Caminamos
al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, al encuentro de la exposición dedicada a
la artista ROSARIO DE VELASCO (Madrid-1904- Barcelona, 1991). Comisariada por
Miguel Lusarreta y Toya Viudes de Velasco, sobrina nieta de la artista, la
muestra reúne medio centenar de pinturas de 1920 a 1940, -los primeros más
destacados de su trayectoria artística- y una sección delicada a su trabajo
como ilustradora.
La
pintura de Rosario de Velasco de este momento se encuadra dentro de la nueva
figuración española de los años treinta, sometida a la influencia de los
realismos de nuevo cuño que surgen tras la Primera Guerra Mundial por oposición
a las vanguardias de principios del siglo, lo que se ha denominado “vuelta al
orden”. Así, el renovado interés por el clasicismo que representó la revista Volari
Plastic en Italia, la deriva clasicista de Picasso en este periodo y el
realismo de la Nueva Objetividad alemana tuvieron gran repercusión en las
corrientes renovadoras en España. Cuando Rosario de Velasco presenta su icónica
obra Adán y Eva, es evidente la relación con las nuevas vanguardias,
pero también se hace eco de la lección cubista en lo que a la ordenación
especial se refiere.
Su
actitud abierta y su inquietud cultural la llevaron a relacionarse con muchos
de los creadores de su generación, en espacial con pintoras y escritoras como
Maruja Mallo, Rosa Chacel o María Teresa León. Entre sus amigas se encuentran
igualmente Mercedes Noboa, Matilde Marquina, Concha Espina o Lilí Álvarez,
campeona de tenis a la que retro en la década de 1930, con la que solía
practicar este deporte. Rosario de Velasco fue también una viajera y disfrutaba
con el montañismo, el esquí y la escalada.
Al
estallar la Guerra Civil, su militancia falangista y su entorno familiar la
llevan a abandonar Madrid. Viaja primero a Valencia y después a Barcelona, a
Sant Andreu de Llavaneres, donde conoce al médico Javier Farrerons que se
convertirá más tarde en su marido y que logró liberarla de la cárcel Modelo de
Barcelona, donde estuvo detenida. Terminada la guerra, la artista se instala en
Barcelona con su marido y su hija María del Mar.
En
1939 participa en la Exposición Nacional de Pintura y Escultura, en Valencia, y
en 1940 presenta su primera exposición individual en Barcelona. En los años
siguientes, continúa exponiendo también en Madrid, aunque con menos frecuencia,
como en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1941 y de 1954, además de
diversas galerías.
En
1944 fue seleccionada para el II Salón de los Once, organizado por la Academia
Breve de Crítica de Arte dirigida por Eugenio D’Ors, celebrado en la Galería
Biosca, Madrid.
D’Ors
era una de las personalidades del círculo de amistades de la artista y de su
marido, junto a Dionisio Ridruejo, Pere Pruna o Carmen Conde, entre otros.
Se exponen por primera vez obras que hasta ahora estaban en paradero desconocido y que han sido localizadas en colecciones privadas, como Gitanos una pintura que pudo verse en el Carnegie Institute en 1935.
En la
exposición podemos ver excelentes ilustraciones en el apartado Cuentos para
soñar: En noviembre de 1928 se publica en el Diario de Burgos una reseña sobre
Cuentos para soñar de María Teresa León (edición de 1928) que dice: “Otra
mujer, casi una niña, Rosario de Velasco ha ilustrado la obra de un modo
admirable. Las policromías, con sus atrevidos y perfectamente armonizados
colores; los dibujos a pluma de rasgos valientes en figuras, cuyo complicado
trazo parece buscado de propósito para destacar la seguridad en el triunfo; las
sencillas viñetas denotan no ya una artista que maneja los útiles con rara
perfección, sino que ha entrado en la entraña de su misión y se ha adaptado de
un modo maravilloso al espíritu de la obra”.
Seguimos
la visita a su trabajo como ilustradora, que nos revela a una dibujante de gran
versatilidad, Cuentos a mis nietos (1932) de Carmen Karr.
Tras su presentación en Madrid, la muestra podrá verse en el Museo de Bellas Artes de Valencia del 7 de noviembre 2024 al 16 de febrero de 2025.
Rosario de Velasco Carnavalina, 1936 (Carnival) Acuarela y grafito sobre cartulina, 29,7 × 21,2 cm. Fundación Colección ABC. © Rosario de Velasco, VEGAP, Madrid, 2024Mariví Otero
Manuel Otero Rodríguez
Fuente: Rosario de Velasco. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Se puede visitar hasta el 15 de septiembre de 2024. Documentación y fotografías: Prensa del Museo Thyssen-Bornemisza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario