En la
Galería José de la Mano, volvemos a encontrarnos con el maestro Ibarrola,
bueno, con su obra. Cuando apenas se cumple un año del fallecimiento de Agustín
Ibarrola (Bilbao, Vizcaya, 1930- Usánsolo, Vizcaya, 2023), se siguen
descubriendo en su trabajo las huellas de un artista comprometido con su
práctica artística y con hacer de esta una herramienta para el cambio y la
transformación social.
Por
fin, alcanzo: el expresionismo testimonial o documental o, dicho con otras
palabras, el realismo social. Ibarrola, extremadamente apasionado de todas sus
argumentaciones, no se limita a exponer: necesita pontificar -tender puentes,
en su sentido literal con el interlocutor- y, sobre todo, necesita convencer.
Esa actitud la paga al altísimo precio de su propia tranquilidad y seguridad.
El grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad
Caminamos
por la exposición “El grito de Ibarrola”, entre manifestaciones obreras,
huelgas y asambleas acompañan en esta muestra a los trabajadores crucificados,
aquellos obreros y luchadores por la libertad que puño en alto blanden llaves y
herramientas de trabajo, frente a las armas y la violencia. Un cartel que no
fue, una lucha que aún persiste.
El grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad
Jesús
Alcaide investigador y comisario de la exposición, describe el cartel: “Esto
no es un cartel. Con un guiño al título de la famosa pintura de Magritte (Ceci
n’est pas une pipe), comienzo a escribir un texto sobre la historia de algo que
no fue. Un boceto, un ensayo, un proyecto. Una obra que cincuenta años cuelga
hoy en las paredes de una galería como símbolo de un porvenir. El recuerdo de
un tiempo en el que pintar era peligroso y el arte un grito de compromiso,
lucha y libertad”.
El grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad
En
1974, inmerso en la producción de aquellos Nuevos Guernicas que centraron parte
de sus intereses artísticos a lo largo de esta década, Ibarrola recibe el
encargo de realizar el diseño del cartel de la Feria del Toro de Pamplona, una
propuesta que no llego a ser, pero cuya historia nos acerca a un artista
combativo, comprometido y luchador.
El grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad
La
cabeza del toro de Guernica en la parte superior y en la parte inferior una
masa humana que avanza unida, puños en alto y sin ningún rasgo identificativo.
Esos son elementos que Ibarrola utilizaba sobre un fondo abstracto, llegando a
una extrema síntesis formal de aquellos que Valeriano Bozal describió como
“expresionismo épico social”. Sin olvidar esa franja de color rojo que divide
ambos espacios, el color de la sangre derramada y el compromiso con una lucha, la
obrera, a la que Ibarrola se entrega en todos los trabajos.
El grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad
Los
fondos abstractos del cartel dan paso a una serie de tramas geométricas
opresivas, líneas paralelas que se introducen entre las manifestaciones y las
Ikurriñas, los puños alzados y las pancartas. El dictador ha muerto, pero las
estructuras de poder del antiguo régimen continúan y la pintura de Ibarrola nos
recuerda que la libertad aún no se ha conseguido.
El grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad
Una
imagen que hoy vuelve para recordarnos que ningún tiempo pasado fue mejor. Y
que esta puede ser la historia de un vacío, el de aquello que estaba a punto de
ser y aún no ha sido.
Fuente:
EL grito de Ibarrola. Compromiso lucha y libertad. Galería José de la Mano (Madrid).
Documentación y fotografías: Prensa Alberto Manrique. Se puede visitar hasta el
24 de julio 2024.
MARIANO BERTUCHI. Un zoco. Óleo sobre cartón. 32,5 x 42 cm.
