martes, 26 de octubre de 2021

TORNAVIAJE. Arte iberoamericano en España

Imagen de la sala de la exposición “Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España”. Foto © Museo Nacional del Prado.

En el Museo Nacional del Prado, el tornaviaje o viaje de regreso que da título a esta exposición es el hilo conductor que nos permite valorar las aportaciones culturales del Nuevo Mundo que llegaron a España y, por extensión, a Europa.

El objetivo principal de la muestra es visibilizar el elevado número de obras de arte que, provenientes de América, se conservan en instituciones culturales, espacios religiosos o colecciones de nuestro país. Estas piezas, llegadas en distintos momentos de la historia, forman parte de nuestro patrimonio en la actualidad, a veces sin que identifiquemos las razones de su presencia.

Imagen de la sala de la exposición “Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España”. Foto © Museo Nacional del Prado.

El relato que se propone da a conocer la cultura de los virreinatos americanos, teniendo en cuenta sus valores simbólicos e iconográficos, así como aquellos que las otorgaron las sociedades receptoras.

El recorrido por la exposición es a través de secciones y subsección:

Geografía, Conquistas y Sociedad

El conocimiento y ocupación de América fue un proceso lento, con episodios de conquista dramáticos, que dio lugar a una cultura híbrida en la que la naturaleza y las riquezas de las nuevas tierras, juntamente con su población autóctona, se sumaron los conquistadores y colonos procedentes de España, los esclavos y una mínima población de origen asiático. Todos ellos configuran un nuevo modelo cultural y de apreciación, visibles en documentos, pinturas y obras en distintas técnicas y con cualidades artísticas y simbólicas diversas.

Imagen de la sala de la exposición “Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Territorio y conquista.

Las antiguas cartografías que representan el territorio de América sirven de introducción a las razones que motivaron la conquista, que no fueron otras que la catequización de sus gentes y el aprovechamiento de los recursos de la tierra. Las obras expuestas remiten así a la primera religiosidad y a la explotación de las riquezas naturales. Un caso paradigmático sería la extracción de plata en grandes centros mineros como Potosí.

El abrazo ante la Puerta Dorada Anónimo 1676-1725 Técnica mixta sobre tabla con incrustaciones en concha, 85 x 110 cm Madrid, Museo de América, depósito del Museo Nacional del Prado.

Las gentes de América.

En cada territorio los naturales van a convivir con migrantes llegados de otras geografías, configurándose una sociedad mestiza que tiende a expresarse mediante representaciones de rasgos étnicos y oficios, que coexisten con retratos de personajes vinculados a los cargos que detentaban. La presencia de esas obras en España devine de la necesidad de dar a conocer como era el Nuevo Mundo o de compartir en espacios sociales de la península ibérica los rasgos allí adquiridos.

Los tres mulatos de Esmeraldas Andrés Sánchez Galque 1599 Óleo sobre lienzo. 92x175 cm. Madrid, Museo de América. Depósito del Museo Nacional del Prado.

Imágenes y Cultos de ida y vuelta

A partir de la segunda mitad del siglo XVII, se remitieron desde América las comunicaciones religiosas y casas de abolengo peninsulares “pinturas finas” (término que aparece recogido en los inventarios). Se trataba de presentes afectivos o de propaganda devocional, pero también de objetos de interés exclusivamente artístico. Los lienzos se atesoraron sobre todo en el norte de España y Andalucía, lugares de origen de cientos de indianos enriquecidos o ennoblecidos al otro lado del Atlántico, y procedían en su mayoría de Lima y México. De hecho, puede afirmarse que los talleres de la Ciudad de México exportaban casi un cuarto de su producción, abasteciendo un circuito comercial que iba desde Centroamérica y el Caribe hasta Canarias y España. Lo mismo sucedía respecto a los obradores de Quito o Cuzco, que satisficieron el consumo en todas las provincias del Cono Sur.

El Trasiego de estas telas se efectuaba con cuadros de distintos formatos y géneros, reveladores tanto del desarrollo técnicamente alcanzado como de la diversidad y especificidad de los temas de la pintura americana.

