La
Galería Ansorena, nos ha sorprendido con una exposición de esculturas de JORGE
OTEIZA (Orio,1908- San Sebastián, 2003). Nos ha sorprendido, esa es la palabra,
porque uno pensaría siempre que una exposición de OTEIZA tendría que estar
precedida de, por lo menos, una cierta expectación. No: la exposición está ahí
como es costumbre que lleguen las cosas de Ansorena: por sorpresa así trabaja
su directora Cristina Mato.
Tiempo
que no visito Alzuza (Navarra) la Fundación Museo Jorge Oteiza, donde se puede
disfrutar de más de dos mil obras, bocetos, dibujos y entender su proceso
creador, fue su casa taller, que también conocí. Muy recomendable la visita,
bellísimo lugar.
Jorge
Oteiza era tan pródigo que su propia riqueza espiritual, que por todas partes
iba desparramando ideas, válidas para su propio uso y para el de todos los
demás. Cuando nadie había hablado de eso todavía, él postulaba muy
frecuentemente la necesidad de que el arte -sobre todo la escultura- se
produjesen en ediciones múltiples con el fin de destruir el carisma de la
-pieza única- Pero, en fin, esa idea no estaba sugerida más que con destino a
una metodología distributiva. Y lo verdaderamente importante de él eran las
ideas esclarecedoras que derramaba sobre cada forma, si en cada una de ellas
depositara la fría linfa de su implacable conocimiento. Era implacable, sobre
todo, con relación a su propio trabajo. Todo lo que llegaba a sus ojos era una
incitación para el análisis. Todo lo que salía de sus manos era una experimentación
del análisis mismo que en ese momento le preocupaba. Conocí a Jorge Oteiza y a
su mujer Itziar aquí en Madrid en 1973 -extraordinarios-.
Hacemos
el recorrido de la exposición: JORGE OTEIZA, en su colección personal, texto de
Pilar Oteiza, que nos ha guiado por esta pequeña muestra según Pilar, para mi
gran muestra, hace tiempo que no contemplaba tanta obra del maestro, os
felicito Pilar y Cristina por esa planta baja.
[…] Las
obras de esta exposición, como todas las obras de Oteiza, no son obras
aisladas. Cada obra pertenece a una serie, a una familia; es la representación
material de un conceto que va tomando diferente forma. Una serie de Oteiza es
un conjunto de esculturas relacionadas porque representan y expresan un
objetivo común. Las obras de sus series experimentales sobre el resultado de
una investigación estética que alcanza su máxima intensidad cuando participa en
la IV Bienal de São Paulo, de 1957, en la que obtiene el Premio Internacional
de Escultura.
Cuatro
de las esculturas que se presentan en la exposición pertenecen a la primera
fase de la Ley de los Cambios, la fase convexa, acumulativa: Macla generatriz,
Poliedro, Ipar Haize y Ezaugarri, mientras que las nueve restantes pertenecen a
su fase eliminativa, cóncava, receptiva: Retrato de un gudari armado llamado
Odiseo Oposición de dos matrices Málevich divergentes, Arista vacía, Homenaje a
Mallarmé, Tiedro, Homenaje a Torres García, Caja abierta, Gurutze, y finalmente,
la Unidad mínima, como la escultura más silenciosa de esta muestra y
representante máxima de su fase conclusiva […]
Hay, a
lo largo de toda la exposición, años de la vida experimental de JORGE OTEIZA.
Fuente: OTEIZA. Galería Ansorena. Catálogo. Texto: JORGE OTEIZA en su colección personal, de Pilar Oteiza, Madrid, mayo 1923. Exposición del 18 de mayo al 15 de julio 2023.
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