En la
Galería Ansorena visitamos la exposición de óleos y acuarelas dedicada a
Mariano Bertuchi (Granada,1884- Tetuán, 1955), el pasado mes de febrero se
cumplió el 140 aniversario del nacimiento del artista. Una fecha significativa
para hacerle un merecido homenaje a través de esta muestra, organizada por la
familia en colaboración con la Galería Ansorena.Comisariada por José Antonio Pleguezuelos
Sánchez.
MARIANO BERTUCHI, La romería, Tetuán, 1941. Óleo sobre tabla. 65 x 80 cm.
Mariano
Bertuchi estaba llamado al orientalismo. Nació en la ciudad de Granada, la que
fue la capital del reino nazari, el último reino musulmán de la península
Ibérica hasta que se produjo la rendición a los Reyes Católicos en 1492. Y fue
a vivir y morir en Tetuán, al otro lado del mar. La obra que se presenta en
esta exposición es un recorrido visual del costumbrismo y la vida cotidiana; un
viaje al ensueño del Marruecos de la primera mitad del siglo XX.
Bertuchi,
realiza su pintura durante el Protectorado español, alternando la crónica
oficial y social donde desarrolla la obra de encargo, ya sean retratos o
reconstrucciones históricas de hechos militares, con la intimidad del rostro
anónimo.
MARIANO BERTUCHI. Cuidador de caballos, 1940. Óleo sobre tabla. 32,5 x 41 cm.
Lo
define bien Pilar Capelástegui cuando dice: “Podemos calificarle de luminista,
próximo a los valencianos y catalanes que encaran la problemática de la luz
mediterránea”. De la influencia de su maestro Muñoz Degraín (1841-1924) tomará
los fulgores del color, pero interpretados de una manera más contenida.
Tendríamos que insistir en que el artista adquiere esta calidad cromática a
pulso y en solitario, en un diálogo cerrado consigo mismo, pero sin olvidar
quiénes fueron sus más cercanos precursores.
MARIANO BERTUCHI. El patio de la escuela, Tetuán. Óleo sobre lienzo. 90 x 79,5 cm.
Una
forma de mirar la obra bertuchiana es una fuente inagotable de temas pictóricos
que, a su vez, permiten numerosas y diversas miradas. Como si de cuadros
abiertos se tratase, que nos permitirán entrar y salir de ellos, nos
encontramos con escenas cotidianas y urbanas como los paisajes, los jardines,
los zocos, los cafetines, los fondak, las calles, las murallas y las puertas,
las ceremonias y las tradiciones.
MARIANO BERTUCHI. Calle del Túnel, Tetuán. Acuarela sobre papel. 31 x 20,5 cm.
El
artista tiene que ser siempre un gran observador del pasado y de lo que le
rodea. Allí encontrará las referencias para seguir adelante y podríamos
concluir diciendo que el Oriente y, concretamente el norte de Marruecos siempre
fue región de búsqueda para el europeo.
CHRISTIAN FRANZEN Y NISSEN . Dinamarca, 1864- Madrid, 1923 . La reina Victoria Eugenia haciendo ganchillo con las infantas Beatriz y María Cristina, para el ropero de Caridad de Santa Victoria, h.1920
Esta mañana hemos caminado por
el Museo de la Real Academia
de Bellas Artes de San Fernando, al encuentro de la exposición del
fotógrafo Christian Franzen, a la vez que hemos disfrutado de la colección de
arte contemporáneo Sección Nuevas Artes.
Ya en la sala de fotografía
del Museo de la Academia que acoge un conjunto de doce obras de Christian
Franzen que forman parte de los fondos de la Corporación. Se exponen otras
imágenes y publicaciones procedentes de colecciones privadas.
En septiembre de 2023 se
cumplió el primer centenario de la muerte de Christian Franzen (1864-1923) el
más grande fotógrafo del Madrid de la Restauración.
