Se trata de la primera exposición que llega como resultado del acuerdo que suscribieron en julio de 2019 la Fundación “la Caixa” y el Centro Pompidou para colaborar en la organización de exposiciones conjuntas hasta el año 2024.
Comisariada por Florian Ebner, responsable del Departamento de fotografía del Centro Pompidou, con la colaboración de Marta Dahó, doctora de Historia del Arte, investigadora y docente, quien ha asesorado en la selección de las piezas que provienen de las colecciones españolas. El recorrido es a través de 259 obras de 81 artistas, histórico y temático por la historia de la fotografía urbana a través de fotografías, películas, vídeos y material impreso que abarca prácticamente un siglo, desde la década de 1910 hasta principios de 2010.
Las
obras contienen una dimensión teatral: la performance, en un sentido
artístico, y la participación, en un sentido político. Participan en la muestra
algunos de los nombres cruciales de la disciplina fotográfica internacional
como
Lászlo
Moholy-Nagy, Paul Strand, Henri Cartier- Bresson, Bressaï, Robert Frank, Robert
Doisneau, Diane Arbus, Margaret Michaelis, André Kertész, Alexandre Rocthenko o
Lee Friedlander. La fotografía española dialoga en igualdad de
condiciones con las obras internacionales de autores como Francesc
Català-Roca, Leopoldo Pomés, Pilar Aymerich, Anna Malagrida, Agusti Centelles,
Carlos Pérez de Rozas, Manel Armengol, Josep Brangulí, Joan Colom, Jorge
Ribalta, Xavier Ribas. Francesc Torres o Tino Calabuig.
La ciudad como escenario
Estructurada
en diez ámbitos y el apéndice “Limites comunes” que incluye la mirada de
artistas de la muestra sobre la crisis de la Covid19, este nuevo espacio que da
voz a artistas y fotógrafos, Pilar Aymerich, Manolo Laguillo, Viktoria
Binschtok, Hannah Collins, Mishka Henner, Valérie Jouve, Anna Malagrida y Mathieu
Pernot, Barbara Probst y Francesc Torres, Tino Calabuig entre otros.
Se
inicia con un prólogo con la célebre fotografía de Paul Strand Mujer
ciega (1916), que el influyente fotógrafo norteamericano tomó con la cámara
escondida, algo que ya supone una auténtica declaración de intenciones del
realismo moderno fotográfico y que encarna el concepto de la straight
photography (fotografía directa). La icónica imagen dialoga con una
película del mismo autor, realizada juntamente con el pintor Charles Sheeler
en 1921, Manhatta -emblemática del cine de ciudad, una apoteosis de Nueva
York, elogio de su verticalidad y de las estructuras de acero-, y un tríptico
contemporáneo de Martí Llorens que muestra el derribo de edificios en la
Barcelona preolímpica. (pararse a ver, espléndidas).
La
ciudad vertical, uno de los temas que aparecen al principio de la muestra, se
corresponde con el momento del final de Primera Guerra Mundial. En que existe
una euforia con respecto a la ciudad y una profunda fe en la modernidad, la
tecnología y el progreso.
Los años treinta tienen especial protagonismo en el recorrido. Es un momento en el que los fotógrafos dirigen su mirada hacia la población proletaria que deambula por las calles, y se interesan especialmente por los personajes nocturnos como en el caso de uno de los nombres más importantes de la muestra, Brassaï, y también de Margaret Michaelis, que retrata el Barrio Chino barcelonés en 1932.
Los
años treinta también estuvieron marcados por los acontecimientos de la España
republicana y la Guerra Civil, tema al que se dedica todo un ámbito de la
exposición con las obras de Henri Cartier-Bresson, Pere Català Pic, Agustí
Centelles, Gabriel Casas y Carlos Pérez, Agustí Castelles, Gabriel Casas y
Carlos Pérez de Rozas. En este ámbito también se analiza la repercusión que
tuvo la Guerra Civil en la prensa extranjera a través del fotoperiodismo. (espacio
para pararse a ver, nuestra historia).
Los
archivos del Centro Pompidou son muy ricos en fotografía humanística y
existencialista después de la Segunda Guerra Mundial. Fue un momento de esplendor
para la fotografía callejera, con figuras como Robert Doisneu, William Klein
y Robert Frank. Y en el territorio español, con Joan Colon, Francesc
Català-Roca y Leopoldo Pomés.
A partir de los sesenta, la fotografía abandona la perspectiva (pintoresca), y la mirada de los fotógrafos se vuelve más crítica. Las calles de la ciudad además son territorio para la revolución y la protesta, especialmente a partir del Mayo del 68. La presión de los últimos años del franquismo y de la Transición española se refleja en los trabajos de fotógrafos como Manel Armengol, Pilar Aymerich y videos de Tino Calabuig.
La
muestra se acerca a su final con aproximaciones de artistas y fotógrafos contemporáneos
que plasman la ciudad horizontal, la ciudad en las nuevas definiciones del
espacio público, las periferias, sin olvidar el impacto en la mirada sobre el
territorio urbano de las plataformas Google Earth y Google Street View.
Ámbitos
de la exposición: La ciudad vertical: euforia
por la modernidad en los años veinte. Los nuevos actores de la ciudad: de los
pintoresco a lo proletario. La ciudad militante: España en los años treinta. La
ciudad humanista y existencialista: la reconciliación después de la guerra. La
ciudad crítica: estudios sobre la situación social. La ciudad rebelde. La
ciudad como escenario. La ciudad horizontal. La ciudad reflexiva: la
negociación del espacio público. Ciudad global y virtual. Y por último Limites
comunes Covid19.
La
exposición refleja la idea de que la sociedad es el motor de la historia y de
cómo la ciudad forma parte de este motor y su modernidad. Destaca la vida
social y política de la ciudad y entiende la metrópolis como un gran terreno de
juego. Estos meses, debido a la pandemia derivada de la Covid19, la vida urbana
ha quedado profundamente alterada hasta puntos inimaginables.
Una espléndida muestra que hay que pararse a ver.
Fuente: “Cámara y ciudad. La vida urbana en la fotografía y el cine” Fundación “la Caixa” y Centre Pompidou. Área de Comunicación de la Fundación “la Caixa”: Documental y gráfica. CaixaForum Madrid. Del 7 de julio al 12 de octubre de 2020.
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