La sede de la Fundación Juan March, se está
quedando pequeña para contenidos tan importantes, como es, la exposición
dedicada al Informalismo. Recorriendo el espacio en el que se presenta la
muestra he sentido el fluir de un aire de otro tiempo. Como un viaje hacia otra
época del arte, en el que se desplegaba el experimentalismo. La Europa y el
mundo posterior a la Segunda Guerra Mundial vieron nacer una pintura
radicalmente distinta a la del periodo
de entreguerras. Al cubismo, los expresionismos o el surrealismo les sucedió
una forma de pintura que precisamente se cuestionó pictóricamente y de una
forma radical su “forma”. A ese “otro” arte, conocido desde entonces como informalismo,
dio voz ya desde 1952 el crítico francés Michel Tapié en su libro Un art autre (Otro arte).
Vilém Reichmann
Podzim [Otoño], 1961
De la serie Kouzla [Hechizos]
Plata en gelatina. Copia de época, 28,3 x
30,1 cm
Colección Dietmar Siegert
Crédito foto: © Christian Schmieder
El
debate artístico tras la segunda guerra
Tras la Segunda Guerra Mundial se intentó
recomponer una unidad cultural europea. Se alcanzó sólo como amarga
constatación de la crisis total e irreversible de valores en los que se fundaba
el historicismo humanista y la propia noción histórica de Europa.
En el plano de la ideas, la crisis del arte,
como componente del sistema cultural europeo, tuvo tres fases: 1) la
recuperación crítica de los grandes temas de la cultura artística de la primera
mitad de siglo con la intención de unirlos, reavivándolos, a la perspectiva
ideológica del marxismo; 2) la influencia determinante de las “filosofías de
las crisis”, y especialmente del existencialismo de Sartre; 3) el
reconocimiento de la hegemonía cultural americana y la inserción de la
operación estética en la teoría y en la tecnología de la información y de la
cultura de masas. En relación con la situación histórico-política, la primera
fase corresponde a las esperanzas revolucionarias de la cultura europea, salida
de las luchas de la Resistencia con una clara cualificación ideológica de
izquierda; la segunda, a la frustración de estas esperanzas con la vuelta al
poder de las clases conservadoras; la tercera, al control no sólo de la
política y la economía sino también de la cultura por parte del neocapitalismo
americano. Una condición análoga a la europea se verificó en otro país de
antigua civilización, el Japón […]
Lo informal no es una corriente, y mucho
menos una moda, es una situación de crisis del arte como “conciencia europea”
un momento de esa más amplia “crisis de
las ciencias europeas” que Husserl describe como pérdida de la finalidad o del “telos que es innato a
la humanidad europea desde el nacimiento de la filosofía griega y que consiste
en la voluntad de ser una humanidad basada en la razón filosófica”. Se explica
así la aparente afinidad, a la que, sin embargo acompaña una profunda
diferencia, que relaciona las tendencias informales europeas con el
Expresionismo abstracto o con la action painting americana. Lo que se opera a
través de la influencia de los artistas europeos sobre los americanos
(especialmente por mediación de Gorky) es un auténtico traspaso de poderes.
Pero téngase presente esto: si al renunciar al lenguaje para reducirse al puro
acto, el arte europeo renuncia a la función que había tenido en una
civilización del conocimiento (que hacía depender el actuar del conocer), el
acto artístico de los americanos se inserta, con una intensa fuerza de
protesta, en una civilización pragmática, de la acción […]
Emilio Vedova (1919-2006), (representado en esta exposición
con una gran obra) el único pintor de Europa que rechaza con fuerza la
hipótesis de la falta de compromiso del arte y que afirma el deber de la
presencia y la intervención del artista en las situaciones políticas de hecho.
