El
Palacio de Cristal del Parque del Retiro acoge la exposición Cuatro
moldes, que reúne una selección de otras
esculturas figurativas de gran tamaño, realizadas entre 2012 y 2018, del
artista estadounidense CHARLES RAY (Chicago, 1953),
considerado uno de los escultores más influyentes del panorama actual.
Charles Ray, para la exposición en
el Palacio de Cristal recurre al imaginario de la cultura grecolatina, tanto en
su aspecto formal como material. Muestra especial interés por los antiguos Kuros griegos, estatuas desnudas de
hombres jóvenes, unas piezas a las que atribuye el perfecto equilibrio entre el
naturalismo y el idealismo, así como una cierta sensación de inmediatez y
viveza. Esta sensación es la misma que presentan las cuatro obras reunidas en esta exposición:
Como School Play (Juego
escolar, 2014), en la que un adolescente con una espada de juguete, togado con una
camiseta y una sábana, y calzado con unas sandalias de playa renueva el
referente griego de Triptolermos.
Esta
actualización de los tipos clásicos es visible también en el desnudo femenino
desprovisto de idealización de Reclining
woman (Mujer reclinada, 2018).
En Horse and Rider (Caballo y jinete, 2014),
autorretrato del artista a lomos de un caballo, a la manera de un condottiero, pero ataviado con
pantalones vaqueros y sujetando unas riendas invisibles.
La cuarta pieza presenta un joven desnudo inclinado, Shoe Tie (Atarse los zapatos, 2012). Si
nos acercamos, tampoco es posible apreciar los cordones de ese zapato
inexistente que el protagonista pretende atarse y cuya postura encorvada
recuerda a El Espinario helenístico.
Con sus obras, el artista propone paradojas perceptivas al espectador,
creando una relación física y sensible entre éste y las piezas que observa.
Cuando el visitante se acerca o rodea una figura para verla con detenimiento,
adoptando diferentes posturas, va creando una nueva lectura posible, siempre
abierta al cambio con cada nueva interacción. Como afirma el propio Ray, “el sentido de la obra aflora cuando se
entrelaza con la forma en la que la vemos”.
Charles
Ray, comenzó su carrera artística en la década de los 70 en
el campo de la performance y de la escultura minimalista, realizando obras como
la conocida Plank piece I&II (1973),
en la que insertaba su propio cuerpo como parte de sus esculturas. En sus
trabajos posteriores daría cada vez más importancia a la subjetividad, y la
presencia humana cedería espacio a obras escultóricas donde cobraba más
importancia la relación interna entre los objetos.
A
principios de 1990 comenzó a experimentar con un tipo de escultura figurativa
que le ha servido para elaborar un lenguaje nuevo y personal y por la que ha recibido
su mayor reconocimiento. En ella se aprecian figuras naturalistas y abstractas
a la vez, que simulan situaciones y sujetos normales, pero con un sentido
extraño de irrealidad y alucinación, que a veces pasa por una escala
sobredimensionada, una solidez excesiva o una relación especifica entre espacio
y escultura.
Ray
trabaja intencionalmente con la escala de los modelos, poniendo siempre en tela
de juicio las percepciones del espectador y provocando de esta manera una
percepción tergiversada de una normalidad idealizada. Esta alteración
perceptiva la obtiene también con una imitación tan precisa de las escenas más
corrientes que al espectador le resulta difícil distinguir entre lo real y lo
representado.
Sus obras son resultado
de un profundo estudio de la historia del arte, de la que toma constantes
referencias con el propósito de plantear enunciados que se vinculen con la
tradición y al tiempo estén enraizados en el presente.
© Mariví Otero. 2019.
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente: CHARLES
RAY. Cuatro moldes. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Palacio
de Cristal Parque del Retiro, Madrid. 28 de marzo a 8 de septiembre de 2019.
Gabinete de prensa, Concha Iglesias Otheo de Tejada. Museo Reina Sofía.
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