Ragnar Kjartansson. Retrato. Cortesía del artista.
En el
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y TBA21, Thyssen-Bornemisza Art Contemporary
exposición del artista islandés Ragnar Kjartansson (Reikiavik, 1976) que reúne
por primera vez cuatro de sus videoinstalaciones más reconocidas
internacionalmente nunca antes expuestas en Madrid, además de una serie de
acuarelas.
La
exposición toma el título, Paisajes emocionales, del inicio del
estribillo de la canción “Jóga” (Homogenic, 1997) de Björk; en ella la
compositora habla de amistad y de los paisajes islandeses como un estado
mental. Esta muestra en un recorrido a través de las emociones con la música y
el paisaje como hilos conductores. Estados mentales que funcionan como espacios
de posibilidad para entendernos, no solo a nosotros mismos, sino las
comunidades que construimos y, a partir de ellas, el mundo que habitamos. Una exposición
en la que cada una de las obras instaladas en los diferentes espacios del Museo
genera nuevos contextos para la lectura de las colecciones clásicas, reforzando
la idea de que la Historia nos ayuda a entender mejor el presente, al mismo
tiempo que el presente y la práctica artística contemporánea son herramientas
fundamentales para revisar y repensar la historia.
Paisajes
emocionales parte de los 15 años de relación de TBA21 con
el artista, durante los cuales la fundación ha apoyado su obra a través de
diferentes encargos, tanto nuevas producciones como exposiciones. Con el título
de la famosa letra de la cantante Björk, Emotional Landscapes, incluye
cuatro videoinstalaciones de la colección TBA21 que se muestran juntas por
primera vez: The Visitors (2012), The Man (2010), The End (2009) y God (2007,
encargo de TBA21 y The Living Art Museum en Reikiavik). La exposición
también presenta la serie de acuarelas From the Vallery of World-Weariness
in British Columbia (2011), procedentes de varias colecciones.
Afirma
Francesca Thyssen-Bornemisza, presidenta y fundadora de TBA21.
“No
podríamos pensar en una forma más adecuada de celebrar los 20 años del legado
de TBA21, de colaboración con artistas para ayudarles a hacer sus proyectos más
ambiciosos, que presentar una exposición que muestra la increíble práctica de
ruptura de fronteras de Ragnar, que hemos apoyado enérgicamente durante años”.
Y
añade: “Experimentar sus obras en el contexto de la imaginaria estadounidense
en el Museo Nacional Thyssen. Bornemisza agrega una dimensión de resonancia a
su arte. Asumir el desafío del museo de encontrar la interacción y el diálogo
entre las respectivas colecciones en un viaje fascinante en el que revisamos
tanto la colección del muso como nuestras propias actividades en el contexto
actual. Tras el éxito del examen crítico de la colección por parte de Walid
Raad, la exposición de Ragnar ampliará estas conversaciones desde una
perspectiva diferente”.
Soledad
Gutiérrez, comisaria jefa de TBA21 y comisaria de la exposición, explica: “Las
obras de Kjartansson son tan monumentales en tamaño, materialidad y temática
que es raro experimentarlas juntas. Esta muestra pone las obras en diálogo
entre sí, mostrando nuevas intersecciones y revelando claramente el romance
entre las obras de Kjartansson y las representaciones icónicas de Estados
Unidos”
La muestra engloba la práctica de Kjartansson de performance, donde la música, la puesta en escena y las emociones que estas invocan transportan al espectador a otros lugares en los que reflexionar sobre la condición humana:
The
Visitors (2012) es posiblemente la obra más célebre de
Kjartansson. Creada por un grupo ecléctico de músicos, amigos del artista, en
una instalación de video de nueve canales, de una hora de duración, ambientada
en Rokeby Farm (Barrytown, Nueva York) junto al río Hudson.
The
End (2009) utiliza las Montañas Rocosas canadienses como escenario,
un lugar que sirve a Kjartansson para cuestionar la idea romántica del artista
y su conexión con el paisaje. The End se instala con From the Vallery of World-
Weariness in British Columbia (2011), una serie de acuarelas pintadas en el
mismo paraje, después de un incendio, lo que transmite una sensación dramática
y de nostalgia desesperanzada.
The
Man (2010) recoge una intervención completa del repertorio del
célebre músico de Blues de Misisipi Pinetop Perkins, de 97 años, una de las
pocas piezas en la que las que el propio Kjartansson no aparece. El piano de Perkins
estará en medio de una vasta pradera casi vacía, excepto por un viejo granero y
algunos árboles al fondo.
God
(2007) utiliza la cultura pop estadounidense de mediados del siglo
XX en una videoinstalación envuelta en satén rosa. En el video de treinta
minutos, el artista se presenta con la pose de un crooner al frente de una
banda de jazz de once músicos, dirigida por su colaborador (Davíð Þór Jónsson).
God se instala con las obras estadounidenses modernas de las colecciones
Thyssen.
Fuentes:
Paisajes emocionales. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Del 22 de febrero al
26 de junio de 2022. Departamento de prensa del Museo: Documentación y
fotografías. Gema Sese.
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