Exposición
organizada por el Haus der Kunst de
Múnich con la colaboración del Museo Reina Sofía, comisario de la misma Ulrich wilmes, presenta la trayectoria
completa de Jörg Immendorff (Bleckede,
Alemania, 1945 – Düsseldorf,
Alemania, 2007), uno de los artistas alemanes más destacados a nivel
internacional fundamental para entender la época histórica en la que vivió. La
antológica abarca desde las obras que concibió en los setenta, y a principios
de los ochenta tratando de redefinir el papel del artista en la sociedad y de
acercar el arte a la gente, hasta las pinturas codificadas de su último periodo
creativo. De este modo, la muestra comprende más de cuatro décadas de una obra
que ha experimentado procesos de cambio esenciales.
Es la primera
retrospectiva, que se lleva a cabo desde su muerte, ocurrida en 2007, incluye
alrededor de 100 obras entre pinturas y esculturas, de todas las fases
creativas del artista y algunos lienzos de hasta siete metros de ancho. La
muestra no sigue una cronología
estricta, sino que ordena los temas cruciales y los puntos clave del
desarrollo artístico de Immendorff
en capítulos temáticos. La biografía de Jörg
Immendorff es como un relato inscrito en sus obras, ya que creaba sus
cuadros, dibujos, grabados y esculturas en o para, un contexto histórico
específico.
Arte crítico y espontáneo
La
muestra arranca con las primeras obras del artista de los años sesenta. En esa
época, Immendorff estudiaba en la
Academia de Arte de Düsseldorf, donde estableció un estrecho vínculo con Joseph
Beuys (1921-1986) basado en el aprecio mutuo.
En este preciso
contexto, y como reacción a la guerra de Vietnam, pintó unas imágenes de unos
bebés “regordetes” y “mofletudos” y se los dedicó a “todos los amores del
mundo”. De este modo apelaba al innato instinto pacífico de la humanidad y a
una inocencia infantil que se revelaba en el diletantismo radical de las
llamadas “acciones LIDL” (palabra inventada por Immendorff, que a él le recordaba el sonido del sonajero de un bebé.
El término se refiere al arte provocador que se muestra crítico con las
instituciones).
En las dos siguientes salas se observa el cambio experimentado en la
obra y estilo de vida de Immendorff
que, tras ser expulsado de la Academia de Düsseldorf en 1969 a causa de sus
actividades subversivas, pasó a ser un agitador político como profesor de arte
y su compromiso político como miembro de la sección maoísta del Partido
Comunista de Alemania – una escisión del KPD- eran tan importantes como su
actividad artística. Así, Die
Meinungssäule (La Columna de opinión,
1971) o Besprechung eines transparents (Debate
sobre una pancarta, 1972) hacen
referencia al método de la vida cotidiana en la escuela, en el que Immendorff concibió junto con los
alumnos una clase orientada a proyectos.
En
la década de los setenta, el lenguaje visual de su pintura era también una
expresión de su compromiso socio-político. Las vistas urbanas de Frankfurt Main
(Fráncfort del Meno, 1973) o Köln (Colonía, 1973) presentan manifestaciones
contra la guerra de Vietnam y están firmados con el eslogan “Todo por la
victoria del pueblo vietnamita en lucha”.
Hacia una nueva identidad
En
los primeros años ochenta, Immendorff
se preocupó específicamente por la división de Alemania. En la siguiente sala,
el cuadro Naht (Sutura, 1981) encarna
emblemáticamente la cicatriz que recorría la frontera que separaba ambos
estados alemanes durante la Guerra Fría. Sin embargo, ya más entrada la década,
sorprende que el proceso de reunificación culminado con la apertura del Muro de
Berlín en 1989 no encontrara ninguna expresión concreta en sus obras de la
época.
Poco antes, en 1976, Immendorff participó
en la Bienal de Venecia mediante la presentación de folletos que atacaban la
“privación de la libertad personal” en la RDA y que hacían un llamamiento a la cooperación
artística internacional como medio para superarla. En 1978 Immendorff comenzó la destacada serie Café Deutschland, en la que
declaraba su posición crítica con respecto a la política alemana de posguerra
ejemplificada en una obra en la que aparece la esvástica entre las garras del
águila de la Alemania Federal. Concluidas en 1982, las diecinueve pinturas que
conforman la serie escenifican en configuraciones cambiantes el elenco
contemporáneo de los dos Estados
alemanes.
