José de la Mano inaugura la temporada artística en el marco de Apertura 2020, presentando por primera vez en el espacio de su galería el personal lenguaje -escultórico- de la catalana Aurèlia Muñoz (Barcelona, 1926-2011).
Aurèlia Muñoz, ha sufrido la marginación que dentro del arte moderno y contemporáneo ha experimentado el arte textil al ser considerado como artesanía o arte menor por haber sido elaborado tradicionalmente por mujeres, quiero recordar a María Asunción Raventós o a un hombre, Luis Garrido Álvarez y alguno más. Quizás por ello Muñoz siempre reivindicó que su trabajo se encuadraba dentro del arte contemporáneo y no de la decoración, donde en ocasiones se la encasillaba. La Bauhaus fue un claro ejemplo de dicha marginación ya que, si bien es cierto que por vocación interdisciplinar los tales de tejido eran paralelos a los de arquitectura o diseño de objetos, en un momento determinado desde la dirección de la escuela se intentó imponer que las alumnas solo pudieran especializarse en la fábrica de tapices, creativos y experimentales esos sí. No obstante, estos encuentros entre textil y arquitectura, que obviamente tienen una relación remota ligada al habitar, generaron que a partir de los años 60 el tapiz se escapara de su heredada forma bidimensional y de su funcionalidad -protector térmico y lumínico amén de elemento alegórico y suntuario- hacia la volumetría escultórica e incluso hacía la intervención espacial, evolución general del arte textil en el que Aurèlia Muñoz fue pionera.
Comienza
a experimentar con la tridimensionalidad, lo que va a coincidir con su
descubrimiento del macramé. Según Pilar Percerisas, empezará a aplicar
esta técnica a partir de 1969, en concreto en sus esculturas textiles Homenaje
a Gaudí o Esfera i ploms para las que la caja de metacrilato que las
albergaba era, más que contenedor, parte de la obra. Y en este proceso inicia
una reivindicación de las artesanías como parte de nuestra cultura con la
integración, por ejemplo, de formas de anudar populares junto a otras
provenientes de culturas orientales, incluidas las técnicas primitivas, lo que
le sirvió para reflexionar sobre la especialidad lingüística y material del
tejido.
Los años setenta será un periodo de fuerte
internalización de su trabajo, estando presente en la Bienal de Lausaunne de
los años 71, 73 y 77, o en la Bienal de Sao Paulo de 1973. A partir de estos
años también acometerá una serie especialmente exquisita por su levedad, las
miniaturas textiles, pequeñas piezas acomodadas al espacio geométrico de la
caja de metacrilato que suponen una experimentación, no exenta de poética,
sobre las relaciones y tensiones entre el espacio y la obra.
En los
ochenta generará también una larga serie con lonas con referencias al velamen o
a los pájaros, piezas de gran volumen la tensión en el espacio se monumentaliza,
pero siempre lo hace bajo la estética constructiva, en el año 1982 presento
esta serie en el Palacio de Cristal, en el Parque del Retiro (Madrid).
Aurèlia
Muñoz investiga a partir de la confección de las velas de barcos
abandonando en estos trabajos el macramé. Son especialmente interesantes las
maquetas de estos pájaros en los que se sirve de papel, material que le abrirá
un nuevo mundo y para los que la investigación geométrica será fundamental.
En
1989, colabore en la gran exposición “Artistas españolas en Europa”, a
la que Aurèlia Muñoz prestó tres obras sobre papel hecho a mano,
espectaculares: Taula prehistórica, lila.1989; Taula prehistórica 1989 y
Móvil cubista núm. 7. 1988. Un placer trabajar con ella.
Esta singular creadora es una de las escasas artistas españolas presentes en la reciente reapertura de la colección permanente del MoMA de Nueva York el pasado 27 de agosto, tras cinco meses de cierre por la Covid19. De este modo recupera el lugar central y de referencia que obtuvo a lo largo de su fructífera trayectoria profesional, tras el renacimiento que experimentó el arte del textil durante las décadas de los años 60 y 70.
Fuente: Aurèlia Muñoz, textura, tensión, espacio (1970-1985). 10 de septiembre- 31 octubre 2020. Galería José de la Mano. Madrid. Catálogo, texto: Isabel Tejada. Prensa, documentación y fotografías: Alberto Manrique.
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