jueves, 24 de septiembre de 2020

MILLARES – PADORNO. A la sombra del mar

MILLARES-PADORNO. A la sombra del mar. Foto de sala.

La Galería Leandro Navarro ha inaugurado la temporada con una exposición muy brillante Millares – Padorno. A la sombra del mar. Obra de ambos pintores y un magnifico catálogo con textos de los comisarios: Juan Manuel Bonet y de Juan Cruz, reproducción de la obra expuesta, fotografías y obra sobre papel que ilustran los textos.

Manolo Millares (1926, las Palmas de Gran Canaria- Madrid, 1972), se inscribe casi desde niño en un tejido cultural, ya entre sus antepasados están el fundador del Museo Canario, y uno de los grandes historiadores del archipiélago y varios escritores y poetas, entre ellos su propio padre. Pasa por un proceso de asimilación de las enseñanzas del arte prehispánico del archipiélago con el cual se había familiarizado en sus visitas precisamente al Museo Canario, proceso en el cual le influyeron la obra de Miró y la de Klee, los planteamientos de Torres-García, y sobre todo los de la Escuela de Altamira, fundada por Mathias Goeritz, conocidos gracias a Eduardo Wasterdhl y a Ventura Doreste. De ahí saltaría luego al ruedo ibérico, como cultivador de un informalismo de veta brava en sus arpilleras y sus Homúnculos, y como uno de los fundadores de El Paso (1975), grupo que pronto sería conocido internacionalmente. 

Manolo Millares. Sin Título. Pintura sobre papel. 50.5 x 72.5 cm. 

La presencia del mar en la obra de Millares es menos central, menos luminosa, y obviamente menos azul, que en la de Padorno, y sin embargo no hay que olvidar, en su producción sixties, títulos como Ínsula, Pez abisal, Despojo abisal, Humboldt en el Orinoco o Animal de fondo, tomado este último del libro homónimo de Juan Ramón Jiménez. Creador el también atlántico, nacido en la onubense Moguer, es decir, en “la orilla de las tres Carabelas”, una de sus obras maestras es Diario de un poeta recién casado (1917), rebautizado luego Diario de poeta y mar, inspirado en dos travesías atlánticas, precisamente de ida y vuelta a Nueva York, en el inseguro tiempo de la Gran Guerra.

Manolo Millares. Cuadro 18 (1). 1957. Técnica mixta sobre arpillera. 100 x 150 cm.

Manolo Padorno, (1933. Santa Cruz de Tenerife, Islas Canarias – Madrid, 2002.)  un poeta que durante mucho tiempo publicó en orden muy disperso, y que a medida que avanzó en su proceso creador, necesitó más expresarse, además de mediante palabras, mediante la pintura, arte sobre el cual escribió mucho. Canarios ambos, nacidos en islas distintas desde mediado de la década del cincuenta del siglo pasado fueron amigos y en lo sucesivo participarían en varias aventuras colectivas en su tierra natal, como Madrid.

Pese a no haber sido miembro de El Paso, Padorno se movió toda la vida en aguas muy El Paso, y no sólo por su relación tan estrecha, hasta final y más allá, en que tanto se volcó con Millares. Hay que mencionar así la presencia de Canogar, Chirino, Rivera, Saura y Viola, como portadistas de Poesía para Todos una, lista a la que se suman Arcadio Blasco, el brasileño José Paulo Moreira de Fonseca, el canario Pedro González, y Ricardo Zamorano, miembro de Estampa Popular.

Manuel Padorno. Nómada Urbano. 1983. Óleo sobre lienzo. 73 x 54 cm.

Especialmente sugerente es, en 1964, el ciclo de gouaches Machangos y Monigotes, también conocidos como Los signos amenazantes, inspirados por unos entonces populares curritos castizos “los feos” creación de unos internos del psiquiátrico de Ciempozuelos, que se vendían en el rastro, y que popularizaría Luis Carandell, el Mesonero de Romanones de la segunda mitad del siglo XX, alguno de esos “feos”, adquiridos entonces acompañaron toda su vida al poeta, adquiridos entonces acompañaron toda su vida al poeta, aunque también se aprecian rasgos a lo Dubuffet, a  lo Wols o a lo Michaux (faros para él, como lo eran por cierto, coetáneamente para Gordillo) se considera a los Manchangos como pertenecientes a la fecunda cola de la cometa de ese meteorito argentino que fue el fundador del arte “Vivo Dito”, Alberto Greco. A Greco lo trató entonces Padorno, como lo trataron amigos y coetáneos suyos como Juan Hidalgo y Walter Marchetti, Manrique, el matrimonio Millares (que fueron quien se lo presentaron).

Manuel Padorno. Machangos y Monigotes: Los signos amenazantes 12/52". 1964. Serie de 52 dibujos, técnica mixta sobre papel. 43.9 x 56.3 cm.

La noción de nómada urbano atraviesa la obra de Padorno y cimienta este proyecto expositivo. La condición de nómada indica su interés por transmitir y pensar un doble espacio, la línea temporal de la historia de la pintura por un lado y la vivencia de la arquitectura metropolitana por otro. Ambos territorios constituyeron pilares de su reflexión. Así pues, sobre el conjunto de planimetrías constructivistas expuestas se observarán variadas repuestas a la influencia de la histórica de pintores como Monet – en Nómada urbano: Giverny – Barnett Newman, Rothko, Giotto y Manolo Millares. En su totalidad el grupo de pinturas agrupadas bajo el título Nómada urbano comparten un formato vertical propio de la arquitectura neoyorquina que tanto impactó a Padorno.

Manuel Padorno. Nómada urbano 110: Serie Manolo Millares. 1982. Acrílico sobre arpillera. 210 x 140 cm.

Homenaje que Padorno le dedica a su amigo en Nómada urbano 107: Manolo Millares, pintura de gran formato expuesto en la última sala junto al poema inédito El lienzo entrañable, 10 años después de su muerte.


Manuel Padorno. Nómada Urbano 107: Manolo Millares. 1982. Acrílico sobre arpillera. 210 x 160 cm.

Arpilleras, lienzos y papeles dan cuerpo a un diálogo plástico entre dos maestros de la pintura abstracta y de las letras, Manolo Millares y Manuel Padorno.

                                                                                          Iñigo Navarro      

© Mariví Otero. 2020
Manuel Otero Rodríguez

Fuentes: Millares – Padorno. A la sombra del mar. Galería Leandro Navarro, Madrid. 10 de septiembre al 30 de octubre de 2020. Catálogo, con textos de Juan Manuel Bonet y Juan Cruz. Documentación, fotografías y vídeo de la galería.

No hay comentarios:

Publicar un comentario