CHRISTIAN FRANZEN Y NISSEN. Dinamarca, 1864- Madrid, 1923. Retrato de la reina madre María Cristina de Habsburgo y del rey Alfonso XIII, h. 1905
Danés de origen, Franzen llegó
a España en los años finales de la Restauración borbónica. Con apenas 26 años y
con el oficio bien aprendido, en 1890 abandonó Dinamarca para residenciarse en
Madrid. Cuatro años más tarde estableció su célebre Galería Fotográfica en la
madrileña calle del Príncipe, en la que fue construyendo su prestigioso
catálogo de retratos, en el que encontramos a los miembros de la realeza y, del
rey abajo, todos los que eran algo en la alta sociedad madrileña de entonces.
Fotógrafo de reyes y rey de los fotógrafos, como proclamaba su publicidad, no
solo fue popular entre los miembros de la alta sociedad, sino entre los
artistas y literatos, que apreciaban sinceramente su talento y la delicadeza de
su registro. De su amistad con Emilia Pardo Bazán, José María Pereda, y sobre
todo con Pérez Galdós y Joaquín Sorolla, han quedado centenares de retratos
inolvidables, con los que el fotógrafo compuso la mejor Galería de Celebridades
de su tiempo.
CHRISTIAN FRANZEN Y NISSEN . Dinamarca, 1864- Madrid, 1923. Infanta Eulalia de Borbón (1864-1958), hija menor de Isabel II, h. 1894
Doce espléndidas fotografías. Comisario
de la muestra: Publio López Mondéjar. Académico. Sección de Nuevas Artes de la
Imagen.
CHRISTIAN FRANZEN Y NISSEN . Dinamarca, 1864- Madrid, 1923. Alfonso XIII con el príncipe Boris de Rusia, h. 1905
Shilpa Gupta. Stars on Flags of the World, 2012-23
En el Centro Botín (Santander,
en la bahía, bella ubicación) visitamos virtualmente la exposición "Yo
también vivo bajo tu cielo" de la artista Shilpa Gupta (Mumbai, 1976), en
la que la voz y la poesía llenan el espacio expositivo reivindicando la
existencia de personas que han sido silenciadas, aisladas o relegadas a los
márgenes. Tal y como encarna la instalación en luces led con la frase que da
título a la exposición, escrita en inglés. español y urdu, esta muestra es una
clara afirmación de la presencia.
Yo también vivo bajo tu cielo: Shilpa Gupta. Visita de sala
Fotografía: Belén de Benito
Listening Air (El aire
escucha), producida por la Fundación Botín y obra central de esta exposición,
es un espacio de escucha compartida que emite las voces de varias comunidades
históricamente oprimidas. Hace audibles palabras que han resonado en paisajes
distantes y diversos, conectando arrozales, bosques, calles y universidades de
distintas partes del mundo.
Shilpa Gupta. Untitled (Spoken Poem in a Bottle) 2021-2023
La obra incluye ocho
canciones, entre ellas Bella Ciao, cantada por las trabajadoras de los
arrozales del valle del Po, en Italia, en la década de 1940, y que ha viajado
hasta las protestas de los agricultores en Nueva Delhi en 2020 o No nos
moverán, cuyo origen es un canto espiritual de las personas africanas
esclavizadas del sur de Estados Unidos, un grito de liberación que traspasó
décadas y cruzó el Atlántico resonando en las protestas de estudiante de 1968
en España para después erigirse en uno de los primeros cánticos en respuesta al
golpe de Estado de 1973 en Chile.
Yo también vivo bajo tu cielo: Shilpa Gupta. Visita de sala
A lo largo de los últimos diez
años, Shilpa ha llevado a cabo un ambicioso trabajo de investigación
transhistórico y transcultural sobre poesía y represión, que en esta exposición
se manifiesta en una selección de dibujos que esbozan cuerpos ausentes de poetas
encarcelados, así como en varias esculturas que hablan de experiencias de
confinamiento corporal y de la persistencia del amor en el aislamiento.
