Caminamos
al Museo Nacional del Prado, al encuentro de la nueva exposición temporal, esta
es la seis que se puede visitar en el Museo, una cifra nunca alcanzada hasta la
fecha. El Prado luce espléndido.
Entramos en la sala 9B del edificio Villanueva en la exposición Picasso, el Greco y el cubismo analítico, inscrita en la Colaboración Picasso 1973-2023, programa expositivo que conmemora el cincuenta aniversario del fallecimiento del artista.
Comisariada por Carmen Giménez, muestra la correlación más radical entre estos artistas para reflexionar sobre un aspecto fundamental: el ascendente del cretense sobre el malagueño cuando este se adentraba en el cubismo. Al visitante le ofrece la oportunidad de comprender la relación entre ambos artistas, dos sensibilidades originales que hablan de la redefinición del hecho artístico a través del volumen y el color, de la composición y la perspectiva, del espacio y la luz, y del desafío al dogma académico y la tradición clásica.
En el catálogo de la exposición del texto dedicado a la misma por Javier Barón […] En el desarrollo del cubismo de Picasso otros ejemplos manifiestan cómo asimiló el modo, propio del Greco, de dividir el espacio y de construir en grandes planos. Es el caso, en 1908, durante la primera etapa del movimiento, de la obra Desnudo recostado con personajes (París, Musée Picasso), cuyas figuras aún evocan las de La visión de san Juan y donde el espacio aparece en compartimentos, que pueden relacionarse con los alvéolos que subdividen las escenas y cierran a algunos personajes en ciertos cuadros de la última época del cretense. En el verano de 1909, cuando estaba en la localidad tarraconense de Horta de San Juan (Entonces Horta de Ebro) Picasso quiso viajar de nuevo a Toledo para ver las obras del artista; en una carta a los hermanos Gertrude y Leo Stein indicaba: Me gustaría mucho ir allí, hace ya mucho tiempo que quiero ver de nuevo al Greco en Toledo y Madrid. Aunque una enfermedad de Fernanda Olivier impidió el viaje, esa declaración de intenciones indica, sin lugar a duda, hasta qué punto Picasso tenía al Greco presente en unos momentos decisivos para la evolución del cubismo. […]
En la
abundante literatura artística escrita sobre Picasso, casi todos los autores
insisten en la evidencia del nexo entre el Greco y el artista malagueño, pero
casi todos coinciden en cifrar esta influencia casi en exclusiva durante la
juventud de este, no solo por sus cuadernos del periodo entre Madrid, Barcelona
y París, sino considerando que fue crucial para el llamado “periodo azul”. Sin
embargo, esta influencia fue mucho más profunda y duradera y fue especialmente
crucial para el desarrollo del cubismo y, en particular, para la fase del
cubismo analítico, con su aplanamiento de perspectiva y su formato vertical. Un
enfrentamiento de las respectivas obras de ambos artistas centrándose en la
obra cubista de Picasso y la obra tardía del Greco, en el formato directo que permite
una exposición, abre nuevas perspectivas, no solo entre ambos artistas sino
también a través de ellos. Para nuevas reflexiones sobre lo que significó esta
relación para el desarrollo de las vanguardias del siglo XX.
Es
cierto que el Greco gozó de cierta fama desde que se instaló en España en 1577
y hasta su muerte en 1614, pero desde que esta aconteció fue tejiéndose una
leyenda local sobre la alocada distorsión de su estilo pictórico de sus últimos
años que acabó por oscurecer posteriormente su reputación crítica. No fue hasta
casi finales del siglo XIX cuando empezó a reivindicársele, con las publicaciones
de 1908 El Greco (Madrid, Victoriano Suárez) y en 1914 Lo que se
sabe de la vida del Greco (Madrid, Jiménez Fraud Editor) y El entierro
del conde de Orgaz (Madrid, Jiménez Fraud Editor), con motivo del tercer
centenario de la muerte del pintor de Toledo, del historiador Manuel B.
Cossío, y a los jóvenes vanguardistas europeos de este periodo. El Greco tardó
tres siglos en ser entendido, pero una vez recuperado del olvido, aportó
las claves a Picasso para romper definitivamente con el arte del pasado y los
pilares de la representación tradicional.
La
muestra ha sido patrocinada por la Fundación Amigos del Museo del Prado.
Documentos incluidos en la exposición:
Fuente: Picasso, el Greco y el cubismo analítico”. Museo Nacional del Prado. Catálogo de la exposición con textos de Carmen Giménez y Javier Barón. Área de Prensa del Museo: documentación y fotografías. Hasta el 17 de septiembre 2023.
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