Nuestra
cita hoy es en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, visitamos la exposición
MAESTRAS, comisariada por Rocío de la Villa desde una perspectiva feminista, un
centenar de obras entre pinturas, esculturas, obras sobre papel y textiles,
ofrece un recorrido por las contribuciones artísticas de creadoras, desde
finales del siglo XVI a las primeras décadas del siglo XX. Es una exposición de
autoras mujeres que representan a mujeres y sus interese. Artistas que fueron
en su época académicas, reclamadas por mecenas y coleccionistas, partícipes en
asociaciones de artistas mujeres, receptoras de los más altos reconocimientos y
protagonistas de grandes exposiciones. Mujeres cultas, curiosas, viajeras,
cosmopolitas y comprometidas. En ocasiones, contaron también con el respaldo y
apoyo de sus maestros, compañeros, maridos, hermanos o marchantes.
El
recorrido por la muestra lo hacemos a través de ocho escenas relevantes en el
camino de las mujeres hacia su emancipación.
Sororidad
I. La causa delle donne:
Versión
italiana de la querelle des femmes, el título de este primer capítulo nos
remite al debate literario y académico que tuvo lugar en Europa, desde finales
del siglo XIV y hasta la Revolución francesa, en defensa de la capacidad
intelectual y el derecho de las mujeres al acceso al conocimiento y la política
frente a la misoginia. En la exposición, este debate se muestra a través de la
producción de algunas artistas del norte de Italia, desde el siglo XVI y buena
parte del XVII, inscritas en botteghe familiares y beneficiadas por un clima
sociopolítico y teorías del arte favorables para las mujeres en los Estados
Pontificios. Las obras reunidas en esta primera sección son representaciones
que narran la historia de figuras bíblicas femeninas y heroínas de la
Antigüedad; mujeres fuertes que triunfan por su virtud, que son símbolo de la
victoria femenina sobre la violencia de género y los agravios a las mujeres en
la época. Judit con la cabeza de Holofernes (1600) de Lavinia Fontana; Judit
y su criado (1618-1619) y Susana y los viejos (1623), de Artemisia Gentileschi;
y Porcia hiriéndose en el muslo (1664), de Elisabetta Sirani, con algunas de
las obras destacadas.
La
revolución científica fue el inicio del ocaso de la tradición del conocimiento
botánico, biológico y médico de las mujeres, con la persecución de las brujas
como telón de fondo. En este capítulo se indaga en el papel de las artistas en
el resurgimiento y esplendor del género de la naturaleza muerta y una posible
genealogía femenina en torno al subgénero virtuosismo alcanzado por estas
artistas, del bodegón con insectos, fruto de una concepción ecológica no
mecanicista a cargo de artistas-científicas como la alemana María Sibylla
Merien. Se presenta con otras pintoras italianas y centroeuropeos del siglo
XVII, como Fede Galizia, Giovanna Garzoni o Clara Peeters, y francesa y
británicas como Louise Moillon o Mary Beale. Un conjunto de pinturas que no
solo muestran al virtuosismo alcanzado por etas artistas, sino también su
capacidad de observación y sus conocimientos científicos.
Ilustradas y académicas:
En
este capítulo la Ilustración en Francia fue la época de las salonnières -anfitrionas
de reuniones culturales y artísticas, muchas de ellas convertidas en auténticas
mecenas y participantes activas del debate cultural- y su compañerismo con
intelectuales y artistas. Además, el mecenazgo de Maria Antonieta y la Mesdames
tuvo una gran influencia para el reconocimiento, incluso académico, del valor
de la producción artística femenina, que se cetra en el género del retrato,
tanto en pintura como escultura, en pintura de género y en escenas neoclásicas,
mostrando una pluralidad de roles femeninos de intenso acento teatral. Lo vemos
a través de la obra creadoras británicas, francesas y españolas de antes y
después de la revolución francesa (1770-1850), como Angelica Kauffmann, Adélaï
Labille- Guiard, Vigée-Le Brun o Victoria Martín Barhié, entre otras. Un protagonismo
que acabaría con la expulsión de las académicas a partir de la reforma de
Bonaparte en Francia (1804), por el que las mujeres son definitivamente
excluidas de muchos derechos, además del de la fallida Revolución. Un modelo
excluyente que llegaría a importarse también en España y resto de Europa.
Orientalismo/
Costumbrismo:
Este capítulo corresponde a la segunda mitad del siglo XIX, en pleno periodo colonial, los estilos orientalistas y costumbrista alcanzaron una gran popularidad y fueron muchos los artistas atraídos tanto por lo lejano y exótico como por lo autóctono y lo rural. En este apartado se pone en valor la contribución de artistas mujeres al orientalismo y al costumbrismo cómo, frente al punto de vista masculino, patriarcal, e incluso del “voyeur” colonial, ellas aportaron experiencias de proximidad con otras mujeres no occidentales. Dotando de dignidad a los temas y sujetos representados. Lo vemos en la obra de artistas francesas, estadounidenses y españolas de entre finales del siglo XVIII y la primera década siglo XX.
