En la
Fundación MAPFRE Madrid, visitamos la exposición retrospectiva de la fotógrafa
SAKIKO NOMURA (Ahimonoseki, prefectura de Yamaguchi, 1967) trabajó durante
veinte años como ayudante de Nobuyoshi Araki (Tokio, 1940) uno de los
fotógrafos nipones más reconocidos. A partir de 1993, la artista comenzó a
exponer con frecuencia en Japón y en otros países asiáticos, así como en Europa
y México. Junto a sus imágenes, los fotolibros componen una gran parte de su
producción, de los que ha publicado treinta y cuatro hasta la fecha.
La muestra toma su título de la célebre novela de Francis Scott Fitzgerald “Tender is the Night”. Al igual que la narración los protagonistas de las escenas que conforman las fotografías de Nomura con jóvenes y atractivos. Además, muestran el poder y la tensión del deseo erótico, pero con gran ternura.
Sus desnudos, por los que es más conocida, realizados casi siempre en blanco y negro en atmósferas nocturnas y llenas de sombras, con grano visible o desenfocadas, se alternan con otras imágenes de animales, naturalezas muertas, especialmente flores, vistas de ciudades, interiores de habitaciones de hotel, fenómenos atmosféricos, luces y reflejos en movimiento, por citar solo algunas temáticas que, en su conjunto, sugieren connotaciones temporales que remiten al cine. Escenas que podemos intuir frente a ellas.
El recorrido por la exposición no tiene un orden cronológico que agrupe sus obras. Por lo que el recorrido expositivo se presenta, en la mayor parte de las salas, a partir de las fotografías que conforman sus fotolibros. En las otras salas se agrupan por temas, que en algunos casos se solapan.
También
se incluye una selección de fotografías realizadas en Granada durante el verano
de 2024, con motivo del proyecto específico encargado por Fundación MAPFRE para
esta exposición
Por otra parte, se presentan dieciocho fotolibros y una película creada a partir de tes cortos -HIROKI, FLOWER y SEA- dirigida por la propia Nomura. Incluye algunas fotografías en color y amplía el vocabulario de Nomura con imágenes de sus viajes por distintas ciudades -como Venecia, Berlín, Pekín o Cracovia-, así como con interiores de hospitales y de iglesias, cementerios y alguna escasa vista diurna.
La
década de los años noventa en Japón se conoce como -los años perdidos-:
la crisis financiera de 1989 y el estallido de la burbuja económica
ralentizaron el crecimiento de la sociedad. Para el ámbito del arte y la
fotografía fueron, sin embargo, tiempos de internacionalización y de cambio. Se
inauguraron museos galerías, la infraestructura alrededor de la fotografía se
fortaleció y las instituciones tanto públicas como privadas comenzaron a
atesorar colecciones de esta disciplina. Por otro lado, en esos años, la
sociedad japonesa ejercía una enorme discriminación hacia la mujer, y el mundo
de la fotografía no era diferente. Existían fotógrafas destacadas, pero eran
pocas y dífilamente conseguían abandonar el anonimato. Fue en este contexto
precisamente, en una sociedad tradicional, cuando la conciencia de las mujeres
cambió radicalmente y surgió un verdadero florecimiento de nuevas artistas que
muchos denominaron, a menudo despectivamente, como -fotografía de chicas-
Nomura
partió de esta corriente y empezó a forjar su camino como una fotógrafa
relevante en su país, con intereses que la alejarían de sus coetáneas.
Mariví
Otero
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente:
“Sakiko Nomura. Tierna es la noche”. Fundación MAPFRE Madrid. Hasta el 11 de
mayo 2025. Documentación y fotografía: Comunicación Fundación MAPFRE. Cristina
Bisbal Delgado.