sábado, 5 de noviembre de 2016

CLARA PEETERS. Una mujer artista en el siglo XVII.

Mesa con mantel, salero, taza dorada, pastel, jarra, plato de porcelana con aceitunas y aves asadas
Clara Peeters
Óleo sobre tabla, 55 x 73 cm
c. 1611
Madrid, Museo Nacional del Prado

Clara Peeters nació alrededor de 1588-90. Once de sus obras conocidas están fechadas y las más tempranas son de 1607 y 1608. Su momento de mayor actividad fue alrededor de 1611 y 1612, pero se desconoce si pintó después de 1621.Fue pionera en el campo de la naturaleza muerta y una de las pocas mujeres que se dedicaron a la pintura en Europa en la Edad Moderna. Diversos testimonios permiten suponer que desarrolló su trabajo en Amberes, aunque pudo realizar algún viaje a Holanda. Aunque no aparece inscrita en el gremio de pintores de la ciudad, es citada en un documento como pintora de Amberes y al menos seis de los soportes  que empleó para sus cuadros tienen marcas que indican que las tablas fueron preparadas en esa ciudad. Además, en la hoja de tres de los cuchillos de plata, que se incluyen en sus obras y en los que aparece escrito su nombre, se puede ver una marca de la ciudad de Amberes. Estos cuchillos, que los comensales llevaban a los banquetes, se empleaban como regalo de boda y al contener su firma, podría ser un recuerdo de su propio matrimonio que, en cualquier caso no está documentado.

Aunque la costumbre y la ley no favorecían la integración de la mujer en el mundo profesional, un reducido número de mujeres consiguieron salvar las limitaciones existentes y convertirse en pintoras. Pero condicionantes como la dificultad del aprendizaje del dibujo anatómico a partir de modelos vivos, normalmente masculinos que posaban desnudos, a los que las mujeres no tenían acceso, limitaba su producción al género del bodegón o el retrato.

Clara Peeters cultivó el generó del bodegón y un estilo que insiste en la apariencia real de las cosas, premisas que revelan un espíritu emprendedor y una mentalidad vanguardista, ya que cuando comenzó a trabajar en este género, en la primera década del siglo XVII, solo unas cuantas obras de este tipo formaban parte de las colecciones de los Países Bajos Meridionales y el realismo se ofrecía como una alternativa al idealismo de la tradición renacentista.

Bodegón con Gavilán, aves, porcelana y conchas
Clara Peeters
Óleo sobre tabla, 52 x 71 cm
c. 1611
Madrid, Museo nacional del Prado

Clara Peeters a menudo incluyó, en sus cuadros, autorretratos reflejados en las superficies de jarras y copas. Estos retratos, apenas visibles, aparecen en al menos ocho de sus obras, de las cuales se pueden contemplar en esta exposición. Estos autorretratos también descubren su calidad como artista ya que su diminuta escala es una demostración de su maestría.

Bodegón con flores, copa de plata dorada, almendras, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre los reflejos en la copa de plata y la jarra de peltre muestran a la artista con un tocado, un gran cuello y un vestido de hombros altos de 1611.

Bodegón con flores, copa de plata dorada, frutos secos, dulces, panecillos, vino y jarra de peltre.
Clara Peeters.
Óleos sobre tabla, 52 x 73 cm
Madrid, Museo Nacional del Prado.

Otros como  Bodegón con pescado, vela, alcachofas, cangrejos y gambas. Bodegón con arenque, cerezas, alcachofa, jarra y plato de porcelana con mantequilla. Bodegón con quesos, almendras y panecillos, y Bodegón con quesos, gambas y cangrejos de rio muestran  tan solo la cabeza de la artista reflejada en las tapas de las jarras.

Bodegón con flores, copas doradas, monedas y conchas refleja de 1612, en la superficie de la copa de la derecha, hasta seis autorretratos de Peeters en los que se muestra con pinceles y paleta reafirmando su condición de mujer pintora y animando al espectador a reconocer su existencia. Al pintarse a sí misma, también enfatizaba el ilusionismo de la obra: Tenemos la sensación de que la vemos mientras pinta.

La amplia distribución de su obra en colecciones de Róterdam, Ámsterdam o Madrid sugiere que aspiraba a obtener beneficios de su obra y que trabajaba de forma altamente profesional exportando su arte a través de marchantes.

Entre las primeras colecciones donde se documenta la presencia de cuadros de Clara Peeters en el siglo XVII está la Colección Real española. El Museo del Prado, heredero de esa colección, posee cuatro importantes naturalezas muertas de la artista, la mayor concentración  de su obra en una misma institución. Por esta razón el Museo del Prado ha organizado, en colaboración con el Koninklijk Museum voor Shone Kunsten de Ámberes y el Museum Rockoxhuis de Ámberes, la primera exposición monográfica dedicada a Clara Peeters. El comisario de la muestra es: Alejandro Vergara, Jefe de Conservación de Pintura Flamenca y Escuela del Norte.



La escasez de referencias documentales sobre Peeters convierte su obra en una fuente de información extraordinaria para descubrir a esta pintora, contemporánea de Jean Brueghel el Viejo, Rubens, Snyders, Van Dyck, formando parte de un período de apogeo en la historia del arte europeo.

© Mariví Otero 2016
Asistente: Manuel Otero Rodríguez


Fuentes: El arte de Clara Peeters. Exposición. Museo Nacional del Prado. Del 25 octubre 2016 al 19 febrero 2017.

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