Brillo BOX. 964-68.
Serigrafia yi acrílico sobre madera contrachapada. Museo Coleção Berardo,
Lisboa © 2017 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
La
gente solía decir que Andy Warhol (1928-1987) era un
espejo de su época. ¿Por qué, entonces, cuando nos asomamos a la brillante
superficie plateada que ofrecía vemos reflejos confusos, elusivos y
contradictorios?
Sus admiradores lo
veneran como un gran artista, la apoteosis de la sensibilidad pop, un árbitro
del gusto que Nueva York, y un experto en todo lo elegante y en boga. Para
ellos, Warhol era un genio cuyos insolentes y provocativos cuadros y
películas eran la personificación del espíritu
cultural y moral de su tiempo. Sus detractores, en cambio, le ven como
un flagrante promotor de sí mismo, un oportunista cínico, un manipulador
despiadado que degradaba la seriedad del arte “elevado” mediante un implacable comercialismo.
A lo largo de su vida, Warhol representó una extraña mezcla
de astucia e ingenuidad. No era un intelectual, pero tenía una misteriosa
capacidad para evaluar las tendencias estéticas y sociales. Cogía ideas que
había en el aire y las convertía en obras de arte.
Silver Liz. 1963. Serigrafía, polímero sintético y acrílico
sobre lienzo. 101,5 x 101,5 cm. Colección Froelich, Leinfelden-Echterdingen,
Alemania © 2017 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
La exposición que presenta la Obra
Social “La Caixa” junto al Museo Picasso Málaga, que comisaría el director
del museo andaluz, José Lebrero. Treinta años después de su muerte, pretende
abordar la compleja producción de Andy Warhol, poniendo especial
énfasis en las transmutaciones que experimenta el conjunto de su legado durante
su carrera. Además de dar a conocer al artista a una nueva generación de
público en nuestro país, la muestra pone el acento en la naturaleza repetitiva,
esquematizante y artificiosa de su trabajo visual durante más de tres décadas
de febril actividad creadora. Warhol. El arte mecánico está formada por
un total de 352 piezas entre pinturas, esculturas, dibujos, serigrafías,
instalaciones, libros de artista, películas, portadas de discos, pósteres,
revistas, objetos y material fotográfico. Procede de más de 30 prestadores
–entre los que destaca el Museo Andy Warhol de Pittsburgh, que alberga la mayor
colección de obras de arte y materiales de archivo de Warhol- y permiten a los
espectadores sumergirse en el fascinante mundo de imágenes sofisticadas y
universales de Warhol.
La
muestra parte de los inicios profesionales de Warhol en la Nueva York
de 1949, cuando empezaba una exitosa carrera como diseñador gráfico para
revistas como Glamour, Vogue o Harper’s
Bazaar, grandes sellos discográficos como Columbia Records o Prestige Records, e importantes marcas comerciales
como Tiffany & Co.
Coleccionista
empedernido, Warhol también demostró un marcado interés por el arte
contemporáneo, que triunfaba por aquel entonces en la ciudad. No tardó en
abordar como artista el mundo de las galerías de arte, consagrándose como el artista
pop por excelencia en torno a 1960-1961. Lo hizo estetizando productos de
consumo, como sus célebres series de las sopas Campbell’s, o transformando en grandes iconos del arte
contemporáneo a los mitos del cine de la
época, como Marilyn Monroe, Liz Taylor o
Elvis Presley.
Marilyn Print. 1967.
Seríagrafía sobre papel. Collection of the Andy Warhol Museum, Pittsburgh ©
2017, The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
El
singular punto de encuentro que representó la Silver Factory se convirtió en un laboratorio cultural
experimental, a la vez que sede de un nuevo tipo de empresa cultural. Fue el
escenario para desarrollar sus radicales proyectos cinematográficos o sus
trabajos multimedia como productor musical. Warhol fue, además de
artista, un buen empresario.
Tras superar un intento
de asesinato en 1968, Warhol cambió de táctica creativa y
se convirtió a sí mismo en personaje. Trasladó la sede de sus operaciones
comerciales y estéticas a The Office,
un espacio más burgués y ordenado logísticamente. Superada la muerte, se
convirtió en un artista empresario: dirigió la revista Interview, pintó retratos de famosos y respondió a todo tipo de
encargos comerciales, hasta su inesperado fallecimiento.
Pistola. 1981. Acrílico y
serigrafía sobre lino. Collection of the Andy Warhol Museum, Pittsburgh © 2017
The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
El recorrido por la muestra es cronológico, desde los primeros dibujos
de Andrew Warhol, embrión del futuro Andy Warhol, en la década de los
cincuenta en los que trabajaba junto a su madre en sus primeros trabajos de
impresión para revistas, pasando por sus creaciones en las que estetizó productos
de consumo faltos hasta entonces de glamur, así en Three Coke Bottles (1962),
obra en la que repite el envase de Coca-Cola, retrata “una bebida democrática
que consumen reyes y pobres por igual” según Warhol, junto a las comentadas series Campbell’s Soups (1968). Aunque al igual
que convierte en warhols simples objetos como latas, plátanos o cabezas de
vacas, eleva a personajes de la política, el cine o la sociedad a iconos pop, Jackie Kennedy o Mao, a los que tuneó en
colores. Se muestran también obras-protesta contra la violencia y la pena de
muerte. Lo hace con sus series sobre calaveras, pistolas y sillas eléctricas.
Como la enorme Big Electric Chair,
pese a lo artístico esconde un alegato contra una práctica que todavía existe
en Estados Unidos.
Tres botellas de Coca-Cola.
1962. Tinta serigráfica y lápiz de grafito sobre lino. Collection of the Andy
Warhol Museum, Pittsburgh © 2017 The Andy Warhol Foundation for the Visual
Arts, Inc. / VEGAP
MAO. 1972. Acrílico, óleo y
serigrafía sobre lienzo. Colección Josep Suñol, Barcelona © 2017 The Andy
Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
La muestra finaliza con imágenes realizadas por grandes fotógrafos de
todo el mundo como Philippe Halsman,
Duane Michals, Robert Mapplethorpe o el español Alberto Sommer en el que Warhol
aparece como objeto, el personaje en el que acabó convertido. La última obra es
un enorme autorretrato de 1986, un año antes de fallecer, en el que el artista aparece
con peluca.
Autorretrato. 1986. Acrílico
y tinta serigráfica sobre lienzo. Collection of the Andy Warhol Museum,
Pittsburgh © 2017 The Andy Warhol Foundation for the Visual Arts, Inc. / VEGAP
En 1983, Andy Warhol acompañado de Christopher Makos, su fotógrafo de
cabecera visitó España, venía a inaugurar la exposición que el galerista Fernando Vijande le dedicaba y a pasar
nueve días en Madrid. En aquellos días, la modernidad pudo codearse con el
artista pop más famoso de todos los tiempos, pese a que Warhol no sabía muy bien qué era
España, ni muchos de los que pagaron 100 pesetas por entrar a la galería sabían
la importancia del personaje.
© Mariví Otero 2018
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuente:
Warhol.
El arte mecánico. Exposición organizada por la Obra Social “La Caixa” y
el Museo Picasso Málaga. Comisario: José Lebrero Stals, director artístico del
Museo Picasso Málaga. Del 1 de febrero al 6 de mayo de 2018. CaixaForum Madrid.
Dosier de Prensa.
Bourdon D. Warhol. Editorial Anagrama. Barcelona 1989.
Bourdon D. Warhol. Editorial Anagrama. Barcelona 1989.
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