viernes, 28 de junio de 2019

BERENICE ABBOTT. La idea de modernidad invade todo su trabajo.

Berenice Abbott. West Street, 1932. 19,1 × 24,3 cm
International Center of Photography, Purchase, with funds provided
by the National Endowment for the Arts and the Lois and Bruce
Zenkel Purchase Fund, 1983 (388.1983)
© Getty Images/Berenice Abbott

Tras su paso por Barcelona, ha llegado a la sede de la Fundación Mapfre en Madrid, Sala Recoletos (PHotoESPAÑA 2019), esta espléndida muestra  Berenice Abbott. Retratos de la modernidad, de la gran fotógrafa estadounidense Berenice Abbott, que después seguirá viajando: primero a Ámsterdam (de septiembre a diciembre de 2019), y luego a Colonia (de marzo a julio de 2020). Producida por Fundación Mapfre y comisariada por Estrella de Diego, es la mayor retrospectiva de Berenice Abbott que se organiza en España, con fondos de época procedentes de algunas de las más importantes colecciones: The New York Public Library (Nueva York), el Geroge Eastman Museum (Rochester, Nueva York), La Howard Greenberg Gallery (Nueva York), la Howard Greenberg Gallery (Nueva York), el International Center of Photography (Nueva York), el MIT Museum (Cambridge, Massachusetts) y el Museum of the City of New York (Nueva York).
Berenice Abbott. Autorretrato, distorsión, ca. 1930. Self Portrait – Distortion
16,8 × 13,7 cm, copia de 1945-1950 / printed in 1945-1950
Courtesy Howard Greenberg Gallery
© Getty Images/Berenice Abbott

Berenice Abbott (Springfield, Ohio, 1898 – Monson, Maine, 1991) comienza sus estudios universitarios en 1917 en la Ohio State University con la intención de convertirse en periodista. Solo permanece allí unos meses porque en 1918 se traslada a Nueva York y se instala en el Greenwich Village, centro de encuentro de artistas e intelectuales que le facilita su primer contacto con creadores como Marcel Duchamp, Djuna Barnes, Clara Tice y la baronesa Elsa von Freytag-Loringhoven. Se inicia entonces en la práctica  de la escultura y apenas tres años después viaja a Europa y cómo no, se instala en París, donde empieza a trabajar como ayudante en el estudio de Man Ray y descubre su verdadera vocación: la fotografía. También a través de Man Ray conoce a Eugène Atget.

Se establece en 1926 como fotógrafa independiente y sus retratos, de los artistas e intelectuales más vanguardistas del momento, adquieren pronto un gran renombre.

A su regreso a Nueva York en 1929 se embarca en la producción de su mayor corpus de trabajo: La documentación fotográfica del crecimiento de esta ciudad, hasta cierto punto inspirada en el ejemplo del Paris de Atget. Desarrolla este proyecto de forma independiente hasta que, en 1935, logra financiarlo con ayuda del programa Federal Art Project, que le proporciona un contrato para trabajar a tiempo completo para la serie. Estas imágenes son publicadas en 1939 con el título Changing New York, logrando un gran éxito de crítica y ventas.

En 1934, comienza a dar clases en la New School Social Research, donde se mantendrá como docente hasta 1958. Es a finales de la década de 1950 cuando inicia otro de sus grandes proyectos: la documentación fotográfica de fenómenos científicos, en colaboración con el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Muchas de estas imágenes son utilizadas durante los años 1960 para la ilustración de libros de texto de Física.

En 1959 la asociación Professional Photographers of America la sitúa entre las diez primeras mujeres fotógrafas de su país.

Su obra es objeto de una exposición retrospectiva en 1970 en The Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York y en 1983 se convierte en la primera fotógrafa admitida en la Americam Academy of Arts and Letters. En 1998 el gobierno francés la nombra Officier des Arts et Lettres y también recibe el premio Master of Photography de Nueva York. Fallece en Monson, Maine a los 93 años.

