Volvemos de vacaciones y nuestra primera tarde la dedicamos a disfrutar
de la espléndida muestra que en CaixaForum
Madrid quedó pendiente, siendo este blog un gran amante de la música.
Figurilla ática: actor cómico tocando el "tympanon". Arcilla pintada.
C. 380 - 350 a.C. Hallada en Grecia. París, Musée du Louvre.
Desde Irán hasta la Galia, los vestigios milagrosamente conservados de
instrumentos, los fragmentos de notaciones musicales y las múltiples
representaciones de intérpretes que han llegado hasta nuestros días evocan los
sonidos de tres mil años de historia (del 2900 a.C. al 395 d. C.). La
exposición reúne un conjunto de piezas singulares, de sensible y delicada
belleza: instrumentos y escenas reproducidas en tres dimensiones en vasos
griegos, mosaicos y monedas. Tablillas mesopotámicas, estelas egipcias,
cerámicas griegas, relieves históricos romanos y una colección de instrumentos
de música cuyo estado de conservación a menudo sorprende, así como documentos.
En total, se presentan 373 piezas, 278 de ellas pertenecientes al Museo del
Louvre. Las obras proceden también de la Biblioteca Nacional de Francia, el
Museo Metropolitan de Nueva York, el Museo Arqueológico Nacional de Atenas, el
Museo Arqueológico Nacional de Nápoles, el Museo Capitolini, el Museo Nazionale
Romano y el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, entre otros.
Laudista extranjero (?), 2004-1763 a.C. Eshnunna (?) (Irak).
Arcilla. Musée du Louvre.
© RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto: Hervé
Lewandowski.
El
hecho musical en la exposición se aborda desde distintas perspectivas. Los
trabajos llevados a cabo recientemente en el campo de la arqueología
experimental han permitido recuperar sonidos que se creían perdidos. También
se presenta el contexto eminentemente religioso de la música. Así como
el sociocultural. La exposición recupera sobre el origen divino de sonidos e
instrumentos: del demiurgo sumerio Enki el inventor de la lira, Hermes.
La
música interviene en todas las facetas de la vida: exalta el poder de los
soberanos, acompaña en la guerra y es omnipresente en la escena cívica y en el
vínculo con lo divino. Está ligada a todas las etapas de la vida: la infancia,
la juventud, la madurez y la muerte. Alrededor del hecho musical se crean
oficios, desde el de lutier hasta el de maestro de música, mientras que algunos
intérpretes extraordinarios han alcanzado una gran fama en este campo.
El punto de partida de
la exposición es el programa de las Escuelas Francesas en el Extranjero (EFE) Paisajes sonoros y espacios urbanos en el
Mediterráneo antiguo, dirigido por el Institut Française d’Archéologie
Orientale, la Ecole Française d’Athènes y la Ècole Française de Rome. Músicas
en la antigüedad se hace eco de la investigación actual, diversa y
abundante en este ámbito, gracias a la labor de conservadores, historiadores y
arqueólogos, así como de etnomusicólogos, físicos acústicos y arqueometristas.
Los ámbitos de la muestra son seis, la
visita a la exposición fluye de manera delicada, de vez en cuando se escuchan
notas sonoras. Seleccionamos el ámbito cinco:
Los oficios de música
En la práctica musical
se distingue claramente entre el músico amateur
y el profesional, cuya actividad
tiene las características de un verdadero oficio: el músico sigue un
aprendizaje, asimila las técnicas y los gestos necesarios, trasmite sus
conocimientos y recibe una gratificación. Entre los músicos profesionales, hay
que distinguir entre “las estrellas”, que son recompensadas por soberanos y
ciudades, y los simples ejecutantes, cuya función básica es participar en los
ritmos o animar los banquetes. Las mujeres también pueden vivir de este arte,
pero a menudo tan solo pueden tocar en los palacios de Oriente y en los templos
de Egipto. Algunas consiguen hacer de
ello su profesión, en ocasiones a costa de forjarse una dudosa reputación. En
lo que respecta al oficio de lutier, tan solo se documenta en el mundo
grecorromano, pero la observación de los vestigios muestra la increíble
destreza de los artesanos y la riqueza de los materiales empleados para la
fabricación de los instrumentos.
Sarcófago de las Musas, 150-160 d.C. Roma (Italia). Mármol.
