jueves, 25 de julio de 2019

CARUNCHO. Postcubismo y abstracción geométrica.

 Artistas abstractos-geométricos.

Luis Caruncho Amat (La Coruña, 1929 – Madrid, 2016) fue el primer director del Centro Cultural Conde Duque, donde llevó una magnifica actividad como gestor cultural durante doce años. Realizando más de cien exposiciones y otras actividades, algo que marcó significativamente la consolidación de este centro.

Pero además de su intensa labor como gestor cultural, Caruncho fue reconocido pintor, escultor y grabador, artista multidisciplinar vinculado a la abstracción geométrica y es a su labor artística a la que el Centro Cultural Conde Duque rinde homenaje con esta muestra, que reúne 48 obras, pintura, escultura y estampación, del 26 de junio, hasta el 13 de octubre.

Luis Caruncho con su hija Belén junto a una de sus esculturas.

Un paseo en compañía de sus obras

Miguel Fernández-Cid define la muestra “como un leve pero intenso paseo en compañía de las obras de Caruncho”. “La selección de las mismas –señala- quiere mostrar sus momentos fuertes, el eje de una trayectoria que se bifurca y multiplica en cada momento, pero que también vuelve sobre sí para crecer; vida y obra descubren a un artista intenso y generoso, sin duda uno de los grandes”.

Exposición Luis Caruncho.

Nuestro paseo por la exposición ubicada en la  sala 1 del Centro Conde Duque, visualmente esta espléndida, como la hubiese diseñado el propio Caruncho (felicito a Miguel Fernández- Cid, Alicia Navarro y Tatjana Ribic, viuda de Caruncho).

Luis Caruncho con su mujer Tatjana Ribic.

La obra pictórica de Luis Caruncho considerada globalmente, ofrece diversas facetas estimativas. Hay que considerarla desde sus inicios como una incorporación al caracterizado expresionismo alemán, como lo prueban las primeras pinturas autorretrato y paisaje de la Torre de Hércules (bella obra de 1948).

Torre de Hércules. 1948.

La línea constructiva de Caruncho, pues se inició de hecho con amplias perspectivas de humanización. Las mismas formas liberadas de la rigidez analítica al igual que los desarrollos cromáticos, en la misma dirección antidogmática de su peculiaridad expresiva, quebraron un poco las cadenas que aprisionaban al constructivismo inicial con evidente peligro de deshumanización. Y por ende, evocado a un callejón sin salida. La mayor parte de los pintores españoles y europeos –excepción hecha de los que evolucionaron a tiempo- quedaron subsumidos en la nota dominante de los análisis matemáticos (constructivismo proyectivo) que, en cierta medida desarrolló Luis Caruncho. Esto es, la construcción como proyecto humanizable –vehículo de comunicación que América sustrajo, en cierta medida, de Pollock y su escuela del Pacífico- que es en definitiva la base que acredita y aún manifiesta un tema pictórico.

Por eso la tensión más vigilante de sus estructuras reside en los tonos de las masas coloristas que son aplicados. Esto es, dentro de la denomínate azul-blanco, el conocimiento muy exacto del espectro y sus posibilidades cromáticas.

Los azules de Luis Caruncho.

El nacimiento del constructivismo en el año 1920 o de sus hijos cubistas –estructuralismo y espacialismo, con esa carga intelectual que le insufló Lucio Fontana en su manifiesto de Buenos Aires de 1943- se inicia a modo de catacumba. En España lo realizaron Sempere, Nestor Basterrechea, Palazuelo y Jesús de la Sota, entre otros, pero casi al tiempo o inmediatamente después, a raíz de su entrada oficial al mundo artístico, se registra la incorporación de Luis Caruncho.

Exposición Luis Caruncho.

El constructivismo, como todos los estilos no figurativos, no tuvo al principio muchos seguidores en España. Caruncho, oriundo de Galicia, en donde tienen preferencia por  temperamento y entorno, los módulos expresionistas, esto es, la situación transitiva por cauces imaginativos de la realidad, tiene en Caruncho, con José María de Labra naturalmente, una cabal dimensión abstracta.

