viernes, 1 de diciembre de 2017

William Kentridge. Artista multidisciplinar de referencia.

El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, con esta muestra Basta y sobra, repasa la producción teatral y operística del creador sudafricano, galardonado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2017.

William Kentridge (Johannesburgo, 1955), licenciado en Ciencias Políticas, Estudios Africanos  en la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica) y formado en Bellas Artes en Johannesburgo, y en teatro y mimo en París.

Desde 1975, siendo todavía estudiante, Kentridge realizó sus primeras intervenciones como actor, director y escenógrafo en la compañía universitaria de teatro experimental Junction Avenue, abiertamente política y critica con el Apartheid.

Tras pasar un año en la Escuela Internacional de Teatro de Jacques Lecop de París, a su regreso a Sudáfrica en 1982 continuó trabajando en teatro y en la industria del cine y la televisión, pero es a principios de los años noventa cuando las artes plásticas le otorgan un reconocimiento internacional tras su participación en la primera Bienal de Johannesburgo (1995) y Documenta X (1997).

Las clases de mimo de Jacques Lecop ya habían marcado para Kentridge un punto de inflexión en su información, un hecho determinante que condicionó su carrera posterior como él mismo reconoció: “Estaba en una etapa de mi vida donde no sabía lo que quería hacer, y donde tenía la elección entre tres cosas: continuar estudiando arte en una escuela reconocida, como Slade School o Central School of Art en Londres; o estudiar cine, en la Nueva York Film School; o seguir con el teatro, pero yo quería en este caso una escuela que se interesase por la improvisación. Jacques Lecop era pues una buena elección. Aquel año en París se reveló como la enseñanza más productiva que jamás haya recibido”.

Este dilema de Kentridge se plantea ya en su etapa de estudiante, parece superarlo a lo largo de su carrera no tanto con la supuesta renuncia de alguna de estas disciplinas artísticas sino, al contrario, logrando una fructífera conciliación y convivencia entre ellas.

 Así, se ha convertido en un artista multidisciplinar de referencia que combina la práctica del dibujo, el collage, el grabado, la escultura, el cine, la opera y el videoarte. Todas estas disciplinas, están incluidas en la exposición.

Comisariada por: Manuel Borja-Villel y Soledad Liaño.

La exposición se articula entorno a siete piezas de teatro y ópera dirigidas por William Kentridge:

Obras de teatro: Woyzeck on the Highveld (1992). Faustus in Africa! (1995). Ubu and The Truth Commission  (1997).


Óperas: Il ritmo d’Ulisse (1998). The nose (2010). Lulu (2015). La más reciente, Wozzeck (2017), estrenada este verano en el Festival de Salzburgo.


La selección permite un recorrido transversal que evidencia ciertas constantes de la trayectoria artística de William Kentridge. Todas ellas son historias de un solo protagonista que sirven para entretejer diversas situaciones y suscitar realidades más complejas.

Son dramas donde, con frecuencia, lo absurdo se convierte en aliado para desnudar y desenmarañar eficazmente circunstancias y contextos concretos. Los personajes de Woyzeck, Ubú, Lulú, Ulises, Fausto, e incluso La nariz, son víctimas o verdugos de unas estructuras encorsetadas que ponen de manifiesto, en el ámbito público y doméstico, las lacras de la tiranía, al autoritarismo, la mezquindad y la corrupción.

Apoyado por un amplio equipo de colaboradores habituales (Handspring Puppet Company, Jane Taylor, Philip Miller, Sabine Theunissen, entre otros) Kentridge recurre a repertorios europeos existentes y los reinterpreta desde una perspectiva personal. Extrapola con frecuencia las historias a Sudáfrica, reescribiendo los guiones originales para hacerlos permeables a la realidad.


La importancia otorgada al proceso creativo es otro de los aspectos claves de la producción de Kentridge. Durante la concepción de las piezas mencionadas, se intercalan dibujos, grabados y películas que sirven de punto de partida, son resultado de las mismas o fueron producidas de forma simultánea y complementaria. La exposición reúne una amplia selección de materiales y medios que dan cuenta de estas sinergias entre la obra plástica y escénica del artista, así como de los distintos enfoques y formalizaciones que plantea para cada proyecto.

En la muestra se encuentran los diferentes materiales surgidos tanto en el proceso de creación como los que finalmente son empleados en las escenografías (dibujos, maquetas de escenas, pósters, marionetas o vestuario), que se exhiben junto con las grabaciones de sus óperas y obras de teatro, y de algunas de las películas que las vertebran, como Right into her arms (Directo entre sus brazos), el teatrillo en miniatura donde se proyectan algunos dibujos utilizados en la ópera Lúlu; Ubú cuenta la verdad , que completa Ubú y la Comisión para la Verdad; y Yo no soy yo, el caballo no es mío, las ocho películas que ayudaron a definir la gramática de la escenografía de La nariz que se incorporan como proyecciones en los interludios musicales.


William Kentridge […] “Afortunadamente fracasé como pintor y quedé reducido a hacer dibujos”.


La propia evolución de la trayectoria intelectual y profesional de Kentridge, artista poco frecuente en los museos de España, expuso en el MACBA de Barcelona en 1999 (comisariada por Manuel Borja-Villel) y en el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga en 2012, testimonia perfectamente la simbiosis de ambos “mundos”.


© Mariví Otero 2017
Asistente: Manuel Otero Rodríguez

Fuentes: William Kentridge “Basta y sobra”. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Del 1 de Noviembre de 2017 al 19 de Marzo de 2018. Gabinete de Prensa Museo Reina Sofía. Madrid.

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