Foto, Shun Waku.
El
pasado 16 de febrero acudí a la representación de El público de Federico García Lorca en el Teatro Valle-Inclán de
Madrid. La compañía nipona Ksec Act
presenta en España su particular versión de esta obra.
Traducción: Yoichi Tajiri. Escenografía:
Kei Jinguji, Hirofumi Suzuki. Dirección: Kei Jinguji. Vestuario: Yoshiko
Nasaki, Hiroko Ishiguro.
Intérpretes: Senko Hido, Tomoko, Hirai,
Chieko Imaeda, Mamoru Kubokawa, Masaya Nagano, Koji Nagasawa, Oni Onishi, Yayoi
Saito, Tadayoshi Sakakibara, Mayu Shibata, Yushi Tamagawa, Yoshiteru Yamada,
Kenji Yoshida.
No
es una obra fácil la de El público, de Federico García Lorca. Escrita entre Nueva York y La Habana en
1930, su estreno mundial no tuvo lugar hasta 57 años más tarde, cuando Lluís
Pascual la puso en pie en el Teatro María Guerrero de Madrid.
En El
público, Lorca a través de la figura de un director de escena, vuelca
sus complejidades, habla del amor homosexual, abre la sima de lo que él llama “teatro bajo la arena” e inicia la
búsqueda en las profundidades de los temas que él le remueven en el plano
artístico y personal. Tres hombres rondan y luchan en su cabeza: uno que
presenta el ideal de lo que quería ser, el homosexual abierto; otro, su versión
más femenina, y un tercero, ese falso heterosexual que se niega a salir del
armario. Y en medio aparecen los caballos, que son las pasiones, las pulsiones
sexuales. Y también la batalla del director de escena por dejar ese teatro al
aire libre, más fácil popular, que contenta a todo el mundo, y meterse en el
teatro más autentico y visceral. Ya lo dijo el propio Lorca hablando de su
teatro de lo imposible. El público. Así que pasen cinco años
(1931) y Comedia sin título (1936):
“En estas comedias está mi verdadero propósito, pero para demostrar una
personalidad y tener derecho al respeto he tenido que darles otras obras a los
espectadores españoles”.
Siempre
hay una intriga de cómo el público va a recibir esta obra, -nos dejamos llevar
por este sueño poético de Lorca-, comprender esta obra es comprender a Lorca y
su momento.
En
enero de 1987, pude disfrutar de la puesta en escena realizada por el director
Lluís Pascal. En el Teatro María Guerrero.
Esta
nueva puesta en escena en japonés, de El público es deslumbrante la música
gestual del teatro noh. El montaje se abre con una impactante escena de quietud
y silencio, con los rostros de los actores transmutados en máscaras que se
exasperan en un grito inaudible. Son el público, ese ente plural de cientos de
ojos y bocas, un anhelante cuerpo colectivo que llama a las puertas del
director tal vez en busca del hondo teatro verdadero que está bajo la arena.
“Las emociones humanas son las mismas en
cualquier parte del mundo: el amor, la dignidad, la venganza, el dolor. Podemos
expresarlas de forma distinta, pero en el fondo todos somos iguales”, responde
Yoichi Tajiri, japonés nacido en Taiwán en 1943, cuando era colonia nipona, y
criado desde su infancia en la ciudad de Kobe (sur de Japón).
El director Kei Jinguji y el traductor y profesor Yoichi Tajiri. (Foto, Manuel Otero)
El
profesor Tajiri, especialista en literatura hispánica y catedrático emérito de la Universidad de Kansai Gaidai
(prefactura de Osaka). Lleva 40 años traduciendo a su lengua obras teatrales de
autores españoles para representarlas en su país con su compañía Ksec Act.
Clásicos como Lope, Calderón y Cervantes
hasta más actuales como Valle-Inclán, Lorca y Arrabal. De Lorca ya van siete, El público es la última, que encaja como
un guante en la estética del teatro noh,
el tradicional drama musical japonés, que usa siempre máscaras.
Explica Jinguji: “El tema de esta obra es el
amor puro entre dos hombres. Uno ama con fervor, mientas que el otro quiere
ocultarlo a la sociedad. Por eso en la escena final usamos máscaras”.
Foto, Shun waku.
Tajiri conoció a Kei Jinguji, también
especialista en literatura hispánica y director de escena, en 1980 decidieron
empezar a adaptar sus textos favoritos: Ligazón, de Valle-Inclán; La vida
ensueño, de Calderón; La casa de Bernarda Alba, de Lorca, así hasta cerca de
veinte títulos.
En 2002 presentaron por primera vez un
montaje en España –La
vida es sueño, en
el festival de Almagro- y desde entonces vuelven periódicamente con sus nuevas producciones.
Poco
a poco, la compañía Ksec Act ha logrado crear en Nayoya (ciudad donde tiene su
sede) un curioso club de fans del teatro español. Advierte el profesor Tajiri: “No intentamos imitar la forma en que los
españoles hacen teatro, sino trasladar sus textos a nuestro contexto y nuestra
estética”. De ahí, su éxito de las
producciones de nuestros dramaturgos.
Una vez finalizada la
función tuvimos un encuentro con: el director Kei Jinguji, el traductor
profesor Yoichi Tajiri y varios actores, que contestaron todas las preguntas,
fueron espléndidos.
Encuentro con el director, traductor y actores. (Foto, Manuel Otero)
Espectacular
esta particular versión de la obra El público, pienso que a Federico
García Lorca le hubiese gustado. ¡Un placer!
© Mariví Otero 2018
Asistente:
Manuel Otero Rodríguez
Fuentes: Varias.
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