La exposición El universo de Jean Prouvé (París, 1910- Nancy, 1984) concebida expresamente para CaixaForum, es la segunda muestra que la Fundación “la Caixa” organiza gracias al acuerdo entre esta institución y el Centro Pompidou de París. Comisarios de la muestra Olivier Cinqualbre y Marjorie Occelli.
Jean Prouvé en un taburete núm. 307, hacia 1952. Colección
Centre Pompidou, París, Musée national d’art moderne-Centre de création
industrielle. Fondo Jean Prouvé de la Biblioteca Kandinsky. Donación de la
Familia Prouvé © Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona, 2021.
A
través de 235 piezas -de las que 146 son originales-, entre maquetas, planos,
fotografías, dibujos, mobiliario, documentos y facsímiles la exposición revisa
cronológicamente la vida y la obra de Jean Prouvé, desde sus inicios
como herrero, a finales de la década de 1920. Prouvé fue un creador
singular y polifacético, que sin tener ni título de arquitecto ni el de
diseñador industrial, trabajo con algunos de los grandes arquitectos de la
modernidad -como Robert Mallet-Stevens y Le Corbusier- en edificios
prefabricados, con estructuras sencillas y fabricados en serie. Su fama de
concebir la arquitectura, en beneficio de las colectividades y con una decidida
visión social, e innovador experimentando con nuevas técnicas, revolucionó
la construcción de edificios prefabricados. Entre sus edificios más conocidos,
destacan la Casa Métropole, la Casa Coque o la Casa Les Jours Meilleurs.
También fue un destacado diseñador de muebles, siempre en busca de la
sencillez. La elegancia, la economía de materiales y la resistencia y
durabilidad del objeto, con un mandato estricto enfocado a la funcionalidad.
Jean Prouvé,
Casa Métropole, Tourcoing (Nord), hacia 1952. Colección Centre Pompidou, París,
Musée national d’art moderne-Centre de création industrielle. Fondo Jean Prouvé
de la Biblioteca Kandinsky. Donación de la Familia Prouvé © Jean Prouvé, VEGAP,
Barcelona, 2021.
Impulsor del emblemático edificio del Pompidou
La
relación de Jean Prouvé con el Centro Pompidou viene de lejos, ya que, en
1971, el destacado creador presidió el jurado del concurso internacional para
el futuro edificio del centro, el primero de estas características que se
celebraba en Francia. Esta nominación fue polémica porque Prouvé no
tenía el título de arquitecto, pero fue él quien contribuyó en gran medida a
que fuera elegido el emblemático proyecto de Renzo Piano y Richard Rogers. Prouvé
acompañó a los jóvenes arquitectos en la construcción de un edificio tan
singular y que forma parte indisoluble de la identidad del centro. Más tarde,
Renzo Piano participó en la escenografía de la exposición Jean Prouvé
constructeur, que el Centro Pompidou organizó en 1990.
Jean Prouvé,
Casa Coque, Salon des Arts Ménagers, París, Grand Palais, 1951. Colección
Centre Pompidou, París, Musée national d’art moderne-Centre de création
industrielle. Fondo Jean Prouvé de la Biblioteca Kandinsky. Donación de la
Familia Prouvé © Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona, 2021.
El
taller como universo
Jean
Prouvé se formó desde niño en el taller de su padre, Víctor
Prouvé (1858-1943), que fue pintor, escultor y grabador. Mas tarde, en su
adolescencia, Prouvé fue aprendiz en talleres de maestros herreros, donde
aprendió el oficio de la forja. Significativamente en 1921 su padre retrató a Jean
Prouvé con el martillo en alto en un dibujo a sanguina incluido en la
exposición. En 1924, Prouvé abre su primer taller de “Herrería artística
y cerrajería” en Nancy. “Durante
varios años, forjaba yo mismo. No era en absoluto un hombre de despacho, ni de
dibujo. Vivía en el taller y recuerdo que los cerrojos y los herreros
utilizaban un mandil de cuero para protegerse de las chipas. Durante muchos
años vestí ese delantal de cuero” Prouvé es un artesano que se
convertirá en un industrial y constructor, reivindicado por arquitectos del
siglo XX y actuales por su innovadora y funcional forma de trabajar.
