La Chanca, Almería, 1958. Copia posterior, plata en gelatina. 35x24 cm.Colecciones Fundación MAPFRE.© Carlos Pérez Siquier, VEGAP, Madrid, 2022
En la Fundación MAPFRE, Madrid, exposición del fotógrafo almeriense Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930-2021) que hace un recorrido por la obra, desde sus primeras series, que se caracterizan por una aguda crítica social, hasta las imágenes de una España en la que comienza a desarrollarse una sociedad de consumo aparentemente “moderna” y libre, durante la posguerra y el franquismo. Además, se incluyen sus trabajos posteriores en los que vemos como la introspección sustituye al “ruido” de sus inicios y a la estética que se puede incluso considerarse kitsch de series La Playa.
Una de
las características más señaladas del trabajo de Pérez Siquier, es la de haber
mantenido, desde el comienzo de su trayectoria en la década de 1950, su
condición de artista periférico, pues vivió toda su vida en su Almería natal.
Sin haberse trasladado nunca de los grandes centros de producción de nuestro
país como Madrid y Barcelona, Pérez Siquier se convirtió en una figura
fundamental en la fotografía española, en contacto continuo con otros autores
del momento como Joan Colom, Xavier Miserachs o Ricard Terré. Además, el autor
se convirtió en el catalizador del colectivo fotográfico más influyente de su
momento, el Grupo AFAL (1963-1965), que se reunió en torno a la revista
homónima y no dudó en provocar con su obra intensas rupturas que iban a contracorriente
de su tiempo.
La
exposición se plantea como una amplia retrospectiva que recorre sus series más
señaladas realizadas entre 1957 y 2018, con una importante aportación de
imágenes inéditas y archivos documentales que enriquecen su discurso.
Hacemos
el recorrido a través de siete series dispuestas cronológicamente por 170
fotografías.
La Chanca y la Chanca en color (1957-1965)
Las
imágenes que conforman “La Chanca” representan el paradigma de toda una época
en la que el humanismo fotográfico se entrelaza con los intereses de la novela
social o de la crónica de viajes que la mejor literatura española del momento
estaba desarrollando, de Rafael Sánchez Ferlosio a Camilo José Cela o, muy especialmente
en este caso, Juan Goytisolo. Al igual que el texto La Chanca, de Goytisolo,
algo posterior a la obra de Pérez Siquier y censurado en España hasta 1981, la
serie se adentra en el barrio almeriense poblado por un subproletariado urbano
que habita una peculiar arquitectura. Un caso de estudio local que, sin
embargo, universaliza su significado de manera inmediata, en contacto directo
con las poéticas renovadoras de la fotografía y el cine neorrealistas
italianos.
Informalismos (1965)
Estos
paramentos aislados, fragmentados, con sus sedimentos de color, enlazan con el
informalismo pictórico, o con la búsqueda de la pura abstracción hacia la que
Siquier tiende desde ese momento, buscando las formas autónomas y la valoración
de los colores planos. Abstracción, pero en el contexto de un barrio en peligro
de derribo como era La Chanca.
La
Playa (1972-1980)
Como fotógrafo contratado por el Ministerio de Información y Turismo, Pérez Siquier emprende diversos viajes a través del litoral español para obtener imágenes que serán destinadas a la promoción turística.
En su
conjunto, “La Playa” emana sentido del humor, un contenido de gusto
surrealista, una celebración del volumen corporal y la vida que destila y una
mirada fina hacia una cotidianidad distinta, basada en la relajación de las
normas morales impuestas entre los bañistas. Este punto de vista vincula la obra
de Pérez Siquier al arte pop de artistas plásticos como Tom Wesselmann, John
Kacere o Joan Rabascall. Y, de manera sorprendente y poco señalada hasta el
momento, precede en varios años a la obra en color de Martin Parr, según ha
reconocido el propio fotógrafo británico. Pocos se atrevían en ese momento con
la fotografía en color, pocos lograban encontrar una voz propia con este nuevo
medio que parecía quitar toda la poesía a la tradición del blanco y negro.
Trampas para incautos (1980-2001)
En el
ámbito estrictamente fotográfico, se trata de la serie en la que Pérez Siquier
se encuentra más cerca de las propuestas desarrolladas en la década de 1970 por
Luigi Ghirri o William Eggleston: y, por otro lado, aporta profundidad de
contenido y estudio compositivo a lo que, en otros artistas del color, como
Stephen Shore, era mero gusto por lo instantáneo y superficial. Recurre a
superficies cada vez más despojadas y silencia sus imágenes, que tienden al
juego monocromático, a una cierta contemplación como la que baña su trabajo más
reciente.
Encuentros
(1991-2002)
En
“Encuentros” ha quedado solo el espacio percibido como sustancia extensa y
vibrante de color y luz, una gradación hacia tono bajos a la que Pérez Siquier
ha llegado a través de una acumulación gradual y de un refinamiento de la
experiencia en el transcurso de su labor fotográfica, de un silenciamiento
internacional desde la voz más chirriante de “La Playa”. Ese permanente
equilibrio entre el documento y la creación se recrea en el paisaje almeriense
con algunas de sus fotografías más elocuentes, con mayores resonancias
estéticas, donde se diría que asistimos a una suerte de distopía envolvente,
extrañamente amable.
La Briseña (2015-2017)
Como
contrapunto y referencia final al trabajo más reciente de un fotógrafo que
siguió en activo durante sus últimos años, cuando contaba con casi noventa, la
exposición se cierra con la serie “La Briseña”, que sugiere un repliegue hacia
el interior, un gesto muy común en fotógrafos que entran en su madurez. Del
mimo
modo que los coloridos exteriores de la arquitectura vernácula protagonizaban
“La Chanca” en color seis décadas atrás, en sus últimas obras el encuadre lo
ocupa el interior de su residencia veraniega, situada en el desierto almeriense.
Un pequeño que da nombre a la serie y que toma su denominación de los vientos
que corren ese paisaje. Unos vientos que, al decir de Aldous Huxley en su
“Soneto a Almería”, no tienen emblemas que agitar.
Con
esta muestra Fundación MAPFRE pretende impulsar el reconocimiento internacional
de una figura que fue merecedora del Premio Nacional de Fotografía en 2003.
Fuente: Pérez Siquier. Fundación MAPFRE, Madrid. De 1 de junio al 28 de agosto de 2022. Documentación y fotografías: Comunicación Fundación Mapfre. Alejandra Fernández Martínez.
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