lunes, 7 de julio de 2025

MARISA GONZÁLEZ. Un modo de hacer generativo.

 

En el Museo Nacional Reina Sofía, visitamos una vez más la gran exposición antológica de MARISA GONZÁLEZ (Bilbao, 1943) considerada una de las pioneras en España en combinar la creación artística y las tecnologías de comunicación y producción de imágenes. Siempre dentro de las artes visuales, trabaja con las fotocopiadoras, la fotografía, el vídeo y el ordenador. Premio Velázquez de las Artes de 2023.

La gran antológica por la que vamos a pasear, ha sido comisariada por la historiadora del arte e investigadora, Violeta Janeiro Alfageme, recoge cinco décadas de producción de la artista y muestra cerca de una veintena de sus grandes series y proyectos.

Desde muy temprano, Marisa González ha sido una persona comprometida y asociacionista, en 1970 participó en la creación de la primera asociación profesional de artistas de Madrid y en 2009, de la Asociación de Mujeres de las Artes Visuales (MAV), de la que ha sido vicepresidenta. Hoy en día continúa muy vinculada al feminismo, a través de iniciativas con el grupo de editoras Cuarto Propio de Wikipedia, en el que es autora o coautora de cientos de entradas a mujeres del arte contemporáneo.

Nuestra visita a través de 10 salas por esta gran antológica:

Sala 1. Introducción a la muestra. La primera sala incluye, además de varias obras procedentes de sus series Autorretratos y Siluetas realizados a través de Sistemas Generativos, una instalación con rollos de colores del papel matriz que se utilizaba en las fotocopiadoras suspendido del techo.

Sala 2. Obras de Sistemas Generativos. En 1971 Marisa González se traslada a Estados Unidos para estudiar el máster Sistemas Generativos: Arte, Ciencia y Tecnología de la Escuela del Art Institute de Chicago, impartido por Sonia Sheridan, que marca definitivamente su trayectoria.

Un motivo recurrente de esta etapa fueron las siluetas, huella simbólica de todos aquellos que, en una sociedad cada vez más competitiva, quedaban relegados al anonimato, o sus series de Autorretratos con los que González da cuenta en su producción artística de una identidad y agencia femenina.

En esta sala, la exposición recupera una entrevista televisiva de 1989, que da cuenta de cómo la artista emplea la máquina fotocopiadora en su producción artística. La entrevista acompaña a la propia obra que resultó de aquel trabajo en directo.

Sala 3. Sobre los feminismos. En 1975 inicia la serie Violencia mujer, de carácter colaborativo y performativo. Dentro de esta serie, realiza La descarga (1975-77), una de sus obras más emblemáticas, que se encuentra en la Colección de este Museo, donde fotografía la performance de compañeras artistas reaccionando con sus gestos tras conocer por una noticia de prensa las torturas y violaciones que sufren miles de mujeres encarceladas por el régimen de Augusto Pinochet en Chile (1974). En la Obra Lizz Williams y sus máscaras, (1974). Marisa González fotografía a su compañera de estudios, quien se sirve de su propio cuerpo como medio de representación para reflejar la discriminación social, de género y de raza que sufre una mujer que no es negra ni blanca.


Sala 4. Grafías Musicales. Partiendo de la pintura realizada en soportes tradicionales, añade fotocopias de partituras tratadas para su integración en un solo plano y procesadas con Sistemas Generativos. Esta técnica mixta, la desarrolló extensamente en las series Grafías Musicales (1989-90) que constan de diferentes series de fotocopias color y ByN generadas a partir de partituras de compositores contemporáneos como Javier Darias y Llorenç Barber.

A finales de los años 70, la pintura eclipsa los lenguajes conceptuales o tecnológicos en el mundo artístico español. En este contexto, González, afincada en Madrid, se reinventa de nuevo e incorpora a su trabajo su formación en pintura y en música, ya que había realizado la carrera de Piano en el Conservatorio de Bilbao.

Sala 5. Obras realizadas con guatas. En 1977, durante su estancia en Washington D.C. Marisa González descubre por casualidad un material que la cautiva: la pelusa que se acumula en el filtro de la secadora, y que ella llama lint o “guata”. Le llama la atención por su ligereza, color y por lo fácil que es darle forma.

Sala 6. El sistema Lumena y la serie de Transgénicos. Las obras que se muestran en esta sala, realizadas entre 1986 y 2000, reflejan distintas formas en las que Marisa González trabaja entre lo único y lo múltiple. También muestran cómo en esa etapa, su arte se centró, en el contraste entre lo vivo y lo inerte. Además, repasan el recorrido que hizo con una de sus herramientas más importantes: el sistema gráfico informático Lumena. A finales de los años noventa, González comienza a trabajar con el tema de lo transgénico.

La instalación principal de la sala seis recrea el montaje de una de las exposiciones con las que se inauguró en 1986 el Centro Nacional de Arte Reina Sofía, Procesos: cultura y nuevas tecnologías, en la que Marisa González es comisaria e invita a Sonia Sheridan. Juntas instalan la primara estación del ordenador Lumena en España, que se puede ver en esta sala.

Sala 7. Estación Fax/Fax Station. El fax es la primera herramienta que permite transmitir datos e imágenes en tiempo real y antecedente de Internet. En 1992, Marisa González imparte en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, uno de los Talleres de Arte Actual, titulado La poética de la tecnología, y dentro de este taller, en 1993, crean la Estación Fax/Fax Station, instalación de la exposición colectiva Esto no es una crisis. La iniciativa, abierta a quien quisiese participar, convocó y recibió imágenes y textos de todo el mundo a través de un fax que colgaba del techo de la cúpula. Los contenidos caían directamente al suelo formado una pirámide. En la sala esta reproducida esta instalación.

Sala 8. Proyecto Ellas, Filipinas. Marisa González realiza una serie de vídeos documentales y fotografías en Hong Kong. Su proyecto Ellas, Filipinas (2010-2013) muestra situaciones de desigualdad explotación y desprotección que sufren miles de empleadas domésticas filipinas emigrada allí.

Sala 9. Proyecto Nuclear Lemoniz. Marisa González logró documentar el desmantelamiento de sus equipos a principios de la década de 2000. En una intrépida incursión al corazón de las instalaciones, recogió planos archivo y todo tipo de útiles que iban a ser descartados. Los empleó en instalaciones como Encapsulados (2003-2004), compuesta por los repuestos de piezas de maquinaria y equipamiento informático de la central, que la artista había encontrado diligentemente ordenados.

Sala 10. Instalación Luminarias. La instalación que aquí se presenta, Luminarias, nos invita a recordar la historia de La Fábrica (1999-2000) que aborda el declive de una panificadora emblemática de Bilbao. Las lámparas que la artista recoge del edificio abandonado cobran una nueva vida: sirven para “iluminar” fragmentos del pasado, sacando a la luz documentos guardados durante años desde la II Guerra Mundial hasta finales de la década de los sesenta en los archivos del Consejo de administración. La obra también incluye imágenes de los libros de familia de los trabajadores, y sus contenidos se escuchan en voz alta en la sala.

Espléndida exposición antológica de una gran artista, Marisa González.

Organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en colaboración con Azkuna Zentroa- Alhóndiga Bilbao. Posteriormente, el 29 de octubre, la muestra itinerará al Azkuna Zentroa – Alhóndiga Bilbao.

Mariví Otero

Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Marisa González. Un modo de hacer generativo. Museo Nacional Reina Sofía. 21 de mayo al 22 de septiembre de 2025. Documentación y fotografía: Gabinete de Prensa del Museo.

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