Berenice Abbott. Rockefeller Center, ca. 1932. 17,8 × 16,8 cm
Courtesy Howard Greenberg Gallery
© Getty Images/Berenice Abbott

Tras la breve noticia biográfica pasamos a visitar la exposición de esta magnífica fotógrafa, nuestra primera parada la hacemos en el espacio donde se proyecta  el documental Berenice Abbott: A View of the 20th Century (1992) producido por Kay Weaver y Martha Wheelock, del que se ofrecen varios pases diarios en versión original subtitulada. Filmado con una Berenice Abbott de más de 90 años, el documental nos conduce por una verdadera visita guiada a través del siglo XX a partir de la trayectoria artística y humana de la fotógrafa. Es un placer escuchar y ver a Abbott, que sitúa el núcleo de su trabajo en la idea de documento: “Para mí, la fotografía es documental, porque si no, no es fotografía” […]

Subimos a la primera planta donde se presentan doscientas fotografías, con  un magnifico montaje y una cuidada articulación de las piezas, todas impresiones de ápoca agrupadas en tres secciones temáticas: Retratos, Ciudades y Ciencia. Ofrece también una pequeña muestra de la obra de Eugène Atget, con once de sus fotografías, positivadas por la propia Abbott en 1956.

Retratos

Algunos de sus retratos a los personajes más rompedores de la época. Bajo su aspecto cuidado y formal se esconde algo más que una excelente fotógrafa: todos ellos dejan entrever que Berenice Abbott está construyendo un archivo, está documentando cierta tipología de lo moderno. Principalmente retrata el proyecto de vida de un grupo del que ella forma parte: el de las “nuevas mujeres”, dispuestas a vivir  al margen de las convenciones para salvaguardar su libertad. También los hombres muestran en sus retratos una masculinidad menos monolítica  de lo acostumbrado.

Berenice Abbott. Janet Flanner en París, 1927. 
Janet Flanner in Paris. 25,4 × 20,3 cm
The Miriam and Ira D. Wallach Division of Art, Prints and Photographs,
Photography Collection. The New York Public Library, Astor, Lenox and
Tilden Foundations
© Getty Images/Berenice Abbott
Ciudades

Espectacular retrato que Berenice Abbott hace de Nueva York durante la década de 1930, Indudablemente el ojo moderno de Abbott ha sabido percibir las posibilidades infinitas que ofrece esta ciudad para plasmar esa modernidad única de la que aún hoy es emblema. Ante su objetivo, Nueva York se convierte en un ser vivo, en un extraordinario personaje que se descubre ante sus visitantes en sus visitantes en sus impactantes rascacielos, en el bullicio de sus calles abarrotadas, en la diversidad de lo que ofrecen su escaparates.

Berenice Abbott
Vista aérea de Nueva York de noche, 20 de marzo de 1936
Aerial view of New York at Night
58,4 × 45,7 cm
International Center of Photography, Gift of Daniel, Richard, and Jonathan
Logan, 1984 (786.1984)
© Getty Images/Berenice Abbott

Nos acerca también  a algunos de sus barrios más marginales y a la realidad de personas sin techo, lo que de nuevo debe observarse como síntoma de la modernidad una mujer que no vacila en acercarse a esta otra realidad, como relata en el documental.

Berenice Abbott
Panadería, Bleecker Street 259, Manhattan, 1937
Bread Store, 259 Bleecker Street, Manhattan
25,4 × 20,3 cm
The Miriam and Ira D. Wallach Division of Art, Prints and Photographs,
Photography Collection. The New York Public Library, Astor, Lenox and
Tilden Foundations
© Getty Images/Berenice Abbott

Teniendo en cuenta la fascinación de Abbott por Eugène Atget (Libourne, Francia 1857- París, 1927) y el apoyo desinteresado que siempre dedicó a la difusión de la obra de este fotógrafo, once imágenes de él completan la presente sección en diálogo con las de la estadounidense.