Pero por curiosa paradoja, el manifiesto de los hermanos Gabo y Pevner que redactaron en el año 1920 no llevó inicialmente el nombre de constructivismo, sino el de realismo. Fue dos años más tarde, o algo así, cuando Gabo precisó el alcance del manifiesto con estas palabras: “mi arte es conocido con el nombre de constructivismo”.

Esto quiere decir en la nueva línea del arte, o dentro de ella, se difundían los términos realismo-constructivismo como una simbiosis de la realización geométrica, o de la propia realización representativa, que no figurativa.

Homenaje a Mondrian. 1974.
Óleo sobre tabla y lienzo. Colección particular.

Homenaje a Kandinsky. 1975.
Óleo sobre tabla y lienzo. Espacio de Arte a Coruña.

Luis Caruncho es siempre una victoria de la pintura frente a cualquier otra solicitación tendenciosa. Muy concretamente, y en su caso, es una victoria de la pintura sobre la organización geométrica. Porque, cualquiera podría pensarlo a la vista de obra, por ahí anda comprometida la geometría.

Pero no, o por lo menos, no en el sentido que se podría entender fácilmente. No es que él haya ido a la geometría: es que la geometría ha venido hasta él y que él –como un amante desdeñoso- lo soporta al lado suyo pero sin concederle ninguna beligerancia.

Desarrollo geométrico dentro de un cubo, 1986.
Técnica mixta sobre tabla y lienzo. Colección particular, Madrid.

Es decir, Caruncho usa caracteres geométricos pero –si esto es posible entenderlo- quitándoselo a la geometría, traicionando, con toda deliberación a la ortodoxia geométrica para suplantarla con algo que su fuero interno no tiene que ver con la geometría sino con la pintura (preciosas texturas trabajadas con óleo o acrílico).

Exposición Luis Caruncho.

Efectivamente, ese descreído de los caracteres geométricos los usa, sin embargo, al servicio de otro idioma pictórico. Y no importa ya que no use “pintura” en el sentido más pedestre y literal de la palabra. Las formas de que se vale, si no son pintura, están usadas en función pictórica. Son formas con sus “gruesos perfiles” como ciertos caracteres escriturarios. Y, a través de ellos con luces y con sombras fundamentalmente pictóricas. Sus formas son forma-color. Por eso, lo que él es, más que un descreído de la geometría, es un gran pintor.

En torno al cuadrado. Campo de luz nº18. "E pur si muove", 2013.
Técnica mixta, laca proyectada y óleo sobre tabla. Colección particular. Madrid.

Al final del recorrido de la exposición descubrimos sus preferencias –descubre pronto a Klee, Kandinsky, Arp, Picasso (cubista) y Miró; luego a Mondrian, Malevitch y el constructivismo ruso-, comprobamos sin mayor esfuerzo que poco en él es fruto del azar. Muy al contrario como se puede apreciar en esta muestra homenaje con obras de los años cuarenta hasta la segunda mitad del año dos mil, los hallazgos casuales son mínimos  frente a un proceso coherente y concienzudo, de lento ejercicio técnico y mental. Un estudioso y depurado pensador plástico, que acumula en sí mismo las vertientes de la práctica artística, la crítica de arte y la actividad del escritor.


Exposición Luis Caruncho.

© Mariví Otero 2019
Manuel Otero Rodríguez

Bibliografia: Mon F.:“Caruncho”. Artistas españoles contemporáneos. Servicio de publicaciones del Ministerio de Educación 1979. I.S.B.N.84-369-0707-8. España.
Nota de prensa y documentación gráfica: Alicia Navarro. navarroga@madrid.es

1 comentario:

  1. Conocí a Luis Caruncho como Director del Centro Cultural Conde Duque le sucedió en el cago Álvaro Martinez-Novillo que también fue un gran director.

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