lunes, 24 de febrero de 2014

CÉZANNE: Armonía y Naturaleza

Cézanne site/non-site

Paul Cézanne regresa a España, 30 años (1984) después de su última exposición, que pude ver,  en el antiguo Museo Español de Arte Contemporáneo (MEAC) hoy Museo del Traje.
Una vez más paseo entre las obras del gran maestro disfrutando de esa pincelada corta y ágil. El Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, acoge una  esplendida retrospectiva, comisariada por Guillermo Solana, incluye 58 pinturas -49 óleos y 9 acuarelas- procedentes de museos y colecciones privadas (incluyendo Estados Unidos, Australia o Japón).

En 1969, el artista Robert Smithson  propuso una nueva interpretación de la obra de Paul Cézanne (1839-1906). Para Smithson, la pintura de Cézanne había  sido tergiversada por los cubistas, reduciéndola a un juego de formas casi abstracto. Frente a esa simplificación formalista, Smithon subrayaba la necesidad de recobrar la referencia física en la obra del pintor; su fuerte vinculación con ciertos lugares del territorio provenzal.

El subtítulo de la exposición, site/non-site, evoca una pareja de conceptos forjada por Smithson en su propia creación, planteando la dialéctica entre el trabajo al aire libre y el estudio. Esta dialéctica se refleja a su vez en la relación entre paisaje y naturaleza muerta. En la obra de Cézanne, el paisaje es el género dominante, identificado (Como en sus compañeros impresionistas) con la práctica de la pintura al aire libre. Pero, a diferencia de los impresionistas, Cézanne otorga también una importancia decisiva a un género propio del taller: la naturaleza muerta. Cézanne cultivará ambos géneros pictóricos a lo largo de toda su carrera y establecerá una íntima conexión entre ellos, introduciendo en sus bodegones elementos paisajísticos y, recíprocamente, llevando a sus paisajes el orden de la naturaleza muerta […]


Paul Cézanne, dos años más viejo que Renoir (1841-1919) y tan sólo siete más joven que Manet (1832-1883). En su juventud, Cézanne tomó parte en las exposiciones impresionistas pero quedo tan decepcionado por  la acogida que se les hizo que se retiro a su ciudad natal de Aix, donde estudió los problemas de su arte, libre de las invectivas de los críticos. Fue hombre de costumbres ordenadas que disfruto de independencia económica, sin verse forzado a buscar compradores para sus obras. Así  pudo consagrar toda su vida a resolver los problemas artísticos que se planteó  y aplicar los criterios más exigentes a sus propias obras. No fue amigo  de las conversaciones teóricas, pero cuando empezó a aumentar su fama entre sus admiradores, trató algunas veces de explicarles en unas cuantas palabras lo que se proponía. Una de estas observaciones famosas fue  la que quería -rehacer a Poussin del natural- Lo que quiso decir fue que los viejos maestros clásicos como Poussin consiguieron un equilibrio y perfección prodigiosos en su obra. Cézanne perseguía un arte que poseyera algo de esta gravedad y serenidad; pero no creyó que se pudiera lograr imitando simplemente a Poussin. Los viejos maestros, a fin de cuentas tuvieron que pagar un precio para  lograr su equilibrio y solidez: no pudieron respetar a la Naturaleza tal y como la vieron.

¿Dónde estaba aquel esfuerzo por conseguir una composición armónica, la sólida simplicidad y el equilibrio perfecto que caracterizó  a los grande maestros del pasado? La tarea consistía en pintar –del natural- hacer uso de los descubrimientos de los maestros impresionistas y, sin embargo, recuperar el sentido de orden y de necesidad que distinguió el arte de Poussin.

Los impresionistas habían abandonado el procedimiento de mezclar  los colores sobre la paleta, aplicando éstos separados sobre el lienzo en pequeños toques y pinceladas para expresar los fluctuantes reflejos de las escenas al aire libre. Sus cuadros fueron de tonalidades muchos más brillantes que los de sus predecesores, pero el resultado no satisfacía del todo a Cézanne. Los cuadros pintados de este modo parecen esquemas planos y frustran la sensación de profundidad. Su deseo de ser absolutamente fiel a sus impresiones frente a la Naturaleza pareció chocar con su ambición  de convertir –como dijo- al impresionismo en algo más sólido y duradero, como el arte de los museos. No es de extrañar que a menudo estuviera a punto de desesperarse, que permaneciera esclavizado frente a sus lienzos sin dejar nunca de realizar experiencias. Lo verdaderamente extraño es que triunfase, que lograra lo en apariencia imposible en sus cuadros. Si el arte fuera una cuestión  de cálculo no lo habría conseguido; pero naturalmente no lo es. 



La muestra se compone de cinco secciones: Retrato de un desconocido. La curva del camino. Desnudos y árboles. El fantasma de la Sainte-Victoire. Juego de construcciones.

Cézanne se concentró en realizar retratos, de sus familiares, conocidos y de las gentes sencillas que lograba convencer para que posaran en las largas sesiones. Retrato de un desconocido, abre esta gran retrospectiva del Museo Thyssen, es una obra de la colección del museo, uno de los últimos lienzos en que trabajó antes de su muerte.


Bodegones, desnudos al aire libre que se ha dado en denominar Bañistas. Tan mínima como parece la aportación de esos temas a este respecto, tanto más vinculados estaban para Cézanne a una trascendencia filosófica, siendo portadores de mensajes para una mejor organización del mundo y de la vida. Cézanne deseaba pintar cuadros de objetos que él elegía, cuadros que se sometían a la Naturaleza en tanto que, como Courbet y los impresionistas habían dicho y hecho, se basaban en un meticuloso acto de percepción visual.


Es difícil fechar con exactitud los cuadros de Cézanne. Como nunca daba un trabajo por terminado, y la mayoría incluso muestran más signos de inacabados que los permitidos por el carácter de boceto intrínseco al impresionismo, firmaba muy pocos cuadros, y si lo hacía era para complacer al comprador. En algunos casos, sirven como referencia objetos de recuerdo o empapelado, identificados por los biógrafos de Cézanne en sus diferentes domicilios.

Un incansable Cézanne recorría  las inmediaciones de Aix, a fin de plasmar en configuraciones orgánicas y cristalinas la confluencia de las formaciones del terreno, de la vegetación y las edificaciones sencillas, y para hacer alzarse sobre el valle su amada montaña de Sainte-Victorie. En la exposición hay varias obras dedicadas a Sainte-Victorie, elijo una acuarela La montaña Sainte-Victorie, 1905-1906, la esencia misma de la pintura: Armonía y Naturaleza.

 
© Mariví Otero 2014


Bibliografía: Museo Thyssen-Bornemisza.  Oficina de Prensa. Expo. Cézanne Site/Non-site. Del 4 de Febrero al 18 de Mayo 2014. Madrid.
E.H.Gombrich. Historia del Arte. Traducción de Rafael Santos Torroella. Ediciones Garriga, S.A. 1975. Barcelona.
Peter H. Feist. El impresionismo en Francia. Benedikt Taschen. 1996. Köln. Alemania.
     

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