“Si
yo hubiese pintado el cuadro sin ayuda, hubiese costado el doble”. Rubens,
1621.
Estamos
en el Museo Nacional del Prado en la sala 16 B junto a la Galería Central del
edificio Villanueva, en la exposición “El taller de Rubens”, está
compuesta por más de treinta obras que incluyen pinturas realizadas por el
maestro, otras pintadas por sus ayudantes y otras, resultado en diferentes
grados de la colaboración entre estos y aquel.
Junto
a estas pinturas está instalado una escenificación del taller del pintor, que
incluye todas las herramientas necesarias para su trabajo, así como algunos
elementos que evocan a la persona de Rubens, como una capa y un sombrero
inspirados en retratos suyos, todo ello impregnado del olor de la trementina,
uno de los más presentes en los antiguos talleres.
La
exposición esta comisariada por Alejandro Vergara, jefe de Conservación del
Área de Pintura flamenca y escuelas del norte, se centra en uno de los más
prolíferos y exitosos, el de Pedro Pablo Rubens (1577-1646).
El
taller de Rubens
Los
pintores europeos de la Edad Moderna trabajaban en talleres (en castellano se
denominaban “obradores”) y se valían de múltiples colaboradores. Esta
exposición se centra en uno de los más prolíficos y exitosos, el de Pedro Pablo
Rubens (1577-1640). En esta sala se muestran cuadros realizados por el maestro,
otros pintados por sus ayudantes y algunos otros. Es importante recordar que
todos los cuadros que salían del taller de Rubens eran productos de su marca. A
pesar de ello, sus contemporáneos, y él mismo, valoraban más los originales
pintados enteramente por el maestro que los de taller. En esto, la pintura de
Rubens es un producto similar al de algunas marcas de moda o estudios de
arquitectura de la actualidad.
Para
acercarnos al taller donde Rubens pintó sus cuadros (la mayor parte, en
Amberes), hemos escenificado una simulación basada en imágenes de talleres
contemporáneos. Aunque estas, más que documentos veraces, buscaban dignificar
la profesión del pintor apelando a su elegancia (el propio Rubens se
autorretrató en varias ocasiones sin incluir referencia alguna a su profesión)
nos permiten imaginar cómo eran los lugares donde se pintaba.
En
obras como la estampa Color Olivi de Johannes Stradanus o la Alegoría
de la pintura de Jan Brueghel el Joven vemos a equipos de artistas
dedicados a diferentes labores, desde la preparación de los soportes, pinceles
y colores hasta la pintura de los cuadros. Los talleres eran los espacios donde
los primeros desempeñaban su oficio. Eran también los lugares donde se
desplegaba esa maravillosa empresa que es la creación artística.
Seguimos
recorriendo la exposición, Dos versiones de un retrato de Ana de Austria. Uno
de estos retratos de la reina de Francia Ana de Austria (1601-1666) lo pintó
Rubens hacia 1622, durante una estancia en París. El otro es una copia hecha en
su taller. Era habitual en la época que los pintores realizasen varias
versiones de sus cuadros, en especial si se trataba de retratos de personal
ilustres. Es importante tener en cuenta que todos los cuadros que salían del
taller de Rubens, incluidas las copias, eran considerados productos de su
marca.
Un
cuadro de Rubens y otro de un ayudante:
“Saturno
devorando a un hijo” Pedro Pablo Rubens. 1636-39. Óleo sobre lienzo.
Museo Nacional del Prado.
“Demócrito,
el filósofo que ríe. Taller de Pedro Pablo Rubens. 1636-39. Óleo sobre
lienzo. Museo Nacional del Prado.
Estos
cuadros pertenecen a una serie de más de sesenta encargos por el rey Felipe IV
(1605-1665) para un pabellón de caza, la Torre de la Parada. Todos fueron
diseñados por Rubens, pero solo pinto algunos personalmente. Demócrito
es obra de un ayudante. En la zona de los muslos y las rodillas, por ejemplo,
la plasmación del volumen no es convincente. Cuando el ayudante terminó su
labor, Rubens añadió unos toques finales, sobre todo en la túnica roja (Se
distinguen por su tono claro en intenso, en torno al antebrazo). Así corrigió
la estructura de los pliegues y dotó de vitalidad a la imagen.
El
objetivo de esta muestra es mostrar, a través de uno de los pintores más
prolíficos y exitosos de la Edad Moderna: Pedro Pablo Rubens, cómo los pintores
europeos trabajan en talleres y se valían de múltiples colaboradores.
La
exposición incorpora también un vídeo en el que se recrea la forma en la que
Rubens y sus ayudantes realizaban un cuadro.
Mariví
Otero
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente: “El taller de Rubens”. Museo Nacional del Prado. Hasta el 16 de febrero 2025. Documentación y fotografías. Área de comunicación del Museo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario