El arte es dionisiaco, un himno a la alegría, una embriaguez
del espíritu. Derain.
Los fauves de París, formados en los
talleres de Gustave Moreau y de Eugène Carrière, se agruparon en torno a Henri
Matisse a finales de la década de 1890 y realizaron sus primeros ejercicios con
colores puros durante los años siguientes. Octubre de 1905 fue una fecha
decisiva para estos artistas porque sus obras fueron expuestas en el Sala VII
del Salon d’Automne. El resultado causó un auténtico revuelo entre los
asistentes y el crítico de arte Loui Vauxcelles no dudó en calificarlos en su
reseña de “fieras” –fauves, en francés- debido a la fortísima intensidad
de las tonalidades utilizadas en contraste con dos bustos de mármol expuestos
en la misma sala. En efecto, las obras que hoy resultan alegres y decorativas,
en 1905 y a un público que estaba aún asimilando los avances de la pintura
impresionista, parecieron salvajes y violentas. Aun comparadas con los
postimpresionistas, el arte de los fauves
posee una pureza y una inmediatez que todavía sigue sorprendiendo.
Los Fauves: La Pasión por el Color. La exposición está producida por Fundación Mapfre ha sido posible
únicamente gracias al apoyo de los más de ochenta prestadores que han
colaborado en ella. Entre ellos destacan importantes instituciones como la
TATE, el Centre Pompidou, el Musée d’art Moderno de la Ville de París, la
Kunstsammlung Nordrhein-Westfalen de Düsseldorf, el Milwaukee Art Museum o el
Statens Museum de Dinamarca, que han prestado algunas de sus obras más
emblemáticas. También ha sido imprescindible la generosidad de más de treinta
coleccionistas particulares, que han accedido a prestar obras más desconocidas
por el público pero de calidad extraordinaria. Por tanto, la muestra es una
oportunidad inmejorable para apreciar el fauvismo porque reúne algunas obras
clave del movimiento y otras que nunca habían sido expuestas en nuestro país
hasta ahora. La comisaria de la exposición: María Teresa Ocaña.
Maurice de Vlaminck, Restaurant de la Machine
à Bougival, ca. 1905
Musée d'Orsay, donación de Max y Rosy
Kaganovitch, 1973
La muestra traza un recorrido por el fauvismo desde sus inicios en el
taller de Gustave Moreau hasta la desintegración del grupo a finales de 1907.
Incluye obras de todos los artistas que formaron el grupo: Henri Matisse, André Derain, Maurice de Vlaminck, Albert Marquet, Henri
Manguin, Charles Camoin, Jean Puy, Taoul Dufy, Othon Friesz, Georges Braque,
Georges Rouault y Kees van Dongen,
y hace hincapié en las relaciones artísticas y personales entre ellos. Más de
160 obras, entre pinturas, dibujos, acuarelas y piezas de cerámica, son una
explosión cromática en las salas de la Fundación Mapfre.
Henri Manguin, Devant la
fenêtre, 1904
Colección particular
La exposición consta de cinco secciones, el sentido de la
misma es cronológico que permite ver la evolución estilística tan intensa, que
los artistas desarrollan en apenas dos años.
El fauvisno antes del fauvismo
Dedicada a los
primeros intentos pictóricos llevados a cabo por los artistas que formarían el
grupo fauve durante sus años de formación. Se puede apreciar la influencia que la pintura de Van Gogh, Gauguin y Cézanne
ejerció sobre ellos.
Los fauves se retratan
El retrato para los fauves era algo más que
reflejar la percepción que un artista tenia del otro, también consistía en
construir la imagen del compañero a través de la combinación de estilos y de
las personalidades del pintor y del retratado tal y como refleja la pareja de
retratos realizados por Matisse y Derain durante el verano que pasaron juntos
en Collioure.
Henri Matisse, André Derain, 1905 Tate, Londres
André Derain,
Henri Matisse,
1905
Tate, Londres
Acróbatas de la luz
En el verano de 1905, periodo decisivo para el
fauvismo, Matisse y Derain se instalaron en el pueblecito pesquero de
Collioure. Allí vivieron un período de cooperación artística asombrosamente
productivo gracias al cual crearon obras que causaron sensación en el Salón d’
Automne de 1905.
La fiereza del color
El escándalo causado
por estas pinturas en el Salón d’Automne de 1905 fortaleció la identidad de los
fauves, que a partir de entonces expusieron con frecuencia en las galería de
arte moderno de París y contaron con el apoyo de marchantes como Vollard.
A comienzos de 1906 se incorporaron al grupo
tres pintores provenientes de Le Havre: Raoul Dufy, Othon Friesz y Georges
Braque, que renovaron de forma brillante el movimiento, ya que el grupo inicial
del atalier Moreau comenzaba a abandonar la intensidad de sus paletas.
Raoul Dufy, L'Estacade du Casino Marie-Christine à
Sainte-Adresse, c.1906
Milwaukee Art Museum, regalo de Mrs. Harry Lynde
Bradley, M1977.83
Senderos que se bifurcan
Se cierra la exposición con un grupo de pinturas
que presentan los distintos caminos que tomaron los fauves a partir de 1907. Aunque
desde el comienzo el fauvismo estuvo fundamentalmente centrado en el paisaje,
muchos de ellos se vieron muy atraídos por la vida del París nocturno, tema por
otro lado típico de la vanguardia. Vlaminck, Rouault y Van Dongen reflejan este
mundo de prostitutas y personajes de circo con una gran crudeza y vivacidad a través de colores exaltados y
pinceladas enormemente expresivas y violentas, que enlazan en cierto modo con
la pintura expresionista que estaba naciendo fuera de Francia.
Pese a la importancia que ha tenido en la Historia del Arte
Moderno, el fauvismo ha sido un movimiento que ha pasado casi desapercibido en
España, siendo esta la primera gran exposición que aborda en su conjunto y en
profundidad en los últimos quince años.
La corriente fauve
fue tan brillante como intensa tuvo una vida apenas de tres años entre 1905 y
1907, pero su importancia fue extraordinario y sentó las bases para otros
movimientos posteriores como el expresionismo y el cubismo. Como George Braque afirmó: duró lo que duran las cosas
nuevas.
© Mariví Otero 2016
Asistente: Manuel Otero Rodríguez
Fuente: Los
fauves: La pasión por el color. Dossier
de prensa: Alejandra Fernández y Nuria del Olmo. Fundación MAPFRE. Del 22 de octubre de 2016 al 29 de enero de 2017.