JESSICA
STOCKHOLDER Air-Padded Table Haunches, 2005. Lámparas suspendidas, luces,
fluorescentes, banco de madera, alfombras, tejas de linóleo, dos mesas, cinco
mesitas de café, seis lámparas de suelo con pantallas, pintura acrílica e
instalación de plastidip. Dimensiones variables. Colección "la Caixa"
de Arte Contemporáneo © Jessica Stockholder, 2019.
La
nueva exposición, La pintura, un reto permanente, revisa la evolución de la
pintura contemporánea en las tres últimas décadas a través de 32 obras de 30
artistas, en su mayor parte de la Colección “la Caixa” Comisariada por
Nimfa Bisbe, jefa de las colecciones
de arte de “la Caixa”, la exposición confronta obras antiguas de la Colección
con piezas más recientes, algunas de ellas nuevas adquisiciones y otras nunca
antes expuestas.
La
muestra está estructurada en seis ámbitos, se puede ver que la pintura, pese a
que a menudo se ha anunciado su desaparición, muerte o decadencia, siempre está
ahí y acaba renaciendo. A lo largo del siglo XX se declaró la muerte de la
pintura en varias ocasiones, desde la máxima abstracción de Malévich hasta los años ochenta, pasando
por el momento del apogeo de lo conceptual en los años setenta.
Pero
la pintura siempre acaba reapareciendo, como el ave fénix. A lo largo de los
últimos treinta años, la pintura se ha reciclado a menudo en formatos
renovados, hibridada en otras disciplinas, pero también en formas más puras y
próximas a las más tradicionales. El paseo que propone la exposición pretende a
portar una nueva mirada acorde con los nuevos tiempos, más abiertos a la
pluralidad y a la transversalidad en las prácticas contemporáneas.
De esta forma, parte de
las obras expuestas traspasan la superficie pictórica y se alían con otras
técnicas para desbordar la propia materia pictórica. Así, en la muestra, además
de pinturas sobre tela, pueden verse creaciones que incluyen instalaciones,
fotografías, collages e hibridaciones con la escultura.
Panorámica renovada de la pintura en la
Colección “La Caixa”
El itinerario
de la muestra presenta obras de artistas más clásicos –que renovaron la pintura
en los años sesenta y setenta-, como Gerhard
Richter, Robert Ryman, Sigmar Polke o
Robert Mangold, en contraste con otros artistas más contemporáneos, como
Ángela de la Cruz, Carlos Bunga, Kerstin
Brätsch, Lui Shtini o Guillermo Mora.
Igualmente,
está representada una generación de artistas consagrados que han sido cruciales
en la evolución de la pintura en los últimos años, también en nuestro país,
como Georg Baselitz, Victoria Civera,
Sean Scully, Joan Hernández Pijuan, Antonio Llena o Juan Uslé.
Todas las obras
expuestas pertenecen a la Colección “la
Caixa”, excepto una en préstamo del artista Guillermo Mora.
ANTONI
LLENA Carbassa, blanc i blanc transparent [Naranja, blanco y blanco
transparente].
1988. Papel de colores manipulado 133,5 x 124 cm. Colección
"la Caixa" de Arte Contemporáneo © Antoni Llena, VEGAP, 2019.
De la monocromía a la instalación
La exposición se inicia
con una reflexión sobre el propio estatus de la pintura como disciplina que ha
mantenido su aura. En la actual era digital, la pintura no ha perdido su
condición de objeto auténtico y original. Muchos artistas reflejan esta
condición de singularidad y rinden homenaje a la gran tradición pictórica,
especialmente desde el Renacimiento. Robert
Mangold actualiza una especie de luneta renacentista, mientras que Joan Hernández Pijuan, renueva el género
del paisaje a través de la abstracción. En la primera sala, se expone una
pintura abstracta de Gerhard Richter,
uno de los pintores actuales más influyentes y que más han contribuido a
reflexionar sobre el propio lenguaje de la pintura.
Gerhard Ritcher. Schein [Apariencia], 1994. Óleo sobre tabla.
La
pintura monocroma, que a lo largo del siglo XX llegó a simbolizar la
abstracción absoluta, también ha sufrido en los últimos años una importante
renovación. En la muestra se exponen distintas versiones de la monocromía pictórica
con las obras de Robert Ryman, Michel
Parmentier, Ettore Spalletti, Joaquin
Chancho o Carlos Bunga, este último ocupando el espacio tridimensional. La
geometría es también uno de los lenguajes tradicionales de la abstracción, que
también está presente en la exposición con las obras de Sean Scully, Günther Förg y Juan Uslé, que unen racionalidad con
expresión.
La
gran instalación de Jessica Stockolder
ocupa el espacio de toda una sala con elementos coloreados muy variados, de
modo que se percibe como una pintura expandida. Otro ejemplo del juego con la
tridimensionalidad es la sala dedicada a la fragilidad. Uno de los artistas que
mejor defiende este concepto es Antoni Llena, que siempre se define como pintor
pero que recurre a unas herramientas que
tienen muy poco que ver con la pintura tradicional. En este caso el artista barcelonés presenta
una delicada obra realizada con papeles de colores, rasgados y doblados. Frágil
y delicada es también la obra de Richard
Tuttle, compuesta de dos piezas escultóricas que dialogan una con otra y
que aluden a ciertas superficies pictóricas, del mismo modo que lo hacen.
