viernes, 6 de abril de 2018

Sorolla y la moda. Un hombre de mundo.


El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Museo Sorolla organizan esta exposición dedicada a la presencia de la moda en la obra de Joaquín Sorolla (Valencia 1863-1923 Cercedilla, Madrid), de manera simultánea y complementaria en ambas sedes. Comisariada por Eloy Martínez de la Pera, la muestra reúne más de setenta obras procedentes de museos y colecciones privadas nacionales e internacionales, junto a un destacado conjunto de vestidos y complementos de época, valiosas piezas prestadas también por importantes instituciones y colecciones particulares y muchas de ellas inéditas.

En el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, la exposición se desarrolla en cuatro secciones:

Sorolla íntimo

El primer capítulo, dedicado al ámbito familiar del pintor, nos muestra los diferentes aspectos de su vida cotidiana, como las cartas que envía a su mujer desde París, en las que le comunica las novedades en la moda, y las compras de vestidos que allí realiza para ella y sus hijas, así como las obras que dedica a su familia, sobre todo a su mujer y musa. Clotilde con traje negro (1906), del Metropolitan Museum of Art (Nueva York), junto a un traja (hacia 1900) del Musée des Arts Décoratifs de París, o Clotilde vestida de blanco (1902), de la Hispanic Society of America (Nueva York), y un vestido de ceremonia (hacia 1907) de la colección Ana González-Moro.



El retrato de sociedad

Sorolla recibe numerosos encargos para retratar a personajes de la alta sociedad de su época. Algunos de los retratos y vestidos incluidos en esta sección se hacen eco de las últimas tendencias en el vestir, hay otros más clásicos que reflejan una moda que dirige su mirada al pasado. La Reina Victoria Eugenia (1911), de la Hispanic Society or America y un vestido de baile de Charles F. Worth (hacia 1896) de la colección Francisco Zambrana, o el Retrato de María Lorente (1905), de una colección privada, y un traje de novia (1907) de Antonia Montesinos del Museo del Traje de Madrid.



El verano elegante

En la segunda mitad del siglo XIX se descubren los efectos terapéuticos de los baños de mar. Zarautz, Santander, San Sebastián, la Costa Brava o las playas de levante empiezan a ser populares entre los primeros veraneantes españoles. La moda está también presente en estos escenarios y Sorolla, testigo destacado de ello, refleja magistralmente este aspecto en retratos realizados junto al mar como Clotilde en la playa (1904), del Museo Sorolla, expuesto junto a un vestido de día (1904-1908) del Victoria and Albert Museum de Londres, o Bajo el toldo, Zarauz (1910), del Saint Louis Art Museum, junto a una blusa blanca y falda (hacia 1900) del Centre de Documentació i Museu Tèxtil de Trarrasa.



París y la vida moderna

La vida moderna surgida a mediados del siglo XIX impregna las nuevas costumbres de ocio:

Los cafés, los paseos urbanos, el teatro y la opera…, son lugares que llaman la atención de Sorolla en sus frecuentes viajes a París. Allí conoce, de primera mano las novedades que se producen en la alta costura, que le sirven de inspiración a la hora de realizar sus retratos. Con una creación de Mariano Fortuny y Madrazo la blusa de tafetán, plisado en seda azul con la que aparece Clotilde en una miniatura en Gouache de la pintora norteamericana Marha Susan Baker (1871-1911), ambas piezas del Museo Sorolla y expuestas en este apartado. El mítico vestidos Delphos, retrata a su hija Elena con túnica amarilla (1909), de una colección privada.


En el Museo Sorolla, la exposición se adapta a sus espacios, muy marcados por su condición de casa y por haber conservado casi intacto su ambiente original y todo el mobiliario. Aquí también la exposición está divida en cuatro secciones, planta principal y primera planta de la casa:


Una casa a la moda

El museo guarda, entre sus colecciones de pintura, numerosos retratos de la propia familia Sorolla, que adquiere una presencia muy fuerte en el entorno de la casa, entre los muebles y objetos que el mismo Sorolla escogió. Algunos vestidos nos indican en las distintas salas de la planta principal que constituyen la exposición permanente del museo, dándoles, junto a esos cuadros familiares, una nueva vida.

En las salas de la planta primera, dedicadas a las exposiciones temporales, se desarrollan otras dos secciones de esta muestra.


El retrato de sociedad

Esta sección contiene diversos tipos de retrato de encargo, desde los de mayor compromiso, como pueda ser el de la reina María Cristina, al más desenfadado, como La bella Raquel (hacia 1912), que bajo el aparatoso sombrero Belle époque viste una moderna blusa blanca. Los retratos más tradicionales, en traje de fiesta o de noche, contrastan con los más modernos y sobrios vestidos negros o el deslumbrante traje blanco, a la griega, del Retrato de Amalia Romea, señora de La iglesia (1897), de una colección privada. Vestido Centro documentación  Museu Tèxtil Tarrasa.



Una familia elegante

Tanto la mujer de Sorolla, Clotilde como sus hijas María y Elena, tuvieron un don natural para la elegancia y supieron llevar trajes y sombreros con gran estilo. Sorolla disfrutaba rodeado de una familia a la moda, y nunca olvidó en sus viajes llevarles como regalo, vestidos o complementos que hubieran llamado su atención.

Especialmente le gustaban los vestidos de verano, pues los blancos a la luz del sol fueron la marca distintiva de su pintura, tampoco podía faltar en su casa la tradición española de la mantilla sobre el traje negro para las bodas o la Semana Santa, y así retrató Sorolla a Clotilde en Clotilde con mantilla negra (hacia 1919-1920) expuesto junto a un vestido de Lucile (hacia 1912) del Victoria and Albert Museum de Londres, con esta obra se cierra la muestra en la primera planta.


Un Fortuny escondido

De nuevo en la planta principal, se acaba en el comedor familiar. Elena, la pequeña de la familia, fue la más aficionada a las novedades, a los vestidos bonitos y a las joyas, y desde muy joven la vemos retratada por su padre con modelos “importantes”: el vestido Delphos, patentado por el pintor, escenógrafo y diseñador Mariano Fortuny y Madrazo, hizo furor entre las más modernas y avanzadas mujeres de la época; Elena, muy joven todavía, quedó inmortalizada con un Delphos dorado, asomando entre la graciosa guirnalda de frutas con que Sorolla decoró el comedor de su casa.


Ambas exposiciones se centran particularmente en los retratos femeninos y  familiares pintados entre 1890 y 1920, que dialogan en las salas con vestidos y complementos de finales del siglo XIX y comienzos del XX.


Mariví Otero
Manuel Otero Rodríguez

Fuente: Sorolla y la moda. Museo Nacional Thyssen-Bornemisza y el Museo Sorolla. Gabinete de Prensa, Museo Thyssen-Bornemisza y Museo Sorolla: Gabinete de Prensa Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Madrid. Del 13 de febrero al 27 de mayo de 2018.

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