Shilpa Gupta. A0 – A5, 2014
Así, una colección de obras
sobre textil, madera, cera, junto con dispositivos participativos y analógicos,
hablan de las limitaciones de movimiento y libertad debidas a fronteras
psicológicas, ideológicas o físicas.
Comisariada por Bárbara
Rodríguez Muñoz, directora de Exposiciones y de la Colección del Centro Botín. Se puede visitar hasta el 8 de
septiembre 2024. Documentación y fotografías
recibidas de la Fundación Botín.
Yo también vivo bajo tu cielo: Shilpa Gupta. Visita de sala
Fotografía: Belén de Benito
El pasado 19 de junio, al fin caminé por la espléndida exposición de la artista Shilpa Gupta, ha sido un gran placer.
Esta tarde visitamos en la
Sala Alcalá 31 (Madrid), la gran muestra de la artista Eva Lootz. "Si aún
quieres ver algo...", que profundiza en sus reflexiones en torno a la
resonancia, la luz y los límites de nuestra percepción.
Entramos en la muestra, es una
gran instalación en la que se puede ver cómo ciertos minerales y sustancias
entran en resonancia con la luz ultravioleta. Propone un ensayo sobre el
fenómeno de la resonancia y, a la vez, sobre la desaparición del mundo tal y
como lo conocíamos.
EVA LOOTZ. Si aún quieres ver algo...
En la primera planta, la
muestra reúne una serie de cerca de mil dibujos que hacen visible el
pensamiento de la artista. Y también informan y sustentan la instalación de la
planta baja como una especie de red filosófica en la que se aúnan sociología,
antropología y filosofía y así transcender la brecha que separa cultura y
naturaleza.
EVA LOOTZ. Si aún quieres ver algo...
El proyecto se refiere a un
momento en el que se vuelve necesario repasar la materia y nuestra relación con
ella, cuestionando los dualismos propios de la modernidad occidental.
Comisariada por Claudia
Rodríguez-Ponga Linares.
Eva Lootz, siempre sorprende.
Se puede visitar hasta el 21 de julio 2024.
En TEA Tenerife Espacio de
Artes, se ha inaugurado la exposición "Óscar Domínguez. Dos que se
cruzan". Esta nueva muestra dedicada al pintor surrealista está
comisariada por Isidro Hernández.
Óscar Domínguez. Dos que se cruzan.
"Dos que se cruzan",
escribe el comisario y gran conocedor de la obra de Óscar Domínguez: [...] En
su Diccionario de las vanguardias en España, el crítico Juan Manuel Bonet
subraya que, junto a Joan Miró y Salvador Dalí, el pintor Óscar Domínguez
(Tenerife, 1906- París, 1957) forma parte de la tríada de nombres que España
aporta al movimiento surrealista internacional. Una definición así traza una
cartografía que no escatima la relevancia del legado del pintor canario en el
contexto del arte de la primera mitad del siglo XX.
Óscar Domínguez. Dos que se cruzan.
Óscar Domínguez es, a nuestros
ojos de hoy, el pintor visceral e imprevisible, obsesivo y visionario, el
inventor de la decalcomanía, el magnífico constructor de objetos surrealistas y
el artífice de inquietantes realidades oníricas que sacuden -Agustín Espinosa-
"los raíles de un tren en llamas". Su mundo poético se nutre, pues,
de una ontología propia, directa y vivencial, ligada a su juventud en el norte
de la isla de Tenerife, donde gesta una concepción irracional y sobreabundante
del color y de los enigmáticos procesos de la metamorfosis que van a acompañar
a su obra a lo largo de toda su trayectoria vital [...]
Óscar Domínguez. Dos que se cruzan.
Documentación recibida de TEA Tenerife Espacio de las Artes. Se puede visitar hasta el 24 de noviembre de 2024.
