillas del mundo antiguo y ha dado lugar al término de mausoleo
para hacer referencia a una gran tumba monumental.
Esta espléndida exposición, es la segunda de una serie de cuatro
proyectos conjuntos entre la Obra Social
“La Caixa” y el British Museum. Esta cooperación es fruto de la voluntad de
ambas instituciones de promover el conocimiento a partir de la organización de
grandes proyectos expositivos presentados conjuntamente a partir de las
colecciones británicas.
© Mariví Otero 2017
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuente: Agón! La competición en la antigua Grecia. Concepto
y producción: Obra Social “La Caixa” con
la colaboración del British Museum. Del
14 de julio al 15 de octubre de 2017. Lugar: CaixaForum Madrid. Departamento de Prensa.
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