Jean Prouvé, Casa Tropique, tipo B, 1949. Colección Centre Pompidou, París, Musée national d’art moderne-Centre de création industrielle. Donación de la Familia Prouvé © Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona, 2021.
La
primera colaboración importante de Jean Prouvé con
un arquitecto fue a través de Robert Mallet-Stevens con quien trabajó en el
diseño de cabinas de ascensores, balaustradas y barandillas de escaleras. Prouvé
apuesta por una estética moderna de estos objetos, y por ello no es extraño que
se vinculara a la Unión des Artistes Modernes (UAM) desde su fundación, en
1929. La apuesta por la modernidad ya no tendría vuelta atrás, como se
demuestra en su participación en el pabellón de la UAM en la Exposición
Internacional de las Artes y Técnicas Aplicadas a la Vida Moderna, celebrada en
París en 1937. Para la ocasión, ideó una espectacular escalera con una zanca
central y llevó a cabo unos muebles diseñados con Jacques André, así como una caseta de baños en
colaboración con Le Corbusier, Pierre Jeanneret y Charlotte
Periand.
En
CaixaForum Madrid se puede visitar la exposición El universo de Jean Prouvé.
Arquitectura / Industria / Mobiliario.
Hacia la industrialización en serie
En 1931, Prouvé encaminó su empresa, Ateliers Jean Prouvé, hacia la industrialización en serie, y a mediados de la década su intervención en edificios ya se extiende más allá del diseño y la construcción de elementos ampliándose a la estructura entera. […] “En 1934-1935 imaginé otra forma de hacer arquitectura; es decir, otra forma de utilizar los materiales […] imaginé edificios con una estructura, de igual modo que el ser humano tiene un esqueleto, a la que había que añadir el complemento; y el complemento lógico para un esqueleto -ya fuera de acero, de hormigón o de madera- consistía en envolverlo en una fachada, una que fuera ligera puesto que la estructura se sostiene por sí sola”.
Jean Prouvé,
Puerta de entrada de la casa, Reifenberg, 1927. Colección Centre Pompidou,
París, Musée national d’art moderne-Centre de création industrielle. Fondo Jean
Prouvé de la Biblioteca Kandinsky. Donación de la Familia Prouvé © Jean Prouvé,
VEGAP, Barcelona, 2021.
Su
primer proyecto con estructuras totalmente metálicas y de vidrio fue el Aeroclub
Roland Garros (Buc, 1935-1936), En la Casa del Pueblo y mercado cubierto
(Clichy, 1936-1939) -éste último aún en funcionamiento- creó fachadas con
paneles metálicos cuyas caras fueron tensadas con un ligero abombamiento creado
por un muelle colocado en el centro. En el primer piso del mercado. Prouvé diseñó
una sala polivalente con elementos móviles: el techo se abre, los tabiques se
pliegan, las sillas se retraen y los suelos se mueven.
El
mobiliario, la gran aportación de Jean Prouvé fue la de crear muebles de
gran resistencia con economía de materiales, a menudo plegables e inclinables.
Técnicamente la chapa de metal plegada proporcionaba resistencia al objeto,
distribuyendo la fuerza por igual en todas las patas del mueble. Uno de sus
modelos de mayor éxito fue la silla Standard, de 1934. La fue
perfeccionando con el tiempo, lo que a lo largo de quince años originó diversas
adaptaciones: combinó madera y metal, fue desmontable y, por último, se
convirtió en una referencia absoluta bajo el nombre de silla Cafetería. En la exposición, pueden verse algunos de sus
muebles más destacados: la Silla Dactylo (1950), la Mesa Centrale (1951), la Silla de
parvulario y pupitre biplaza (1951), la Mesa Compás (1953) y la Silla de reposo
Anthony (1955).
Jean Prouvé,
Pupitre biplaza, 1951. Colección Centre Pompidou, París, Musée national d’art
moderne-Centre de création industrielle © Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona, 2021.