Fotografía del grupo de artistas y amigos asistente a la apertura del Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca. De izquierda a derecha y de abajo arriba: José María Yturralde, Jordi Teixidor, Salvador Victoria, Eusebio Sempere, Fernando Zóbel y Jaime Burguillos (primera fila); Gustavo Torner, Lucio Muñoz, Julio López Hernández, Carmen Laffón, Rinaldo Paluzzi, Amalia Avia, Juana Mordó y José Guerrero (segunda fila); José Abad, Nicolás Mateo Sahuquillo, Manolo Millares, Gerardo Rueda y Martín Chirino (tercera fila); una mujer sin identificar, Juan Manuel Ruiz de la Prada, una mujer sin identificar, Roxane W. Pollock (esposa de José Guerrero), Elvireta Escobio (esposa de Manolo Millares), Margarita Argenta (esposa de Martín Chirino), Alberto Portera y Manuel Rivera (última fila).
Archivo Fernando Zóbel, Biblioteca y Centro de Apoyo a la Investigación, Fundación Juan March, Madrid. Foto: Fernando Nuño
La Fundación Juan March celebra el
centenario del nacimiento de Fernando Zóbel (Manila, 1924- Roma, 1984), con
la exposición “El pequeño museo más bello del mundo”. Exposición sobre la
creación del Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, creado por Fernando Zóbel
en 1966. Situado en las Casas Colgadas de Cuenca, fue el primer museo de arte
contemporáneo de España, creado con total independencia al margen de la
política cultural oficial del régimen franquista.
Alfred H. Barr Jr., fundador y primer
director del MoMA de Nueva York, lo describió al visitarlo en 1967 “el pequeño
museo más bello del mundo”, cita que da nombre a esta exposición.
Fotografía publicada en el artículo «Museums: A New View on the Cliff», en
Caminamos por la muestra, entre obras de
algunos de los principales exponentes de la Abstracción española entre los años
50 y 80 como Eduardo Chillida, Antoni Tàpies, Jorge Oteiza, Palazuelo,
Antonio Saura, José Guerrero, Fernando Zóbel, Gustavo Torner, Eusebio Sempere,
Salvador Victoria, Elena Asins, Eva Lootz, Soledad Sevilla o Moguel Ángel
Campano. Todas las obras fueron coleccionadas por Fernando Zóbel.
Antonio Saura (1930-1998). Brigitte Bardot, 1959. Óleo sobre lienzo. 250 × 200 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
Además de una amplia selección de
pintura, escultura, dibujo, gráfica y libros de artistas de la colección de
Fernando Zóbel, la exposición cuenta con material fotográfico y documental
sobre la historia del Museo de Arte Abstracto Español.
Eduardo Chillida (1924-2002). Abesti gogorra IV [Canto rudo IV], 1959-1964 . Madera de chopo ensamblada. 98 × 135 × 119 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
“El pequeño museo más bello del mundo”
nos recuerda un momento complejo y fascinante de la historia cultural de
nuestro país: La creación del Museo de Arte Abstracto Español en las Casas
Colgadas del siglo XV en Cuenca.
La fe pionera de Fernando Zóbel en los
artistas abstractos se materializó en un espacio insólito, que pronto tuvo un
enorme eco nacional e internacional. El joven museo, nacido de la iniciativa
personal de un artista, creó un espacio de libertad independiente del régimen
político.
Fernando Zóbel (1924–1984). El río IV, 1976. Óleo sobre lienzo. 190 × 240 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
El proyecto de Zóbel reafirmó a toda una
generación de pintores y escultores, preparó a las siguientes y produjo todo un
público nuevo. España no contaría con museos de arte contemporáneo hasta
después de su transición democrática, más de veinte años después de aquella
aventura única y original.