Musée du Louvre.
© RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto: Stéphane Maréchalle.
Interpretar
La iconografía antigua
ilustra muy bien los múltiples y variado gestos y posturas de los músicos.
Encontramos detalles sobre las técnicas
para tocar los instrumentos, sobre la manera de pulsar las cuerdas (con
o sin plectro) o el entrechocar los címbalos, o sobre la utilización de
accesorios, como por ejemplo la phorbeia,
una banda que sujeta las mejillas del auleta. Las escenas de concierto muestran
los instrumentos que se tocan a la vez. Hay que tener en cuenta que la
interpretación de estas fuentes es a menudo delicada, ya que no se trata de
fotografías tomadas al momento, sino de imágenes en las que se intenta resumir
la actuación musical, por lo que en ocasiones se acomodan a tal fin. Existen
relieves muy precisos en cuanto a la posición de los dedos en el instrumento;
otros son mucho más aproximativos. Para descifrarlos hay que conocer tanto los
códigos de la gestualidad musical como las convenciones iconográficas en las
sociedades antiguas.
Estela de la música, 2140-2110 a.C. Tello, Irak. Piedra
caliza.
© RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto: Mathieu Rabeau.
Trasmitir
El mundo de los músicos
es muy heterogéneo. En los textos se puede identificar diferencias en cuanto a
talento, estatus y renombre. Los monumentos funerarios son una fuente muy
importante para seguir las distintas trayectorias y trazar los vínculos de
parentesco en una familia de músicos. En cuanto a las modalidades de
aprendizaje, no se conocen lo suficiente, pero sí se sabe que había maestros de
música. Aunque la transmisión de los conocimientos musicales se realiza de
forma oral, gracias a un proceso de memorización, hay que tener en cuenta el desarrollo
de teorías armónicas y rítmicas en Oriente y en Grecia, así como las primeras
notaciones musicales. La música se escribe para recordar las melodías y también
es objeto de tratados científicos. Cabe señalar, sin embargo, que en la
iconografía del conjunto de estas civilizaciones antiguas no aparece ningún
músico tocando ante una “partitura”.
Pintor de Berlin, ánfora: citarista, c. 480-470 a.C. Ática,
Grecia. Arcilla. Musée du Louvre.
© RMN-Grand Palais, Musée du Louvre. Foto:
Hervé Lewandowski.
Fabricar
En el mundo antiguo, los
instrumentos musicales no se fabrican en serie. Los mejores fabricantes de
instrumentos de cuerda y de viento son los que combinan habilidades técnicas
con el conocimiento de los materiales (bronce, hueso, marfil y distintos tipos
de madera). Actualmente, el desarrollo de las investigaciones científicas
permite reproducir el que pudo ser el gesto del artesano, y descubrir la naturaleza
exacta de las materias primas y su procedencia (local o no). Hay estudios
recientes sobre varios instrumentos: el análisis de los materiales y de las técnicas de
fabricación, la fotogrametría, la digitalización o la modelización acústica
modifican profundamente el conocimiento de estos objetos desde un punto de
vista técnico y estético.
Instrumentos de percusión.
Músicas en la antigüedad es el fruto del esfuerzo de colaboración de un
equipo de expertos en las civilizaciones mesopotámica, egipcia, griega y romana.
La exposición es el resultado del trabajo conjunto de las conservadoras del
Musèe du Louvre, Hélène Guichard, Violaine Jeannmet y Ariane Thomas, junto con otros cinco especialistas de instituciones y universidades
francesas: Nele Ziegler, directora de investigación del Centre National de
lRecherche Scientifique (CNRS); Christphe Vendries, profesor de Historia Romana
de la Université RennesII; Alexandre Vicent, profesor investigador de Historia
Romana de la Université de Poitiers; Sylvain Perrot, de la Académie de
Strasbourg, y Sibylle Emerit, Investigadora del CNRS. Estos ocho comisarios han
trabajado de forma conjunta para presentar una gran selección de obras con un
discurso inédito y novedoso.
© Mariví Otero 2018
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente:
Músicas
en la antigüedad. Musée du Louvre- Lens y la Obra Social “la Caixa”.
CaixaForum Madrid. Del 9 de Junio al 16 de septiembre 2018. Documentación: Departamento de Prensa
CaixaForum Madrid.
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