El recién nacido.
Georges de La Tour.
Óleo sobre lienzo, 76 x 91 cm.
Rennes, Musée des Beaux Arts.
El Museo Nacional del Prado reúne en esta exposición temporal treinta y
una pinturas de Georges de La Tour, número excepcional
considerando que se conocen poco más de cuarenta obras de su mano. Entre ellas
se encuentran sus más celebres composiciones procedentes de los museos, del
Louvre de París, del Metropolitan de Nueva York, del Kimbell Museum de Fort
Worth, del La CMA de los Ángeles, del J. Paul Getty Museum de esa misma ciudad,
de la Colección Real Británica, así como de los museos franceses de Bellas
Artes de Nantes, Rennes, Nancy o Espinal. En el Museo del Prado, se exponen
habitualmente dos pinturas de este artista, también presentes en la exposición:
El
ciego tocando la zanfonía, adquirido en 1991 con fondos del legado
Villaescusa. San Jerónimo leyendo una carta (en depósito en el museo desde 2005).
Una
obra inédita descubierta en los fondos del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales por José Milicua, miembro del Real Patronato del Museo del Prado
fallecido en 2013 y a quien se dedica esta exposición.
San Jerónimo leyendo una carta
Georges de La Tour
Óleo sobre lienzo, 73,5 x 59,5 cm.
Madrid, Museo Nacional del Prado. Depósito del Ministerio de
Trabajo y Asuntos Sociales
Georges de La Tour (Vic-sus Seille,
Lorena, 1593- Lunéville, Lorena, 1652). Pintor francés. Hijo de un panadero, La
Tour nace en un burgo de Lorena. Nada o muy poco se conoce acerca de su
juventud y de su formación, aunque probablemente vivió una temporada en Italia,
situación que no está documentada, en 1616 La Tour es ya un pintor formado. Al
año siguiente, contrae matrimonio con la noble Diana Le Nerf, hija de un
tesorero del Duque de Lorena. Se instala en Lunéville en 1618. Es considerado
burgués de la ciudad en 1620 y lleva la vida propia de un gentilhombre loreno.
Goza de fama, el Duque de Lorena en 1623-1624 le compra obra y se confirma
durante la ocupación del ducado por los franceses. En 1639, hace un viaje a
París y obtiene el título de pintor ordinario del rey. Pinta cada año un cuadro
para el gobernador de Lorena, el mariscal de La Ferté. Otros coleccionistas
célebres, como Richelieu, el
superintendente de finanzas Claude de Bullion, el arquitecto Le Nôtre e incluso
Luis XIII, poseen obras suyas. La Tour muere en 1652, posiblemente víctima de una
epidemia, unos días después de su mujer.
Famoso en su tiempo pero luego completamente olvidado. Fue redescubierto
en el siglo XX, en particular por Hermann Voss (1915). A partir de la
exposición Pintores de la realidad 1934
en París (término por el que se conoce a varios artistas franceses de
comienzos del siglo XVII, como La Tour, Philippe de Champaigne,
Nicolas Tournier, Valentin de Boulogne, los hermanos Le Nain, etc.) La
Tour recobró un lugar eminente en la pintura francesa, confirmado por
la sonada adquisición, en 1960, de la
Echadora de la buenaventura por el Metropolitan Museum of Art de Nueva
York, y por las dos exposiciones monográficas consagradas al artista, en 1972 y
en 1997, ambas en París.
La Buenaventura.
Georges de La Tour.
Óleo sobre lienzo, 102 x 123 cm.
Nueva York, Lent by The Metropolitan Museum of Art, Rogers
Fund, 1960 (60.30).
De
las setenta y cinco composiciones conocidas por cuadros, grabados o por las
fuentes en que se inspiró, unos cuarenta originales suyos han llegado hasta
nosotros. Se trata únicamente de escenas religiosas y de género, y en ambos
casos los temas, fielmente influidos por el repertorio de Caravaggio, son
limitados y suelen repetirse.
La muestra está
organizada cronológicamente, permite contemplar la evolución del estilo de La
Tour.
Los primeros años
A pesar de las dudas sobre la cronología
de sus pinturas, no se cuestiona que las más realistas son las primeras en el tiempo, las cuales
debieron de pintarse en los últimos años de la segunda década del siglo XVII.
Personajes sagrados de aspecto toscos […]
Réplicas y series
A partir de la tercera década del siglo
XVII su técnica evoluciona, con pinceladas más planas y acuarelas y pinturas
más luminosas, haciendo que su originalidad y virtuosismo alcanza su máxima
expresión en las escenas diurnas […]
Los últimos años
Sin que haya sido posible explicarlo
convincentemente, la producción final de La Tour está protagonizada por
pinturas nocturnas de carácter religioso. Sus célebres “noches”, de aparente
simplicidad, silenciosas y conmovedoras, dan vida a personajes que surgen con
magia en espacios sumidos en el silencio, de colorido casi monocromo y formas
geometrizadas […]
La Magdalena penitente
Georges de La Tour
Óleo sobre lienzo, 117 x 91,76 cm.
Los Ángeles, Los Angeles County Museum of Art, Gift of The
Ahmanson Foundati
Comisarios:
Andrés Úbeda, jefe de Conservación de Pintura, Italiana y Francesa, Museo
Nacional del Prado y Dimitri Salmon, Museo del Louvre. Esta exposición se
inscribe dentro de un proyecto de colaboración con el Musée du Louvre, que ha
permitido también la organización de la exposición Ingres.
Georges
de La Tour ha pasado en un siglo de ser un perfecto
desconocido a encumbrarse como una de las figuras más populares de la historia
de la pintura francesa, junto a Monet, Renoir o Cézanne.
© Mariví Otero 2016
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuentes: Georges
de La Tour. Exposición. 23 febrero- 12 junio 2016. Documentación
multimedia y catálogo Museo Nacional del Prado. Madrid.