Antoni Tàpies (1923–2012). Marró i ocre [Marrón y ocre], 1959. Polvo de mármol y pigmentos aglutinados con pva sobre lienzo. 170 x 195 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
Durante las décadas de los años 50 y 60,
Eduardo Chillida, Jorge Oteiza, Manolo Millares o Antonio Tàpies cosechan
elogios en las Bienales de Sao Paulo (1957) o Venecia (1958). Esos éxitos y los
esfuerzos de la diplomacia cultural del régimen culminaron en exposiciones
sobre arte español celebradas en Londres (en la Tate Gallery) y en Nueva York (en
el MoMA y el Guggenheim Museum).
Eusebio Sempere (1923-1985). Latido, 1966 . Varillas de hierro soldadas y pintadas. 148 × 149 × 3 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
Ante el aislamiento cultural de la
España franquista y la ausencia de infraestructuras para el arte contemporáneo,
Fernando Zóbel comenzó a coleccionar la obra de los artistas abstractos de su
generación. Así, acabó creando “un museo de artistas en un país de artistas
sin museos”, como señala Fontán del Junco en el catálogo que acompaña la
muestra.
Fernando Zóbel en el estudio de Gustavo Torner en Cuenca, 1967
En una visita a Cuenca, ciudad natal del
pintor Gustavo Torner, Zóbel conoció las Casas colgadas, vacías y aún sin
destino claro. Logró que el Ayuntamiento de la ciudad se las cediera a cambio
de un alquiler simbólico, para crear en ellas un museo con su colección.
En 1966, el museo se inauguró con una
museografía austera e innovadora. Algunos elementos arquitectónicos originales
se conservaron, como todavía hoy se conservan: artesonados, las yeserías y las
pinturas murales góticas, que cohabitan con la abstracción gestual y geométrica
del siglo XX.
Mi primera visita al “El pequeño museo
más bello del mundo”, fue en el año 1973, tengo ese primer catálogo publicado
el 30 de junio de 1966, edición bilingüe.
En la introducción escribe Fernando
Zóbel, como director: (…) Esta colección, aunque modesta en comparación a la de
cualquier museo con historia, sobrepasa con mucho las posibilidades de
exhibición en las Casas Colgadas de Cuenca. Por eso, desde el primer momento,
hemos preferido enseñar pocas cosas y enseñarlas bien, rodeando a cada una de
la iluminación adecuada y del espacio necesario para que pueda ser vista y
disfrutada sin distracción. La fórmula del museo será, pues, la de rotación
lenta de obra (…). Ya había comenzado mis años de formación y trabajo. Lo
visite con frecuencia, tenía coche, con amigos que alquilaron casas en Cuenca,
siempre había un lugar para visitarlo en fin de semana. Qué grandes recuerdos.
José Guerrero (1914-1991). Rojo sombrío, 1964. Óleo sobre lienzo, 126 × 114 cm.
Colección Fundación Juan March, Museo de Arte Abstracto Español, Cuenca
El Equipo curatorial de esta exposición
está formado por los comisarios Manuel Fontán del Junco, director de Museos y Exposiciones
de la Fundación, Celina Quintas, responsable del Museo de Arte Abstracto
Español de Cuenca y la historiadora del arte norteamericana Anna Wieck.
En 1981, Fernando Zóbel -cuyo centenario
de su nacimiento se celebra este año- donó el museo, su colección de arte, su
biblioteca y sus archivos a la Fundación Juan March. Desde entonces la
Fundación es la titular del Museo de Arte Abstracto Español, de su colección y
de sus programas de actividades.
Entrada al Museo de Arte Abstracto Español de Cuenca, 1967
Fuente: “El pequeño museo más bello del
mundo”. Fundación Juan March. Del 26 de abril al 30 de junio 2024.
Documentación y fotografías: Ana Ramírez García-Mina/ Comunicación y
Experiencia/ Fundación Juan March.
Fidel Sclavo, Sin título, técnica mixta sobre tela, 100 x 70 cm, 2020
De la
Galería Jorge Mara / La Rucha. Buenos Aires (Argentina) recibo documentación de
la exposición del artista: FIDEL SCLAVO: Obra reciente.