Berenice Abbott. Eugène Atget, 1927. 33 × 26 cm
International Center of Photography, Purchase, with funds provided by the
Lois and Bruce Zenkel Purchase Fund, 1984 (115.1984)
© Getty Images/Berenice Abbott
Ciencia

La tercera y última parte de la exposición concentra sus fotografías de experimentos y fenómenos científicos, en las que empieza a trabajar a finales del año 1950 formando parte del Physical Science Study Committee (PSSC) del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Los archivos de esta prestigiosa institución custodian buena parte de estas imágenes de Berenice Abbott, y de ellos proceden las veintiocho piezas de tema científico presentes en la muestra, préstamo  del MIT Museum. Dieciséis de ellas se exponen del mismo modo en que la propia Abbott las preparó originalmente para su exposición: montadas sobre un soporte de masonita sin protección delantera.

En cada una de ellas ofrece soluciones inesperadas para esa tarea de “documentar” –manejando con increíble sagacidad un juego de luces ambiguo y poderoso- que, de algún modo, nos traslada a sus antiguas imágenes  de Nueva York.

Berenice Abbott
Pelota rebotando en arcos decrecientes, 1958-1961
A Bouncing Ball in Diminshing Arcs
54,6 × 45,7 cm, fotografía sin protección montada sobre masonita /
Photograph mounted on Masonite with no glazing
Berenice Abbott Collection, MIT Museum. Gift of Ronald and Carol Kurtz
© Getty Images/Berenice Abbott

Berenice Abbott: -Ya era moderna antes de conocer la modernidad-

© Mariví Otero. 2019.
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Berenice Abbott. Retratos de la modernidad. Fundación Mapfre Sala Recoletos. Del 1 de junio al 25 de agosto 2019. PHotoESPAÑA2019. Dirección Corporativa de Comunicación Nota de Prensa y documentación grafica: Alejandra Fernández Martínez.

martes, 11 de junio de 2019

HERVÉ EN ESPAÑA. Arquitectura popular mediterránea / El Escorial.

El Escorial. 1959

La Galería José de la Mano este año dentro del Festival Off, el programa de galerías de arte de PHtoEspaña 2019. El fotógrafo elegido es el húngaro Lucien Hervé (Hódmezovásárhely, Hungría, 1910- París, 2007). La muestra, ha sido comisariada por Iñaki Bergera y Marco Iuliano –con la colaboración de Fundación Arquia-


En los años de máximo reconocimiento, Hervé recibió por mediación de Jesús de la Sota –hermano del arquitecto Alejando de la Sota- el encargo de publicar un fotolibro para la editorial RM de Barcelona, dirigida por Ramón Julià y por el pintor Lluís Marsans. En 1959 Hervé realizó un primer viaje a España con el objeto de realizar un reportaje sobre el monasterio de El Escorial –objeto del encargo original- y emprendió un largo viaje por la costa mediterránea española para fotografiar la arquitectura popular, objeto del segundo encargo para la misma editorial. Por diversas e inciertas circunstancias, los libros no llegaron a publicarse. Sin embargo, Hervé adopto estos proyectos como su trabajo personal de cabecera, utilizándolos hasta el final de su vida para explorar sistemas y procesos narrativos apoyados en una rigurosa investigación histórica y conceptual y no exentas -especialmente en el caso de El Escorial- de un notable trasfondo crítico.


La exposición de la Galería de José de la Mano presenta por primera vez una muestra representativa de estos dos inéditos proyectos fotográficos que él denominaba “España blanca” y “España negra”. Hervé recorrió la costa mediterránea en busca de esa España blanca que delineaba las formas y las sombras en sus tapias encaladas en relación con el paisaje y, por otro lado, el esplendoroso monumento renacentista la manera de desenmascarar a golpe de luz sus geometrías clásicas esculpidas en el granito. Siendo proyectos independientes, a los ojos de Hervé conformaban una narrativa visual unitaria que, desde su identidad particular, terminaban retratando un pulso entre el esplendor amable y sencillo de esa arquitectura anónima y la gélida monumentalidad de una solemne arquitectura imperial. En la muestra se puede ver un selecto número de copias de la época de ambas series, acompañada con algunos elementos complementarios como cuadernos de notas, hojas de contacto, libros etc.