Imagen de la sala de la exposición “Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Las Travesías del Arte

La selección de mobiliario que presentamos pretende mostrar la hibridación que se produjo entre las tres concepciones culturales que convergieron en América: la occidental europea, la indígena americana y la procedente del mundo asiático.

Los indianos, inmigrantes enriquecidos en el Nuevo Mundo, son el hilo perdido que une las lejanas tierras de donde proceden esos enseres con el crisol de ciudades y exóticos muebles y suntuosos objetos que cumplían con dos propósitos fundamentales: mostrar las maravillas propias del continente americano y ratificar el perfil biográfico de sus mecenas.

Imagen de la sala de la exposición “Tornaviaje. Arte Iberoamericano en España”. Foto © Museo Nacional del Prado.

Impronta Indiana

La exploración de la materialidad de las obras aquí expuestas se suman las anteriores miradas. Los materiales empleados y las técnicas desarrolladas guían la selección de unas piezas que nos trasladan diversas intencionalidades. Con ello, además de destacar las señas de identidad indiana, se aportan otras lecturas para una historia del arte más plural.

Para ello proponen dos apartados guiados por las palabras escritas en el siglo XVIII por fray Matías de Escobar en su Amercana Thebaide, donde en relación con el arte local, apuntaba que “a un mismo tiempo lucía la española traza vestida del ropaje indiano”.

Traza española…

Las obras expuestas pueden pasar por españolas o europeas por su epidermis estética, por su “traza española”; sin embargo, al profundizar en su análisis y atender a su materialidad (a las materias y técnicas con que se manufacturaron), las propias piezas revelan su origen americano y dan lugar a sutiles reflexiones. Estos objetos hablan de coexistencia inicial, de adaptación de la cultura preexistente a la impuesta.

Patrocinio de la Inmaculada sobre los hijos del virrey Conde de Lemos Obrador de Francisco de Escobar h. 1672 Óleo sobre lienzo, 223 x 160 cm Monforte de Lemos (Lugo), Monasterio de Santa Clara.

La gran cruz procesional: opulencia indiana, materialidad cubana

 Esta Cruz Procesional fue remitida en 1756 por el deán de la catedral de La Habana, el canario Nicolás Estévez Borges, al convento franciscano que unos antepasados suyos habían fundado en su localidad natal. Además de ser un claro exponente de la misma “sincera devoción y afanes de vanagloria” que motivó la llegada de muchas de las obras expuestas, su materialidad proporciona algunas lecturas complementarias. Destacan así su peso (cuarenta y siete kilos) y su origen, pues fue ejecutada por un platero aragonés emigrado a la isla, pero también el particular trabajo de filigrana con el que se realizó, que combinaba la plancha calada con una ornamentación a base de diferentes hilos entrelazados, lo que la distinguía técnicamente de otras producciones americanas.

Cruz procesional Jerónimo de Espellosa 1663-65 Plata calada y filigrana, 250 x 139 x 103 cm Icod de los Vinos (isla de Tenerife), Parroquia matriz de San Marcos Evangelista. Diócesis de San Cristóbal de La Laguna.

En palabras de Javier Solana, Presidente del Real Patronato del Museo Nacional del Prado: “Esta exposición marca un hito en el Museo del Prado, ya que en ella se pretende analizar toda una cultura artística, en este caso la americana de la Edad Moderna, como parte indisoluble de nuestro relato histórico nacional”.

Comisariada por Rafael López Guzmán, catedrático de la Universidad de Granda, con la asistencia de Jaime Cuadriello y Pablo F. Amador, miembros del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM en México. La exposición, también cuenta con la colaboración de la Comisión Arte Virreinal de la Fundación Amigos del Museo del Prado.

© Mariví Otero. 2021.
Manuel Otero Rodríguez.

Fuente: “Tornaviaje. Arte iberoamericano en España”. Hasta el 13 de febrero 2022. Museo Nacional del Prado. Área de Comunicación del Museo: Documentación y fotografía.

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