Quienes
visiten el rico interior de este colosal Palacio de Versalles o paseen por
sus extensos jardines, comprenderán por qué fue el orgullo del Rey Sol.
Comenzado en 1668 con el modesto pabellón de caza de su padre, Luis XIV
construyó el mayor palacio de Europa, capaz de albergar a 20.000 personas a un
tiempo. Los arquitectos Louis Le Vau y Jules Hardouin-Mansart diseñaron los
edificios; Charles Le Brun, pintor y decorador hizo los interiores y André
Le Notrê, el gran paisajista, rediseñó los jardines ornamentados según patrones
regulares de senderos y arboledas, setos y arriates, estanque y fuentes.
Tres siglos y medio
después de su realización, las grandes decoraciones del Palacio de Versalles no
han perdido su poder de fascinación.
Dibujar
Versalles permite adentrarse en el corazón de la
fabricación de esas decoraciones a partir de los bocetos y dibujos
preparatorios que realizó el pintor francés Charles Le Brun para la escalera de los Embajadores y la Galería de los espejos. Los cartones
–dibujos a escala 1:1- muestran el virtuosismo de Le Brun como dibujante,
su talento para la construcción de escenas y la fuerza que les imprime. Son
estudios de personajes, figuras alegóricas, trofeos y animales que se
integraron en las composiciones, concebidas, como grandes rompecabezas
simbólicos.
De forma excepcional, el
Museo
del Louvre conserva una abundante colección de estos cartones y,
gracias a la implicación de la Obra Social “La Caixa” en el proyecto, se ha
podido llevar a cabo una importante campaña de restauración. La muestra en CaixaForum
Madrid está formada por 74 obras, entre las que destacan 36 de estos cartones, buena parte de los
cuales se muestran en público por primera vez.
El orden restablecido en las finanzas. Carboncillo, tiza
blanca, inscrito en un óvalo, cuadriculación a la sanguina e incisiones , 235 x
208,5 cm. ©RMN-Grand Palais - Photo G. Blot
Charles Le Brun, nació en París en 1619 y
falleció en la misma ciudad en 1690, perteneciente a la escuela francesa. Su
padre fue el escultor Le Brun y su madre de familia de
calígrafos. Llamó la atención del canciller Séguier, quien lo colocó en el
tallar de Simón Vouet cuando apenas
tenía once años de edad. A los quince ya recibió encargos del Cardenal
Richelieu, en cuya ejecución mostró
tanta habilidad que obtuvo generosas alabanzas de Nicolas Poussin. Pasó
posteriormente a Roma, ciudad donde permaneció entre 1642 y 1646. Conoció la
obra de Rafael y siguió a Guido Reni y los maestros de la Escuela Boloñesa.
Allí vivió gracias a una pensión del canciller. Fue en Roma discípulo de
Poussin, cuyas teorías artísticas adoptó y que influyeron grandemente en su
obra. A su regreso Le Brun multiplicó los
trabajos de decoración en París y en Veux-le-Vicomte, antes de ponerse al
servicio en exclusiva de Luis XIV. Le Brun fue primer pintor
del rey desde 1664 hasta 1683.
Ámbitos
de la exposición
La
Escalera de los Embajadores, conducía al gran Aposento
del Rey, que a su vez daba al Salón de los Espejos. Fue concebida a partir de
1671, decorada entre 1674 y 1679. El espacio poco agradecido porque era
relativamente estrecho y contaba únicamente con una iluminación cenital. El
decorado que pintó Le Brun escondía esos defectos dilatando el espacio y mezclando
hábilmente ficción y realidad. El conjunto se asemejaba a una fiesta de
celebración del regreso de Luis XIV tras sus victorias militares.
Gracias
a las ampliaciones de los grabados antiguos, podemos comprender la ingeniosa
disposición de Le Brun y distinguir los elementos para los que se prepararon
los cartones expuestos. Por encima del primer nivel mineral, en su totalidad de
mármol policromo, en el que destaca el busto del rey en mármol blanco, las
falsas loggia acogen a representantes
de las diferentes naciones de los cuatro continentes, como son los de Europa y
América, que asisten al triunfo y admiran la bóveda.