Pero a
diferencia de los artistas, pintoras como Henriette Browne y Alejandrina Gessler
de Lacroix pueden entrar en los harenes, deshaciendo los tópicos eróticos
asentados en los salones parisinos. Y artistas españolas como Elena Brockmann
de Llanos y María Blanchard.
Excluidas
de las Academias oficiales, en París, mujeres procedentes de toda Europa y
América estudian en escuelas privadas segregadas y, con telón de fondo de las
reivindicaciones feministas, fundan las primeras asociaciones de artistas
mujeres y el Pabellón de la Mujer en la Exposición Colombiana Mundial de
Chicago, en 1893. En este apartado hemos encontrado ejemplos del realismo y del
idealismo romántico y político de las artistas con sus representaciones de
mujeres trabajadoras. Abarcando el periodo de 1860 a las primeras décadas del
siglo XX. Algunas de las artistas que ilustran este espacio: Las lavanderas
(1882) de Marie-Louise Petiet; El cerezo (1891) de Berthe Morisot; Esposas
despidiendo a los soldados (1937-1938), de Kathe Kollwitz (escultura); Las amas
de casa (1905) de Lluïsa Vidal o La zapatería (h.1911).
Nuevas
maternidades:
La
maternidad es uno de los temas más antiguos de la historia del arte. En el
siglo XIX, surge el arquetipo de la mujer como “ángel del hogar” para frenar su
emancipación tema al que se oponen pintoras y escultoras de diferentes
generaciones, estados civiles y estilos artísticos, innovando e invirtiendo los
viejos modelos. Las obras, en este apartado, incluyen esculturas de Käthe
Kollwitz (espléndida escultura “Madre con dos niños”) y Emy Roeder. Pinturas,
de Mary Cassatt, Elizabeth Nourse, Paula Modersohn-Becker o Tamara Lampicka
crean nuevas iconografías que muestran con ternura la dependencia absoluta del
bebé.
Sororidad
II. Complicidades
¿Qué
piensan? ¿De qué hablan? ¿Qué comparten las jóvenes burguesas cuando están
juntas?
Las
impresionistas Berthe Morisot, Marie Bracquemond, Louise Breslau y Cecilia
Beaux crean nuevas iconografías de la complicidad, la confianza y la amistad
entre mujeres, expresada en clave melancólica por la escultora simbolista Marie
Cazin. Un mundo privado al margen de la mirada masculina en el que germina el
anhelo de libertad.
Emancipadas:
Llegamos al final del recorrido de esta gran muestra. En el siglo XX, mientras se consigue el sufragio femenino en la mayoría de los países occidentales, las artistas más avanzadas del momento continúan abordando iconografías que subraya la complicidad entre mujeres y sus aportaciones distintivas en los nuevos lenguajes vanguardistas. Fueron muchas las que participaron activamente en los movimientos artísticos de vanguardia, artistas reconocidas que triunfaron en vida y que fueron modelo de fuerza, compromiso, vitalidad, creatividad e independencia, pero que, tras su muerte o a raíz de acontecimientos históricos como la Segunda Guerra Mundial o, en el caso de España, la dictadura franquista, serían eliminadas de la historia. Camille Claudel, Jacqueline Marvel, Helene Funke, Natalia Goncharova, Frida Kahlo, Ángeles Santos, Sonia Delaunay Alice Bailly o Maruja Mallo con sus Verbenas que reflejan la alegría de las ciudadanas tras la conquista del espacio público. Estas son algunas de las grandes Maestras.
Tras
su presentación en Madrid, una versión reducida de la muestra podrá verse en el
Arp Museum Bahnhof Rolandseck de Remagen (Alemania).
Fuente:
MAESTRAS. Museo Nacional Museo Thyssen-Bornemisza. Del 31 de octubre de 2023 al
4 de febrero 2024. Departamento de Prensa del Museo: Documentación y
fotografías.
La comisaria Rocío de la Villa ha logrado ofrecernos un viaje cautivador a través de la historia del arte desde una perspectiva feminista, destacando el impacto y las contribuciones de las creadoras desde el siglo XVI hasta el siglo XX.
ResponderEliminarEs inspirador contemplar cómo estas talentosas mujeres artistas no solo desafiaron las limitaciones de su época, sino que también dejaron una huella perdurable en el mundo del arte. Desde pinturas hasta esculturas, obras sobre papel y textiles, cada pieza nos revela la profundidad de sus habilidades y la diversidad de sus expresiones artísticas.
Es especialmente emocionante reconocer cómo estas artistas fueron reconocidas en su tiempo, participaron en asociaciones de mujeres artistas y fueron aclamadas por mecenas y coleccionistas. Su legado perdura como un testimonio poderoso de su talento y determinación.
Esta exposición no solo celebra la creatividad femenina, sino que también nos invita a reflexionar sobre la igualdad de género en el mundo del arte, recordándonos la importancia de reconocer y apreciar el legado de estas mujeres que desafiaron las barreras y dejaron una marca indeleble en la historia del arte.