Sean Scully. Gabriel, 1993. Óleo sobre tabla.
JUAN
USLÉ Asa – Nisi – Masa, 1994-1995.
Pintura vinílica, dispersión y pigmentos
sobre tela 244 x 153 cm.
Colección "la Caixa" de Arte Contemporáneo ©
Juan Uslé, VEGAP, 2019.
El aura de la pintura
El aura de la pintura ha
condicionado la historia del arte hasta el punto que esta última se ha llegado
a identificar con la historia de la pintura. Desde el renacimiento, esta
disciplina artística ha sido motivo de debates teóricos que la han dotado de un
prestigio intelectual y una posición venerable. En la entrada de la exposición
nos recibe una instalación de fotografías de Wolfgang Tillmans, que representan los géneros clásicos, como el
paisaje, el bodegón y la pintura de historia, y destacan la abstracción como un
cuarto género, sin lugar a dudas, el más celebrado en el siglo XX.
Wolfgang Tillman.
Fire Island II, 2016. Impresión de chorro de tinta y marco.
Tapestry [Tapiz], 2006. Impresión cromogénica.
Silver 112 [Plata 112], 2013. Impresión cromogénica sobre Dibond, con marco del artista.
Geschlechtsteile [Genitales], 2010. Impresión de chorro de tinta y marco.
El silencio de la monocromía
La monocromía es también
objeto de análisis por parte de los artistas que consideran la pintura más allá
de sus límites tradicionales. Carlos Bunga, por ejemplo, libera la tela de su
bastidor y hace que sus pinturas ocupen el espacio tridimensional.
Carlos Bunga. Planos de color suspendidos #1, 2017-2018. Pintura látex y cola sobre fieltro y algodón.
Geometría expresiva
La geometría ha sido siempre una gran aliada de la
abstracción y, si en un principio sirvió para distanciarse de lo subjetivo y lo
emocional, pronto muchos artistas lograron que conviviera con la expresividad
del gesto y con estrategias que relajan la rigurosidad del trazado geométrico.
Aunque son a todas luces muy distintas, las abstracciones de Sean Scully, Günther Förg y Juan Uslé
tratan de unir racionalidad con expresión, y establecer una tensión entre la
estructura geométrica y la sensualidad de la pincelada y el color.
La
pintura, un reto permanente. Colección ”la Caixa”, se podrá visitar hasta el 1
de marzo de 2020 en CaixaForum Madrid.
Fragilidad enigmática
Las
piezas de Victoria Civera se relacionan entre sí como palabras que forman una
frase y modulan una voz subjetiva que alude a un mundo privado. Las dos piezas
que Richard Tuttle sitúa una frente a la otra plantean un notable juego de
equilibrio entre formas fragmentadas que conducen a un intrigante mundo de
sugerencias pictóricas.
El lapsus de la figuración
La
polarización entre abstracción y figuración, que ha caracterizado la práctica a
lo largo del siglo XX, fue transformada por algunos artistas en un fecundo
mestizaje que les permitió superar convenciones y abrir la pintura a nuevas
posibilidades expresivas.
A Georg Baselitz se le cayó la figura, que quedó medio sepultada por
los intensos brochazos de un fondo que el artista estructura y remarca con las
huellas de sus pisadas. La pintura de Kerstin
Brätsch es otra índole. En esta obra, que juega con los efectos de la
técnica del marmoleado, la artista trata el resultado aparentemente abstracto
como una especie de figuración.
Georg Baselitz. Motiv Kaputt [Motivo estropeado], 1991. Acrílico sobre tela.
Reflexiones y mutaciones
Aunque
la pintura haya doblado o roto el bastidor (Ángela
de la Cruz) y quiera salirse de la pared (Guillermo Mora), aunque se desprenda del marco y se extienda en el
espacio tridimensional (Jessica
Stockholder), adopte objetos (Marepe)
y contamine a escultores (José Pedro
Croft, Pello Irazu), no por ello ha dejado de ser pintura. Más bien ha
diversificado los elementos de producción y presentación, a la vez que se ha
integrado o expandiendo hacia otros medios artísticos. Esta ampliación de los
márgenes de la pintura que no deja de ser una apertura y una adaptación a un
mundo cambiante, la obliga contantemente a redefinirse y a reinventarse.
La
pintura, un reto permanente. Colección ”la Caixa”, la nueva exposición de
CaixaForum Madrid.
©
Mariví Otero. 2019
Manuel
Otero Rodríguez
Fuente: La Pintura. Un reto permanente. Colección
“La Caixa”. CaixaForum. Madrid. Dosier de prensa de “la Caixa”. Del 23 de
octubre de 2019 al 1 de marzo de 2020.
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