La
investigación desarrollada en esta exposición cierra un ciclo iniciado en el
Museo Reina Sofía en 2010, con la muestra sobre el movimiento de la fotografía
obrera del periodo de entreguerras Una luz dura, sin composición. El
movimiento de la fotografía obrera, 1926-1939 y continuado en 2015 con Aún no.
Sobre la reinvención del documental y la crítica de la modernidad, que abordó
la reinvención del documental en los años setenta. Posteriormente, en 2018, la
retrospectiva Marc Pataut. Primeras tentativas, sobre su trabajo realizado en
la región parisina en la década de 1990 durante el surgimiento del movimiento
altermundialista, fue un breve epílogo a este ciclo que, en su conjunto, ha
buscado ofrecer un relato alternativo de la configuración y evolución del
discurso documental en la historia de la fotografía, a partir del estudio de
casos en momentos decisivos del siglo XX.
En las diferentes secciones del recorrido se exhiben imágenes de individuos en actitudes corrientes sin la aspiración corrientes, sin aspiración conmemorativa del alta retratística burguesa. Son representaciones de tipos populares, de clases proletarias urbanas o de trabajadores en sus puestos: los personajes andaluces de Robert P. Napper, los callejeros de París de Charles Nègre, la serie de pescadores de Newhaven de Adanson y Hill, o las fotografías de minero de George Bretz y de la multitud de obreros de Canal de Isabel II, en vistas tomadas por Charles Clifford.
La exposición inicia su recorrido mostrando la vida cotidiana para atestiguar que ya desde la década de 1840 la fotografía documental era algo latente. Ejemplo de ello son el limpiabotas captado en una de las primeras placas de Luis Daguerre (1838, Boulevard du temple de París) o las fotografías tempranas de Henry Fox Talbot con escenas de trabajadores de la construcción de carpinteros.
También
pueden verse aquí imágenes de la primera revolución que ha quedado registrada
fotográficamente, la de 1848, cuando el proletariado adquirió conciencia de
clase y comenzaron las luchas políticas obreras. Los materiales fotográficos
que se conservan de los episodios revolucionarios de 1848 son extremadamente
escasos, unos pocos daguerrotipos y calotipos de las barricadas de París, de
eventos y retratos de significación política en Londres.
En
este espacio, podemos contemplar, como ejemplo, los trabajos de Charles
Clifford. Su seguimiento de los viajes de la reina Isabel II en España en forma
de álbum y sus recorridos por la geografía monumental española, constituyen el
primer repertorio organizado que articula un discurso fotográfico sobre el
concepto de la nación. En contraposición a la idea burguesa de nación que
alentaba estas campañas y álbumes sobre el patrimonio histórico y artístico
aparecen, sin embargo, ciertas figuras de alteridad en la periferia de los
monumentos: Los criados en los palacios, los gitanos en la Alhambra, los
pequeños oficios y escenas de trabajo, mendigos y otros personajes.
Seguimos
y nos encontramos El obrero industrial en esta sala se detiene la
muestra en la publicidad fotográfica de la época. Las grandes exposiciones
universales, que acompañaron la industrialización, como la de Londres de 1851
fue, en este sentido, un antes y un después. En España nuevamente Clifford
documentó obras públicas, como la del Canal de Isabel II de Madrid, inaugurado
en 1858. Es en este contexto de la
muestra donde aparecieron las primeras imágenes del trabajo en la fábrica y del
obrero industrial. Los estudios de trabajadores con maquinaria en la fábrica
metalúrgica Krupp de Essen, realizados en 1890, son posiblemente las
primeras imágenes fotográficas de este tipo, y sientan las bases de la más
influyente iconografía del trabajo industrial para el siglo XX. También da
cuenta de que las grandes infraestructuras no sólo se sirvieron de obreros
industriales, sino también de reclusos como los empleados en las construcciones
ferroviales de Estados Unidos en la época de la Guerra Civil o en la colonia
penitenciaria rusa en la isla de Sajalín. Las imágenes de las prospecciones
mineras en Estados Unidos después de la Guerra Civil realizadas por Timothy
O’Sullivan con tecnología de iluminación artificial innovador, y los trabajos
de otros autores como George Bretz, testimonian también un mundo que en verdad
no era tan “ideal”.
Llegamos a los ámbitos médico y judicial en las últimas décadas del siglo XIX la fotografía también se utilizó en estos ámbitos como se puede comprobar en esta área de la muestra. La Guerra Civil americana produjo un notable corpus de fotografía anatómica y diversos catálogos de heridos y amputados, así como fallecidos. En Europa, y aunque Nadar había realizado algunos ensayos fotográficos en el campo de la medicina relacionados con el hermafroditismo hacia 1860, el uso de la fotografía en la experimentación médica tiene en el neurólogo Jean-Martin Charcot a su gran pionero, con su atención a la supuesta historia femenina y otras patologías neuropsiquiátricas en el hospital parisino de la Salpêtrière, a partir de la década de 1870.
Llegamos al final del itinerario de la exposición que se cierra con la revolución de nuevo como protagonista, aunque en este caso con la Comuna de París de 1871 primer experimento de autogobierno popular y mítico en la cultura del movimiento obrero que generó un gran corpus fotográfico y que sería ejemplo iconográfico para las revoluciones rusas de 1905 y de 1917, en donde también aparecen por primera vez las masas movilizadas, o en la Semana Trágica barcelonesa de 1909. En el umbral del nacimiento de la fototipia con la postal impresa como vehículo privilegiado de circulación desde la década de 1890 -de la que se muestran numerosos ejemplos- y la prensa ilustrada fotográficamente en la época del cambio de siglo. Y a raíz de los estallidos revolucionarios y la organización del movimiento obrero a lo largo del siglo XIX, llegaron ciertos avances en derecho sociales y nuevas políticas públicas, que queda reflejada en el trabajo pionero de Lewis Hine y de su discípulo Paul Strand, de quienes se muestran diversas obras.
La
exposición reúne más de 500 obras -entre fotos de todo tipo, álbumes,
publicaciones y daguerrotipos- con temáticas relacionadas, entre otros
aspectos, con las clases proletarias, las reformas urbanísticas de la época,
las revueltas populares o los proyectos de denuncia social surgidos en el
periodo que abarca la exposición. Muchas de ellas proceden de importantes
museos e instituciones internacionales.
Fuente: Genealogías documentales, Fotografía 1848-1917. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Del 16 de noviembre 2022 al 27 de febrero 2023. Documentación y fotografías: Gabinete de Prensa Museo Reina Sofía.
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