Al
superar el conflicto entre ciertos rasgos de su práctica artística, Immendorff tomó definitivamente la
decisión de dejar atrás su triple vida de activista político, profesor y
pintor, y dedicarse exclusivamente al
arte. Selbstbildnis (Autorretato, 1980)
ejemplifica este proceso de despliegue de la identidad artística.
Autorretato, 1980, Jörg Immendorff.
Con el grupo de obras Café de
Flore (1987-1992) Immendorff
había finalmente hecho realidad su inconfundible autodeterminación artística,
que se distingue por una marcada fuerza expresiva y por la multiplicidad de
capas narrativas. El parisino Café de Flore era conocido en los años 60 por ser
el punto de reunión de Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir. En las piezas de Immendorff aparecen representados otros
colegas artistas, comisarios de exposiciones, escritores, galeristas y
coleccionistas, y en el centro de dichas piezas, el artista desempeña varios
roles. Las configuraciones de los cuadros que integran este conjunto recaen en
las grandes figuras que las vanguardias del siglo XX, en particular en Marcel
Duchamp, así como en los expresionistas y surrealistas.
Nuevas referencias
A
partir de los noventa, Immendorff, pasó
a ocupar un papel destacado en la escena del arte contemporáneo internacional,
mostró un gran interés por algunas famosas figuras marginadas de la literatura,
como el personaje romántico de Tom Rakewell, de William Hogarth, o el Peer Gynt
creado por Henrik Ibsen, hacia los que sentía una gran afinidad. Peer Gynt es
una figura que se pasa toda la vida huyendo de la realidad y refugiándose en un
mundo creado por él. Para Immendorff,
Peer Gynt es un buscador como él.
En el cuadro de gran
tamaño Gyntiana (1992-93), el tema
principal –como él mismo señaló- “mucho más allá de la historia de Peer Gynt” Immendorff escogió el Café de Flore
como su emplazamiento y se retrató vestido de geisha. Además, situó allí un
repertorio de destacados autores de la literatura mundial, como Arthur Rimbaud,
Bertolt Brecht o Ibsen, destacando que se identificaba con todos ellos.
En la obra de Immendorff, las
mujeres suelen desempeñar un rol secundario. Gertrude Stein (1874-1946) es una
excepción. Esta escritora estadounidense, editora y coleccionista de arte. Es
una de las pocas figuras femeninas que se pueden identificar en su obra. Basada
en una fotografía de Man Ray, Stein aparece en la obra Gertrude + Republik (1998).
Poco después de que le diagnosticaran en 1997 una devastadora esclerosis
lateral amiotrófica (ELA), el estado físico Immendorff empezó a empeorar. A partir de entonces, el dominio
menguante lo llevó a emplear medios formales que otorgan a los cuadros el
carácter de collages sin renunciar por ello al concepto de pintura.
La última parte de la exposición muestra otras referencias temáticas
como el “mono pintor”, inspirado en la obra del artista francés Jean-Baptiste
Siméon Chardin (1699-1779). Para Immendorff,
el mono es un imitador, que aunque puede pintar, no es creativo y va
adquiriendo significados cambiantes en sus trabajos, tanto en pintura como en
escultura.
También se pueden ver algunas de sus últimas obras, muchas de ellas sin
título, en las que por su enfermedad Immendorff
se vio obligado a adaptar su trabajo a su discapacidad física. Con una asombrosa
energía, creó métodos para generar imágenes que le permitían delegar cada vez
más la ejecución de sus ideas visuales en sus ayudantes.
En la biografía del artista Immendorff
se imbrican experiencias reales que en sus obras se convierten en objetos de
una interpretación de su visión del mundo. Los cuadros se erigen así en
portadores de señales, difunden informes y propagan consignas; a fin de cuentas
son cuadros vivientes con espacios teatrales en los que se desplaza a actores y
público entre el escenario y la platea.
©
Mariví Otero. 2019.
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente: Jörg Immendorff. La tarea del pintor. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. 29 de octubre de 2019- 13 de abril de 2020. Documentación, imágenes y material multimedia: Gabinete de Prensa Museo Reina Sofía. Concha Iglesias Otheo de Tejada.
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