El
recorrido lo hacemos a través del texto, de Matías Serra Bradford: "La
forma -parece susurrar Fidel Sclavo- se aprende, alternada y sucesivamente. Es
un pliego de condiciones. Es el cuento de la forma, ilustrado, pero libre de
texto. Ofrece, entre otras cosas, un tema: el poder de la forma simple, su
honestidad. Sclavo, por caso, recurre a un rectángulo para exponer un negro,
para delatarlo, para delatarlo. O propone un negro a la vez escoltado y
desafiado por blancos y grises. O bien debajo de uno de los cuadros de mayor
superficie oscura. deja presentir algo no borrado sino cubierto, desaprobado
por su autor a medias. La mano de un pintor se aprecia en la grata
irregularidad de un color.
Fidel Sclavo, acrílico sobre tela, 150 x 102 cm, 2021
Circulos
blancos, deliberada y delicadamente imperfectos sobre un amarillo que irrumpe
(es su función en la paleta). Sclavo no desconoce que, bien llevado, el
amarillo lo puede todo. Mientras tanto, el riesgo simula no serlo.
Fidel Sclavo, collage y tinta sobre papel, 46 x 65 cm, 2016
A
nadie sorprenderá, entonces que Fidel Sclavo sea un dibujante tímido. Y los
tímidos suelen ser formales; y los colores explotan su retraimiento. Estos
cuadros tienen un claro sentido de la tenuidad, pero no son evanescentes. (lo
tenue puede engañar-por lo escaso por lo sutil- así como lo profuso puede
hacerlo por el motivo contario. Veremos -estas no son descripciones; son
promesas- una carta de renglones bellamente dispares, dirigida a una Sarah que
se puede supones es la pintora Sarah Grilo (gran artista, que conocí en los
setenta en Madrid). Pero la carta de un tímido, lógicamente, no se firma. En
otra pieza repite el nombre de Sarah en autógrafos propios, por así decirlo, es
un degradé que viaja de lo casi invisible hasta un grafito prácticamente
convencido. Otra declaración. Un breve mantra caligráfico. No muy lejos, una
aproximación a lo rosáceo vuelve a procurar un cuadro que está y no está".
Fidel Sclavo, acrílico sobre tela, 100 x 100 cm, 2011
La
muestra se inauguró el pasado 18 de abril y se puede visitar hasta el 31 de
mayo 2024.
En el
Centro Cultural Condeduque visitamos en la Sala de las Bóvedas la exposición
colectiva, comisariada por Manuela Pedrón Nicolau y Jaime González Cela,
"Las verbenas desiertas. Apariciones y desapariciones en el arte
contemporáneo", que amplía la visión de lo fantasmagórico a través de sus
piezas, que dan forma a diferentes presencias de nuestro entorno a través de sus
piezas que dan forma a diferentes presencias de nuestro entorno a través de la
luz, el sonido y la materia.
Los
artistas: Ana Laura Aláez, Paco Chanivet, Pere Llobera, Carlos Monleón, Clara
Montoya, Clara Moreno Cela, Elsa Paricio, Fernando Sánchez Castillo y los
dibujos del arquitecto, ya desaparecido, Luis Moya.
Las Verbenas Desiertas_Ana Laura Alaez_Acaricia y golpea (una de nosotras)2023
Algunas
de estas manifestaciones espectrales proceden de episodios olvidados de la
historia reciente, otras son proyecciones de un futuro no cumplido. Hay duelos
y tentativas de diálogo con los espíritus de las formas de vida no humanas.
Llegan así los ecos de siglos atrás guardados en las piedras e incluso imágenes
de otras dimensiones.
Al
descender las escaleras de la Sala de Bóvedas comienza el recorrido de la
exposición. Una muestra muy especial.
Las Verbenas Desiertas_Carlos Monleon_La inevitabilidad de la boca, 2019-2024 (1)