Sigo a CaixaForum, para ver por segunda vez la interesantísima exposición sobre Georges Méliès -es un viaje al fascinante mundo de uno de los creadores más importantes de la historia del cine a través de objetos originales y proyecciones-
Contemplo el jardín vertical ¡esta espectacular! Las plantas están vivas, ¡hoy, me esperaban a mí! Fue creado por Patrick Blanc (París, 1953), el Francés Botánico (le llaman) es el inventor de un sistema para crear jardines verticales, en forma de muro vegetal.
También me paro ante el edificio, era la antigua central eléctrica del Mediodía, arquitectura singular fue reformada por el estudio de arquitectos Herzog & De Meuron. ¡Fantástico!
Subo a la exposición, es temprano pero hay bastantes visitantes, bueno no me importa todos somos muy civilizados y nos vamos cediendo los sitios. La muestra presenta 418 piezas entre ellas 21 filmes originales del cineasta francés, algunos de los cuales han sido restaurados y digitalizados expresamente para su exhibición, se completa con 67 fotografías (entre originales y copias modernas), así como dibujos (¡muy buenos!, es un gran dibujante), grabados y pósteres. También hay una selección de aparatos originales (linternas mágicas, praxinoscopios el cinematógrafo de los Lumière una cámara cronofotográfica), y copias manipulables que permiten a los visitantes descubrir los efectos que crean dichos ingenios. Debo destacar por último distintas piezas entre vestuario original de la época, maquetas, documentación y correspondencia.
Georges Méliès, (París, 1861-1938) fue dibujante, mago, constructor de artefactos, director de teatro, actor, decorador y técnico, así como productor, realizador y distribuidor de más de 500 películas entre 1896 y 1912. Reinó en el mundo del género fantástico y del trucaje cinematográfico durante casi veinte años, resultando fundamental su contribución al séptimo arte: introdujo el sueño, la magia y la ficción en el cine cuando este daba sus primeros pasos y era solo documental.
La obra de Georges Méliès, aún es vigente hoy, en especial en las producciones de los grandes creadores de Hollywood, porque, como afirmaba él mismo en 1933 “¿quién puede vivir sin féerie, sin un poco de fantasía?” La película La invención de Hugo (2011) con la que Martin Scorsese le rendía un merecido homenaje, ha vuelto a situar en primer plano la vida y la obra de Méliès.
Méliès vivió unos años dorados, de extraordinaria popularidad, que culminaron con el estreno, en 1902 de Le voyage dans la Lune (Viaje a la luna) filme que vieron millones de espectadores. Desgraciadamente, la expansión de la industria cinematográfica y la aparición de grandes empresas como Pathé y Gaumont llevaron a Méliès a la ruina y el olvido. En 1923, totalmente arruinado, destruyó los negativos de todas sus películas.
Acabo vendiendo juguetes en la parisina estación de Montparnasse y más adelante se refugió en un asilo de Orly. El periodista León Druhot le reconoció en la estación, y a partir de aquel momento su obra empezó a ser valorada y recuperada de nuevo.
Georges Méliès. La magia del cine, ha sido posible gracias a la colaboración de la Cinémathèque Française. Fundada en 1936, cuenta con la colección más importante a escala mundial de dibujos, películas, aparatos, vestuario y objetos de Georges Méliès, así como con un extenso y valioso fondo de imágenes y objetos relacionados con los inicios del cine.
Méliès cineasta
Acostumbrado a los escenarios y a la psicología de la prestidigitación, Méliès muy pronto se dio cuenta de las espectaculares y maravillosas posibilidades que ofrecía el cinematógrafo Lumière, aparecido en 1895. Sin embargo, los Lumière se negaron a venderle un ejemplar de su aparato arguyendo lo siguiente: “Esta invención no tiene futuro […]” Por suerte, Méliès halló un artefacto equivalente en Londres creado por el óptico Robert William Paul. Su primera película no fue sino un plagio de los Lumière, pero poco después rodó Escamotage d’une dame chez Robert-Houdin (Desaparición de una dama en Robert-Houdin, 1896), filme de trucajes que consagró la fusión, precoz y decisiva, de magia y cine.
Fue una brillante idea, ya que mientras la mayoría de los pioneros del cine se contentaban con filmar “llegadas de trenes a una estación”, Méliès trasladó a sus películas la extraordinaria cosmogonía que había puesto en escena en el teatro Robert-Houdin: la magia de épocas remotas, la fantasmagoría de Robertson, etc. Su diabólico universo, de una velocidad extrema, donde se combinan el terror y la risa, estaba repleto de diablos, esqueletos, fantasmas y demonios que evolucionaban frente a unos decorados de perspectivas forzadas: el cine se reencontró con sus orígenes ancestrales, los de la linterna mágica.
Todo lo en este apartado se describe, lo vais a encontrar dentro de la exposición y actividad participativa ¡fantástica! Muy creativa para los más pequeños.
Georges Méliès. La magia del cine: del 26 de Julio al 8 de Diciembre de 2013. CaixaForum Madrid. Comisario: Laurent Mannoni, director científico de Patrimonio y del Conservatorio de Técnicas de la Cinémathèque Française.
© Mariví Otero 2013
Bibliografía: Dossier de prensa CaixaForum Madrid.