En la condición de necesidad del presente absoluto, existencial, no hay ningún
acto moral que no sea político: si bien el artista, como intelectual
comprometido, ya no tiene ninguna función integrada en el dinamismo del sistema
todavía tiene el deber de la intervención y el juicio de la denuncia y la
protesta. Es lo contario del “realismo socialista” que encuadra el trabajo del
artista en la acción política del partido; pero Vedova, al reivindicar en el artista-intelectual el deber y la
responsabilidad de una intervención personal, revela el drama del aislamiento
del artista, profeta que habla en el desierto de la situación contemporánea del
mundo. Por eso su postura ante la política
es semejante a la de los pintores de acción americanos frente al sistema
tecnológico-capitalista, aunque el sentido político de su acción revele su
móvil histórico y europeo […]
Emilio Vedova
Scontro di Situazioni ‘59 – I-1 [Choque de situaciones ‘59 – I-1], 1959
Resina vinílica, óleo, arena,
carboncillo y pigmentos sobre lienzo, 275 x 444 cm
Fondation Gandur pour l’Art,
Ginebra [inv.: FGA-BA-VEDOV-1]
Crédito imagen: © Fondation
Gandur pour l’Art, Ginebra. Foto: Sandra Pointet
Queda comprobado que
conciencia y materia se dan contextualmente, identificadas la una con la otra,
y que no se pueden distinguir; y esto es lo trágico. El sentido de lo
trágico se hace aún más acuciante en el
español Atoni Tapiés (1923-2012) que lo concreta en la situación política de su país. Su materia es pared,
cemento, puerta atrancada, persiana bajada. Recibe la impronta de la existencia
de la misma manera que las paredes de las cárceles consignan los sucesos de la
existencia de los presos. La vida debería ser libertad y no lo es; todo límite
puesto a la libertad hace retroceder la vida a existencia, a indistinción de la
materia. De la fenomenología de la materia se pasa a la de hullas y los
residuos, como en la poética de las huellas de T. Scialoia (1914), de los
restos mortales (Manolo Millares,
1926-1972) y de los derechos (el primer Rauschenberg)
[…]
Antoni Tàpies
Color terrós sobre fons groguenc [Color terroso sobre fondo
amarillento], 1954
Óleo y
cargas sobre lienzo adherido a tabla, 130,5 x 162 cm
Colección Fundación Juan March, Museu
Fundación Juan March, Palma
Crédito foto: © Colección Fundación Juan
March, Madrid. Foto: Joan-Ramon Bonet/David Bonet
Lo
nunca visto. De la pintura informalista al fotolibro de postguerra (1945-1955) establece
una relación estrecha entre pintura y fotografía gracias a un tipo de
fotografía que insinúa planteamientos paralelos a los de la pintura, con
trabajos como Chizu- The Map (El mapa) de
Kikuji Kawada; además, pone de manifiesto la relación existente entre la
abstracción europea de postguerra y los
artistas de la Subjektive Fotografie alemana,
con fotógrafos como Hermann Claasen,
Helmut Lederer, el propio Otto
Steinert o el español Francisco
Gómez. La muestra incluye también el fotolibro de postguerra y la
fotografía que se mueve en el ambiguo territorio del documento fotográfico y la forma artística.
Francisco Gómez
Sin título, 1959
Plata en gelatina. Copia de época, 24 x 30 cm
Fundación Foto Colectania, Barcelona [inv.:
PG1722]
Crédito foto: © Archivo Paco Gómez/Fundación
Foto Colectania
En
la pintura, la muestra compagina la presencia de artistas y fotógrafos de
reconocido prestigio: Emilio Vedova, Pierre Alechinsky, Karel Appel, Alberto
Burri, Jean Faurtrier, Jean Dubuffet, Georges Mathieu, Pierre Soulages, Wols o los españoles Antoni Tapiés, Antonio
Saurea, Rafael Canogar, Manolo Millares, Fernando Zóbel, Gustavo Torner o Luis
Feito, entre otros muchos. Con
magníficos artistas desconocidos: Natalia
Dumitresco, André Marfaing o Georges Noël, entre los que además destacan un
vigoroso grupo de artistas checos: Jan Koblasa,
Jan Kubíček, Pavla Mautnerová o Jiří Valenta, que vienen a representar la
vigilancia de la repuesta informalista desde aquella parte de
Europa que, al acabar el conflicto, quedaría cortada en frío y separada
en otro bloque, bajo el dominio soviético. También se incluye obra de Wolf Vostell y de los pintores del
Nouveau Réalisme francés: François
Dufrêne, Raymond Hains, Mimmo Rotella o Jaques Villeglé entre otros, cuyos
décollages de carteles publicitarios sobre cine, política y comercio anticipan
–como una especie de negativo fotográfico de lo que enseguida sería el Pop-.
