viernes, 29 de junio de 2018

VICTOR VASARELY / Abstracto geométrico


Victor Vasarely (Pécs, 1906- París 1997) es una de las figuras más destacadas del arte abstracto geométrico. Sus experimentos con estructuras especialmente ambiguas y ópticamente dinámicas y sus efectos en la percepción visual irrumpieron en el panorama artístico de mediados de la década de 1960 con la etiqueta de Op Art, dando origen a una tendencia efímera pero de extraordinaria popularidad.

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta esta exposición monográfica, organizada con fondos del Museo Vasarely de Budapest, del Museo Victor Vasarely de Pécs, de la Fundación Vasarely de Aix-en-Provence y otros destacados préstamos de colecciones privadas. El comisario de la muestra es Márton Orosz, conservador del Museo de Bellas Artes de Budapest y director del Museo Vasarely, la exposición ofrece una visión global de la vida y obra del artista húngaro, quien realizó lo mejor de su producción en Francia.


Caminar entre las obras es fácil y ameno, la exposición está organizada en ocho secciones siguiendo un orden cronológico.

Estructuras vega

El primer espacio está dedicado, a esta serie una de las más conocidas emblemáticas, realizadas en la cumbre de su carrera y cuyo nombre deriva de la estrella que más brilla en las noches estivales del hemisferio norte.

Estos cuadros se basan en distorsiones cóncavo-convexas de una retícula, en una compleja combinación del cubo y la esfera que remite simbólicamente al movimiento de dos direcciones de la luz que emana de estrellas, al funcionamiento de las galaxias que han nacido por condensación y de un universo que se expande.


Periodo gráfico

Dotado de una extraordinaria capacidad para el dibujo, de 1929 a 1930 Vasarely estudia en la escuela Mühely de Budapest, dirigida por Sándor Bortnyik, pintor y diseñador gráfico  conectado  con la Bauhaus de Weimar. Wasarely se interesa por los problemas formales del arte geométrico y adopta como maestros espirituales a Piet Mondrian, Theo van Doesburg, Kazimir Málevich, El Lissitzky y Lászlo Moholy-Nagy. Este primer periodo se prolonga hasta 1939, sus imágenes todavía no son abstractas.

Estudios precinéticos y Naissances

Con motivo de una exposición en la Galería Denise René de París en 1951, Vasarely se plantea por primera vez trasladar sus composiciones espaciales a una escala monumental. Utilizando métodos de la fotografía, amplia sus dibujos a pluma y los coloca en series que cubren paredes enteras. A partir de estos trabajos, el artista crea la serie Naissances (Nacimientos), que consiste en superponer los negativos de los dibujos para crear inquietantes y aleatorias configuraciones. En sus Ouvres profondes cinétiques (Obras profundas cinéticas) emplea el mismo método con planchas de vidrio, acrílico  o plástico transparente.


Belle-Isle / Cristal/ Denfert

Vasarely en 1947, pasa el verano en Belle Île, isla situada frente a la costa de Bretaña, donde descubre la geometría interna de la naturaleza. A partir de apuntes, que ponen de manifiesto una viva imaginación, pinta evocadores cuadros a base de colores muy unificados. En esos mismos años inicia el periodo Crystal, que se inspira en la estricta geometría de las  casa de piedra de Gordes, población medieval del sur de Francia cuyas formas intentan trasladar al lienzo con ayuda de la axonometría.


Periodo Blanco y Negro (Arte cinético)

Inspirándose en la composición suprematista  Blanco y Negro de Kazimir Malévich (1915), que encarnaba la armonía de la espiritualidad y que se ha interpretado muchas veces como –punto final- un cuadro que rota sobre su eje hasta parecer un rombo, sería el punto de partida de sus obras cinéticas.


Sistemas universales a partir de un alfabeto plástico

Musée des Arts Décoratifs de París en 1963, Vasaraly presenta los resultados de sus estudios sobre la Unidad plástica. Este concepto se basa en la interacción de forma y color. El artista consideraba las formas-color como células o moléculas a partir de las cuales se construyó el universo: “la unidad de forma-color […] es a la plasticidad lo que la onda-partícula es a la naturaleza”, declaró.


Algoritmos y permutaciones

En 1953, Vasarely consideró la necesidad de que sus obras se multiplicaran y tuvieran una amplia difusión.

En el Manifiesto amarillo de 1955 resumió sus ideas sobre las posibilidades de recreación, multiplicación y expansión. Gracias a su multiplicabilidad y permutabilidad, un conjunto básico de elementos podía transformarse, mediante un algoritmo, en un número infinito de composiciones distintas. Las programaciones con que se registraría ese proceso partirían de que los colores, los tonos y las formas que constituían cada imagen pudieran representarse numéricamente e, incluso, guardarse en una computadora para recuperarlos cuando se deseara. Aunque nunca había trabajado con la informática, de sus principios se deriva la posibilidad de crear imágenes con esa tecnología.


Vasarely a principios de la década de 1960, propuso el empleo de un lenguaje visual universal que denominó Folclore planetario. Colores y formas dispuestos regularmente y numerados al estilo de los productos industriales. Como el mismo señaló, las obras de arte no pertenecían solo a los museos y galerías, sino que necesarias en todos los segmentos de la vida urbana. Su visión, que se basaba en las ideas de Le Corbusier y Fernand Léger y proclamaba una síntesis de las diferentes disciplinas artísticas, consistía en los componentes básicos de las ciudades del futuro fueran obras plásticas monumentales, producidas en serie. La primera de sus integraciones arquitectónicas se llevó a cabo en Venezuela en 1954, en el campus de la Universidad Central de Caracas. Vinieron después instalaciones plásticas monumentales en edificios de Bonn, Essen, París y Grenoble.


Múltiples  

Una parte importante de la filosofía de Vasarely está relacionada con su negativa a distinguir entre obra de arte original y reproducción. Convencido de que las obras cobraban una nueva vida cuando se multiplicaban, consideraba los Múltiples –objetos basados en el mismo prototipo y producidos en  un proceso de fabricación que el artista supervisaba hasta el más mínimo detalle-.

A Vasarely le gustaba especialmente la serigrafía; sus estampas, firmadas y numeradas, se podían adquirir en el mercado, al igual que los Múltiples, integrados por láminas coloreadas a mano o reproducidas industrialmente y montadas en soportes de madera o metal.


Espléndida exposición, pero o quitan obra o amplían el espacio.

© Mariví Otero 2018
Asistente: Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Victor Vasarely. El nacimiento del Op Art. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Madrid. Del 7 de junio al 9 de septiembre de 2018. Oficina de Prensa.

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