Las diversas naciones de Europa. Lápiz negro, tiza blanca,
cuadriculación a lápiz negro e incisiones. 168 x 233 cm. Photo © RMN-Grand
Palais (musée du Louvre) / Christophe Chavan
Los
cartones demuestran que Le Brun trabajó hasta el último
momento en la Escalera de los Embajadores realizando retoques y mejorando los
dibujos.
La
Galería de los Espejos, en 1678, Luis XIV encarga a su
arquitecto Jules Hardouin-Mansart una galería en el centro de la fachada que da
al jardín en el Palacio de Versalles. Los grandes Aposentos del Rey y la Reina,
dedicados a los planetas y cuya decoración estaba en proceso, se ven truncados,
y su coherencia temática, arruinada. Entre ellos se suceden desde el Salón de
la Guerra, la Gran Galería –que será llamada a partir del siglo XIX Galería de
los Espejos- y el Salón de la Paz.
La
exposición presenta todas las etapas del proyecto, de su concepción a su
difusión. Le Brun pone en papel sus primeras ideas de composición y
presenta una de ellas a Luis XIV y a Colbert. Después de las correcciones,
pinta un pequeño modelo sobre lienzo. A cada estudio de conjunto corresponden
dibujos y figuras. Le siguen los cartones destinados a trasladar las figuras al
lienzo que debe pegarse al techo. En esos estudios el rey aparece solo, como el
Marte combatiente, que al final queda abandonado, y en cuyo reverso se ha
descubierto otro dibujo durante la restauración previa a esta exposición. En
cambio, el Terror, España y las Ciudades, conquistadas se representan agrupados
en uno de los cartones más grandes que se conservan. Su espectacular
restauración se describe en la película proyectada (importante verla es fundamental
para conocer el trabajo de Le Brun).
El
paso del Rin, en 1672, representado en el primer compartimento del lado norte
de la galería, constituye uno de los episodios más famosos de la Guerra de
Holanda. Los cartones que lo preparan se exponen aquí en la muestra por primera
vez: Han sido desenrollados para la exposición y mínimamente restaurados para
conservar el aspecto que tenían en el estudio de Le Brun. Por esa razón han
sido pegados sobre lienzo y se presentan en una vitrina horizontal. Forman un
sorprendente rompecabezas en el que las figuras se entremezclan.
Por último hay cuatro
cartones que componen escenas completas, como
El orden establecido en las finanzas y La protección concedida a las bellas
artes. Constituyen la preparación para los compartimentos secundarios, los
medallones ovales y octógonos que ilustran la política interior del rey y sus
éxitos diplomáticos y militares durante la Guerra de Devolución.
El Franco Condado conquistado por segunda vez. Óleo sobre
lienzo. 93 x 140 cm.Photo © Château de Versailles, Dist. RMN-Grand. Palais /
Jean-Marc Manaï
La muestra se ha concebido con un claro contenido pedagógico, para dar a
conoce las diferentes técnicas empleadas para trasladar los cartones al techo,
así como el proceso de restauración llevado a cabo y escenográfico, reproduciendo
la desaparecida Escalera de los Embajadores y la Galería de los Espejos.
Dibujar
Versalles. Charles Le Brun (1619-1690). Exposición organizada
con el Museo del Louvre. Comisariado: Bénédicte Gady, colaboración científica
del Departamento de Artes Gráficas del Museo del Louvre, con la colaboración de
Valentine Dubard, Jefe del taller de restauración del Departamento de Artes
Gráficas.
Exposición para disfrutar de un gran
artista del Siglo XVII, diría más, que la decoración de Le Brun no es solo una obra de arte: es el monumento a un reinado.
Un placer.
© Mariví Otero 2016
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuente: Dibujar
Versalles. Charles Le Brun 1619-1690. Dosier de prensa. Área de
Comunicación de la Obra Social “La Caixa”. Juan Antonio Garcia Fermosel.
CaixaForum Madrid. Del 16 de Marzo al 19 de Junio de 2016.
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