viernes, 21 de abril de 2023

GUIDO RENI

Imagen de las salas de la exposicón Guido Reni. Foto © Museo Nacional del Prado.

En el Museo Nacional del Prado podemos pasear por la exposición, dedicada a GUIDO RENI (1575-1642) “el divino”. Muestra comisariada por David García Cueto, Jefe del Departamento de pintura Italiana y Francesa hasta 1800 en el Museo del Prado, que reúne casi un centenar de obras procedentes de 40 entidades culturales de todo el mundo para llamar la atención sobre la decisiva contribución de este maestro boloñés en la configuración del universo estético del barroco europeo. Lo hace atendiendo a las más recientes aportaciones historiográficas y prestando especial atención a su vínculo con España, perceptible tanto en el coleccionismo de la corona y la aristocracia como en la influencia de sus exitosos modelos iconográficos en artistas fundamentales del llamado Siglo de Oro.

San Juan Bautista en el desierto Guido Reni Óleo sobre lienzo, 230 x 140 cm h. 1636 Salamanca, Madres Agustinas Recoletas. Convento de la Purísima

En la exposición se puede contemplar por primera vez la obra de Hipómenes y Atalanta conservada en el Prado junto a la versión de Capodimonte; San Sebastián, tal y como lo concibió el artista, despojado del gran repinte que ampliaba el paño de pureza que cubría su cuerpo; La predicación de San Juan Bautista perteneciente a las Madres Agustinas de Salamanca, recién incorporado al catálogo del artista; o la inédita Baco y Ariadna, de una colección particular suiza. La obra de Reni en la muestra dialoga con una selección de pinturas y esculturas de otros autores que pretende poner de manifiesto las influencias principales que el maestro recibió en la forja de su personalidad y las que ejerció en otros creadores de su tiempo. Una notable selección de dibujos de Reni que permite valorar la riqueza y belleza de su proceso.

Baco y Ariadna Guido Reni Óleo sobre lienzo, 222,5 x 147 cm h. 1617-19 Colección particular.

Comenzamos a caminar por la exposición dividida en once secciones, de las que aquí recogemos tres.

Yo Guido Reni, Bolonia

La próspera y culta ciudad de Bolonia, perteneciente desde 1506 a los Estados Pontificios, se convirtió a finales del siglo XVI en uno de los centros artísticos más importantes de Europa, destacando especialmente por la actividad de su escuela pictórica, al tiempo que vivía un proceso profundamente renovador de la mano de la familia Carracci. Estos artistas propusieron superar el manierismo imperante por el estudio del natural y la reinterpretación de grandes maestros como Rafael, Correggio, Tiziano y Veronese. Con ello forjaron un lenguaje bello y novedoso capaz también de trasmitir los más profundos sentimientos religiosos.

La unión del Dibujo y el Color Guido Reni Óleo sobre lienzo, 120,5 x 120,5 cm h. 1624-25 Paris, Musée du Louvre. Département des Peintures.

En aquella atmósfera nació Guido Reni (1575-1642), quien llevaría el arte pictórico de Bolonia a unas cotas de perfección nunca antes alcanzadas. Hijo de un músico, de personalidad virtuosa y reservada, se encaminaba en su adolescencia hacia la formación como pintor. Guiado por los mismos principios que defendían los Carrocci, Reni recibirá el apelativo de “divino” por su talento para representar lo sobrenatural. Desde su Bolonia natal, la fama de Guido llegará a Roma, y de allí al resto de Italia y a buena parte de Europa. España también fue partícipe de su gloria, recibiendo por la vía del coleccionismo importantes obras suyas, al tiempo que se le consagraba como modelo para los artistas hispanos.

La Asunción y Coronación de la Virgen Guido Reni Óleo sobre tabla, 77 x 51 cm 1602-3 Madrid, Museo Nacional del Prado.

En Roma entre Rafael y Caravaggio

Tras el año jubilar de 1600, y tal vez a causa de algunas desavenencias con su maestro Ludovico Carracci, Guido Reni viajó por primera vez a la ciudad de Roma, por entonces la indiscutible capital artística de Europa. Su biografía quedará unida desde entonces a la Urbe, en la que descubrirá el gran legado de la Antigüedad, al tiempo que conocerá las obras de su admirado Rafael de Urbino. Pero el episodio más singular de aquellos años fue su empeño por emular el arte de Caravaggio, el artista más radical y rompedor activo en Roma. Guido, tras conocer su pintura, modificó su propio estilo, intentando superar a Caravaggio mediante la imitación de su quehacer. En aquel interés coincidió con quien llegaría a ser otro de los grandes protagonistas de la escena artística del siglo, el español José de Ribera. Pero tal experimentación no fue más que una fase transitoria en su arte, un peldaño más en la forja de su propia identidad, como demuestra el excepcional lienzo de altar de la Matanza de los inocentes.

La matanza de los inocentes Guido Reni Óleo sobre lienzo, 268 x 170 cm 1611 Bolonia, Pinacoteca Nazionale di Bologna. Per concessione del Ministero della Cultura-Pinacoteca Nazionale di Bologna.

La belleza del cuerpo divino

La capacidad de Guido para acercar al espectador a la divinidad fue un valor unánimemente reconocido a su arte ya en su época. Su biógrafo, Carlo Cesare Malvasia, le comparó por ello con un “águila generosa” que tras su “vuelo a las esferas” traía a la tierra las “ideas celestiales”. El escritor Francesco Scannelli consideró que su pintura fue “más allá de lo humano” para conducir a lo divino. El mismo Malvasia aludía a sus personajes sagrados como “divinidad humanizada”, refiriéndose con ello a la fuerza de alguna de sus obras para hacer partícipe al espectador de lo transcendente. Es por ello que Reni fue un extraordinario intérprete de la vida y Pasión de Jesús, al presentar a Cristo como poseedor de una gran belleza física, capaz de albergar un alma divina. Al mismo tiempo, ciertos temas evangélicos como los protagonizados por la joven figura del Bautista, le permitieron experimentar sobre un momento esencial de la condición humana, el de la transición del cuerpo adolescente al adulto.

Ánima bienaventurada Guido Reni Óleo sobre lienzo, 252 x 153 cm h. 1638-42 Roma, Musei Capitolini, Pinacoteca Capitolina.

Los días 15 y 16 de junio de 2023 se celebrará un congreso internacional, dedicado a la memoria del profesor Charles Dempsey (1937-2022), autor de estudios fundamentales sobre la escuela boloñesa de pintura, que permitirá a los especialistas en este autor y a los jóvenes investigadores de su figura a presentar las novedades y descubrimientos que hayan logrado últimamente sobre el gran maestro boloñés.

Gran exposición, que el espectador tiene que ir descubriendo, hay momentos de Guido Reni no muy claros, seguro que en ese futuro congreso ya saldrán definidos. La obra realizada por Reni, fuera de influencias es muy bella.

© Mariví Otero 2023
Manuel Otero Rodríguez

Fuentes: Guido Reni. Museo Nacional del Prado. Del 28 de marzo al 9 de julio 2023. Área de comunicación del Museo: Documentación y fotografías.

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