Durante
la Segunda Guerra Mundial, Prouvé se asoció con Le Corbusier y Pierre
Jeannneret para la construcción de unos pabellones desmontables para
obreros de la Société Centrale des Alliages Légers en Issoire. Se construyó un
número significativo de pabellones -dormitorios, comedor, enfermería, salón y
despacho de los diseñadores- con un sistema que combinaba pórticos centrales y
elementos modulables para cubiertas y fachadas. Durante la guerra Prouvé colaboro
con la Resistencia y fue nombrado alcalde de Nancy en 1944.
Jean Prouvé,
Edificio industrializado, maqueta, 1955 Aluminio y madera. Colección Centre
Pompidou, París, Musée national d’art moderne-Centre de création industrielle.
Donación de la Clarence Westbury Foundation © Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona,
2021.
Progreso, colectividad, vanguardia
“Necesitamos
casas prefabricadas”, dijo y a partir de 1946 se dotó de un instrumento
esencial para alcanzar ese objetivo: la fábrica de Maxéville, instalada en un
terreno amplio y adaptado a la fabricación en serie, donde las piezas se producían
en el taller y se montaban en la obra. Con este método, construyó la Casa
Tropique (1949), la Casa Métropole (1950) y la Casa Coque (1951) que, como
novedad, se ensamblaba a partir de paneles de cubierta curvos con sus soportes
metálicos. Prouvé siempre proyectaba las casas junto con su mobiliario
correspondiente.
En los
años 50, Prouvé construyó dos edificios singulares: su casa familiar
en Nancy (1954) en un terreno accidentado y muy difícil, con elementos
prefabricados, ligera y barata; y el Pabellón del Centenario del Aluminio
(1954), instalado en el Quai d’Orsay de París, totalmente desmontable, y que
algunos consideran su obra maestra.
Jean Prouvé,
Casa de la familia Prouvé, fachada principal, Nancy, 1954. Colección Centre
Pompidou, París, Musée national d’art moderne-Centre de création industrielle.
Fondo Jean Prouvé de la Biblioteca Kandinsky. Donación de la Familia Prouvé ©
Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona, 2021.
Otra
de las obras más emblemáticas de Prouvé es la Casa Les Jours
Meilleurs (1958) “¿Cómo alejar a los sintecho que mueren de frio?”
Prouvé ideó una casa equivalente a un apartamento normalizado de dos
dormitorios (50 m2), fabricada industrialmente y montada in situ.
Desgraciadamente la casa no obtuvo la correspondiente homologación técnica, lo
que impidió su producción industrial y solo se fabricaron cinco unidades. En
esa misma época, diseño casas para los prospectores de petróleo en el desierto (Casa
Sahara, 1958) y participó en la construcción de la Freie Universität de
Berlin (1963-1971).
El
último período de su carrera suele denominarse Les Blancs-Manteaux, el
nombre de la calle donde Prouvé instaló su último taller en 1968, muy
cerca precisamente de donde se construiría el Centro Pompidou. Con un
reducido equipo de ingenieros continuó diseñando elementos para la
construcción. Para la empresa Total por ejemplo diseñó estaciones de
servicio y gasolineras que se instalaron en autopistas de todo Francia
con una original forma circular. Para la sede del Comité Central del Partido
Comunista Francés (París, 1969-1971) del arquitecto Oscar Niemeyer, diseñó
los muros cortinas de las fachadas. Su última obra fue una torre de
radas Ouessant (1978-1980), una construcción puramente técnica, sin
pretensiones arquitectónicas.
Jean Prouvé,
Estación de servicio de autopistas Total, marquesinas con aleros, sin fecha.
Colección Centre Pompidou, París, Musée national d’art moderne-Centre de
création industrielle. Fondo Jean Prouvé de la Biblioteca Kandinsky. Donación
de la Familia Prouvé © Jean Prouvé, VEGAP, Barcelona, 2021.
Todas
las obras de Jean Prouvé de esta exposición proceden de la colección del
MNAM-CCI y fueron donadas por sus hijos, Françoise, Claude, Simone, Hélène y
Catherine Prouvé, junto con una donación de la Clarence Westbury Foundation de
Houston.
No hay comentarios:
Publicar un comentario