Arquitectura popular mediterranea, Muchamiel, 1959

Hervé influenció a muchos otros fotógrafos; el caso de la británica Hélène Binet –fotografa de Peter Zumthor, Zaha Hadid o Daniel Libeskind, entre otros- es un claro y actualizado ejemplo de la perenne validez de su legado. El documental de Gerrit Messiaen nos muestra también que la figura de Hervé es mucho más trascendente que lo que su dedicación a la fotografía, a pesar de él mismo lo fue. Entendemos y valoramos aún más su trabajo como fotógrafo cuando lo contextualizamos dentro de los afanes que movieron su apasionante biografía. Debemos agradecer al Padre Couturier que animara a Hervé a realizar aquél sobre la Unité dHatation de Marsella.

Nadie como Hervé supo retratar visualmente el “inteligente, precioso y magnífico juego de volúmenes  bajo la luz”, la arquitectura según Le Corbusier. A partir de ahí, todo lo demás fue fruto de la conjugación de esas oportunidades con una intensa y profunda conciliación de rigor y sensibilidad. Las tijeras de Hervé no solo recortan y reencuadran sus fotografías. Las tijeras de Hervé fueron eliminando lo superfluo de su combativa y fructífera existencia “Cuando haces una fotografía sacas fuera, lo quieras o no, algo de ti mismo”.


Hervé fue fundamentalmente un artista dotado de una enorme sensibilidad y rigor visual. Poseedor de una intensa biografía y una marcada personalidad, las fotografías de Hervé –en sintonía con las de sus compatriotas Kertész, Brasaaï o Capa- transcienden lo visual y son portadoras de reflexiones de hondo calado conceptual.


La fotografía tiene una historia tan apasionante y variada como los temas que millones de cámaras han captado en película. Desde sus humildes principios hace más de doscientos años. La fotografía ha llegado a convertirse en una de las fuerzas creativas más influyentes de nuestro tiempo.


© Mariví Otero. 2019.
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Hervé en España. Arquitectura popular mediterránea /El Escorial. Galería José de la Mano. Madrid. 5 de junio al 31 de julio 2019. Prensa y documentación grafica de la Galería. Alberto Manrique.

DARÍO VILLALBA. Pop soul. Encapsulados & Otros

Vista de la exposición en sala. Foto Guillermo Gumiel

La Comunidad de Madrid presenta la exposición Darío Villalba. Pop soul. Encapsulados & Otros. PHotoESPAÑA 2019, en la Sala Alcalá 31 hasta el 28 de julio, supone un homenaje a este artista, fallecido en 2018, un nombre imprescindible en el panorama artístico español del siglo XX con una amplia presencia en el ámbito internacional.

Vista de la exposición en sala. Foto Guillermo Gumiel

La aproximación a la obra de Darío Villalba (1939, San Sebastián- Madrid, 2018) podemos hacerla desde una multitud de puntos de vistas; prácticamente, desde cualquier ángulo de la teoría del arte contemporáneo. Es decir, no es la suya obra que nos obligue a la definición frontal.

Incluso por su entidad corpórea, por su tridimensionalidad y transparencia, podemos acercarnos a la obra de Darío Villalba desde direcciones distintas y opuestas. Podemos transitarla por un lado y otro. Podemos –con la mirada- traspasarla sin romperla. Podemos, en fin, llevar a cabo alrededor y entre las obras de Darío Villalba una serie de actos dinámicos que no es posible efectuar con las creaciones bidimensionales de la pintura, materialmente obligadas a responder a la idea preconcebida de planitud, al concepto de cuadro cuya instauración real en el espacio presupone la existencia de un soporte o pared infranqueables. (Tan infranqueables, que lo más realista –no lo más galante- que cabe decir de la noción bidimensional de cuadro es que nos ha condicionado para que creamos que la pintura no tiene espalda).