Jacques Villeglé
Boulevard Saint Martin, 1959
Fragmentos de carteles encolados
sobre lienzo, 222,6 x 253 cm
Fondation Gandur pour l’Art,
Ginebra [inv.: FGA-BA-VILLE-1]
Crédito foto: © Fondation
Gandur pour l’Art, Ginebra. Foto: Sandra Pointet
La
exposición presenta unas ciento sesenta obras, documentos y filmaciones
procedentes de diversas instituciones y colecciones públicas y privadas,
nacionales e internacionales, como la Fondation Gandur pour L’Art de Ginebra,
el Centre Pompidou, la Pinacoteca di Brera, el Museum Folkwang de Essen, la
Colección Dietmar Siegert, Fundación Foto Colectania, el Museo Nacional Centro
de Arte Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza o el Museu d’Art Contemporani
de Barcelona, entre otras.
María
Dolores Jiménez-Blanco y Horacio Fernández, son los comisarios de la muestra
junto con Manuel Fontán del Junco (director de exposiciones de la Fundación
Juan March). La exposición esta ordenada por apartados: Materias, Gestos,
Configuraciones, Desfiguraciones y Desgarros, no tiene orden cronológico ni
geográfico.
Después de dos visitas a ésta, espléndida muestra, observo que se
prescinde casi por completo de las obras propias. En 1966 Fernando Zóbel (Manila, 1924- Roma 1984) fundó en
Cuenca el Museo de Arte Abstracto Español,
increíble en nuestro país, un museo creado por un artista y montado en colaboración
de otros dos: Gustavo Torner y Gerardo Rueda. Quince años después
dono su colección a la Fundación Juan March. Desde entonces esta institución la
ha incrementado con sus fondos propios y mediante la adquisición de nuevas
obras. Este año se cumple el cincuenta aniversario. El informalismo español
queda envuelto por el europeo, (es correcto desde el punto de vista histórico-artístico)
se privilegia el arte checo que tiene muy buenos creadores, pero es un
escenario marginal respecto al epicentro informal, como escribe Zdenek Primus “Mientras en el llamado Oeste el arte
abstracto empezaba a desarrollarse de manera amplia y floreciente, la joven
generación de artistas de Checoslovaquia de entonces (con un par de
excepciones) tuvo que esperar hasta 1958, cuando se celebró en Bruselas la
primera Exposición Universal desde la guerra. Sólo a un nutrido grupo de
artistas le fue permitido ir a echar un vistazo a Bruselas”. El
expresionismo abstracto europeo encontró sus bases teóricas y filosóficas en París, Sartre, Merleau-Ponly, Tapié y salida al mercado.
Fernando
Zóbel
Hasso, 1959
Óleo sobre
lienzo, 97 x 146 cm
Colección particular
Crédito foto: © Fernando Ramajo
Es muy posible que hoy, setenta años después del final de la Segunda
Guerra Mundial –Cuando la memoria ya no está viva y apenas hay testigos
oculares de la catástrofe-, esas deformadas y abstractas formas del arte sean
percibidas al ser expuestas sobe todo “formalmente” : como una corriente
pictórica más que añadir a la historia
del arte, separada (como es propio no solo del paso del tiempo, sino del
espacio expositivo) del terrible contexto al que respondía y al que se
sobrepuso con gestos de una fuerza casi sin precedentes.
Lo
nunca visto de la pintura informalista al fotolibro de postguerra (1945-1965), esta
muestra va acompañada de una publicación que se presenta en dos partes en el
interior de una caja que asemeja a las usadas para las raciones del ejercito o
para útiles o herramientas: una cataloga y presenta las obras en exposición, la
otra es un periódico –desplegable a la entrada y salida del espacio expositivo-
en el que se publican los textos interpretativos y abraza a la primera
dotándola del contexto histórico que dieron a esas obras de arte los sucesos
diarios que daban cuenta (y que también modulaban) el mundo en el que fueron
creadas.
Georges Mathieu
Composition [Composición], 1951
Óleo sobre lienzo, 128,5 x
196 cm
Fondation Gandur pour l’Art,
Ginebra [inv.: FGA-BA-MATHI-8]
Crédito imagen: © Fondation
Gandur pour l’Art, Ginebra. Foto: Sandra Pointet
© Mariví Otero 2016
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuentes: Exposición. Lo nunca visto de la pintura
informalista al fotolibro de postguerra (1945-1965). Dossier de prensa.
Fundación Juan March. Del 26 febrero- 5
Junio 2016. Madrid.
Argan,
Giulio Carlo. El Arte Moderno 1770-1970. Tomo II. Fernando Torres- Editor. Valencia,
1975.
Maravillosa exposición y magnífica introducción la tuya.
ResponderEliminarEnhorabuena. Tomás.