Vista de la exposición en sala. Foto Guillermo Gumiel

Darío Villalba, artista progresista por su formación bajo los postulados de la Institución de Libre Enseñanza y cosmopolita por la carrera diplomática de su padre, adquirió pronto una visión muy particular del panorama artístico español de la época. En sus años de residencia en Estados Unidos, en los sesenta, asistió en primera persona al nacimiento del arte pop americano, estilo que adoptó para mostrar sus preocupaciones, centradas más en el consumidor que en la sociedad mediatizada en sí.

Luis Pérez-Mínguez
Encapsulados rosas de Darío Villalba, 1973

Villalba, a quien el propio Andy Warhol consideraba artista “pop del alma”, utilizaba la fotografía para “reflejar y nombrar lo innombrable, retratando la condición humana a través de temas muy hondos, como la piedad, gracia, la noche oscura o la redención”, como describe la comisaria de la muestra, María Luisa Martin de Argila.

A mediados de los años sesenta, y tras una decisiva estancia en Estados Unidos durante la gestación del arte pop, Darío Villalba adopta un estilo propio a través del apropiacionismo fotográfico y la utilización pictórica de este medio artístico. Villalba toma la fotografía para reflejar y nombrar lo innombrable, buceando en el universo de la locura y la marginación a través de un archivo de “documentos básicos” que utilizó en diferentes momentos de su carrera.


El viejo del parque. Homenaje al Impresionismo, 1976
Técnica mixta sobre emulsión fotográfica
Legado de Darío Villalba


María Luisa Martin de Argila, comenzó a gestar esta muestra en vida del artista y se centra en sus conocidas obras especiales móviles, los encapsulados y crisálidas: objetos ambiguos, transparentes y poéticos, descritos por el propio artista como “juguetes patológicos para adultos”, que se convirtieron muy pronto en el eje de su obra. Los primeros, realizados a finales de los años sesenta y de tonalidades rosa, fueron expuestos, fueron expuestos en la XXXV Bienal de Venecia (1970), lo que le granjeó el reconocimiento internacional.

Embarazada, 1969-1970
Óleo, plexiglás transparente y aluminio
Colección privada

Realiza una segunda serie de encapsulados en los que optará por evitar el color rosa a incorporar el blanco y negro, insertando en ellos instantáneas cargadas de emocionalidad y evolución con figuras solitarias y desvalidas llenas de fuerza expresiva. Estos encapsulados obtuvieron el Gran premio en la Bienal de São Paulo, y fueron expuestos posteriormente en mayo de 1974 en la Galería Vandrés en Madrid, (espléndida exposición de la que guardo el catálogo).

Vista de la exposición en sala. Foto Guillermo Gumiel

En Pop soul. Encapsulados & Otros se muestra por primera vez juntos nueve de sus encapsulados rosas y doce de sus encapsulados blancos y negros. Junto a ellos, la exposición incluye varias piezas ligadas al tema de la piel, un tejido que fascinaba a Villalba para quien el ser humano tiene “dos pieles: una la de siempre, otra su invento, su industria, su propio tejer”. Pueden verse varios de sus denominados emblemas, piezas consideradas por el artista como su firma, sus señas de identidad.

Vista de la exposición en sala. Foto Guillermo Gumiel

Por la cara, la alineación parece generalizarse y repercutir de una en otra de las figuras solitarias; llega a angustiar cuando, sin que sepamos por qué, las figuras se emparejan o abrazan; llega a formar conjunto de seres humanos pendientes de un hilo; llega a formar sociedad… sí.

Tras ellos, comienza a desplegar su inagotable verdad la obra de arte, nos abre su secreto. Al fin, resulta que volver sobre la obra de Darío Villalba nos hace sentir que la vemos por primera vez. Esta impresión le hace definitivamente memorable.
Darío Villalba


© Mariví Otero. 2019.
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Darío Villalba. Pop soul. Encapsulados & Otros. Comunidad de Madrid, Sala Alcalá 31. Madrid. Nota de Prensa y Documentación grafica. Prensa Cultural Comunidad de Madrid. Acerca Comunicación: Aleyda Dominguez, Timanfaya Custodio.